Libros que he publicado

-LA ESCUELA INSUSTANCIAL. Sobre la urgente necesidad de derogar la LOMLOE. -EL CAZADOR EMBOSCADO. Novela. ¿Es posible reinsertar a un violador asesino? -EL VIENTO DEL OLVIDO. Una historia real sobre dos asesinados en la retaguardia republicana. -JUNTA FINAL. Un relato breve que disecciona el mercadeo de las juntas de evaluación (ACCESO GRATUITO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA). -CRÓNICAS DE LAS TINIEBLAS. Tres novelas breves de terror. -LO QUE ESTAMOS CONSTRUYENDO. Conflictividad, vaciado de contenidos y otros males de la enseñanza actual. -EL MOLINO DE LA BARBOLLA. Novela juvenil. Una historia de terror en un marco rural. -LA REPÚBLICA MEJOR. Para que no olvidemos a los cientos de jóvenes a los que destrozó la mili. -EL ÁNGULO OSCURO. Novela juvenil. Dos chicos investigan la muerte de una compañera de instituto. PULSANDO LAS CUBIERTAS (en la columna de la derecha), se accede a información más amplia. Si os interesan, mandadme un correo a esta dirección:
repmejor@gmail.com

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domingo, 30 de junio de 2024

Las insinuaciones indecentes de Ana Redondo

    Todo aquello que lleve envuelto el fallecimiento de personas debe ser tratado con escrupuloso respeto,  así que atribuir al adversario político inexistentes connivencias con el asesinato no solo es una canallada contra el adversario, sino también contra la víctima del crimen, es decir, una canallada que solo los muy indecentes se atreven a perpetrar.
    En tan feo vicio ha tropezado estos días la ministra de Igualdad, Ana Redondo, quien, a propósito de una lamentable secuencia de asesinatos de mujeres y niños, ha animado a reflexionar sobre los discursos negacionistas que dan alas a los autores de hechos tan horribles. Podréis decir que con estas palabras la señora Redondo no ataca a sus adversarios políticos, sino a quienes sostienen discursos negacionistas, pero en realidad lo que hace es atacar con obscenas indirectas a sus enemigos, pues, según la fábula que repite sin cesar, esos discursos los sostiene la ultraderecha. ¿Y quién es la ultraderecha? Alguien dirá: Vox. Podría ser, pero no solo es Vox, sino también el PP o usted mismo, porque ultraderecha es cualquiera que sostenga puntos de vista distintos a los de Sánchez, su tropa y todos los que agitan ese fantasma al que llaman ultraderecha y al que previamente han demonizado. El mecanismo, nada nuevo en política, es este: si no piensas lo que yo, eres de ultraderecha, y la ultraderecha es tan horrible que alienta y aplaude a los que descuartizan a sus mujeres y a sus hijos.
    Una auténtica indecencia. Yo, personalmente, me siento víctima de una gravísima ofensa, porque estoy en profundo desacuerdo con las demenciales políticas y propuestas del PSOE, la podemia, la ultraizquierda y todos sus aliados, pero, por supuesto, siento la mayor de las aversiones hacia los que matan a sus mujeres, novias, parejas o hijos. Que gentecilla embustera como la Redondo esta, con sus insultos y estigmatizaciones, nos obligue a ir permanentemente declarando nuestra limpieza, que debería dársenos por supuesta como a todo el mundo, me parece una aberración. Me merece la peor de las descalificaciones el personaje de cuya boca salieron estas palabras:
    Esos discursos negacionistas de la extrema derecha blanqueados en muchas instituciones donde gobiernan con el PP, ese blanqueamiento y normalización de discursos que pensábamos que ya estaban erradicados de la sociedad española, han vuelto con fuerza y se extienden en las redes sociales, se propagan de una forma muy peligrosa
    Ese personajillo era la ministra de Igualdad, que se permite la infamia de hablar de discuros peligrosos y atribuírselos sin fundamento a sus adversarios políticos. Eso sí que es peligroso: eso es calumniar, lanzar infundios desde el Gobierno y los medios de comunicación, eso es carecer de decencia y de prudencia.
    El objetivo, aparte de machacar al adversario con mentiras, es otro, bastante más miserable y que mencioné al principio del artículo: la instrumentalización de la muerte y el dolor ajeno en beneficio propio, una deplorable práctica en la que se prodiga la señora Redondo, como podemos ver aquí:


    ¿Qué os parece? Una supuesta ministra vociferando en las Cortes como una loca y haciendo uso de tragedias como pretexto para atacar al enemigo. ¿Qué tenía que ver lo dicho por el diputado al que replica con los luctuosos hechos en que se escuda? Nada. Recordar las lamentables inhibiciones de Francina Armengol y las oscuras andanzas de Begoña Gómez no es incitar al feminicidio, con lo que la desaforada respuesta de Ana Redondo es una injuria repugnante, tan repugnante como su instrumentalización de la muerte y el dolor ajenos. Tergiversar unas acusaciones MUY FUNDADAS de corrupción y convertirlas en negacionismo de los asesinatos de mujeres y niños es una bajeza que sitúa la ética de la ministra en el nivel de las alcantarillas. Si tanto clama por la vergüenza, que empiece por tenerla.
    La clave de esta pestilencia se encuentra en uno de los párrafos finales del primer artículo que enlazo: el problema de Ana Redondo es que comanda el mayor y más inútil de los chiringuitos de la política actual: el Ministerio de Igualdad, un organismo que sirve para que se ganen la vida unos cuantos -con ella a la cabeza-, generar leyes demenciales y difundir propaganda ultraizquierdista y LGTBI, pero que debería desaparecer, porque, para acciones de real provecho para la sociedad, es completamente inútil. Esa es la razón por la que, desde todos los sectores interesados, su existencia y sus naderías se han defendido siempre con particular agresividad, como ella misma nos demuestra. En el párrafo al que me refería antes, cuando le preguntan qué se está haciendo mal, Ana Redondo responde: 
    No estamos haciendo nada mal, es un problema que llevamos acarreando centenares de años, miles de años, es un problema de violencia de género, de machismo estructural, es un problema de la sociedad española.
    O sea, los dogmas del feminismo radical del nefasto ministerio que regenta: la convicción de que seguimos padeciendo una sociedad tan machista como hace dos mil años y de que hay que flagelar a los hombres de hoy como si tuviesen la culpa de los patriarcales privilegios de Abraham o el rey David; el cuento de que el machismo está en los fundamentos de nuestras instituciones y nuestra sociedad, cuando en realidad es algo que anida en las mentes de unos energúmenos y que las leyes y la inmensa mayoría de la sociedad rechazan con contundencia; y la palabrita envenenada: el género: millones de españoles rechazamos la violencia en general y, dentro de ella, la ejercida contra mujeres y niños, proceda de desconocidos o de maridos, parejas o padres, y creemos que se debe actuar contra ella con las políticas y acciones adecuadas a cada caso, pero rechazamos también el camelo ese del género, porque, detrás de esa denominación ya muy sospechosa, hemos descubierto que algunos quieren tergiversar la realidad, decirnos que no hay un sexo natural, sino un constructo social llamado género y otras disparatadas lindezas con las que pretenden monopolizar para su exclusivo dominio y beneficio las políticas relativas a esta esfera de la vida. Porque de esto se trata, en suma: de que el Ministerio de Igualdad tenga el poder omnímodo para defendernos de la violencia de género y del machismo milenario, estructural y social. ¡Y ojito con rechistar, que viene doña Ana y nos pega cuatro gritos! Por detrás de los gritos, está la defensa del privilegio y el sueldo.
    Así que, como entenderéis, lo primero que niego es la mayor, eso que se permite decir la ministra de que no están haciendo nada mal; al contrario: lo están haciendo todo mal y, si el Ministerio de Igualdad se suprimiera, ya no es que no fuéramos a perder nada, es que además ganaríamos mucho. Desde el 1 de enero de 2003 hasta el pasado 21 de junio, las mujeres víctimas mortales por violencia de género (por usar la terminología oficial) han sido 1.260. Para luchar contra un mal tan tremendo, los departamentos más indicados son Justicia e Interior, que son los que realizan las acciones efectivas. Cierto que se puede ayudar algo, bastante quizás, desde el sector educativo, pero no creo que haya aportado nada la creación de un ministerio de Igualdad, que está viciado de origen por la militancia sectaria con que desde él se han enfocado siempre estos delicados asuntos. ¿Qué pasa, por ejemplo, con la violencia vicaria? ¿Por qué, si al niño o la niña los mata la madre, aunque sea -que casi siempre lo es- para perjudicar a su pareja, no son considerados destinatarios de este tipo de violencia? Esta es seguramente la fisura más clamorosa de las leyes de violencia de género, pero no es la única. Asuntos tan serios no se resuelven mintiendo, gritando disparates en las Cortes ni con repulsivas acusaciones contra los que nos estorban.
     

jueves, 20 de junio de 2024

Una rectificación

     Entre los ya cuantiosos artículos que he dedicado a Pedro Sánchez, hay dos que se parecen mucho por el asunto principal sobre el que versan: el infecto apoyo a los delincuentes con que, con la desvergüenza a que lamentablemente nos tiene acostumbrados, se ha prodigado en sus políticas, ya sea por acción o por omisión. El más reciente de ellos lo publiqué el pasado 7 de febrero y se titulaba Legislar a favor de la delincuencia. Abordaba en él un buen número de normas en que el Gobierno de este personaje había caído en el atropello a la nación a que alude el título, tales como los indultos a los golpistas del prusés, la amnistía a Puigdemont y los suyos o la ley Sisí, más alguna otra maniobra que planeaba. El otro artículo lo publiqué el 15 de diciembre de 2022 y llevaba este título: Pedro Sánchez debería ser inhabilitado. Me basaba en motivaciones como la mesa de diálgo con el golpismo, la serie de indecencias que cometió durante la pandemia o algunas de las  inadmisibles normas que aparecen en el otro artículo. Es en el de 2022 donde incluyo unas líneas que debo rectificar:

    5.- La defensa de los condenados por los ERE de Andalucía. Es inaudito que un presidente, un gobierno y un partido se pongan del lado de corruptos condenados en sentencia firme por malversar cientos de millones de euros. Pedro Sánchez acarició (y aún no ha abandonado) la idea de indultar a José Antonio Griñán. Retorcer las leyes cuando caen sobre los nuestros es un comportamiento de dictador bananero.

    Como sabéis, se acaba de producir un pronunciamiento (en más de un sentido) del Tribunal Constitucional que en la práctica supone que Magalena Álvarez (os dejo aquí una pequeña muestra de lo que es este nefasto personaje), una condenada por aquel megalatrocinio de los ERE, resulta prácticamente indultada. Esta iniciativa del bajo (no es un error) tribunal ha producido gran escándalo, por suponer un penoso retorcimiento de la justicia cuando cae sobre los suyos perpetrado por el PSOE, pues, de uno u otro modo, los siete magistrados que han respaldado el indulto están muy vinculados con ese partido. ¿Seremos ya un país bananero con tribunales bananeros y zarandeado por un dictador bananero? Por otra parte, está el asunto de la prevaricación, pues, tal y como se argumenta esta decisión jurídica, muchos piensan que es como si, en la práctica, suprimieran ese delito (más información aquí). Recuerdo ahora unas declaraciones de la heroica juez Alaya que leí hace no mucho, cuando se dictó la sentencia sobre los ERE, en las cuales afirmaba que uno de los grandes fallos de nuestro sistema es que la prevaricación no lleve aparejada pena de cárcel. ¡Si sabría esta señora de qué hablaba! Ahora bien, lo que no contemplaba era el factor Sánchez, con quien todo eso tiene una importancia menor, porque, si algo le estorba, se lo carga, pisoteando las leyes, las sentencias y la decencia o tomando cualquier otra decisión abusiva.

    En definitiva, quiero rectificar algunas de las cosas que dije en esas líneas. Sánchez no acarició la idea de indultar a Griñán, sino que tenía el firme propósito de hacerlo; Sánchez no quería librar de sus penas solo a Griñán, sino a todos los condenados por los ERE, pues son de los suyos, y ha empezado por Magdalena Álvarez. Por cierto: que nuestro dictador bananero supiera con dos semanas de antelación lo que iba a ocurrir con esta señora no agranda el prestigio del bajo tribunal.

jueves, 6 de junio de 2024

Educación afectiva y artes masturbativas

     En el ya largo culebrón de la invasión de la escuela por parte de ciertas corrientes que se presentan como innovadoras y son en realidad destructivas, el último capítulo del que tengo noticia ha tenido lugar en Colmenar Viejo, o sea, la localidad en la que ejercí la docencia durante veinte de los treinta y cinco años que duró mi carrera, así que entenderéis que la grotesca historia de la que voy a hablar hoy me duela particularmente. El asunto en esta ocasión tiene que ver con lo que el progresismo entiende por educación sexual, un terreno en el que hemos visto de todo (1) y en el que lo que actualmente están haciendo es invadir esta delicada parcela de la intimidad de los alumnos con el fin de adoctrinarlos, para lo que los someten a propuestas que a menudo caen en la pereversión de menores pura y dura.

    En el colegio público "Miguel Hernández" de Colmenar Viejo ha estallado recientemente una polémica debido a que se han programado para los alumnos unas charlas sobre educación sexual que contenían una prolija guía sobre la masturbación. El curso estaba a cargo de una ponente que deduzco que era ajena al centro, el cual, según el Ayuntamiento, fue el suministrador de las inflamadas diapositivas que provocaron el rechazo de algunos profesores (me limito a reproducir la información de la noticia, que, en este punto, encuentro un poco confusa). Dejando aparte el debate filosófico acerca de si la masturbación, al ser un acto naturalísimo, debe por tanto ser tratada como tema educativo (o no), encuentro aspectos de la charla que, al menos a mí, me parecen muy desafortunados, empezando por lo fundamental: una cosa es que la escuela mencione el tema de la masturbación y la libere de anatemas y otra muy distinta que se meta a enseñarles a los alumnos cómo mustarbarse, esto ya me parece una insensatez. El patinazo además en esta charla se agranda, porque, una vez introducida en el camino de la explicitud, alcanza ciertos niveles grotescos, como algunos de los dibujitos (¡ese niño mirando el pecho de una bella señorita!) o el tercer punto del resumen de la masturbación: "Me quito la ropa para no ensuciarme (opcional)", descacharrante, sobre todo, si se tiene en cuenta que un poco antes ha presentado como una conducta asumible la de masturbarse en un baño público, siguiendo este plan:

    Cierro la puerta del baño y me masturbo en silencio, sin que nadie me vea ni me escuche. Necesito toallitas o papel de baño para limpiar el semen y luego las tiro a la papelera. Después me lavo las manos y salgo tranquilo del baño.

    ¿Entendéis ahora por qué algunos respondemos con un NO rotundo? Esto es muy zafio; esto no se le puede decir a un alumno en la escuela, es confundirle y educarlo mal, y no es el único borrón, leed la noticia. Tendré que decir algo que ya he dicho muchas veces: LA ESCUELA NO ESTÁ PARA ESTO.

    La raíz de esta lamentable orgía de despropósitos es vieja y profunda, la examino en mi artículo sobre El Libro Rojo del cole, donde explico que este panfleto setentero es un excelente compendio de los ideales que definían la escuela progresista de aquellos años, ideales que están muy vivos en las leyes logsianas y los mitos actuales sobre la educación.Y entre esos ideales ocupa un lugar destacado la lucha contra la represión sexual, que conceptuaba como excelentes ciertas desinhibiciones, entre las que encajarían a la perfección estos disparates sucedidos en el "Miguel Hernández". Es preocupante que los planteamientos sobre educación sexual de aquel libro sigan teniendo vigencia, porque se dicen allí algunas cosas que hoy rozarían lo delictivo, lea el libro o mi artículo quien no me crea. 

    Y ya que mencionamos al progresismo y la palabra "raíces", procede realizar alguna reflexión acerca de las de este esperpento de Colmenar Viejo. En octubre de 2023, se produjo allí una marejada política porque la concejalía de Juventud, que había sido siempre la encargada de los talleres afectivo-sexuales (que son una birria completamente inútil, y no solo en Colmenar Viejo, como podríamos acreditar miles de profesores), anunció que los suprimiría, cosa que sin duda tiene que ver con que el área estaba entonces  en manos de Vox, partido muy poco amigo de estas instrumentalizaciones de la enseñanza. El cinco de octubre -son importantes las fechas-, Ganemos y Más Madrid clamaron contra tamaño cataclismo, con argumentos como este: "Deja desprotegidos a los adolescentes y sin ningún tipo de apoyo a las familias y al profesorado, que demandan esta imprescindible formación" (😂😂😂😂). El seis de octubre, se movilizó la artillería pesada, mirad este titular de la SER (por cierto, mal redactado): "El gobierno de PP y Vox en Colmenar Viejo cancelan los talleres sobre educación afectivo sexual de los institutos". ¡Horroooooooooor! ¡La fachosfera nos ataca! ¡Cancelacióóóóóóóón! Permitidme que de nuevo me 😂😂😂😂😂😂.

    Esto, ni que decir tiene, produjo sudores gélidos en el PP colmenareño, que corrió a reponer los talleres mediante el truquito de pasárselos a la concejalía de Educación, que la tienen ellos, y a disculparse recordando que esa "formación" se había incluido en cursos anteriores para alumnos de 3º de ESO, con el fin de que pudiesen "desarrollar relaciones afectivas y sexuales sanas sustentadas en la tolerancia e igualdad de las diferencias". ¿Y eso se consigue gracias a las charlitas que ciertas organizaciones sandungueras van dando por los centros? A mí que no me lo cuente el PP, que tengo -lo repito- mucho visto. Con eso lo único que se consigue es negociete para unos cuantos y hegemonía ideológica para el progresismo, en este caso, en una de sus peores facetas.

    En resumen: en octubre de 2023, en Colmenar Viejo, alguien osó alterar la sacrosanta hegemonía doctrinal del progresismo en la escuela, ante lo cual, la izquierda política y mediática se revolvió con el cuchillo entre los dientes, lo que provocó que el PP se arrugase y, en solo dos días, les restituyera lo que de ningún modo es suyo. Ahora, cuando en mayo de 2024 las repulsivas instrucciones masturbatorias del "Miguel Hernández" han destapado por enésima vez la vergonzosa miseria que se esconde debajo de los talleres de educación afectivo-sexual, ha quedado patente que a la izquierda educativa de la que emanan se ha unido el PP como colaborador necesario. 


1. Concretamente, hemos visto desde intentos de colar las teorías queer como contenido educativo hasta tebeos que rozaban lo pornográfico o caían de lleno en ello puestos como lectura obligatoria, pasando por simulacros de felación en una ¿clase de educación afectiva? o el variopinto muestrario que expongo o enlazo en este artículo. En él analizo diversos asuntos, como las invasiones de la escuela por parte del mundo LGTBI y del furibundo feminismo ultraizquierdista o la propuesta de implantación del pin parental, que tanto disgusta al progresismo educativo.