Libros que he publicado

-LA ESCUELA INSUSTANCIAL. Sobre la urgente necesidad de derogar la LOMLOE. -EL CAZADOR EMBOSCADO. Novela. ¿Es posible reinsertar a un violador asesino? -EL VIENTO DEL OLVIDO. Una historia real sobre dos asesinados en la retaguardia republicana. -JUNTA FINAL. Un relato breve que disecciona el mercadeo de las juntas de evaluación (ACCESO GRATUITO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA). -CRÓNICAS DE LAS TINIEBLAS. Tres novelas breves de terror. -LO QUE ESTAMOS CONSTRUYENDO. Conflictividad, vaciado de contenidos y otros males de la enseñanza actual. -EL MOLINO DE LA BARBOLLA. Novela juvenil. Una historia de terror en un marco rural. -LA REPÚBLICA MEJOR. Para que no olvidemos a los cientos de jóvenes a los que destrozó la mili. -EL ÁNGULO OSCURO. Novela juvenil. Dos chicos investigan la muerte de una compañera de instituto. PULSANDO LAS CUBIERTAS (en la columna de la derecha), se accede a información más amplia. Si os interesan, mandadme un correo a esta dirección:
repmejor@gmail.com

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viernes, 29 de septiembre de 2023

Demasiada violencia en los institutos

     Como suele suceder en estos casos -sobre todo, en los primeros momentos-, las informaciones que nos llegan acerca de los ataques con arma blanca perpetrados por un alumno del IES "Elena García Armada" de Jerez de la Frontera ofrecen algunas contradicciones. Entrando en el asunto concreto de la conflictividad general del centro, empezaré refiriéndome a la consejera de Educación andaluza, Patricia del Pozo, pero antes quiero dejar constancia de que me parece digna de apaluso la actuación de esta señora, en particular, en lo referido a sus declaraciones, que han sido equilibradas y razonables y, sobre todo, han mostrado la adecuada sensibilidad hacia todos los afectados por el suceso, nada que ver con el lamentable trato que dio en su día Irene Rigau a Abel Martínez Oliva, el profesor asesinado en Lérida en 2015. Ahora bien, mientras de las palabras de la señora del Pozo podría inferirse que, salvo por el desgraciado incidente de ayer, en el "Elena García Armada" no exitía conflictividad, han surgido algunos testimonios de alumnos, de padres o del AMPA que hacen pensar que no era exactamente así, y, si prestamos atención a lo que dice una madre en el segundo de estos tres enlaces, esa conflictividad no debía de ser escasa ni desconocida. 

    ¿Quién tendrá razón? ¿Cuál será exactamente la situación real de ese instituto? Supongo que el gran público no llegará a conocerla nunca, pero, en torno a la conflictividad, la violencia y el crecimiento de los incidentes en nuestros centros educativos en general, nadie podrá negar hoy su existencia, pues no son sino uno más de los escenarios en que se desarrollan estos problemas en el marco más amplio del comportamiento de nuestra juventud y adolescencia en la actualidad, como demostrarían los recentísimos datos de la Fiscalía de Madrid para esta comunidad, que podéis ver en un exhaustivo artículo de Deia (pulse aquí), diario que sin duda, como en la comunidad vasca no hay violencia, se alarma enternecedoramente por la de Madrid.

    Pero lo cierto es que la extensión y la tendencia a aumentar de la violencia juvenil son problemas que preocupan hoy en España y en el mundo entero. Casualmente, hace una semana, a raíz del asunto aquel de la IA usada por unos energúmenos de Almendralejo para "desnudar" a unas compañeras, empecé a recoger información para un artículo sobre el asunto; pues bien, en solo ocho días, aparte de lo que he sacado hasta ahora, he encontrado todo esto: agresiones sexuales grupales en Badalona; chats de escolares con imágenes sexuales en Cantabria; agresión a la salida del instituto en Madrid; 4.740 maltratadores de padres al año. Esto es solo, literalmente, un botón de muestra de lo muchísimo que hay, como para no estar alarmados. Es un problema de carácter general que tiene muchísimas causas, entre las que cabe citar la excesiva posesión de móviles entre niños y adolescentes, el mal uso de las tecnologías de la información, el retroceso de la autoridad en diferentes escalones de convivencia, la falta de límites y control, el mal momento que atraviesan la empatía o el respeto a los derechos de los demás, el hedonsimo, la convicción de muchos de que sus caprichos deben satisfacerse siempre...: una jungla de motivaciones en la que es complicado alumbrarse.

    Por ser fiel al título del artículo y a la línea de este blog, voy a ceñirme a lo que afecta al ámbito educativo y lo haré centrando la atención en dos hechos muy concretos que tienen que ver con un asunto especialmente delicado y en el que además el incremento de sucesos está siendo muy notable: el de los delitos sexuales. El primero es la serie de agresiones sexuales producidas el año pasado en un instituto de la Comunidad de Madrid; el segundo, el acoso sexual que cinco alumnos menores ejercieron sobre una profesora en un centro catalán. Casos gravísimos ambos, como podéis suponer. En el primero, un alumno de 13 años agredió en el centro a tres compañeras, y para despejar dudas, precisaré que, al menos a una de ellas, la violó. En los hechos concurrieron además circunstancias de acoso previo y amenazas posteriores. En el segundo, una joven profesora se vio sometida desde su ingreso en el centro al asfixiante hostigamiento de un alumno de 14 años, con amenazas de agresión física y de violación, frases soeces, un encierro en un aula y un intento de arrastrarla a los servicios de alumnos. Posteriormente, tuvo que soportar las constantes vejaciones verbales de otros cuatro alumnos. Y todo esto, atención, con la inhbición del director del centro, a pesar de que había sido informado.

    Pues sí, amigos, en nuestros institutos están ocurriendo este tipo de cosas. Pueden afrontarse, atajarse y solucionarse, y no sé cómo se estará haciendo en estos centros concretos que cito, pero lo afirmo porque yo he conocido dos casos muy parecidos que se resolvieron. Hará entre quince y veinte años, así que está claro que el problema no es de hoy. Conocí en un centro a un alumno que supongo que debió de encapricharse con una profesora joven que había allí, porque acostumbraba a meterse en su clase (escapándose o haciéndose expulsar de la que a él le correspondía) y someterla a unos episodios de violencia y amenaza que la tenían aterrorizada; fueron muchas las guardias en que saqué a aquel miserable repugnante de la clase de esa profesora. Conocí también un caso de una niña que salió al servicio una mañana y, como tardaba en volver, la profesora fue a ver qué ocurría y se la encontró tirada en el suelo y encima de ella a un energúmeno (otro que se buscaba las vueltas para andar siempre por los pasillos) que sabe Dios qué habría hecho de no haber aparecido por allí la profesora. Al primero de estos cafres se lo acabó llevando la familia a mitad de curso; fue la solución que se halló a la situación insostenible que había provocado, entre otros, con este guachimán que suscribe, que se honra de haberle parado los pies a aquella bestia. El segundo no sé muy bien cómo acabó, pero, si no fue en manos de la Fiscalía de menores, poco le faltó. 

    Del artículo sobre las agresiones a padres que he enlazado más arriba, os entresaco estas palabras:

        "Estoy mucho más tranquilo" Aunque no lo sepamos, necesitamos orden. Donde antes había caos -"me levantaba a las dos de la tarde y me iba a robar lo que pudiera"- de pronto apareció una disciplina militar: en pie a las 7:30, a dormir a las 21:30.

    Se refieren a un adolescente que tuvo que ser internado en un centro por agredir a sus padres y son tan sencillas como certeras. Y, para los delicados de espíritu, aclararé que ni estoy proponiendo disciplinas militares ni las veo necesarias, salvo para los casos extremos como los chicos que, por sus excesos, acaban teniendo que ser internados donde precisamente lo que se busca es desterrar los excesos. 

    Conocí a los dos personajes de las experiencias propias que cito, y su trayectoria: eran individuos acostumbrados a hacer lo que les daba la gana -salvo con quienes no se lo permitíamos, faltaría más, pero éramos pocos-, es decir, a no acudir a clase, a reventarlas cuando acudían, a reírse de los profesores y faltarles al respeto, a ignorar cualquier norma, a comportarse con violencia, a no trabajar, a no obedecer, a plantear exigencias absurdas... Si se hubiese aplicado con ellos la acertada política de someterlos al orden y a las normas, no se habría llegado a los lamentables excesos a los que se llegó, pero se cometieron errores tales como no pararles los pies, no dar a sus abusos la importancia debida y no castigarlos como merecían desde el primer momento. Eso quizás los habría frenado. Otro error -y tan grave como frecuente- que se cometió con ellos fue uno que menciona la madre del "Elena García Armada" que ya he citado más arriba: callarse, ocultar los problemas para que parezca que no existen, porque eso a lo  único que conduce es a que empeoren, creedme. Y siguiendo con las recetas inútiles o nocivas, entre los muchos vídeos que he visto sobre el instituto jerezano he oído recomendaciones como aumentar la atención a la emocionalidad de los alumnos o el número de psicólogos en los centros. Lo siento, pero tengo mis dudas. En cuanto a lo primero, porque ese consejo se materializa a menudo en algo tan desaconsejable como meterse en los sentimientos íntimos de las personas, rendija para el recorte de su libertad que me produce grandes reparos, más aún, cuando nos movemos en un ámbito tan adoctrinador como el que ha creado la LOMLOE, cuando no en otra cosa igual de negativa: el alentar en los alumnos la autocompasión. En cuanto a los psicólogos, creería más en ellos si no fuera porque me he hartado de ver cómo muchos sembraban en los alumnos infractores unos sentimientos de autoexculpación que lo que hacían eran reforzar sus conductas conflictivas. 

    Los centros educativos y los profesores podemos aportar un gran tributo a la lucha contra la violencia y la conflictividad entre los jóvenes de hoy: el de mostrarles el valor y la importancia del orden y el ofrecerles un marco en que reinen ese orden, la armonía, el respeto y la existencia de unas normas justas y claras. Un marco así es una eficaz barrera contra la violencia, la conflictividad, los abusos y las extralimitaciones, por ello, una de nuestras principales obligaciones es conseguir que los institutos sean en efecto eso: espacios sometidos a un orden racional, acogedores y seguros, donde los alumnos puedan adquirir los concimientos que van a buscar mientras conviven felizmente con sus compañeros y profesores, con la garantía de que de ningún modo van a ser víctimas de nadie que no sepa o no quiera respetarles. Los profesores no pueden ceder ni un milímetro en esto, sino que deben procurarlo con las mayores responsabilidad y firmeza. Y, por supuesto, los equipos directivos están obligados a comprometerse más que nadie, porque, como he dicho más de una vez, con un mal equipo directivo, lo más fácil es que un centro se convierta en un desastre. 

jueves, 21 de septiembre de 2023

Lo que le debemos a Cataluña

     Según ha desvelado Junts per Cataluña, la formación liderada por Carles Puigdemont, la deuda de España con Cataluña asciende a la cifra de cuatrocientos cincuenta mil millones (450.000.000.000)  de euros. Con el fin de orientar a los lectores de este blog acerca de sus deberes cívicos, el guachimán ha efectuado el siguiente cálculo:

-Población española en 2023: 48.345.223 personas.

-Población catalana en el mismo año: 7.977.132 personas.

-Cantidad de españoles obligados al pago de la deuda (españoles totales - españoles catalanes):

            48.345.223 - 7.977.132 = 40.368.091

-Cantidad a devengar por cada español no catalán:

            450.000.000.000 : 40.368.091 = 11.147'42 €.

    Esto es exactamente lo que le debe usted  a Cataluña. Es de suponer que las discretas negociaciones que se están llevando a cabo entre Sánchez y Puigdemont determinarán el modo en que habrá de hacerse efectivo el pago, pero lo que ya se ha adelantado es que la deuda de los menores o personas incapacitadas deberá ser afrontada bien por los adultos a su cargo o, de no existir estos, por las arcas públicas. Así, en un anexo explicativo que ha facilitado el Gobierno Paralelo catalán, con sede en Waterloo, se determina que, por ejemplo, una familia compuesta por el padre, la madre y dos hijos menores estará obligada a una liquidación de 44.589'68 euros, que es el resultado de multiplicar la cuantía de la deuda individual por el número de miembros de la unidad familiar.

miércoles, 20 de septiembre de 2023

Las lenguas regionales en el Congreso: una payasada imperdonable

    Lo que se consumó ayer martes en el Congreso, si lo medimos por su valor simbólico, es sin duda el ultraje más grave que Pedro Sánchez nos ha asestado a los españoles y, como ya dije en otra parte, espero que acabe pagándolo tan caro como se merece. El disparate de embutir en las cortes el uso de lenguas distintas al español, esas lenguas regionales que solo están al alcance de una parte de la ciudadanía, es un obsceno desprecio a la nación, a su Parlamento, a sus leyes y a los millones de ciudadanos que no tienen por qué manejarse con ellas. Como llevo haciendo en los últimos artículos, voy a dejar en este un documento ilustrativo del grave hecho sobre el que hablamos:


Gabriel Rufián apestando el Congreso con sus rebuznos en catalán

    Os pido disculpas por el agrio lenguaje del subtítulo, pero creo que la ocasión lo justifica con creces. Es también muy significativo que sea precisamente este provocador, este agitador infame, el que ha estrenado este atropello en las Cortes, porque, sin duda, por su perfil barriobajero, por su beligerancia, por su odio a España, por actos suyos tan repugnantes como escupir a un ministro, por su  insondable necedad y por su talante destructivo se ajusta plenamente a la intención, la ética y el calado de la medida.

    Este abuso no va a salir gratis. Por lo pronto, los letrados de la Cámara y los grupos parlamentarios que se oponen a él han señalado su dudosa legalidad y ya están anunciados recursos legales en su contra. Desde mi punto de vista, es comparable a los múltiples desmanes de Carmen Forcadell en el Parlamento catalán allá por 2016, así que no es descartable que un día Francina Armengol, ese oscuro personaje con cuya presidencia han sido castigadas las Cortes, siga sus pasos y acabe lloriqueando ante un juez o encarcelada, el tiempo dirá.

    Y luego está Pedro Sánchez, que ha subido un peldaño más, y muy elevado, en su historial de desmanes y abusos. Ya sabéis lo que pienso de él, así que con esto no hace más que reforzarlo, pero quisiera dejar unas pequeñas matizaciones. Frente a quienes piensan que este sujeto es tan solo un ambicioso sin escrúpulos y sin preferencias políticas que se mueve únicamente por el interés particular y por el poder, yo estoy en desacuerdo en lo de las preferencias políticas, porque creo que las tiene: Sánchez es un radical de izquierdas que aspira a ser el primer presidente de la tercera república española, una república que será plurinacional, y para ello tiene que cargarse el actual marco democrático. Esta convicción la he tenido siempre por una cosa: sus pasos y sus palabras iban todos en esa dirección: sus ataques al rey, su asedio a las instituciones, los partidos con los que pacta, los partidos a los que bombardea sin el menor respeto por los principios democráticos, las políticas que impulsa, sus planes, sus actos en general, los discursitos esos campanudos que se marca a veces, sus insultos a los policías y, naturalmente, sus embustes más dañinos. Todo eso va SIEMPRE en la dirección que digo y me parece que cada vez deja menos dudas. Lo de las lenguas en el Congreso es la última prueba, y bien elocuente, porque además sabía las graves implicaciones que tiene este paso y que con él estaba haciéndose cómplice de una humillación a España perpetrada por quienes quieren romperla. Están ya muy claras sus intenciones, es más, todavía no me explico como, antes del 23-J, aún había ilusos que, siendo contrarios a la destrucción de España y de la democracia, le votaron, porque ya entonces eran patentes. Y ahora vienen la amnistía y los referendos. Esto es lo que hay con Pedro Sánchez: quien lo quiera que lo compre.

sábado, 16 de septiembre de 2023

El fin del Estado de las Autonomías

     Después de que hace unos días ilustrara mi artículo sobre el encuentro entre Yolanda Díaz y Puigdemont con una foto en que aparecían ambos muy almibarados, voy a hacer lo mismo con este y por la misma razón: la sensación de que esta foto que a continuación os dejo podrá en su día, si España acaba sufriendo la gran convulsión que me temo que va a sufrir, resultar muy aclaratoria de lo que está ocurriendo hoy en nuestra nación y explicativa de lo que vaya a venir:



Ortuzar y Puigdemont se encuentran en Waterloo

    ¿Qué es lo que traman esos señores? Los titulares de toda la prensa lo han explicado de forma escueta y clara: acordar su estrategia común para la investidura... suponemos que de Pedro Sánchez. De las diferentes fotos de este encuentro que hay por internet, me he decantado por esta, tomada del diario "Levante", por dos detalles que considero muy significativos. El primero es que, aparte de los ya mencionados líderes, aparecen en ella Jordi Turull y Joseba Aurrekoetxea, y es este personaje el que me interesa, porque, en 2018, cuando Sánchez echó a Rajoy del gobierno con esa moción de censura que fue el prólogo de la alianza Frankenstein, este logro fue posible gracias a la traición que el PNV asestó al PP, con quien ya tenía unos pactos firmados, y en esa operación fue clave, precisamente, el señor Aurrekoetxea, con lo que su presencia en la foto de Waterloo indica sin la menor duda que hay un hilo conductor entre ella y Pedro Sánchez, el PSOE y el actual Gobierno de España. 

    La segunda razón son las banderas: ahí tienen ustedes la ikurriña y la señera, que son las que aspiran a mandar categórica y expresamente en nuestro país. El detalle de que esté la europea pero no la española no es para nada casual, pues el separatismo no da puntada sin hilo, y menos, en cuestión de símbolos, y menos aún cuando se trata de humillar a España, que es lo que se ha pretendido con el ninguneo de la foto. 

    En definitiva, lo que esta foto proclama no es que esté en marcha la ya vieja operación para despedazar España, sino que estos señores están aliándose para el arreón final.

    No sé si eso llegarán a conseguirlo, pero lo que sí han conseguido cargarse ya es el Estado de las Autonomías. Minada por una larga estrategia del nacionalismo compuesta de crímenes, abusos, traiciones, humillaciones, atropellos e incumplimientos, esta estructura estatal hemos de reconocer que empezó a agrietarse muy pronto, pero la mezcla de la avidez separatista y la llegada de Sánchez al gobierno ha aumentado la presión de tal modo que ya es imposible mantener este tinglado harapiento.

    En 2017 tuvimos un golpe de Estado separatista. 

    Entre 2019 y 2023, Sánchez estableció una mesa de diálgo con sus responsables, privilegió económicamente a Cataluña de forma grosera (la comunidad vasca ya estaba privilegiada de antes), indultó a los golpistas, minimizó las penas por sedición y malversación para favorecerles, permitió el arrinconamiento de la lengua española en la enseñanza, la sanidad y la Administración, insultó a los policías que actuaron en defensa del orden constitucional...

    Y ahora, desde las elecciones del 23 de julio, tiene puesto en marcha un plan demencial que le ha convertido en cómplice no solo de las abusivas pretensiones de los separatistas, sino de esa enfermiza obsesion que tienen por humillar a España, que se ejemplifica de forma ominosa en la sucia iniciativa de permitir las lenguas regionales en el Congreso, una traición por la que espero que algún día Sánchez reciba el castigo que merece. Ese plan, como sabemos, se coronará con la amnistía a Puigdemont y sus esbirros y la celebración de consultas por la autodeterminación en Cataluña y la comunidad vasca, es de suponer que de todo ello habrán hablado en la reunión de la foto.

    Sánchez, Ortúzar, Puigdemont, Otegui, Junqueras, Aragonés, Díaz y demás son sin duda personas muy listas que están emprendiendo el descuartizamiento de España. Viendo el rumbo de los acontecimientos, da la impresión de que no se han parado a pensar en las importantes barreras que están violando y en las tremendas consecuencias que sus planes pueden tener. Son unos completos insensatos. Otra cosa que no parecen haber considerado es que, si fracasan, se van a quedar colgados de la brocha, pues con su aventura están dinamitando el Estado de las Autonomías, así que ya no habrá marcha atrás posible, porque, seamos realistas, ¿quién cree ya en un marco que ha permitido las enormidades y atropellos que estamos viendo? No nos engañemos: el Estado de las Autonomías está agotado, es un marco que no funciona, ya no puede estar más claro. Paradójicamente, se lo han cargado quienes más se beneficiaban de él, sorprende un error tan grande en personas tan listas, no sería extraño que algún día se arrepintieran. 

    Ahí tenemos a los señores Ortúzar y Puigdemont con sus banderitas; ahí tenemos al señor Sánchez ultrajando a la lengua española en el Congreso; ahí los tenemos a todos cargándose el Estado de las Autonomías. ¿Qué vendrá después? ¿Qué es lo que nos espera? ¿La república plurinacional de la que alguna vez han hablado todas estas personas, sus partidos y sus charlatanes mediáticos? Dios nos libre; estoy seguro de que sabremos encontrar mejores caminos.

viernes, 8 de septiembre de 2023

Los alumnos no aceptan ser corregidos

     Los pasados días 6 y 7, el diario "El Mundo" recibió el inicio del curso escolar con un par de artículos a toda página que tenían que ver con los actuales problemas de la educación. El del día 6 era más general y recogía quejas de los profesores, relativas a muchos de esos males que han estado desde el principio en el sistema logsiano, pero que con la nefasta LOMLOE han llegado al nivel de lo insoportable: el poder titular en ESO sin límite de suspensos, el vaciado de los contenidos y, en consecuencia, de los aprendizajes, el aprobado regalado y bajo fuerte presión, la rebeldía irreductible de algunos alumnos, (por el tono de la queja, presumo que demasiados), la burocracia... Hay, sin embargo, un elemento que me resulta novedoso, que se aborda en un recuadro aparte bajo este titular: "Los buenos se van a FP y el resto, a Bachillerato". Incide en un par de cuestiones en las que profundizo algo en mi libro La escuela insustancial: la degradación del Bachillerato y la trayectoria de la FP. 

    La degradación del Bachillerato ha sido un mal inherente a los planteamientos y la organización de la LOGSE, del cual pueden dar irrefutable fe todos los profesores que cuenten con una trayectoria extensa en este sistema: año tras año, el nivel de esta etapa ha ido empeorando, hasta llegar a lo de hoy, a lo de ese titular, que se comenta solo. Su origen está en dos motivaciones: la posibilidad de aprobar la ESO con asignaturas suspensas y la condición que fijó la LOGSE desde el principio (y que solo desapareció cuando en 2013 la suprimió la LOMCE) de tener que pasar por el Bachillerato para hacer la FP de grado superior. El resultado fue, como era de esperar, que a Bachillerato fueron muchos alumnos que no reunían condiciones y otros muchos que entraban poco menos que empujados. Si a esto unimos unas nuevas circunstancias traídas por la LOMLOE (que ahora la oferta de prestigio es la FP y que esta ley ha creado una opción camelo llamada Bachillerato General) llegamos al desastre actual.

    En cuanto a la FP, al ser la de grado medio la otra opción para quienes titulaban en ESO, su trayectoria siempre estuvo muy ligada a la del Bachillerato. En la clasista LOGSE inicial, como la mentalidad de sus creadores parecía ver una cosa horrible en eso de hacer estudios profesionales, el grado medio resultaba muy penalizado, sobre todo, por no servir de puente directo al superior. Esta situación queda muy bien reflejada en un dato: en el curso 1999-2000, había 158.905 alumnos matriculados en grado medio, por 488.824 en Bachillerato. Esta desproporción, aunque con paulatino descenso, se mantuvo hasta que la LOMCE suprimió el absurdo bucle del paso por el Bachillerato, hito en que la tendencia a la aproximación fue creciendo, aunque también paulatinamente, y así, en el curso 20-21, había 401.066 alumnos en grado medio, por 687.084 en Bachillerato, es decir, que los alumnos de grado medio pasaron de representar una cifra equivalente al 32'5% de los de Bachillerato a otra equivalente al 58'37%, no está mal, ¿verdad? Este fue un dato que demostró la cerrilidad y la grave equivocación de los mandarines de la LOGSE en su imposición y defensa a ultranza del menosprecio a los ciclos de grado medio. Es digno de celebración que por fin la FP vaya adquiriendo la importancia y el prestigio que le arrebató la LOGSE, pues es una rama educativa importantísima, pero también lo es el Bachillerato, aunque, a este, por desgracia, con la LOMLOE se le avecina un futuro muy oscuro. Por cierto: ahora el PSOE se va colgando la medalla de haber impulsado la FP con su legislación sobre esta rama, pero esto no hubiera sido posible si la LOMCE, que es del PP, no hubiera desatascado el tapón que representaba el paso obligatorio por el Bachillerato.

    El artículo del día 7, por su parte, consiste en una entrevista a Toni Solano, un profesor que es además director de un IES de Castellón. Aborda diversos asuntos relativos a la enseñanza, desde su actual patologización o las relaciones con los padres hasta los deberes o la ratio de alumnos por clase. En algunas cosas estoy de acuerdo con él y en otras, no, pero me voy a extender algo en tres de estas últimas, aunque solo sea porque las discrepancias dan más juego. 

    Al hablar de las redes sociales y de los móviles, el señor Solano afirma que la escuela no puede permanecer de espaldas al mal uso de las primeras, por lo que propone su entrada en los centros con el fin de que estos eduquen en su manejo. Entiendo la buena intención, pero creo sinceramente que el uso de las redes es una cosa demasiado personal como para que la escuela también tenga que tomar cartas en ese asunto. Eso es cosa de los alumnos, así que, aunque es bueno que como educadores les recordemos sus responsabilidades o alguna vez les hagamos las advertencias que sean oportunas, no creo que debamos coger las riendas de sus asuntos ni siquiera un poquitín: que las gobiernen ellos y asuman que los malos actos tienen consecuencias, eso es educar. Y, en todo caso, ante la necesidad particular de que alguno llegase a tener la necesidad de tutela, vigilancia u orientación, pienso que debería dejarse en manos de las familias, por tratarse, insisto, de una parcela muy personal y porque las familias también tienen que asumir su cuota en la educación de los hijos. En cuanto a los móviles, Solano dice esto: No sirve de nada prohibir los móviles en el instituto si al salir de clase los utilizan como armas. Creo que no vale como justificación de la postura que él defiende (que se permitan los móviles en los centros), por no hablar de que esas palabras suyas valdrían también para los machetes, y no se nos ocurriría permitirlos. Hablo de institutos y centros de primaria: los móviles aportan poco o nada bueno dentro de ellos, por lo que su uso no se debe permitir. Las razones en las que sustento esto pueden encontrarse aquí

    En cuanto a los deberes, Solano los rechaza por completo, por diversas razones. La primera de ellas es que los considera injustos, pues piensa que dejan en desventaja a quienes no tienen ayuda en casa o a los que no los entienden. No comparto este punto de vista y considero que los deberes son importantísimos por una cosa: son el imprescindible terreno en el que los alumnos se enfrentan de manera práctica a las enseñanzas que se les transmiten, a su comprensión, a la resolución de retos y problemas y a la elaboración de producciones educativas (trabajos, redacciones, ejercicios...), así que suprimirlos sería privar a la enseñanza de un utilísimo recurso educativo que, por cierto, se ha usado durante siglos con general aceptación y resultados benéficos. Se ponen contando con que es el niño quien se enfrenta a ellos como una parte de su proceso educativo, no su papá ni su mamá, y se supone que lógicamente tendrán que surgir dudas e incomprensiones, que será el profesor quien deba resolver para que quienes tengan lagunas avancen, esto forma parte del juego, así que este inconveniente de la injusticia no tiene sentido. Argumenta después Solano que los deberes, según la ciencia, solo son beneficiosos cuando son personalizados, así que los de la escuela, como no pueden serlo, pues tenemos grupos de muchos alumnos, no sirven, a lo que cabe responder que lo que el profesor que tiene muchos alumnos debe hacer es adaptarse a esta circunstancia, y, haciéndolo, miles de profesores (y de alumnos) les han sacado y les sacan un gran partido a los deberes, diga lo que diga la ciencia.  En tercer lugar, aduce que los deberes son un fraude, porque nadie garantiza que los haya hecho el alumno; ahora bien, debo señalar que, cuando no es el alumno quien hace sus deberes, los primeros estafados son él y ese papá o esa mamá que se los ha hecho, ellos sabrán. Por otra parte, como es cierto que los deberes puede haberlos hecho cualquiera, lo que hay que hacer es darles valor para la ejercitación, pero no dárselo apenas para la nota, que deberá basarse en instrumentos más fiables.  De entre los muchísimos artículos en los que me he ocupado del asunto de los deberes, os dejo este, que además es cortito. 

    Por último, el entrevistador le pide a Solano que valore la ley Celaa y que diga lo que tiene de positivo y lo que tiene de negativo, y de esto último solo menciona que no lleva un acompañamiento presupuestario. Me temo que esta ley tiene muchas más cosas negativas, pero, como sería muy prolijo entrar en este jardín, me limitaré a dejar este enlace por si alguien quiere saber cuáles son las que yo encuentro peores.

martes, 5 de septiembre de 2023

Un país echado a perder

 

       Deberíamos prestar mucha atención a esta foto y concederle la máxima importancia, porque quizás con el paso de los años se convierta en una de esas que condensan y simbolizan un acontecimiento histórico extraordinario:


Carlos Puigdemont y Yolanda Díaz mirándose a los ojos (4 de agosto de 2023)

    Todos los que la vemos hoy sabemos que Carlos Puigdemont es un personaje que llegó a ser presidente de la Generalidad, declaró la independencia de Cataluña en octubre de 2017 y, desde entonces, tras huir miserablemente en el maletero de un coche, es prófugo de la Justicia española. Por supuesto, también sabemos que Yolanda Díaz es hoy vicepresidenta del Gobierno español presidido por Pedro Sánchez. Con tan altísima representación institucional, esta señora se permitió ayer reunirse con un delincuente que ha atentado y sigue atentando contra la integridad de la nación española, interactuar con él con el vomitivo aire de complicidad de la foto y proponerle -de acuerdo con sus palabras- la exploración de soluciones democráticas para desbloquear el conflicto político

    Tal vez sea yo el único que piensa así -o tal vez no-, pero creo que la señora Díaz acaba de perpetrar un brutal despropósito que la desacredita de manera inapelable para la menor responsabilidad política y que, en la mayoría de los países serios, solidos y estables, supondría para ella el cese fulminante y una rotunda condena de la sociedad, por no hablar de que en unos cuantos la arrastraría a una acusación de traición. En países de ese cuño, la ciudadanía en bloque, los medios de comunicación, la comunidad política y los sectores influyentes de la sociedad reaccionarían con indignación y escándalo y le harían pagar muy cara a esta señora una ofensa tan grave como legitimar a un golpista, elevarlo a la categoría de interlocutor válido y concederle el título de demócrata, pues hacerlo representa insinuar o reconocer que la democracia española no es tal cosa y ha sido injusta con él, con ese Puigdemont que no es más que un conspirador separatista que lleva años utilizando las peores artes para destruir la nación.

    Pero España ya no es un país serio, sólido y estable, aunque quiero pensar que alguna vez lo fue. En el año 1981 sufrimos el primer intento de golpe de Estado contra nuestra democracia, el 23-F: ¿habría sido posible que un vicepresidente de Calvo Sotelo hubiese tomado una inciativa tan demencial como la de la señora Díaz? ¿O que lo hubiera hecho alguno del gobierno de Felipe González, su sucesor en 1982? ¿Es siquiera imaginable una foto de Martín Villa o de Alfonso Guerra poniéndole ojitos a Alfonso Armada o a Milans del Bosch? ¿Cómo ha tenido Yolanda Díaz la desvergüenza de permitirse ese postureo con un golpista? Porque lo del 1-O, por mucho que practiquemos la táctica del avetruz, es el segundo intento de golpe de Estado que ha padecido nuestra democracia, y ya nadie honesto y sensato podrá negar que ha sido mucho más peligroso que el 23-F, porque ha representado una amenaza más seria para la nación, tan seria que todavía persiste, y con la inquietante fuerza que permite temer la traición de esa irresponsable incompetente llamada Yolanda Díaz, una de las personas más frívolas que han desfilado por la política española. Y ni que decir tiene que Sánchez está detrás, lo cual multiplica por cien la peligrosidad de la amenaza. 

    Es irrefutable: España aún era un país siquiera con dignidad en 1982, por eso hubiera sido posible solo en una película de risa cualquiera de las escenitas del párrafo anterior, pero en 2023 yo tengo serias dudas de que lo siga siendo. A base de tragar y tragar cosas intragables, desde la legalidad de Herri Batasuna durante décadas o el permanente saqueo del separatismo hasta los confinamientos inconstitucionales, la suelta de violadores o el perdón a los golpistas, pasando por mil atropellos más que hubieran sido impensables en un país serio, sólido y estable, nos hemos convertido en un país acobardado y pasivo que lo soporta todo, un país que ha perdido la capacidad de rebelarse ni aun contra los escándalos más obscenos. Un país narcotizado que se rasga las vestiduras por estupideces mientras contempla con tan solo una ligera mueca de disgusto y cruzado de brazos las maniobras de la banda de atracadores políticos que lo están despedazando. Un país echado a perder.