Libros que he publicado

-LA ESCUELA INSUSTANCIAL. Sobre la urgente necesidad de derogar la LOMLOE. -EL CAZADOR EMBOSCADO. Novela. ¿Es posible reinsertar a un violador asesino? -EL VIENTO DEL OLVIDO. Una historia real sobre dos asesinados en la retaguardia republicana. -JUNTA FINAL. Un relato breve que disecciona el mercadeo de las juntas de evaluación (ACCESO GRATUITO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA). -CRÓNICAS DE LAS TINIEBLAS. Tres novelas breves de terror. -LO QUE ESTAMOS CONSTRUYENDO. Conflictividad, vaciado de contenidos y otros males de la enseñanza actual. -EL MOLINO DE LA BARBOLLA. Novela juvenil. Una historia de terror en un marco rural. -LA REPÚBLICA MEJOR. Para que no olvidemos a los cientos de jóvenes a los que destrozó la mili. -EL ÁNGULO OSCURO. Novela juvenil. Dos chicos investigan la muerte de una compañera de instituto. PULSANDO LAS CUBIERTAS (en la columna de la derecha), se accede a información más amplia. Si os interesan, mandadme un correo a esta dirección:
repmejor@gmail.com

Tenéis información de los precios aquí:

viernes, 22 de enero de 2021

Ley Trans: cuidado con la confusión entre sexo y género

     ¿De verdad es necesario un Ministerio de igualdad? Esta pregunta me la planteé aquí hace poco más de un año y, en aquel artículo, entre otras cosas, me hacía estas preguntas: ¿qué va a entender por igualdad el Ministerio de Igualdad? ¿De qué igualdad se va a ocupar? ¿De la de los colectivos LGTBI? El tiempo, las ideas de la ministra, el secuestro a que tales colectivos y el radicalismo podemita han sometido a ese gabinete y los actos concretos de este (que tiene a sus aliados del PSOE en un sinvivir) me han dado la razón en tan solo 372 días (nuevo récord del guachimán que la universal conjura de envidiosos se encargará de silenciar), baste ver las causas de la última disputa de patio de vecindad en que se han enzarzado los "socios" de gobierno: una querella de quítate-tú-pa-ponerme-yo en la que el transfondo son la Ley de Igualdad de Trato, la Ley por la Igualdad LGTBI y la Ley Trans. ¡Qué país más igual nos va a dejar el gobierno Sánchez-Iglesias!

    La gran duda que tengo desde hace mucho tiempo, dado el encomiable nivel de respeto a los derechos de todos y de garantía de los mismos que desde 1978 gozamos en España, es si realmente son necesarias tantas leyes de especial protección de colectivos particulares. A esta gran duda, desde hace no poco, se ha añadido esta otra: ¿no se conseguirá con estas la creación de estatutos de privilegio para esos colectivos? Esta duda ya la he tocado con mayor o menor profundidad en al menos dos precedente (P1, P2) y hoy voy a volver sobre ella a propósito de la llamada para abreviar Ley Trans, un proyecto podemita que lleva dos años en remojo a causa de las suspicacias que levanta en el PSOE y amplios sectores del feminismo, sectores que han sufrido la persecución del mandarinazgo trans, que se lo pregunten a Lidia Falcón, y ojito con esto. Os dejaré aquí algunos apartados de este proyecto que me hacen desear que jamás llegue a convertirse en ley, no ya porque no sea democrática, sino porque ni siquiera es razonable.  

    Motivaciones (pág. 2). El proyecto comienza con estas palabras: La presente Ley tiene por objeto brindar protección jurídica a las personas identificadas como trans y regular el derecho a la libre determinación de identidad sexual y expresión de género a toda persona, especialmente a aquellas que se identifican como personas trans

    Estas tres líneas son importantísimas, porque, en un puñado de palabras, hacen un retrato profundo de la ley a través de dos elementos esenciales: las intenciones manifestadas y el lenguaje. Vayamos primero con este. ¿Qué es eso de "las personas identificadas como trans" y "personas trans" (sintagma que se repite sin cesar a lo largo de la norma)? ¿Por qué no se dice directamente los trans, lo mismo que en otras leyes se dice, por ejemplo, los menores, las mujeres, los españoles, los andaluces, los trabajadores, las embarazadas o los alumnos? ¿Es por una de esas indeseables y estúpidas secuelas impuestas por el lenguaje inclusivo tan del gusto, por cierto, de estos sectores avanzados, es decir, para no marear a la ciudadanía con un infinito "los trans y las trans" que pondría una vez más en evidencia este absurdo? ¿O es por una sacralización del trans, al que no se podría mencionar tan directamente y se recurre a un empaque enaltecedor? ¿O es por temor a que los trans se mosqueen si se les llama simplemente trans? Tanto reparo terminológico da que pensar, emana de ahí un tufillo de despotismo rancio. Luego está lo de la "libre determinación". ¡Con qué facilidad nos traiciona el lenguaje! Si somos tan progres tan progres que nos dejaríamos matar por la libre determinación de los pueblos, especialmente, si se trata del catalán y el vasco, no es de extrañar que al final acabemos formulando cualquier derecho en términos de libre determinación: libre determinación para ser del Sevilla o del Betis, libre determinación para ir en metro o en autobús, libre determinación para solo o con leche o, como en este caso, libre determinación de identidad sexual. No es que sea inapropiado, pero, como en el caso anterior, ya solo con el universo expresivo seleccionado esta ley está dando claras muestras de tener un sesgo (y las leyes no pueden ser sesgadas), progresista en este caso, y aprovecho este momento para reclamar a la RAE que redefina el término "progresista", porque, si lo son personajes como Pablo Echenique, Gerardo Pisarello, Oriol Junqueras o... Beatriz Gimeno, entonces habrá que redefinir también el término "totalitario".

    En cuanto a las intenciones, la más esencial es la de regular el derecho a la libre determinación de identidad sexual, pero nótese que con especial relevancia para los trans, para quienes otro objetivo de esta ley es ofrecer protección jurídica: si esto es igualdad, que venga Dios y lo vea. Sobre todo esto se vuelve en el articulado, y en el artículo 2 (pág. 8) se concreta que "toda persona es titular del derecho a la libre determinación de la identidad sexual y expresión de género y demás derechos previstos en esta Ley" y que todas las administraciones y seres vivientes están obligados a respetar ese derecho. El problema aquí viene con lo de la libre determinación del sexo, porque, tal y como vamos a ver a continuación, se entiende en términos literales, cosa que, con toda la razón del mundo, desde el feminismo se considera un imposible, aunque con anterioridad ya se había criticado desde otros sectores.  

    Definiciones. El artículo 3 (pág. 8) señala que la identidad sexual o de género es "aquella vivencia interna y personal del género tal y como cada persona la siente y determina, que puede o no corresponder con el sexo asignado al nacer, e incluye el sentido y vivencia personal del cuerpo a través o no de modificaciones en la apariencia o funciones corporales, a través de prácticas farmacológicas o quirúrgicas, siempre desde la autodeterminación personal". Esta definición y el artículo 3 en su conjunto, que es muy largo para reproducirlo aquí, son la base sobre la que gravita la improcedencia de esta ley. El artículo 3 ofrece una visión trans del mundo, aderezada con los prejuicios de los redactores de la ley, y a través de ese filtro se pretende que lo veamos también los demás para propiciar que nos traguemos la propuesta. Pero el mundo no gira alrededor de los trans (por cierto, ¿cuántos habrá en España?) y no se puede imponer que todos aceptemos esos dogmas sobre lo que es un trans y el cuento ese de las personas no binarias que se desarrollan en ese artículo: serán los trans los que se tengan que adaptar al mundo, como hacemos todos, y no el mundo el que se tenga que adaptar a los trans. Es un disparate legislar sobre relativizaciones como las que fundamentan esta ley, porque las leyes deben funcionar desde la realidad universal, y el colmo del despropósito es la definición que he transcrito. En primer lugar, se parte de un bochornoso sofisma, pues se identifica la identidad de género con la sexual: la identidad sexual, salvo en rarísimos casos, viene perfectamente determinada por la naturaleza anatómica, mientras que la identidad de género es... un invento que se han sacado de la manga los promotores de estas polémicas. No se puede legislar partiendo del truco de trilero de identificar una realidad con una entelequia y luego dictar normas que se basan en la entelequia pero afectan a la realidad. En segundo lugar, hace falta tener osadía para plantear en una ley que el sexo (me niego a caer en esa trampa terminológica del género) de cada persona se define por la vivencia interna y personal de cada uno. La vivencia interna y personal de cada uno no puede ser nunca el criterio para hacer leyes, es decir, normas que regulan la vida del conjunto de la sociedad. Del mismo modo que yo no podría pretender ser el pivot del Real Madrid por una discutible vivencia personal de medir 2'14 metros, o, como dice Baroja en El árbol de la Ciencia, a base de creerme loro, acabar viéndome una cola de plumas rojas, ninguna persona que haya nacido con la anatomía de un sexo podrá pretender que, por solo decir que se siente del contrario, la sociedad lo admita como cierto. Eso, que es lo que pretende esta ley, no puede bastar, porque introducir la subjetividad en la implantación de normas es establecer el caos. Que esto es así, aunque les disguste a los defensores de los disparates trans, lo dejó muy claro el caso de Stephen Wood, un caballero que hace unos años decidió declarar que él se sentía en realidad señora, y, puesto que era un violador y a pesar de ello, las inspiradas autoridades británicas lo encarcelaron en una prisión de mujeres, ya con la femenina identidad de Karen White, y allí cometió algunos actos delictivos más propios de Stephen que de Karen. Uno no es hombre, mujer, gran pianista, experto en álgebra, gordo o flaco solo porque lo sienta o lo imponga la Ley Trans, sino por las razones objetivas que lo determinen.

    Si os animáis a leer sus veintitrés páginas, veréis muchas más razones que justificarían el calificarla de engendro insostenible, entre las que no faltan elementos ya tradicionales en estas leyes que se presentan como defensoras de minorías que algún día estuvieron marginadas pero ya no lo están, como la colonización de los centros educativos o el establecimiento de un entramado inquisitorial de vigilancia para prevenir discriminaciones reales o supuestas; así, el capítulo IV ( páginas 17 y 18), que se titula Protección en el ámbito educativo, es una pequeña antología de ambas cosas. Yo, para terminar y puesto que no puedo hacer un artículo eterno, voy a llamaros la atención solo sobre una cosa más. Si os vais al final de la página 15, encontraréis allí el artículo 19, el cual establece que en las ofertas de empleo público se reservará un cupo para los trans. Cupo de reserva de empleos públicos para los trans, así, por mandato legal, como lo leéis. ¿Por qué razón? Deberían explicarlo los redactores del proyecto. Por lo que a mí respecta, este propósito no es ninguna pequeñez, sino una más de las pruebas palmarias que demuestran que esta es una ley lobbista que en realidad lo único que busca, de principio a fin, son privilegios para un colectivo supuestamente maltratado.    

domingo, 17 de enero de 2021

Comprar ácido sulfúrico por internet

     Supongo que casi todos habréis visto estas imágenes o algunas parecidas, pero las enlazo para aquellos que no lo hayan hecho: 



    Se trata de la detención de un personaje que en los últimos días se ha hecho tristemente célebre bajo la denominación de el Melillero, acusado de haber rociado con ácido sulfúrico a una joven que hasta hacía poco había sido su novia y a otra que la acompañaba. ¿El motivo? Que Sandra, su exnovia, había decidido romper con él. Si os pongo este vídeo es para que observéis lo modosito que anda el personaje, que "no solo no opuso resistencia, sino todo lo contrario", según fuentes cercanas al caso; confróntese ello con el tremendo historial que aparece en la noticia que enlazo y con lo  difundido sobre el ataque a Sandra y su amiga para constatar cómo se amansan las fieras cuando no se las ven con adversarios más débiles o pillados por sorpresa. Este tipo de historias suelen confirmar una gran verdad: que la "c" de criminal es la misma que la de cobarde. 

    Los daños infligidos a Sandra y Cristina, la amiga que la acompañaba, han sido gravísimos y espero que se puedan reponer tanto como sea posible. Y, naturalmente, espero que el autor de un crimen tan atroz y miserable acabe en la cárcel durante una buena cantidad de años. 

    El origen de estas abyecciones está en la quema de novias, una monstruosidad que empezó a extenderse en India y Pakistán hacia finales del pasado siglo. La terminología es muy explícita: la quema de la novia consiste en rociar a la persona con cualquier combustible y luego prenderle fuego. Mediante esta cruel monstruosidad, algunas familias asesinaban a la mujer con la que alguno de sus miembros acababa de contraer matrimonio, con el fin de apoderarse de la dote. Si miráis el enlace o buscáis información, veréis que esta práctica llegó a tener una alarmante extensión y, aunque parece que está ya bastante en retroceso, lo cierto es que se ha propagado ya macabramente por las razones dichas y por otras, como la venganza por cuestiones de celos o rechazos.

    En países de Asia y posteriormente también de Europa, esta práctica criminal devino en los ataques con ácido. Generalmente han ido dirigidos contra mujeres y han tenido las repugnantes motivaciones de la quema de novias, pero, como pudimos ver a raíz de una ola de ataques acaecida en Londres hace un par de años, los móviles se han diversificado. En aquella época, las autoridades británicas llegaron a la conclusión de que los ataques con ácido habían aumentado a causa de una legislación que penalizaba fuertemente la posesión de armas blancas, debida al aumento de actos delictivos en que se hallaban implicadas. ¿Qué fue entonces lo que hicieron algunos delincuentes? Pasarse al ácido, sobre el que no pesaba legislación explícita y era fácil de obtener. Añado esta otra motivación de mi propia cosecha: entre los malvados que ejercen la delincuencia, no escasean los que disfrutan haciendo sufrir, y está claro que las personas que reciben un ataque con ácido sufren terribles dolores físicos inmediatos y están a menudo condenadas a graves secuelas en lo físico y en lo psíquico que duran toda la vida.

    A la vista de todo esto, me parece muy preocupante que el autor del ataque a Sandra y a Cristina pudiera obtener medio litro de ácido sulfúrico al 98% a través de internet (o por cualquier otro conducto, da igual), por algo más de trece euros y sin dificultad ninguna. Creo que la adquisición de estos productos tan peligrosos debería estar lo más controlada posible, como creo que su uso en ataques como el padecido por Sandra y Cristina o por Kamal Mouloudi hace un par de años en Caspe tendría que ser penalizado como agravante y con muchos años de castigo, si es que no lo está ya. Estoy convencido de que nuestras autoridades judiciales y legislativas no tardarán en ponerse a ello, porque una amenaza así no se le pasa por alto a nadie. Antes de acabar el artículo, echo una ojeada por la noticias y me encuentro con que el Melillero declara que el autor del ataque no fue él, sino dos amigos suyos. Esto plantea una duda: ¿será la pobrecita víctima de una confusión o un criminal abyecto, cobarde y miserable que se escuda en mentiras? Sin salir de este artículo, tenéis bastante información, y más que hay en las redes, juzgad vosotros mismos.   

martes, 12 de enero de 2021

Los restos de Manuel Azaña

     Confieso que, si me preguntasen acerca de la memoria democrática, solo sabría decir que es un empeño de Carmen Calvo para reformar y dar un nuevo rumbo a la Ley de Memoria Histórica. Sé también que es un proyecto discutido, aunque no he entrado a fondo en la polémica, ahora bien, hay algunos elementos de esta que me inquietan, como el propósito de la vicepresidenta de, en el marco de este plan, repatriar los restos de algunas personalidades como Manuel Azaña, lo que en el caso del político y escritor alcalaíno cuenta con la reiterada y explícita oposición de la familia, desde su viuda hasta (ayer mismo) su sobrina nieta

    Soy absolutamente contrario a las repatriaciones de grandes personalidades fallecidas en el exilio, porque me produce una enorme suspicacia el pensar con qué intenciones piensan montar la ceremonia los gobiernos y políticos que la planeen y me asustan mucho las posibles consecuencias de la manipulación que sin duda se construiría en torno a esos personajes y el retorno de sus restos. Hay mil razones que justificarían mi postura, pero voy a ilustrarla con solo un par de anécdotas. 

    Otra de las personalidades que sin duda estarán en la lista de repatriables de la señora Calvo es Antonio Machado y a él y a Azaña se refiere la primera de ellas, extraída de Todo lo que era sólido, un libro del año 2013 en el que Antonio Muñoz Molina reflexionó acerca de la demencial megalomanía que nos llevó a la crisis de 2010. En el capítulo 12, relata un encuentro con Rodríguez Zapatero en 2004, en el que este le comentó su propósito de exhumar a Azaña y al gran poeta sevillano para traerlos a España, o sea, que el plan no es de anteayer. Transcribo el final del episodio: 

    Fijó en mí sus ojos muy claros con un gesto de impasible extrañeza cuando le dije que no estaba de acuerdo: que una parte de la memoria indeleble de Manuel Azaña y de la de Antonio Machado es que murieron en el destierro y que haya que cruzar la frontera para visitar sus tumbas. Cité un verso terminante de Antonio Machado: "Sólo la tierra en que se muere es nuestra". Entre unos y otros cambiamos de conversación. 

    La segunda es más reciente, pero, vista la anterior, nos da testimonio de la fuerte continuidad que hay entre José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez. Hablé de ella ya en su momento, en mi artículo titulado Dos graves excesos de Pedro Sánchez, uno de los cuales fueron ciertas palabras que pronunció en una de esas exhibiciones de propaganda y mediático autobombo que tanto le gustan, la que montó en febrero de 2019 cuando fue, precisamente, a visitar las tumbas de Machado y Azaña, las reproduzco:

    Machado y Azaña se vieron obligados a abandonar España. Uno de los mejores poetas que ha dado la literatura española de todos los tiempos y el presidente de la República. Dos personas dialogantes, cultas, creativas, pacíficas y sensatas. Es tarde, muy tarde. Han pasado muchos años desde que tuvieron que marcharse. España tendría que haberles pedido perdón mucho antes por la infamia. Lo hace hoy, a deshora, pero lo hace con el orgullo de recuperarles para siempre.

    ¿Hacen falta explicaciones? Como dije en aquel artículo, España no tiene por qué pedirles perdón a Machado y Azaña por la infamia de su exilio, porque esa infamia no fue culpa de España, sino del golpe de Estado de Franco, catástrofe de la que España fue tan víctima como ellos, así que quien quizás tendría un día que pedirle perdón a España sería Pedro Sánchez, por injuriarla con su discursito demagógico, porque nadie debe pensar que esta criminalización de nuestra patria fue inocente o descuidada (¿hace nuestro presidente alguna vez algo inocente o descuidado?), sino que fue sin duda un guiño hacia Torra y sus compinches, una gavilla de fanáticos que profesan un odio eterno a España con la que Sánchez andaba por aquellas fechas mandándose notitas. Pero esto es otra bochornosa manipulación, porque se da la circunstancia de que, como muy bien puntualiza  hoy en ABC Andrés Amorós, Azaña era un patriota español (y Machado, otro tanto, como todos sabemos), que, como recuerda Amorós en el artículo que enlazo, comprobó una y otra vez 

    los excesos y desmanes... las muchas y muy enormes y escandalosas que han sido las pruebas de insolidaridad y despego, de hostilidad, de chantajismo, que la política catalana de estos meses ha dado frente al Gobierno de la República... Usurparon todas las funciones del Estado, en Cataluña... No en vano había asistido yo en Barcelona al desarrollo de la más desatinada aventura que se puede imaginar... No se han privado de ninguna transgresión, de ninguna invasión de funciones.

    Todas estas fueron palabras literales de Azaña, y continúa Amorós:

    Y, entre las extralimitaciones y abusos que denunció, mencionó algo que ahora mismo sigue existiendo y que se sigue tolerando: las Delegaciones de la Generalidad en el extranjero.

    La palabras de esta última cita que van en negrita son de Azaña, sirva esta aclaración además para que notemos que él, como era uso habitual en su época, llamaba Generalidad a la Generalidad; lo de Generalitat se dejaba para cuando se hablase en catalán: tomemos nota de que para ser progresista no hace falta arrinconar a nuestra propia lengua.

    En conclusión, en términos generales, soy partidario de dejar los huesos de Azaña, Machado y tantos otros donde están, por las sólidas razones que tan sucinta y acertadamente formuló Muñoz Molina, pero, para el caso concreto de que fueran a traerlos Pedro Sánchez y Carmen Calvo, a la vista de lo expuesto hasta aquí, mi posición se refuerza por la convicción de que quieren desenterrar esos huesos con fines poco confesables, uno de ellos, el contarnos que en la historia de España reciente hay una isla de luz progresista que fue la República de 1931 y otra que es el pedripablato de 2019 en adelante, y, en medio, el tenebroso piélago del franquismo, compuesto del franquismo propiamente dicho y ese sucedáneo suyo que es el sistema constitucional del 78, lo cual es ya el colmo de la desvergüenza y la tergiversación. Los muertos no se tocan, ya sean humildes o ilustres, y, para estos jueguecitos, menos todavía.  

jueves, 7 de enero de 2021

Crónicas de las tinieblas

     Son las doce y cuarto y están cayendo los primeros copos de la nevada que lleva días anunciándose en Madrid. Con retraso llega por aquí la nieve, que hace bastantes años que no se deja ver en condiciones, y con retraso os voy a presentar yo el último libro que publiqué, porque ya lleva más de un año en las librerías. Se titula Crónicas de las tinieblas, y aquí tenéis su cubierta:



    Se trata de una colección de tres relatos largos que escribí hace ya unos años, relatos largos o novelas cortas, porque con uno de ellos, El señor de Buil, gané en 2015 un premio de novela corta, como queda reflejado en la columna de la derecha, aunque también hay que decir que es el más extenso de los tres. Al agotarse los ejemplares de El ángulo oscuro, me quedé sin libros para el nivel de 3º de ESO, así que me decidí a editar esta colección, animado por diversas valoraciones positivas y por el hecho de que uno de los relatos hubiese ganado un premio. Son las tres, como habréis adivinado, historias de misterio.

    La primera se titula Diario del alférez Ocampo y cuenta la aventura de una expedición topográfica militar en una zona inexplorada de lo que fue el Sáhara Español, en la cual encuentran algo que no buscaban. Está situada en 1952.

    La segunda se titula Lambur. Sus protagonistas son tres jóvenes montañeros que llegan a uno de esos bonitos pueblos de la geografía de España (no lo busquéis en el mapa, porque no está, o por lo menos en el suyo no estaba) en el que no había ni restaurante, ni piscina, ni hostal... ni gente.

    La tercera es el El señor de Buil, como algunos ya sabréis, la narración del padre Miguel de Linás, en la que cuenta lo que le ocurrió siendo el párroco de una de las iglesias de Buil, allá por el siglo XVII.

    Por lo que me han dicho quienes las han leído, las historias son entretenidas, amenas y escalofriantes, justo lo que andan buscando los aficionados al género de terror. Todo esto, unido al hecho de que el libro no es muy extenso, lo hace muy adecuado como lectura escolar, apropiada para alumnos de tercero o incluso de segundo de ESO. Quienes estéis interesados en su compra o en recibir más información, podéis mandarme un correo a la dirección repmejor@gmail.com o pulsar aquí: información sobre libros.

miércoles, 6 de enero de 2021

Corrupción: una ayudita por si nos falla la memoria

     Aún no eran las seis de la mañana cuando me he levantado y me he ido corriendo al comedor a ver qué me habían puesto los Reyes: NADA, ¿os lo querréis creer? Allí estaban mis zapatos lustrados la noche anterior, el agua para los camellos (intacta), los polvorones y las copitas de moscatel para sus majestades (tal y como las dejé anoche) y la nada más absoluta alrededor. Mientras desayunaba una taza de café y unas rosquillas de decepción, he hecho un repaso de todo el 2020, y la verdad es que no me lo explico, porque yo... ¡¡¡he sido muy bueno!!!

    En fin, dejemos atrás los reveses de la vida. Yo sí que voy a haceros un regalito a vosotros. Últimamente, estoy viendo que algunos de los partidos políticos que acusan a otros de corrupción lo hacen poniendo cara de no haber roto un plato en su vida y, como parece que a algunos que están de casos de corrupción hasta las orejas este engaño les funciona, quiero dejaros aquí unos enlaces a algunas de las páginas que tienen elaborado un registro de los casos de corrupción. Pensemos que estos han sido muy numerosos y que los más antiguos son ya de los años 70, así que es lógico que la memoria nos falle, por lo que os dejo esta ayudita.

1. Casos aislados

    Esta página está bastante actualizada, resulta muy cómoda de consultar, da una información completísima y tiene en la columna de la derecha unos índices que te permiten consultar por comunidades autónomas, por partidos y por algún otro criterio. Es muy recomendable. Enlace:

CASOS AISLADOS

2. Corruptódromo

    Un clásico. Creada me parece que en 2011, ofrece enlaces a unos trescientos casos. En el que os dejo, reconocen ellos mismos que están un poco anticuados y facilitan enlaces a otras fuentes más actualizadas. Enlace:

CORRUPTÓDROMO

3. Mapa de la corrupción

    Vinculado al corruptódromo, es un mapa de España en el que aparecen unos cartelitos con las siglas del partido implicado en cada caso. Si los pinchas, sale una tarjeta con los datos principales. Tiene la ventaja de ofrecerte un impresionante golpe visual de la extensión de este cáncer. Enlace:

MAPA DE LA CORRUPCIÓN

    Espero que os resulte interesante, aunque es posible que algún caso no aparezca, pero es indudable que cualquiera de estos tres instrumentos es utilísimo para estas dos cosas: dejar constancia de la magnitud del problema de la corrupción y arrancar muchas caretas: aquí muy pocos o quizás ninguno están libres de culpa y alguno hay que cacarea como si fuese un ejemplo de virtud y está de porquería hasta las cejas. Como obsequio de la casa, os dejo enlaces a dos de los muchísimos artículos sobre corrupción que he escrito en este blog:

-Cristina Cifuentes y la República Bananera de las Autonomías, que trata sobre los presidentes autonómicos.

-Algunos datos para la reflexión acerca de nuestros políticos, que habla sobre Bankia, los recortes, el AVE... 

sábado, 2 de enero de 2021

Adiós a Gregorio Salvador

    El pasado 26 de diciembre, falleció a los 93 años de edad el académico y eminente filólogo Gregorio Salvador. Fue un hombre de una trayectoria en el mundo de la filología dilatada, rica y diversa, pues fue dialectólogo (participó en la elaboración del Atlas Lingüístico y Etnográfico de Andalucía, conocido como ALEA, una obra tan colosal en su extensión como en su importancia), crítico literario, lingüista, profesor universitario en multitud de centros y gran referente en el estudio y el cuidado de la lengua española.
    Además de esto, me imagino que llevado por el amor a la cultura y el conocimiento que sin duda impulsó su quehacer, Gregorio Salvador fue un firme defensor de la enseñanza y de los docentes frente al maltrato que una y otros vienen sufriendo desde hace ya demasiado tiempo, en especial, desde la implantación de la LOGSE. También fue contrario a los abusos de los nacionalistas en materia lingüística, así que entenderéis que sea un personaje que goza de todas las simpatías en este blog. En lo relativo a la defensa del profesorado y de la enseñanza, recuerdo haber leído algún artículo suyo de esos que daban ganas de ir a su casa y esperarle a la puerta para darle un abrazo. Esos artículos -o parte de ellos- los recopiló en un libro titulado El destrozo educativo, el cual conozco solo por referencias y, al ser de la editorial Unisón, mucho me temo que esté agotado, como suele ocurrir con todo lo que publicaron estos atrevidos defensores del sentido común, la excelencia y la decencia en la enseñanza española. 
    Sirva este breve artículo para dejar constancia de mi admiración y mi agradecimiento hacia Gregorio Salvador.