Libros que he publicado

-LA ESCUELA INSUSTANCIAL. Sobre la urgente necesidad de derogar la LOMLOE. -EL CAZADOR EMBOSCADO. Novela. ¿Es posible reinsertar a un violador asesino? -EL VIENTO DEL OLVIDO. Una historia real sobre dos asesinados en la retaguardia republicana. -JUNTA FINAL. Un relato breve que disecciona el mercadeo de las juntas de evaluación (ACCESO GRATUITO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA). -CRÓNICAS DE LAS TINIEBLAS. Tres novelas breves de terror. -LO QUE ESTAMOS CONSTRUYENDO. Conflictividad, vaciado de contenidos y otros males de la enseñanza actual. -EL MOLINO DE LA BARBOLLA. Novela juvenil. Una historia de terror en un marco rural. -LA REPÚBLICA MEJOR. Para que no olvidemos a los cientos de jóvenes a los que destrozó la mili. -EL ÁNGULO OSCURO. Novela juvenil. Dos chicos investigan la muerte de una compañera de instituto. PULSANDO LAS CUBIERTAS (en la columna de la derecha), se accede a información más amplia. Si os interesan, mandadme un correo a esta dirección:
repmejor@gmail.com

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sábado, 27 de agosto de 2022

De la LOGSE a la LOMLOE: tres décadas con los delirios de don César Coll

     Para quien no tenga el placer de conocer a César Coll, diré que me hallo en su misma situación, ya que he estado buscando algún perfil suyo en internet y solo he encontrado un par de datos, que son de dominio público: que es catedrático de psicología en la Universidad de Barcelona y que fue uno de los padres de la LOGSE. Poca cosa es, pero muy significativa, sobre todo, el segundo mérito, o sea, el de ser uno de los autores materiales del enorme estropicio educativo que el PSOE perpetró hace unos 30 años. Dado que este partido ha cometido la monstruosidad de poner en marcha una ley llamada LOMLOE que representa una elevación a la enésima de la monstruosidad de los 90, resulta también harto significativo un tercer dato acerca del señor Coll -y, de paso, acerca de la pertinaz obcecación del PSOE en el disparate-: que también ha participado en el aquelarre actual, y con un papel de gran importancia, pues es el ideólogo de lo referido a las competencias, las líneas maestras del diseño del currículo, la evaluación y lo que de toda la vida se ha llamado objetivos generales de la etapa (en este caso, de la ESO), los cuales, siguiendo la costumbre pedagogista de cambiar los nombres a las cosas para dar más apariencia de innovación, ahora se han travestido bajo la etiqueta de "perfil de salida del alumnado", pomposa cursilería con la que los profesores tendrán que ir familiarizándose.

    Me concederéis que no es poca cosa, como tampoco lo son la irresponsabilidad y soberbia que han demostrado él mismo, el PSOE y todos aquellos que, con un cinismo descomunal, fingiendo no ver el no menos descomunal desastre que ha representado el sistema logsiano, han tenido la osadía de "perfeccionarlo" en una propuesta que ahonda sus mayores errores, como si a ellos les parecieran aciertos admirables.

    La razón por la que me he puesto a buscar información sobre el señor Coll es que, junto a doña Elena Martín Ortega -que tiene una ejecutoria muy parecida a la suya-, es el firmante de un documento que convendría conocer a todo profesor, a todo aquel que esté interesado por la enseñanza en España o a todo aquel que desee conocer los fundamentos de esa notable aberración llamada LOMLOE: La LOMLOE, una oportunidad para la modernización curricular. En este artículo de unas ocho o diez páginas, se enuncian las bases del enfoque que se pretende imponer en la educación española. He de decir que me ha concedido la satisfacción de ver como sus más cualificados defensores, al explicar en qué consiste el aprendizaje por competencias, me han confirmado la convicción que he tenido siempre de que es un invento que presenta estos graves inconvenientes:

    -Su formulación teórica es muy poco sólida, es casi una pura especulación voluntarista basada en fundamentos vagos y sin asidero empírico.

    -Sus horizontes en cuanto a la transmisión de conocimientos de todo orden, tanto teóricos como prácticos, son muy pobres.

    -Carece también de consistencia en el ámbito de una hipotética aplicación didáctica, lo que la convierte en educativamente inviable: con los planteamientos presentados en el artículo, no se puede sustentar una programación coherente, una organización bien sistematizada de las enseñanzas ni una evaluación fiable. Esto último es importantísimo y nada casual, pues es la piedra angular del principal objetivo de la LOMLOE: que todos los alumnos aprueben hagan lo que hagan, objetivo que ya pilotaba la LOGSE bajo la etiqueta de "erradicación del fracaso escolar", pero sucedió que entonces erraron al crear los instrumentos que debían garantizar aquel fraude y por eso ahora han alumbrado la LOMLOE, dotada de unas armas más poderosas: esto de las competencias y unos criterios de evaluación mucho más expeditivos y delirantes, el sonrojante coladero que podéis recordar pulsando aquí

    Así pues, el sistema de Coll y Martín, como propuesta educativa y de enriquecimiento humano e intelectual, es alicorto y difuso. Empieza por estar tremendamente atado al dogma pedagógico de la inmediata aplicación práctica de los conocimientos adquiridos, lo que es tanto como decir que aboca al alumno a unas aspiraciones mediocres. Conscientes de esta tara, inventan una división de los aprendizajes en imprescindibles y deseables, una superchería mal argumentada que apenas puede ocultar que es un disfraz -vaporoso y deshilvanado- para el empobrecimiento de los contenidos. Yendo al plano estructural, este sistema se basa en el supuesto de que el fin de la educación es preparar a los alumnos para que obtengan un "perfil de salida" que les permita hacer frente a los retos del siglo XXI, los cuales son diez y se enuncian en el artículo: respeto al medio ambiente, consumo responsable, vida saludable, valoración de la diversidad personal y cultural...: demasiada moralina y poco saber se ve ahí. No está mal querer formar buenos chicos, pero, además de que la propuesta pone demasiado énfasis en esto en perjuicio del conocimiento, estos planteamientos me parecen muy susceptibles de ser utilizados como canal de adoctrinamiento, peligro nada ficticio para la educación en el siglo XXI, por no hablar de la alarma que produce uno de los retos que se formulan, este: Aceptación y manejo de la incertidumbre.  ¿Qué narices significa esto? ¿Me van a decir a mis sesenta y cinco años, más de la mitad de los cuales me los he pasado como profesor, que la educación está para inculcar el conformismo en los alumnos? Este "reto" huele muy mal, concretamente, a autoayuda barata para fabricar ciudadanos mansos, y representa patologizar la educación de manera muy inquietante: estos son los resultados de dejar su organización en manos de psicólogos. Fijados esos arbitrarios retos del siglo XXI, su traslación educativa se realiza mediante el establecimiento de ocho competencias clave que se supone que permitirán canalizar los aprendizajes hacia el perfil de salida que certifique que el alumno está preparado para hacerles frente. Estas competencias ya están identificadas y reguladas en un documento que también es recomendable conocer, mucho más que el anterior, porque este ya lleva el sello del Ministerio de Educación: Perfil de salida del alumnado al término de la educación básica. Lo que os enlazo es un borrador, pero me temo que la redacción definitiva va diferir bien poco. Ya en la página dos tenéis enumeradas esas competencias, así que ahí mismo podréis empezar a ver que son un digno resultado del viciado planteamiento: el saber diluido y jibarizado.

    Este es, a grandes rasgos, el regalito que el señor Coll le ha dejado a la LOMLOE. Repito una cosa: esto no es más que intensificar los errores y horrores de la LOGSE, ese engendro inequívocamente fracasdo en cuyo diseño ya participó el señor Coll, que volverá a fracasar, como no puede por menos que ocurrirle a quien, en lugar de aprender de los errores y enmendarlos, lo que hace cuando inexplicablemente le dan una segunda oprtunidad es repetirlos. En una entrevista en "El País" de hace más de un año, en la que él mismo presentaba en sociedad su creación, decía:

    Los psicólogos diferenciamos entre la memoria comprensiva, que es cuando uno aprende algo, lo comprende, lo relaciona con cosas que ya sabe y es capaz de utilizarlo. Y la memoria repetitiva o mecánica. El aprendizaje escolar se ha basado durante mucho tiempo en que los conocimientos había que adquirirlos mecánicamente, cuanto más mejor. Y eso no funciona. Algunos aprendizajes hay que hacerlos repetitivamente, pero la inmensa mayoría tienen que ver con cómo funcionan las cosas, el mundo y la sociedad.

    Como ya he dicho, conozco muy poco a don César Coll, pero apostaría a que en la escuela ha ejercido poco o nada, lo que no le impide pontificar acerca de cómo son en ella los aprendizajes, cosas de los "expertos". Por lo demás, estas líneas son un ejemplo canónico del proceder de estos señores: jamás dejan pasar una ocasión de atacar a la escuela real, movidos por su rencor a que no se haya plegado a tirarse al pozo de sus absurdas ensoñaciones; la desconocen hasta el punto de que uno no se explica cómo tienen el descaro de presentarse como expertos (aquí lo manifiesta Coll en las bobadas que dice acerca de su funcionamiento: no tienen nada que ver con la realidad desde hace al menos cincuenta años); demuestran una fobia enfermiza contra la memoria.

    Alguien podrá replicar que en esas declaraciones esto último no es así, porque Coll "salva" un poquito a la memoria: no lo crean, es un engaño (otra de las constantes de la metodología pedagogista). En primer lugar, esa memoria a la que "perdona", la que él llama comprensiva, es un disfraz, una forma de referirse a lo que ellos siempre han opuesto al aprendizaje memorístico, "la comprensión inteligente" y expresiones parecidas falazmente utilizadas, que aquí Coll ha travestido como memoria sin duda por razones de conveniencia, porque jamás han llamado memoria a la comprensión; en segundo lugar, porque, si os fijáis, veréis que a esta memoria "buena" la vincula con lo que a él le mola, o sea, el aprendizaje de las cosas y todo eso, mientras que a la "mala", esa que llama repetitiva, la condena ya desde el peyorativo término con el que la etiqueta, tachándola además de ineficaz, calificándola de mecánica y asociándola con el aprendizaje escolar anticuado, ese de los fachas y la escuela tradicional. No puedo dejar de asombrarme ante el hecho de que alguien que se presenta como psicólogo y experto en educación demuestre este rechazo irracional hacia la memoria, una de las capacidades más valiosas del ser humano. Para mí, esto pone seriamente en duda la competencia del señor Coll, cosa tremendamente grave, habida cuenta del crucial papel que ha tenido en la elaboración de las leyes educativas españolas de los últimos treinta años, y mis dudas se acrecientan ante estas declaraciones, cuando leo en ellas esa filfa de la memoria comprensiva y la repetitiva: por mucho que proceda de un catedrático de psicología, esta división me parece un camelo insostenible y políticamente sesgado.

    Como lo es, y de forma muy acusada, la LOMLOE. Si os paráis a leer con un poco de detenimiento esos diez retos del siglo XXI, que aparecen en un diagrama muy mono del artículo de los señores Coll y Martín, tengo la impresión de que no podréis dejar de apreciar lo que dije más arriba: demasiada moralina en detrimento del saber. Más que una propuesta de formación en el conocimiento y en la libertad de pensamiento y personal, componen una guía para indicarle al educando cómo debe ver el mundo y qué perspectivas debe adoptar para posicionarse ante él. Independientemente de lo razonables y acertadas que puedan ser esas pautas, o de lo que uno pueda compartirlas, no puede ser que se adueñen de la educación de nuestros jóvenes, en un proyecto que deja demasiadas evidencias de abandono del conocimiento e invasión adoctrinadora del alma y las ideas del individuo. Resulta muy significativo que, en el diagrama, de esos diez retos  salgan unas flechitas hacia un rótulo al que rodean,  en el cual pone: Proyecto vital, personal, profesional y social. ¿Hacia eso debe orientarse la educación? ¿Son estas las consecuencias de tanto marear con lo emocional? Me inspira serias dudas. No entiendo que en una propuesta educativa, de ese cartelito estén excluidas las referencias al saber y aparezcan por ahí las palabras "vital" y "personal". A la escuela se va a aprender, a elevar el conocimiento. Que se meta en las vidas y en las esferas personales de quienes acuden a ella casa muy mal con el respeto a la libertad.  

    Don César Coll y doña Elena Martín pasarán a ser incluidos en el listado de expertos fantasiosos.

miércoles, 24 de agosto de 2022

La placa de los caídos de la iglesia de La Roda

     Por razones familiares, conozco bien La Roda, la dinámica y vital población albaceteña que estos días está siendo noticia porque se ha retirado de la monumental iglesia del Salvador la placa en memoria de los caídos en la Guerra Civil, una de esas que durante décadas hubo en miles de pueblos de España, casi siempre en las fachadas de las iglesias (creo recordar haber visto también alguna ubicada en la del ayuntamiento), siempre con mención destacada a José Antonio Primo de Rivera y siempre con mención exclusiva de quienes fueron asesinados por el bando republicano. Me adelantaré a quienes estéis pensando en los Miguelitos, esa exquisita creación de la repostería rodense que ha alcanzado merecidísima fama mundial, y os aseguraré que la villa tiene otros méritos que la hacen digna de ser conocida, uno de ellos, sin duda, la iglesia del Salvador, de la que aquí os dejo una imagen de su interior, menos conocido que su impresionante exterior, pero que no le desmerece en absoluto:


    Para quienes alberguen dudas de que el franquismo fue un régimen dictatorial, revanchista y abyecto, bastaría una pequeña reflexión sobre lo que impuso con esas placas a un país que acababa de salir de una guerra civil en la que, en todos esos pueblos y ciudades, había habido muertos de ambos bandos y, en consecuencia, dolor en las familias de todos: para los caídos del suyo -el vencedor-, honra y memoria; para los caídos del rival -el vencido-, olvido y exclusión. Lo sensato, lo humano y lo caritativo después de una gran tragedia fratricida como la de 1936 hubiera sido impulsar la reconciliación y el perdón, pero está claro que no fue ese el propósito del régimen franquista, ya desde algo tan sensible como el homenaje a los caídos. 

    Cuando en 1975 murió Franco y España emprendió el desmantelamiento y superación de su dictadura, se abordó ese camino de reconciliación y perdón (palabras que sonaron mucho entonces) que el régimen despreció. Podría parecer que, después de tantos años y con tanto aprendido, al país le hubiera resultado muy fácil encontrar una solución para la inmoral incongruencia que estas placas representaban, pero ya vemos que no fue así: lo que hubo fue polémica, desacuerdo y soluciones particulares para cada sitio, hasta el punto de que aún quedan unas cuantas desperdigadas por ahí. Hoy ya son muy pocas, pero duele ver que, cuarenta y siete años después de morir Franco, todavía subsistan algunas y las que se quiten se quiten con polémica. Debe reseñarse que en esto ha sido demasiado a menudo la Iglesia quien más obstáculos ha puesto, lo que sorprende en una institución que predica el perdón, el amor y la caridad. 

    Es necesario en este momento que haga mención de mi padre, que nació en 1925 y por tanto padeció la Guerra Civil. Para él no exitían dudas: las placas franquistas debían ser retiradas y sustituidas por otras en las que apareciesen los muertos de ambos bandos o, mejor aún, por monumentos en las plazas de todos los pueblos en los que se les rindiese homenaje a todos sin necesidad de mencionarlos uno por uno y se hiciese una advertencia a las generaciones futuras para que jamás hubiera en España otra guerra civil. Creo pertinente señalar que mi padre era de un pueblo aragonés llamado Velilla de Ebro, en cuya iglesia hubo también una placa como la de La Roda, aunque con solo dieciocho nombres (más el de José Antonio), dos de los cuales eran el de su padre y el de su abuelo. La iglesia de Velilla está consagrada a la Asunción y también tiene mérito artístico. Aquí podéis verla:



    Creo por todo lo dicho que es una buena noticia que se haya retirado la placa de La Roda, aunque este país de frecuentes cerrilidades perdiera en su momento, hace casi cincuenta años, la oportunidad de haber resuelto esta cuestión de una manera inteligente y digna, que sin duda hubiera sido la que mi padre y otros muchos defendían. No obstante, quiero decir que en esta historia el final no ha sido bueno del todo. Si leéis la noticia de ABC, veréis que la actual corporación de La Roda, en la que manda el PSOE, ha impuesto o pretende imponer unos cambios de nombres en las calles de la localidad, de las que ha quitado o quiere quitar las placas con los nombres del historiador Ángel Viñas, del investigador médico Manuel Perucho, de Manuel Blanco (¡el creador de los Miguelitos!) y de Felipe VI. Se me hacen incomprensibles los tres primeros, mientras que el cuarto, por desgracia, se me hace demasiado comprensible: sin duda el equipo de gobierno de La Roda se deja guiar por ese deletéreo extremismo de izquierdas del que tan podrido está el PSOE de hoy, ese extremismo que le lleva a desairar al jefe del Estado para imitar estúpidamente a podemitas y separatistas, los tóxicos compañeros de viaje político que se ha buscado y de los que nada bueno puede esperarse ni aprenderse. ¡Qué bien les habría venido a estos señores esa plaquita que proponía mi padre, la destinada a hacernos huir del guerracivilismo como de la peste!   

lunes, 15 de agosto de 2022

La diplomacia iraní se pronuncia sobre Rushdie

     No sé si me estoy precipitando -espero que no-, pero parece que Salman Rushdie va a salir vivo del atentado que sufrió el pasado 12 de agosto, lo cual es un motivo de satisfacción, matizada por el hecho de que el escritor ha sufrido secuelas muy graves de las que ignoramos aún cómo quedará. Fue realmente curioso ver como, en los momentos inmediatos al ataque, algunos medios  dijeron que se desconocían los motivos, como si Rushdie no llevase desde 1989 teniendo que ocultarse debido a  que el ayatollah Jomeini, guía de la revolución islámica iraní, lanzó contra él un anatema condenándolo por su libro "Versos satánicos" y animando a todo buen musulmán a asesinarlo. Por si la exhortación no resultaba del todo persuasiva, se añadió a ella una recompensa de tres millones de dólares, que ahora no sé a cuánto ascenderá. La persecución no afectaba solo a Rushdie, sino también al libro, que gracias a ella es hoy en día prácticamente clandestino, ya que no hay editorial que se atreva a publicarlo, por temor a las seguras represalias o atentados. No es ocioso recordar a este respecto que ese anatema en su momento costó la vida a un traductor del libro al japonés, así como ataques de intenciones mortales a un editor italiano y otro noruego. Y la cosa no para, porque, poquito después del apuñalamiento de Rushdie, J. K. Rowling recibía amenazas de muerte por la imperdonable blasfemia de calificar la noticia como horrorosa. Algo bueno tendrá la señora Rowling cuando colecciona los enemigos más despreciables.  

    Por suerte para el mundo, las dudas no tardaron en despejarse (salvo para los muy poco suspicaces), ya que pronto se hizo pública la identidad del agresor, un tal Hadi Matar, estadounidense de origen libanés que es admirador del régimen de Irán y de sus Guardianes de la Revolución y que, según cuentan, en sus redes ha aparecido con retratos de Jomeini y Alí Jamenei, otro destacadísimo líder político y religioso de aque país. En estas circunstancias, sorprende el escueto pronunciamiento del Gobierno iraní en torno al intento de asesinato de Rushdie, acerca de quien dice: 

    No consideramos a nadie más que a él y a sus seguidores dignos de culpa e incluso de condena.

    Su terrible pecado ha sido insultar a 1.500 millones de musulmanes, demasiada condena me parece la muerte para una falta como el insulto, por no decir que intuyo que no todos los musulmanes del mundo se sentirán ofendidos por lo que Rushdie escriba o deje de escribir. Quedan por resolver algunos matices ante este lavado de manos.  Aunque oficialmente el Gobierno iraní no apoya el anatema de Jomeini, lo cierto es que al lanzarse sí que lo hizo y que la recompensa corría de su cuenta. ¿La ha declarado extinta alguna vez? Que yo sepa, no, como tampoco se ha distanciado del anatema, basta leer esta breve respuesta oficial para entenderlo. Sería una gran noticia para la libertad, la paz, la cultura y la seguridad particular de personas como Salman Rushdie, J. K. Rowling o muchos otros cuyo nombre desconozco que las autoridades de la República Islámica de Irán tuvieran gestos como condenar la violencia contra ellos o anunciar que no van a dar ni un solo céntimo a quienes los ataquen o atenten contra sus vidas.   

martes, 9 de agosto de 2022

La espada de don Simón y los neorrepublicanos españoles

     Si nos tomamos la molestia de echar un somero vistazo al estado en que se encuentran los países hispanoamericanos, tendremos motivos para agarrar una buena depresión, baste para demostrarlo la mención de solo algunos nombres: Venezuela, Honduras, México, Argentina, Nicaragua, El Salvador o Cuba, aunque todos sabéis que podría añadir unos cuantos más. Las razones de este desastre son múltiples, pero sin duda una de las principales son sus dirigentes, ahí tenemos a López Obrador, Maduro, Daniel Ortega o Cristina F. Kirchner. Ayer se añadió a esta lista un nombre que apunta maneras muy prometedoras: el nuevo presidente colombiano, Gustavo Petro. Sinceramente, hay que ser muy descerebrado y tener muy poco respeto hacia uno mismo, hacia su cargo y hacia su nación para convertir la propia toma de posesión, bajo la mirada del mundo entero, en el espectáculo cómico-palurdo en que Petro convirtió la suya con el ridículo numerito de sacar por sorpresa la espada de Simón Bolívar para pasearla metida en una urna y con la expectativa, por lo que parece, de que todos se arrodillasen a venerarla. La escena habría encajado a la perfección en una película de Cantinflas y podéis verla en cualquiera de estos artículos de El Mundo, ABC, El Confidencial u OKdiario

    Como sabéis, el esperpento ha levantado una gran polvareda, pero curiosamente no ha sido por su zafiedad o por los caprichos de un dirigente que ha perdido los papeles ya en el minuto uno de su mandato, sino por la conducta de la única persona que ha mantenido la cordura en medio de la astracanada: el rey Felipe VI, que se ha quedado sentado mientras pasaba ante él la reliquia bolivariana.

    Vayamos ahora a lo que nos importa: si malos son el populismo bolivariano y el desgobierno que se extienden por Hispanoamérica, peor es para los españoles que en nuestro país haya organizaciones políticas muy dispuestas a meternos en ese infierno, las cuales una vez más se han aliado con el golpisimo catalán para cargar contra el rey, cosa que no debe sorprendernos, pues los necios y los malvados siempre se conjuran contra la sensatez. Si miráis en los enlaces que os he dejado, encontraréis un buen puñado de reacciones de esta montonada, de las que os reproduzco unas cuantas:

    -Ione Belarra, ministra de no sé qué en el actual Gobierno: Es inexplicable lo ocurrido y merece una disculpa.

    -Pedro Honrubia, diputado de Podemos: Si a Felipe el facha le molesta, pues que le den por el saco. Lo que se echa de menos una guillotina en la historia del estado español, joer

    -Juan Carlos Monedero: Los generales valientes, aún cuando son derrotados, rinden homenaje a los que les han vencido en buena lid. Que el Rey Felipe VI se quede sentado cuando todo el pueblo decente de Colombia vibra de pie cuando llega la espada de Bolívar es triste. Respeto. Lo de este señor ya empieza a preocupar, ¡qué verborrea!

    -Jordi Salvador Duch, diputado de ERC: Es un impresentable digno heredero de muchos impresentables. Un hombre que ha renunciado a ser persona por ser un digno sucesor de una monarquía golpista, corrupta y profascista. Esto dice alguien perteneciente a un partido golpista, ¡que se esté llevando un sueldazo a costa de nuestros impuestos...!

    -Josep Rull, un señor de Junts que estuvo preso por participar en un golpe de Estado fallido: Patético. Y, también, revelador

    -Hay más boludeces, ya digo, sobre todo, de Podemos exigiendo que el rey se disculpe. Finalizaré con una de su líder supremo, Pablo Iglesias: Ojalá pronto a España la represente una presidenta o un presidente de la República votado por los ciudadanos. Tan campanudo como siempre, vamos.

    El sainente ese de la espada es una bobada más con regusto bananero a las que tan aficionados son los dirigentes de allende el Atlántico, allá ellos, pero lo de este coro de farsantes de aquí deberíamos tomarlo muy en serio, porque esto ya pasa de castaño oscuro: un manojo de miembros de un partido gobernante o de aliados parlamentarios y amiguetes de mesa del Gobierno criticando al rey por hacer lo correcto, hostigando a su figura o, directamente, insultándole: ¿hasta cuando vamos a tener que aguantar que ataquen al jefe del Estado estas formaciones y este tipo de personajes? Que sucedan estas cosas es gravísimo. El presidente del Gobierno debería romper con estos aliados, desautorizarlos, dar explicaciones o marcharse de una vez. No creo que perdiéramos mucho con esto último.


miércoles, 3 de agosto de 2022

Pinchazos y acuerdos con los fiscales: la carabina torcida de la ministra de Justicia

      De unos días o como mucho un par de semanas a esta parte, está produciendo la lógica alarma una serie de agresiones denunciadas por mujeres en su mayoría jóvenes que aseguran haber sufrido pinchazos en discotecas, concentraciones o eventos musicales de diversos puntos de España. Sucesos similares llevan algún tiempo ocurriendo en otros países y la confusión creada ha dado lugar a múltiples especulaciones, entre las que se impone la teoría de que los pinchazos serían obra de delincuentes sexuales que inyectan a esas mujeres productos destinados a anular su voluntad, entre los que se habla de benzodiazepinas, éxtasis líquido o ketamina. En todo caso, lo único seguro es que algunas jóvenes están siendo víctimas de pinchazos alevosos (lo cual ya es de por sí peligroso y condenable), ya que en los posteriores análisis requeridos por algunas, en la inmensa mayoría de las ocasiones, no se han hallado rastros de ningún producto. En la onda de la preocupación levantada, la ministra de Justicia, doña Pilar Llop, ha realizado unas declaraciones informando acerca del estado de la cuestión y haciendo algunas recomendaciones a quienes sean víctimas de estos ataques. Si habéis visto el vídeo hasta el final, habréis comprobado que la ministra no ha podido resisitir la tentación de cargar contra la oposición en una demencial pirueta: si alguno de estos pinchazos termina en delito sexual (cosa que no se ha producido), como habría sumisión química, con la ley del solo sí es sí, eso se tipificaría como agresión, pero, como por culpa del PP y Junts está ley no se ha aprobado aún, la acusación se quedaría solo en abusos.

    Se me plantea una gravísima duda: ¿estará la señora Llop deseando que alguno de estos pinchazos tenga un pésimo final para poder decirle al PP aquello de "¿Lo veis? ¿Lo veis?". Más le valdría olvidarse del navajeo político y centrarse en lo suyo, porque en este asunto el PP no pinta nada y lo que al Gobierno debe preocuparle es la pronta resolución de ese misterio de los pinchazos.

    Los ministros se supone que son gestores de áreas de gobierno, así que asombra y produce contrariedad que la señora Llop se permita en sus declaraciones salirse de lo que le toca y embarcarse en ataques y cupabilizaciones a la oposición tan gratuitos como excesivos. Sucede además que, en la esfera de los delitos sexuales, se han producido últimamente dos casos muy graves sobre los que no he visto que la señora Llop se haya pronunciado, a pesar de que envolvían decisiones aberrantes a las que se ha llegado por el camino de acuerdos aceptados por la Fiscalía.

    El primero es de sobra conocido: el de los dos policías locales de Estepona que, vestidos con sus uniformes y valiéndose de su carácter de autoridad, violaron a una chica de 18 años. Como ya sabéis, eludieron el juicio y muy probablemente la cárcel gracias a un acuerdo con la víctima y la Fiscalía, por el que aceptaron compensar a la joven con 80.000 euros (que no han pagado ellos, sino sus papás) y la asistencia a un curso de reeducación sexual. Este caso ha sido muy polémico e incluso uno de los miembros del tribunal ha emitido un voto particular razonado en contra de este desenlace, que considera deplorable, en el que pone en duda el arrepentimiento de los agresores y señala la especial gravedad del hecho de que los acusados fueran servidores de la ley, condición que solo perderán por dos años. ¿Ha dicho algo la señora Llop? ¿Ha dicho algo el señor Marlasca, al que digo yo que un poquito le tendría que interesar este asunto? Yo, por lo menos, no les he oído.

    Del segundo he tenido noticia hoy: un capataz que violó a una jornalera en Mula (Murcia) se va a librar de la prisión (en la que solo ha pasado unos meses como preventivo) por un acuerdo con la víctima y la fiscalía. La compensación será de... ¡6.000 euros! Se la llevó con engaños a un lugar solitario, la golpeó, la insultó, la amenazó, la violó...: pues nada, seis mil euretes, y resuelto. ¡Ah!, se me olvidaba: este señor también tendrá que acudir a un curso de reeducación... con 67 añitos que tiene, no sé yo lo que se va a reeducar ahí. ¿No debería decir algo acerca de esto la señora Llop?

    Sin duda que debería, porque estos dos casos, aparte de ser un escarnio a las víctimas y una burla a la justicia que se debería revocar, encierran un potencial peligro. Si no recuerdo mal, hasta los años setenta, la violación era un delito que se perseguía solo si mediaba denuncia, lo cual abría a los violadores la portezuela de presentarse en casa de las víctimas y "convencerlas" para que no denunciasen. Este postigo, que más de uno utilizó, se cerró -repito: si no recuerdo mal- por aquella época, y la violación pasó a ser un delito perseguible de oficio, lo que mejoró mucho la protección de las víctimas. 

    ¿Y si ahora se acaba reabriendo por la vía de la "indemnización"? Vistos el caso de Estepona y el de Mula, la posibilidad de que violar salga muy baratito nos puede estar acechando, y eso no puede permitirse, así que la ministra de Justicia quizás debería olvidar sus fobias partidistas, enderezar el cañón de su carabina, apuntar hacia donde corresponde y dedicarse a lo que le toca, o sea, resolver los problemas de su área de gobierno.