Libros que he publicado

-LA ESCUELA INSUSTANCIAL. Sobre la urgente necesidad de derogar la LOMLOE. -EL CAZADOR EMBOSCADO. Novela. ¿Es posible reinsertar a un violador asesino? -EL VIENTO DEL OLVIDO. Una historia real sobre dos asesinados en la retaguardia republicana. -JUNTA FINAL. Un relato breve que disecciona el mercadeo de las juntas de evaluación (ACCESO GRATUITO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA). -CRÓNICAS DE LAS TINIEBLAS. Tres novelas breves de terror. -LO QUE ESTAMOS CONSTRUYENDO. Conflictividad, vaciado de contenidos y otros males de la enseñanza actual. -EL MOLINO DE LA BARBOLLA. Novela juvenil. Una historia de terror en un marco rural. -LA REPÚBLICA MEJOR. Para que no olvidemos a los cientos de jóvenes a los que destrozó la mili. -EL ÁNGULO OSCURO. Novela juvenil. Dos chicos investigan la muerte de una compañera de instituto. PULSANDO LAS CUBIERTAS (en la columna de la derecha), se accede a información más amplia. Si os interesan, mandadme un correo a esta dirección:
repmejor@gmail.com

Tenéis información de los precios aquí:

lunes, 29 de abril de 2024

En manos de un megalómano peligroso

     Quédense con estas palabras: "Esta decisión no es un punto seguido, sino un punto y aparte, se lo garantizo". Se las acabo de oír a Pedro Sánchez en ese vergonzoso guiñol en directo que nos ha asestado a todos los españoles, con el que ha puesto final a la fantasía surrealista que desató él mismo con su carta del pasado miércoles. La decisión, por supuesto, es la de seguir en el gobierno. Quienes sabemos que de este personaje solo se puede esperar lo peor, la vimos como lo que era: una mentira más, bajo la forma, en este caso, de una exigencia de impunidad escondida bajo el disfraz del corazón herido de un hombre que sufre al ver atacada ¡injustamente y por los enemigos más oscuros! a la persona amada. Fue esa carta un derroche de falsedad, cinismo y sentimentalismo barato que habría avergonzado a cualquier hombre que tuviera vergüenza, pero ya sabemos que no es el caso. 

    Ese esperpento del mensaje herido, sufriente y atribulado, eviado a la sociedad, dejaba la insinuación de que su firmante, tras el no menos esperpéntico plazo de reflexión que se autoconcedía, pudiera abandonar la presidencia del Gobierno, cosa que a quienes no nos dejamos embaucar por él solo nos sirvió para carcajearnos. ¿Dimitir Pedro Sánchez? ¿Dejar el poder, el Falcon y la ostentación? ¡Qué risa! Pero, lógicamente, salvando ese paréntesis de cuatro días en los que sus seguidores -muy particularmente, los ministros, los altos cargos socialistas y esas autodenominadas élites culturales (1)- han dejado un bochornoso espectáculo de sumisión y carencia de sentido del ridículo, quedaba por ver el desenlace,  del que ninguna representación puede carecer, por bufa que sea.

    Y ese desenlace anunciado ha sido esta comparecencia, que no me cabe duda de que será histórica:



    Sorprende que Sánchez comience dándonos las buenas tardes: o no sabe ni en qué hora vive o tenía pensado hablar por la tarde y luego se le ha olvidado cambiar el encabezamiento. Quizás no sea un detalle tan trivial, porque desvelaría hasta qué punto esto ha sido un montaje que ya tenía el final decidido desde que se dio a conocer el principio, o sea la carta lacrimosa. ¿Qué cara habrá puesto el rey cuando se le ha presentado con esta "sorprendente" decisión? Me hubiera gustado ver la escena. Y, en lo tocante al montaje, esta vez se le ha ido la mano al presidente con los efectos de escenificación, porque esos asomos de que se le iban a saltar las lágrimas que ha simulado le han quedado patéticos, salvo, quizás, para Pedro Almodóvar.

    No voy a dedicarle mucho al contenido de su mensaje, muy inquietante, pues cabalga a medias entre las autojustificaciones grotescas y las amenazas temibles y mal veladas. Saco lo esencial: que Sánchez se queda, que pretende hacernos creer que investigar la más que probable corrupción de su  entorno es atacar a la democracia (porque la democracia es él), que está dispuesto a acabar con el fango (lo hará a su manera, claro, un suicida no es), que apela a la ciudadanía a movilizarse contra los que no se arrodillen ante él  y esas "garantías" que señalo al comienzo, garantías de que nos va crujir.

    Amenazas, mentiras y un llamamiento populista a la revolución: temibleEste señor se ha creído en serio que es el amo (2). España lleva años metida en un golpe de Estado a fuego lento, sustentado en la ofensiva separatista y el mandato de Sánchez completo, y esta farsa de la carta, el amor, el retiro de reflexión y el comunicado de hoy es un capítulo más, y me temo que no insustancial. Los tiempos no son buenos, pero vienen peores.


1.- Dejaré aparte los desparrames múltiples que hemos podido ver, entre los que destaca el del PSOE en Ferraz del pasado sábado, con María Jesús Montero desmelenada, y me iré directamente al manifiesto firmado por los periodistas del régimen franco-sanchista, un texto de una pobreza conceptual y formal lacerante, que deja una imagen muy triste de la profesión y, en consecuencia, de lo arrastrado que es el momento informativo y cultural que atravesamos. Aquí enlazo el manifiesto para quien quiera comprobarlo con sus propios ojos.

2. Óscar Puente, uno de sus más feroces acólitos lo afirma de manera rotunda. Puente es hoy ministro del Gobierno de España. 

jueves, 25 de abril de 2024

The letter

     ¿Recuerdan ustedes The letter, aquella extraordinaria canción de The Box Tops de la que hizo una versión muy suya Joe Cocker? Probablemente estén pensando que este es otro de los artículos nostálgico-musicales que con cierta frecuencia se marca el guachimán, pero no es el caso, aunque ahí les quedan esas dos estupendas actuciones de los enlaces. Sabrán quizás que ayer el presidente del Gobierno, don Pedro Sánchez, nos remitió a todos los españoles una carta, y la lio buena. De entrada, el sol del que habíamos disfrutado estos días se ha oscurecido, así que las temperaturas han bajado tanto que ahora mismo estoy escribiendo envuelto en una manta; amenaza lluvia, o tal vez una nevada como la Filomena; el mundo está en ascuas (sobre todo, el socialista, y más, el agraciado con carguetes; de los separatistas que ven sus sueños en peligro, mejor ni hablo); una incertidumbre lacerante se ha adueñado de nosotros y todos clamamos: ¡¿Qué vas a hacer, Pedro?! Pues bien, aquí es donde entra The letter. Les supongo al corriente de que Pedro Sánchez domina el inglés hasta tal punto que hace amarillear de envidia, qué sé yo, a Julian Barnes, a la encantadora señora Rowling o al mismísimo Charles the Third, así que sabe perfectamente que "letter" significa "carta", y por aquí es por donde ha aflorado el descubrimiento del guachimán: nuestro presidente ha elegido esa vieja canción para revelarnos la clave del arcano oculto en su carta, o sea, en su letter. En concreto, el mensaje cifrado está en los cuatro primeros versos, que les dejaré aquí traducidos, porque, después de haber visto bastantes cortes televisivos de Sánchez, yo mismo he alcanzado un nivel de inglés algo más que decente:

Inglés

Español

Gimme a ticket for an aeroplane,

Ain´t got time to take a fast train.

Lonely days are gone, I’m a-goin’ home:

My baby, just a wrote me a letter.

Deme un billete de avión,

no hay tiempo para un tren rápido.

Adiós, soledad, vuelvo para casa:

mi chica me ha escrito una carta.

    ¿Hay alguna rendija para la duda? PEDRO SÁNCHEZ SE VA, esto es lo que nos está anunciando y lo que el guachimán revela en esta exclusiva. Bastaría un vistazo a mi presentación bilingüe para tenerlo todo muy claro, pero, aun así, voy a permitirne una somera exégesis. Todo parte, naturalmente, de lo señalado en negrita en el tercer verso, en el que, de forma inequívoca, Sánchez nos comunica su voluntad: Vuelvo para casa. Ya, ya, "amigos" de los sectores sanchista y pesimista, que tan a menudo y tan sospechosamente coincidís, ya veo vuestras sonrisas curvas y afiladas como alfanjes: para Sánchez, decir "casa" es como decir "La Moncloa", así que, de abandono, nada: PEDRO SÁNCHEZ SE QUEDA. Siento poneros un cerapio un análisis textual, "queridos", porque esa torpe interpretación vuestra la refuta de modo implacable el verso primero, donde él mismo pide un billete de avión: si se quedase en el cargo, ¿para qué demonios iba a quererlo, si ya tiene su amado Falcon? Sánchez se ve a sí mismo tan fuera del cargo que ya se proyecta viajando en aviones normales, y pagándose de su bolsillo el billete (en inglés, "ticket"); más aún: esto lo confirma el verso segundo, donde desecha por ser muy lenta la opción de un tren rápido, algo que cae dentro de lo posible en su nueva vida, pero que habría sido impensable en la que abandona. Es, lógicamente, la falta de costumbre: resulta comprensible que, después de seis años de aviones y helicópteros, a nuestro presidente los trenes relampagueantes como el Talgo, el Alvia o el AVE le recuerden a las tortugas.

    ¿Y por qué se va? ¿Por qué te vas, Pedro (1)? Todos lo sabemos, pues se explicita en su letter y en The letter: ¡POR AMOR! Si alguien tenía dudas y no se las despeja el último de los cuatro versos que transcribo y traduzco, es que es muy duro de mollera. No han sido la derecha y la ultraderecha; no han sido los (inventados) asuntos de corrupción; no han sido los (inexistentes) chanchullos de Begoña Gómez, que él desmiente en su letter como burdas calumnias; no ha sido su gestión, que, como él mismo nos recuerda en la letter, ha sido un modelo de eficacia, progreso, progresismo, justicia social, avance económico, concordia, estabilidad política...: ha sido la llamada del AMOR, esa fuerza imparable. Para un modelo de honradez, patriotismo, virtud, limpieza, transparecia, equilibrio y cordura como Pedro Sánchez (lea su letter quien no lo vea así), los ladridos de los canes rabiosos de la derecha, el franquismo, el fascismo y la ultraderecha son como dulces trinos de gorriones, jilgueros y ruiseñores, porque nada pueden contra él. Otra cosa es el AMOR: a él, de su recto camino de gestión gubernamental, solo puede apartarlo la fuerza benéfica e invencible del AMOR.

    Ha hecho falta que llegase este momento para que nos diéramos cuenta: lo que ha habido entre Pedro Sánchez y España (y los españoles) es una apasionada historia de AMOR, porque él es un hombre muy amoroso. Qué duda cabe de que, a partir del lunes, empezará su andadura por la posteridad, y ya sabemos cómo pasará a ella, eso que tanto le preocupa: Pedro Sánchez pasará a la historia como el presidente del AMOR.


1. No resisto la tentación de dejaros otra joyita musical: Porque te vas. Quizás os parezca que hay vídeos mejores de Jeanette interpretando esta monumental canción, pero selecciono este por una de mis manías: elegir las versiones más originales. Sin yo proponérmelo, he encontrado además otro aliciente. Si os fijáis en la pequeña entrevista que Pepe Domingo Castaño le hace a la cantante para introducir la actuación, le desliza una malévola pregunta acerca de quién se lleva más dinero por el exitazo de Porque te vas, en la cual menciona, aunque sin nombrarlo, al autor, que, como ya sabéis, fue José Luis Perales. En una época como aquel lejano 1976, donde todos éramos tan idealistas que parecía que el dinero daba asco, ¿fue esto una puñaladita tal vez envidiosa del señor Castaño? En aquel año, él colocó en las listas su promocionadísima Neniña, con la que debió de pillar algo más que doscientas de las antiguas pesetas, así que lo de la envidia no es para que me crucifiquéis por malpensado, porque, para PPD,  Perales debió de ser un competidor.

lunes, 8 de abril de 2024

El negocio de la discriminación positiva

     El Diccionario Panhispánico del Español Jurídico ofrece la siguiente definición de la discriminación positiva: "Política o programa que proporciona acceso preferencial a la educación, al empleo a la atención sanitaria, o al bienestar social a personas de un grupo minoritario que tradicionalmente ha sido objeto de discriminación, con el objetivo de crear una sociedad más igualitaria". Aunque en sus planteamientos parece una idea bondadosa o todo lo más inocua, debo decir que, en líneas generales y viendo ya desde hace mucho la abusiva aplicación que se hace de ella, está claro que los resultados prácticos a los que hemos llegado están siendo cada vez más perjudiciales, en un sentido muy claro: esa discriminación positiva que favorece a sus beneficiarios se convierte demasiadas veces en descarado privilegio e incluso en discriminación negativa para posibles competidores en la obtención del bien al que se aspira. Antes de pasar a explicarme mediante ejemplos concretos, quiero señalar algo que parece obvio, pero que puede no serlo: que no debemos confundir discriminación positiva con ayuda. Un ejemplo de la primera sería uno que ha dado mucho que hablar: el ofrecer en una oposición condiciones mejores a las mujeres que a los hombres, mientras que un ejemplo de la segunda sería el dar a las madres solteras subsidios económicos para que puedan afrontar sus gastos de forma más desahogada. No tengo nada contra lo segundo, pero sí bastante contra lo primero, y no soy el único, ni mucho menos. Ha de ser muy equilibrado y justificado el planteamiento de esta medida para no convertirla en una fuente de privilegios y agravios, y eso no es tarea fácil.

    Con todo, existe un motivo que me parece aún más poderoso para rechazarla y es que ciertas organizaciones políticas -mayoritariamente, de esa ensalada mixta llamada progresismo- la han secuestrado para beneficiarse de ella, mediante el recurso de crear falsas discriminaciones o exagerar las existentes (y a menudo discutibles) para presentarse luego como los celosos paladines de los derechos de los grupos discriminados, y así ganarse su amor, su apoyo y sus votos, ¡qué chulísimos son los progres! Vamos a comprobarlo con algunos ejemplos recientes. 

    1. Yolanda Díaz y los colectivos LGTBI. Cuando era solo ministra de Trabajo, Yolanda Díaz ya proyectó favorecer en su Ley de Empleo a los mencionados colectivos en la tarea a menudo ardua de salir del paro. Ahora que es vicepresidenta, ya ha consumado el abusivo disparate. ¿Que cara se le quedaría a usted si supiera que ese puesto al que opta se lo puede birlar un candidato menos cualificado por el solo hecho de ser homosexual, y no como usted, que es un señor que tiene el reprobable incivismo de sentirse atraído por las mujeres? No me lo cuente, no es necesario. Y lo mismo le digo a usted, señora a la que le gustan los hombres. Como alegan los funcionarios del SEPE, la adjudicación de empleos tiene que dirigirse a todos por igual y guiarse por criterios de idoneidad, capacidad y mérito, pero para Yolanda Díaz su cacicada demagógica e injusta es un avance social, así se gobierna hoy en España.

    2. Los transexuales y la izquierda. Y es que los colectivos LGTBI en general y los transexuales en particular gozan de una predilección tan desaforada como injusta por parte de nuestros gobernantes, en general de izquierdas, aunque luego la derecha también cae en este vicio, como delata la ley trans que en su día implantó en Madrid Cristina Cifuentes y que Díaz Ayuso se resiste a atemperar (o mejor aún: a derogar, pues no existen razones que justifiquen de verdad las leyes trans). Acerca de ello he escrito mucho aquí, porque estoy muy sensibilizado con este problema por lo que afecta a la educación, en la que las agresivas organizaciones de este signo han emprendido una decidida invasión, respaldadas por leyes abominables, vergonzosas. Esas delirantes leyes perpetradas por la izquierda en muchos países (entre ellos, España) han servido para indecencias como estas: desterrar la objetividad física, al permitir que cualquier persona pueda postergar su sexo anatómico REAL en beneficio de la fantasía de autodefinirse a su capricho bajo esa invención del género, es decir, introducir la irracionalidad y la subjetividad en la formulación de las leyes, que deben ser generales; perjudicar gravemente a las mujeres en beneficio de hombres -muchos de ellos, tipos abyectos- que se apuntan al "género" femenino por pura conveniencia; perseguir legalmente a quien se atreva a decir la verdad llamando hombres a hombres que lo son por su anatomía aunque vayan por la vida pretediendo que se les llame mujeres; servir de refugio y provechoso instrumento a gentuza de la peor calaña, como pederastas, violadores e incluso violadores asesinos que han sacado ventaja de fraudulentos cambios de "género" (1). Quienes hayan colaborado en el grado que sea en la construcción de este colosal desastre merecen una rotunda condena, y no hablo solo del plano moral. 

     3. La izquierda podémica y el racismo. Hasta el pasado 23 de julio, el caudaloso manantial de perversiones llamado Podemos tuvo mucho eco mediático y considerable poder político (lo cual es mucho peor, ahí están la ley trans, la ley sisí y algún que otro desastre más para demostrarlo), pero hoy su visibilidad e influencia han decaído enormemente, aunque nos han dejado a doña Yolanda Díaz para remediarlo. Esta formación, que es wokismo pinchado en vena, ha hecho de la explotación de las "discriminaciones" una floreciente industria. Hace no mucho, tuvimos ocasión de disfrutar de un sonoro trompazo, cuando denunciaron la horrible agresión de dos policías del neocapitalismo fascista a unos inocentes hombres negros en Lavapiés. Lo captó alguna de sus terminales móvil-en-mano y rápidamente lo difundieron sus medios afines. Os dejo un vídeo tomado de "El Periódico"; quería poneros el de "La Sexta", que fue donde yo lo vi por primera vez, pero... ¡ha desaparecido de internet, ay qué cucos son estos chicos! Unas horas después, y por iniciativa de algunos ciudadanos que vieron con escándalo esta manipulación y se fueron indignados a una comisaría a denunciar los hechos, se supieron las verdaderas razones de la "abominable" actuación policial contra los pobrecitos subsaharianos: intento de pagar con una tarjeta de la que desconocían el pin, amenazas e insultos contra una cajera, resistencia a la autoridad...: ¡pobres podemitas, se les escapó un espantoso abuso racista que denunciar!

    ¿Se les escaparon los negros? No hay problema, siempre les quedarán los gitanos, minorías racializadas y discriminadas no faltan. Según esta formación, España está aquejada de un lacerante racismo estructural, por lo cual hace no mucho presentó en el congreso una proposición no de ley que aboga por la inclusión, en todos los cursos del currículo escolar, del estudio del holocausto gitano y del racismo mediterráneo. Lo primero es un asunto gravísimo, pero de ningún modo tendría en nuestros programas educativos el encaje que Podemos pretende darle y lo segundo no se sabe qué es, directamente. La propuesta tiene muchas más pretensiones, una de ellas, el establecimiento de una cuota racial en las empresas. Lo dicho: el estado fascista español flagela a las razas oprimidas, de ahí la necesidad de que Podemos exija medidas de discriminación positiva que las protejan: la creación de supuestas injusticias para explotarlas como negocio, una de las especialidades de Podemos. 

    A esta suculenta ubre se agarran otras organizaciones progresistas, entre las cuales está SOS racismo, que también asegura que en el Estado español (estos tienen un fuerte sesgo separatista, lo que hace aún más lamentable su cinismo, ya que sus finas antenas no parecen captar la xenofobia reinante en Cataluña y la comunidad vasca, defendida explícitamente desde gobiernos regionales y partidos nacionalistas)  existe un montón de racismo, pero ahí están ellos para combatirlo. Voy a terminar este artículo con una curiosa iniciativa de esta abnegada ONG: exigir a la RAE que cambie su definición de racismo. Esta es la que ellos proponen que figure en el DRAE, y no en cualquier lugar, sino en el primero:

    Sistema de opresión histórico e ideológico que motiva la discriminación o persecución de otro u otros, y que alienta la subordinación mediante la idea de que las diferencias raciales -etnia, color, lengua, cultura y religión-, producen una superioridad inherente a una raza en particular: la blanca.

    Para quienes no estén interesados en la batalla cultural, este asunto será una trivialidad, cosa que ciertamente es desde el punto de vista del alcance, porque la RAE no es ni de lejos tan estúpida como para tragarse este sapo, pero, desde el punto de vista de la intención, es dinamita pura. En solo tres líneas, tenemos la formulación de dos de las pretensiones más aberrantes y malintencionadas del wokismo en su afán por cargarse la credibilidad de las democracias occidentales. La primera, eso del final: el cuento de que solo pueden ser racistas los blancos, porque el sobredimensionamiento del racismo está destinado, aparte de a crear una fuente de negocio político-económico para quienes lo explotan, a generar un debilitamiento moral en las sociedades contra las que se dirige, fomentando en este caso el sentimiento de culpa, que está formulado casi como un pecado original, ya que el que es blanco (y racista) lo es por nacimiento. La segunda es ese curioso concepto de raza que incluye extremos como la lengua, la cultura y la religión: ¿desde cuando esos rasgos son raciales? Naturalmente que no lo son, pero que nadie piense que están embutidos en esta definición por ignorancia, porque están puestos ahí por interés, beligerancia y cálculo. Suponga usted que es, por ejemplo, sueco de pura cepa. Ya sabe que por ser rubio, blanco y con los ojos azules (muchos suecos lo son), está usted en el único segmento verdaderamente racial que podrá ser acusado de racista en su país: cualquiera de otra etnia se lo podrá achacar a usted, pero no al revés. Suponga que es usted español y cristiano (muchos aquí lo son): esta socorrida definición de racismo que se ha sacado de la manga esta ONG está pensada para que, por ejemplo, puedan, si se tercia, acusarle a usted de ello un musulmán o un budista, pero, créame, no lo está en absoluto para que usted se lo pueda llamar a ellos. Su lengua española le convierte a usted también en potencial racista ante uno que hable francés, inglés, chino, urdu, hindi, árabe, suajili... ¡Y lo bueno es que también le podrán llamar a usted racista esos hablantes del vasco o del catalán que están prohibiendo el español en España!

    Así está el patio. Usted, si es blanco, es racista de nacimiento, pero ándese con ojo, porque también lo puede ser por hablar español, ser cristiano o defender la cultura... ¿hispánica, por ejemplo? Y para proteger de sus abusos a las minorías racializadas, están samaritanos como Yolanda Díaz, los de Podemos o SOS racismo, que, entre otros instrumentos para tan encomiable tarea, disponen de la discriminación positiva. Para entender lo útil que les resulta a algunos este camelo, basta con  recordar un detalle: las dos supuestas víctimas de la violencia policial de Lavapiés acusaron de racista a la cajera a la que hostigaban porque no quería aceptarles esa tarjeta de la que ni se sabían el pin, o sea, explotaron el sentimiento de culpa sembrado por el wokismo.

    Gran negocio este de las minorias discriminadas que necesitan protección.


1. Son millares los incidentes producidos en todo el mundo por los más beligerantes de estos "hombres" o por las organizaciones trans, que no vacilan en llevar ante los tribunales a quienes osen ponerles el pronombre que les corresponde, aunque no les guste. Causa satisfacción saber que hay muchos valientes que les plantan cara, a menudo, pagando un alto precio. Citaré hoy a dos escritoras: la española Lucía Echevarría (aquí tenéis un interesante artículo suyo) y la escocesa J. K. Rowling, de quien han salido estos días gratificantes artículos sobre su implicación en la guerra contra la manada transexual (Que me detengan). Si os es posible, leed este reportaje de "El Mundo", donde se habla de su fundación para acoger a mujeres maltratadas y aparece una galería de santos varones a los que ella denuncia por sus delitos y las leyes protegen porque son legalmente delicadas mujercitas.