Libros que he publicado

-LA ESCUELA INSUSTANCIAL. Sobre la urgente necesidad de derogar la LOMLOE. -EL CAZADOR EMBOSCADO. Novela. ¿Es posible reinsertar a un violador asesino? -EL VIENTO DEL OLVIDO. Una historia real sobre dos asesinados en la retaguardia republicana. -JUNTA FINAL. Un relato breve que disecciona el mercadeo de las juntas de evaluación (ACCESO GRATUITO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA). -CRÓNICAS DE LAS TINIEBLAS. Tres novelas breves de terror. -LO QUE ESTAMOS CONSTRUYENDO. Conflictividad, vaciado de contenidos y otros males de la enseñanza actual. -EL MOLINO DE LA BARBOLLA. Novela juvenil. Una historia de terror en un marco rural. -LA REPÚBLICA MEJOR. Para que no olvidemos a los cientos de jóvenes a los que destrozó la mili. -EL ÁNGULO OSCURO. Novela juvenil. Dos chicos investigan la muerte de una compañera de instituto. PULSANDO LAS CUBIERTAS (en la columna de la derecha), se accede a información más amplia. Si os interesan, mandadme un correo a esta dirección:
repmejor@gmail.com

Tenéis información de los precios aquí:

jueves, 23 de septiembre de 2021

Una reflexión acerca de la palabra "heteropatriarcado"

     Hojeando el diccionario, tropiezo por casualidad con una palabra que no buscaba, "patriarcado", y el hallazgo prende en mi mente una de esas asociaciones caprichosas que hace que me formule esta pregunta: ¿qué sentido tiene hablar de "heteropatriarcado"? Usaré un par de ejemplos para empezar a explicarme. Veamos estas dos frases:

-En el zoológico había un tigre rayado.

-Juan se suicidó a sí mismo.

    El adjetivo "rayado" y las palabras "a sí mismo" son tan superfluas en estos enunciados que hacen que se acerquen a lo agramatical. En el caso de "a sí mismo", nos hallamos ante una redundancia, porque el verbo "suicidarse" ya significa "matarse a sí mismo" y, por tanto, las palabras "a sí mismo" sobran, pues ya se entienden en "Juan se suicidó". En cuanto al adjetivo "rayado", es irrelevante la información que aporta, porque todos los tigres son rayados, por lo cual está de más, y solo haría falta en el caso de que también existieran tigres moteados, de piel lisa, con estrellitas o como se os ocurra.  

    Este caso se aproxima más al de "heteropatriarcado", palabra en la que, dado que no hay homopatriarcados, transpatriarcados, lesbopatriarcados (que serían un tanto contradictorios) ni diversidad ninguna de patriarcados, el formante "hetero-" sobra, ya que no aporta información diferenciadora. Es innecesario además por otra razón. Si nos vamos a la quinta acepción que el diccionario de la RAE da de la palabra "patriarcado" (que es la que aquí viene al caso), nos encontramos esto:

    Organización social primitiva en que la autoridad es ejercida por un varón jefe de cada familia, extendiéndose este poder a los parientes aun lejanos de este linaje.

        A lo que vamos: el patriarcado se define como una institución relacionada con la organización social, sin traer a cuento las preferencias sexuales de los patriarcas: el concepto se refiere al hecho de que, en aquella primitiva organización social, los hombres mandaban, haciendo por completo abstracción de con quién se acostasen. Así pues, en la palabra "heteropatriarcado" -que, por cierto, no figura en el diccionario de la RAE-, el prefijo "hetero-" es irrelevante no solo porque no diferencia frente a otras inexistentes formas de patriarcado, sino también porque añade un rasgo semántico, la inclinación sexual, que no se toma en consideración para formar el concepto de patriarca. 

    Naturalmente, algunos estaréis pensando que alguna relevancia tiene que tener, algún contenido semántico tiene que aportar, puesto que ahora se usa mucho, tanto que no sería extraño que acabase apareciendo en futuras ediciones del DRAE. Y sí, en efecto, yo también pienso que aporta algo: sectarismo político. Tradicionalmente, el patriarcado ha sido un modelo repudiado por las organizaciones feministas, ya que siempre y con toda justicia han abogado por la abolición de esa organización social primitiva en que mandaban solo los hombres y su sustitución por un modelo que superase los viejos tiempos, igualitario y en el que hombres y mujeres pudieran mandar sin discriminaciones. 

    Pero sucede que en el feminismo, desde hace... ¿cuántos años?, no lo sé, quizás veinte, o treinta, pero me figuro que serán los mismos o pocos más que los que lleva en el mundo la palabra "heteropatriarcado", han aparecido facciones muy radicalizadas que demuestran una tremenda aversión, a veces yo diría que odio, hacia la heterosexualidad. Por inconcebible que parezca, hoy en el mundo hay personas y organizaciones que tienen una fobia tan enfermiza a la heterosexualidad que no solo la atacan, sino que a menudo parece que, si pudieran, la prohibirían. 

    Estos sectores son los que han añadido el prefijo "hetero-" al sustantivo patriarcado, para hacerlo doblemente odioso: además de machista, heterosexual -¡puaj!-, o quizás para amalgamar en una sola palabra los objetivos de su saña. A mí me produce cierta perplejidad, porque encuentro muy razonable mandar al olvido el modelo patriarcal que arrinconaba a las mujeres, pero aún no logro explicarme la enfermiza fobia a los heterosexuales que manifiestan hoy algunas organizaciones o las ramas más asilvestradas del feminismo y las organizaciones LGTBIQ. 

    Así que, en efecto, el prefijo "hetero-" en la palabra "heteropatriarcado" no es un elemento irrelevante y vacío de significado, sino que representa algo: el aborrecimiento sectario que algunos profesan hacia la opción sexual más extendida en la humanidad. Esto último es una verdad incontestable, aunque supongo que algunos, por decirla, me apedrearían, me llamarían facha, me tacharían de homófobo o me denunciarían por delito de odio, esa peculiar figura jurídica de nuestros días a la que tanto partido están sacando los cazadores de brujas del tercer milenio.

viernes, 17 de septiembre de 2021

Pilar Alegría apunta maneras

     Acabo de ver la reciente intervención de la ministra de Educación ante la comisión de su competencia en el Congreso. Os la enlazo aquí por si con el tiempo me borran el vídeo que adjunto a continuación, donde se reproduce completa.


    Podría decirse que este acto ha sido su presentación en sociedad, así que ha habido en él lo esperable en tales circunstancias: saludos, declaración de intenciones buenísimas y de disposición a dialogar con todo el mundo, venta de logros, agradecimientos varios, alabanzas a su antecesora... Al lado de esto, ha habido ya también unos cuantos pronunciamientos que me llevan a hacer esta afirmación: doña Pilar Alegría apunta maneras. Vayamos a algunos en concreto.

    -Minuto 1:10.- Me considero además afortunada de pertenecer a este Gobierno de España, el Gobierno que más está haciendo por la mejora de la educación de nuestro país

    Supongo que se referirá a la deplorable LOMLOE, los espeluznantes criterios de evaluación y promoción que se están dando a conocer, la pasividad ante el arrecio de la ofensiva contra la lengua española allá donde convive con el catalán o el vasco y cosas así. Empezar con el despropósito de colgar al Gobierno de Sánchez una medalla tan inmerecida es descalificarse nada más abrir la boca.

    -Minuto 11:34.- Empieza a hablar del currículo que piensa implantar y a glorificar unas propuestas que, hasta la fecha, no han resultado ser muy útiles, aunque ella intente convencernos de lo contrario: 

    ...y la aplicación de metodologías innovadoras de eficacia demostrada [...] La comunidad educativa lleva años esperando que se haga efectivo este cambio en los centros [...] El nuevo currículo debe favorecer por tanto situaciones de aprendizaje reales y procesos de evaluación de estos aprendizajes, que sean verdaderamente competenciales y significativos. Puedo asegurarles que estamos totalmente alineados con las orientaciones de los organismos internacionales, recogiendo las propuestas formuladas por los expertos del país desde el ámbito académico y teniendo en cuenta además las demandas de los sectores más innovadores en el ámbito de la educación. 

    ¿Innovaciones "de eficacia demostrada"? ¿Los "expertos del país"? La verborrea contra la que llevamos cincuenta años estrellándonos, que señalo en negrita. Una precisión acerca de los aprendizajes significativos: todo aprendizaje real lo es, no solo ese restringido haz que prefiere el "innovacionismo". Y, por favor, mentiras, no: lo que está esperando la comunidad educativa no es para nada lo que la LOMLOE y sus "expertos del país" van a traer, sino cosas como más personal, lucha contra la conflictividad u ofertas educativas más realistas y variadas para disminuir el fracaso escolar.

    -Minuto 12:28.- Es un currículo que estamos construyendo entre todos

    Una falsedad colosal, no hace falta más comentario.

    -Minuto 14:03.- Y permítanme que insista en este último aspecto: hacer un currículum más competencial, más práctico, más aplicado, adaptado a situaciones de aprendizaje reales, basado en aprendizajes más profundos no implica en absoluto un ápice reducir la calidad de nuestro sistema educativo; más bien al contrario: nuestros niños, nuestras niñas, nuestros jóvenes no van a aprender menos ni a esforzarse menos con el nuevo currículo, pero sí necesitan aprender de forma diferente

    Aborda aquí la ministra un punto candente del debate actual: la confrontación entre, por un lado, lo competencial y los aprendizajes prácticos y, por otro, la calidad de la enseñanza. Entraré primero en el aspecto de las competencias, que para mí no ofrece ninguna duda: son inapropiadas para el sistema, porque lo que en realidad propone el innovacionismo no es tanto potenciarlas como evaluar sobre ellas, que son materia muy vaporosa y demasiado inaprehensible para fundamentar evaluación seria alguna, y porque además, de paso, pretende con este procedimiento arrinconar o expulsar de la enseñanza una serie de conocimientos teóricos imprescindibles, cuya eliminación la empobrecería mucho. En cuanto a los aprendizajes prácticos y reales, siempre insistiré en que ya están muy presentes en las metodologías y programas hoy en uso, de modo que no representan ninguna innovación, por lo tanto, cuando los innovadores se los apropian (y a la vez los adulteran), están generando un falso debate y manipulándolo a su conveniencia. Vamos, por fin, a lo que importa: con los presupuestos metodológicos y evaluativos que ha elegido y con lo que ya va saliendo (1), se puede discrepar con la señora Alegría categóricamente: nuestros niños aprenderán menos y se esforzarán menos, dentro de un sistema cuya calidad es ya baja y ahora da muestras de que lo va a ser más. 

    -Minuto 17:33.- Y permítanme hacer aquí una breve acotación sobre un tema muy manido: cuando yo hablo de esfuerzo, aspecto en el que creo firmemente, me refiero a algo que se consigue solo con motivación, con estímulos y con apoyos, y no con simples exigencias. Se consigue mucho más con el bienestar que con la sanción; se consigue mucho más con el bienestar que con la sanción, y la escuela no la debemos diseñar para sufrir; la escuela está diseñada y tiene que estar diseñada para disfrutar aprendiendo; para que nuestros niños, para que nuestros jóvenes aprendan y disfruten aprendiendo.

    Estoy en radical desacuerdo con lo que aquí manifiesta la ministra y creo que demuestra un gran desconocimiento de lo que requiere el aprendizaje y lo que es la vida de los centros educativos, cosa que sorprende en una diplomada en Magisterio, si bien, por lo que se dice, no ha ejercido la profesión o la ha ejercido muy poco. Su reflexión en torno al esfuerzo es una mezcla de churras con merinas, una confusión en la que relaciona el esfuerzo con los estímulos, la sanción o el bienestar, de modo que me hace pensar que nuestra ministra de Educación entiende que el esfuerzo del alumno tiene que ver solo con cosas que le vienen de fuera, cuando en realidad el esfuerzo es en esencia algo que tendrá que sacar de sí mismo, venga lo que venga de los demás. Siento decirlo: esto me lleva a la conclusión de que nuestra ministra tiene una idea equivocada de lo que es el esfuerzo, cosa un tanto decepcionante, tanto por la importancia que dice darle como por su cargo.

    Creo que la razón está en que la señora Alegría ha abrazado con fe intensa el catecismo de los pedagogistas. Mientras que para quienes defendemos que a la escuela se va a aprender y que eso se consigue con estudio, trabajo, dedicación e interés -cosas que requieren esfuerzo-, el esfuerzo es, en mayor o menor medida, costoso y sacrificado, para ellos el aprendizaje puede conseguirse sin más por medios benévolos para el alumno, como la motivación, el estímulo, el bienestar e incluso el juego: lo habéis adivinado, los mismos medios que propone nuestra ministra, es decir, SIN ESFUERZO. Aquí ha querido liarnos la señora Alegría, pues se ha presentado como una gran defensora del esfuerzo para a continuación intentar vendernos como tal una cosa que no lo es, o sea, esa beatífica divagación sobre el estímulo el apoyo o el bienestar. 

    Esto la ha llevado a sacar a escena tres nuevas "figuras morales" (como diría Cervantes): la exigencia, la sanción y el sufrimiento, las malas de su película, en lo que coincide otra vez, casualmente, con los pedagogistas, que nos retratan como a monstruos que sancionan a los niños a quienes sostenemos que sin esfuerzo no hay aprendizaje que valga la pena. Por este camino y con su concepto falsificado del esfuerzo, un concepto en el que el verdadero y costoso esfuerzo se asocia con la represión y es sustituido por un sucedáneo vacío y chachiguay, la señora Alegría ha llegado al único destino al que podía llegar, esa escuela de la felicidad que se ha puesto tan de moda, repito sus palabras: La escuela no la debemos diseñar para sufrir; la escuela está diseñada y tiene que estar diseñada para disfrutar aprendiendo

    Esa honesta exigencia de esfuerzo para aprender se presenta como sancionar al alumno y hacerle sufrir; a la vez, se sostiene que es posible aprender solo con disfrute, sin un gramo de sacrificio. ¡Qué pobreza, qué maniqueísmo, cuánta mentira!

    En conclusión: la propuesta de la ministra de Educación es la escuela de la felicidad, pero ha pretendido colarla como la escuela del esfuerzo. Un disparate y un engaño: ¿qué puede fallar?

    Quien proscribe el esfuerzo se carga la educación. Esa va a ser la aportación de doña Pilar Alegría, sucesora de doña Isabel Celaa y ministra del Gobierno de Pedro Sánchez. 

    -Minuto 20:58.- El futuro pasa por el trabajo cooperativo de nuestros docentes.

    Al hablar de los profesores, se ha referido a la intención ministerial de modificar sus procesos de formación y acceso, así como la carrera docente una vez se pertenezca a la profesión. Nada demasiado concreto, pero me ha preocupado esta frase que selecciono, porque me ha hecho recordar un artículo que publiqué en marzo a propósito de la mezcla de asignaturas y la unión de grupos, otro viejo sueño de los que se proclaman innovadores y para demostrar que lo son acostumbran a hacer experimentos que se parecen más a juegos sin sustancia, en el mejor de los casos. Sea como sea, no hay duda de que la invasión de nuestra enseñanza por parte de los pedagogos y sus delirios se ha hecho más ancha y profunda con la llegada al poder de la izquierda radical sanchista y sus aliados. El mundo educativo pagará un alto precio por esto, y los profesores no iban a salir indemnes. Lo veremos dentro de unos años, como ahora estamos viendo los catastróficos resultados de la LOGSE.

1. Pulse los enlaces para ver una muestra de barbaridades concretas y tangibles que avalan lo que digo:

-Titular en ESO y Bachillerato con suspensas.

-Supresión de las convocatorias de gracia.

-Matemáticas de género y empobrecimiento en Lengua.

jueves, 16 de septiembre de 2021

Linchamiento a un profesor. 2: lo que faltaba del puzzle

     En mi anterior artículo, le daba un repaso al infame linchamiento a que el diario "El País", con la complicidad de otros medio de su flota, había sometido a Antonio Sánchez, profesor de Filosofía en un instituto de Madrid. Ayer, en el diario "El Español", se publicaba otro reportaje en el que algunos alumnos de Antonio salían en su defensa. Os lo enlazo y os recomiendo su lectura, porque es muy esclarecedor y ofrece un retrato un tanto desagradable de quienes han movido este conflicto:

Varios alumnos de Antonio Sánchez se pronuncian a su favor

    Como puede verse, el fondo del asunto era algo por desgracia demasiado habitual en la enseñanza de hoy: una mezcla de venganza y acoso movida por alumnos descontentos por haber suspendido, apoyados por sus padres. Mi olfato de perro viejo me hizo sospechar que podía tratarse de algo así, pero, al no haber demasiados indicios, preferí callármelo. Sin embargo, me complace señalar que en efecto había cosas hacia las que sí apunté. Estas son las más importantes:

    -Que lo que ha alimentado "El País" era una caza de brujas llena de mentiras.

    -Que las frases tremebundas que se ponían en boca de Antonio habían sido pronunciadas con el ánimo de incitar a sus alumnos a involucrarse en el debate. Citadas fuera de contexto, parecían terribles, pero dentro de él tenían una finalidad sana y plenamente educativa. Por si esto fuera poco, alguna frase se reprodujo manipulada de tal modo que decía lo contrario.

    -Que la bomba que lanzó "El País" el pasado día 13 contra un profesor de Filosofía ha estallado en su centro causando daños, tal y como advirtieron al medio el propio profesor y la directora para disuadirle, pero les hizo caso omiso.

                      Saque cada cual sus conclusiones. 

martes, 14 de septiembre de 2021

Linchamiento de un profesor en "El País"

     El profesor se llama Antonio Sánchez y es amigo mío. Lo conozco desde hace diez o doce años, puede que alguno más. Y el diario "El País" también lo conozco, desde hace bastante más, desde el día en que nació, hace cuarenta y cinco años. Durante mucho tiempo lo consideré un buen amigo y un tipo de fiar, pero, ya desde hace bastante, lo miro a la portada -que en él hace las veces de cara- y no lo reconozco. Esta mañana, mientras leía perplejo el miserable linchamiento que le enderezaba a Antonio, me hacía esta pregunta: ¿cómo es posible que un medio que empezó siendo un referente para quienes estábamos ilusionados con un futuro de democracia y libertad haya caído en cazas de brujas como esta? Vayamos por partes.

    Empezaré por Antonio. La primera acusación que se le lanza, a gran titular, es la de decir en clase esta frase: "Las verdaderas cabronas son las mujeres", a la que ya dentro de la noticia se añadían otras como estas: "El patriarcado es la mejor invención del ser humano"; "La izquierda promueve la idea de ser subnormal"; "Los hombres están oprimidos por el feminismo, las mujeres van de buenas, pero no, además luego se discriminan entre ellas". Voy a empezar por hacer esta precisión: puede ser verdad o mentira que Antonio dijera estas frases. Si es mentira, atribuírselas es una canallada y una calumnia, y no se sé si por ello podría o le merecería la pena a mi amigo meterse en batallas legales, pero sí sé que todo aquel que esté detrás de tal atribución estaría a la altura moral de las ratas de alcantarilla. Si es verdad, es una cuestión distinta y que merece un análisis algo más profundo. 

    Como profesor, y más, en los mojigatos tiempos que corren, no tendría el menor reparo en decirle a Antonio que no debió utilizar ese lenguaje, porque en el inquisitorial marco que se ha impuesto hoy en la enseñanza, al profesor le toca mostrar un distanciamiento exquisito y unos modales de institutriz victoriana, por meras razones de autoprotección. Antonio (si es que te animas a leer este artículo), ¿es que no te has dado cuenta de que se acabaron los tiempos en que podíamos permitirnos una desinhibida espontaneidad? ¿Es que no has visto que ya no hay cabida para el chiste, la ironía, el sentido del humor, la presuposición en los alumnos que te escuchan de esa manga ancha o esa flexibilidad inteligente que les permitirían poner en contexto tus palabras y no escandalizarse como seminaristas hipócritas, esos seminaristas que seguramente le parecerán tan carcas y apolillados a esa izquierda que hoy te está vapuleando? ¡Qué gracioso es lo que está pasando en la España de la posmodernidad, esa posmodernidad que tú me has dicho alguna vez que no entiendo! Esos horribles exabruptos se los asestabas a alumnos de 15 años, ¡15 años! ¡¿Cómo has sido capaz de taladrar unas tiernas orejitas quinceañeras con semejantes groserías?! Hacen muy bien en ponerte a parir esos alumnos que intervienen en el artículo, porque yo me juego el pescuezo a que, en la inocencia de esa edad, lo más malsonante que ha llegado a sus oídos son los diálogos de La abeja Maya, o de Heidi. Tienes que entenderlo: cuando tú y yo teníamos quince años, cuando llegaba un profesor que tenía ese estilo, nos lo tomábamos con naturalidad, le interpretábamos la intención y, si era lo que solía ser, o sea, un intento de provocarnos para hacernos entrar en su juego y dinamizar el asunto, lo aceptábamos, y solía funcionar. Pero ahora es distinto, y lo sabes, así que no me explico cómo has arriesgado tanto, y no es distinto porque los quinceañeros sean más tontos o más remilgados que antes, ¡qué va!, los quinceañeros siempre serán iguales, la razón es otra: que ahora hay muchísima más mala leche, y con que tengas uno solo entre treinta dispuesto a hacerse el idiota y tomarse al pie de la letra tus palabras, estarás listo, porque lo hará para machacarte, y sabrán él o sus papás o el inquisidor que te tenga en su punto de mira a cuál de las muchas instancias posibles debe dirigirse para hacerlo: el AMPA, alguno de esos directivos de puñal envenenado que andan por ahí ensuciando la enseñanza, la inspección... Y, si esto falla, siempre les quedará "EL País". Por eso te decía antes lo de la España de la posmodernidad: porque todas estas instancias inquisitoriales están a reventar de "progres", izquierdistas, innovadores pedagógicos, que, aquí está la gracia, han acabado resultando más retorcidos y represivos que los curas que tenía yo donde estudiaba a los quince años; te lo puedo asegurar: en las fascistas y franquistas universidades laborales en las que estudié yo a esa edad, no habrían sido contigo tan fascistas y franquistas como está siendo el periódico más "progre" del Universo. 

    Por todo esto y porque conozco a Antonio, le creo capaz de haber cometido todas esas horrendas aberraciones que enumeran en el proceso sumarísimo de "El País": de haber dicho esas frases, de montar unos debates plagados de trampas para provocar (¿qué otra pauta puede pedirse a un verdadero debate? ¿La de los espacios seguros de las universidades yanquis? ¿La de la versión tontorrona del juego de las sillas que practican en los "coles" innovadores, en la que hay tantas sillas como niños para que ninguno se frustre? ¡Venga ya!), de acalorarse en los debates...: si es que él es así, ¡anda y que no habré tenido con él disputas en las que salían estas cosas! Y está muy bien; está muy bien que los debates sean polémicos y vivos, y no las tediosas melonadas dogmáticas de la corrección política; lo que está muy mal y es una perversión es fingirse idiotas y no querer entender que, cuando Antonio dice que va a corromper a los jóvenes, lo que quiere decir es que va a inocularles el virus del pensamiento libre, para sacarlos de la modorra intelectual del infierno logsiano, o que, cuando acusa a la izquierda de promover la idea de ser subnormal, de lo que está acusándola es de lo que la acusamos muchos: de entontecer a nuestros niños y jóvenes con sistemas educativos que destierran el esfuerzo y el pensamiento, de impedirles crecer con juegos que nunca frustran, de maleducarlos no diciendo jamás que no a ninguno de sus caprichos. Y eso es bien fácil de entender: quienes hoy fingen no entenderlo es por pura maldad.

    Pero, recalco, todo esto vale si Antonio ha dicho y hecho las cosas de que se le acusa. Igual resulta que no las ha dicho ni hecho, y entonces ya sería el colmo. 

    Pero, como ya dije antes, también conozco a "El País". Raro es el día que no le echo un vistazo, aunque la verdad es que asusta. Como la tome con alguien, pobre de él, que se lo pregunten a Isabel Díaz Ayuso. Le he visto defender con cinismo y argumentos pobres o embusteros a Pedro Sánchez, el dirigente más catastrófico que hemos tenido en España; defender el diálogo primero con Mas y luego con Puigdemont, es decir, con señores que estaban llevando a cabo un plan para despedazar España al que aún no han renunciado; ser muy comprensivo con los procesados de aquella intentona; respaldar las propuestas educativas más perniciosas. Por todas estas razones, dejé de leerlo hace ya años, y me temo que no debo de ser el único, porque todo el mundo sabe que ha perdido cientos de miles de lectores, tal vez millones, por algo será. Si lamentables son las cosas que he dicho hasta aquí, lo que han hecho con Antonio Sánchez es tocar fondo: que un periódico de alcance mundial y el peso y el poder de este medio haya descargado un golpe tan tremendo y artero sobre un ciudadano de a pie y con nombre y apellidos es, repito, un linchamiento, y de tintes goebbelsianos, un intento repugnante de provocar la muerte civil de un ciudadano. No soy experto en leyes, pero pienso que Antonio quizás tendría motivos para llevar a este panfleto ante los tribunales, porque me hago estas dos preguntas: ¿son ciertos los pecados de los que se le acusa? Y, aun si lo fueran, ¿sería para tanto? Vamos a desgranarlos.

    1.- Supongamos que un día Antonio se hubiese colocado en medio de la clase y así, sin más y a las bravas, hubiera dicho: "Las verdaderas cabronas son las mujeres". Aun en este caso, que estoy seguro de que no se dio, ¿sería para tanto? ¿Sería para que uno de los periódicos más leídos de España le montase a un ciudadano el juicio callejero que le ha montado a Antonio Sánchez? ¿Sería para que la cadena SER (un medio hermano de "El País") estuviera pidiendo que lo echaran de la profesión?  NO

    2.- Pero lo que sucede de verdad, me temo, es que Antonio esas cosas que dijo e hizo las diría o las haría en un contexto igual o muy parecido al que he descrito antes, por lo tanto, ¿hay razones no ya para la feroz campaña que se ha desatado contra él, sino siquiera para dedicarle una línea en un periódico de quinta regional? NINGUNA

    3.- Y, en cualquier caso, ¿hay la menor ética informativa en construir esta campaña mediática basándose en un puñado de frases sueltas, bastante insustanciales y me temo que no confirmadas reunidas por un número desconocido de alumnos? NO

    4.- Además, aunque este dato lo están presentando de la forma debidamente enturbiada que tan bien manejan estos medios, lo cierto es que las acusaciones contra Antonio ya fueron atendidas por la inspección educativa, ¡y en junio!, con la conclusión de que no había nada sancionable. Si ya hubo una intervención institucional con este resultado y hace varios meses, ¿es decente y razonable lanzar ahora este ataque contra una persona? NO.

    5.- ¿Se puede lanzar acusaciones contra un profesor de Filosofía por recomendar a Gustavo Bueno? No solo no se puede, sino que es una indecencia inquisitorial hacerlo.  

    6.- En un país donde se llevan a los centros guías que tienen respaldo oficial en las que se habla de "autocoñocimiento", ¿se puede crucificar a un profesor por poner un vídeo de Paloma Pájaro? No la conocía, pero he buscado uno en la red y me parece inocuo, además de ser muchísimo más digno que ciertas cosas que se ven obligados a tragarse los alumnos a cuento del feminismo, la educación sexual o los derechos LGTBIQ, así que la respuesta es: rotundamente, NO.

    7.- Y ya, la auténtica repanocha: ¿se puede culpar a un profesor de la fuga (no sabemos si real o inventada) de alumnos a otros centros sin aportar un solo dato objetivo que lo sustente? Me pregunto si esto no será calumniar.

    Releo lo que he escrito y llego a la conclusión de que lo que han hecho con Antonio Sánchez "El País" y quienes le apoyan en esta cruzada es una indecencia aberrante, más aún cuando el asunto, con toda seguridad, va a tener unas repercusiones muy negativas en el centro en el que trabaja, cosa de la que tanto él como la directora advirtieron al medio, pero está claro que para las terminales de PRISA esto tiene una importancia cero. Y todavía se creerán los depositarios de la supremacía moral. ¿Tendrá Antonio alguna forma de defenderse? Sería una pena que lo que le tocase fuera aguantar y callar.

    

sábado, 11 de septiembre de 2021

Ni septiembre ni "juniembre": van a resucitar la catástrofe de la evaluación continua

     Y serán capaces de hacerlo, no salgo de mi asombro, a pesar de ser un sistema que funcionó (es un decir) durante los primeros años de la LOGSE, la LOGSE LOGSE, es decir, la LOGSE pura y dura, la desastrosa madre de todos los desastres educativos (LOE, LOMCE, LOMLOE...) que han martirizado a la enseñanza española desde más o menos 1991; a pesar de que, con ese precedente, se tiene constancia inequívoca de que tal sistema fue y será siempre extremadamente perjudicial, primero que nadie, para los alumnos; a pesar de que esa constancia es tan inequívoca que, cuando la LOCE repuso la convocatoria septembrina que de manera en extremo irresponsable se había cargado la LOGSE, el ínclito Zapatero, al derogar después de manera fulminante la LOCE y sustituirla por su deplorable LOE, desfizo con nocturnidad el entuerto original de su partido y los exámenes de septiembre los respetó.

    Así pues, creo que hay razones muy rotundas para afirmar que la eliminación por segunda vez de esa convocatoria de último recurso que eran los exámenes de septiembre, cuyos inequívocos beneficiarios eran los alumnos, será un acto canallesco y una muestra de irresponsabilidad e incompetencia de los gobernantes que lo perpetren. En la cima de la pirámide de esos "responsables", hasta hace poco estuvo Isabel Celaa y ahora está Pilar Alegría, pero no perdamos de vista a esa confusa nebulosa de técnicos, asesores y, sobre todo, gobernantes autonómicos que han sido sus soportes y cómplices, porque a ellos también les cabe mucha cuota de culpa. 

    Hay que reconocer que el pernicioso pedagogismo que parasita nuestro sistema educativo es pertinaz, inflexible y muy poderoso, porque, aunque en un momento vio que se eliminaba este dogma suyo, no ha parado hasta verlo repuesto, para mal de la educación y de los alumnos. Lo hizo poco a poco, como en una guerra de posiciones, primero con la sigilosa imposición del nefasto juniembre y finalmente con este guillotinazo a golpe de BOE que se pretende (y me temo que se conseguirá) implantar.   

    Cuando digo que cargarse definitivamente la evaluación de gracia es un despropósito, hablo con pleno conocimiento de causa, porque, durante años, como profesor, pude comprobar directamente el daño que su ausencia producía a los alumnos que suspendían alguna asignatura en junio. Los principales perjuicios fueron dos, y gravísimos:

    1.- De haber existido la convocatoria de septiembre, muchos de esos alumnos habrían aprobado todas o algunas de las asignaturas suspensas y habrían pasado al siguiente curso más desahogados o sin suspensos.  

    2.- Durante la época en que se suprimió septiembre, se vieron obligados a repetir curso muchos alumnos que, de no habérseles hurtado esa oportunidad, habrían podido evitarlo. 

    Precisaré situaciones concretas, de las que hubo en cantidad, para todos los cursos y todas las asignaturas: ese alumno que iba a la suficiencia de junio (que, por supuesto, siguió existiendo) y la suspendía (y quizás hubiera aprobado si hubiera tenido una nueva oportunidad en septiembre); ese alumno que se olvidó de entregar trabajos finales en junio o se lo tomó con negligencia y por eso suspendió (y que quizás, etc., etc.); ese alumno que se incorporaba al centro en febrero o después y que llegaba a junio muy verde y por eso suspendía (y que quizás, etc., etc.). Y la situación más sangrante de todas: esos alumnos que, cerca ya del final de curso, contraían una enfermedad, o sufrían un percance, o les acaecía una desgracia familiar, lo que les impedía cursar el último trimestre, o asistir a clase en las últimas semanas, o presentarse a las últimas y decisivas pruebas y por ello suspendían todas las asignaturas y se veían forzados a repetir curso, aunque fueran alumnos de sobresaliente. Casos de estos se dieron, no bromeo, aunque pocos, es verdad, pero muchos o todos ellos habrían podido evitar tamaño infortunio de haber existido las convocatorias de septiembre que en los años 90 se cargó la LOGSE y en 2021 se va a cargar la LOMLOE. 

    Por eso, Zapatero, más perspicaz y menos fundamentalista que Sánchez, comprendió que la convocatoria de septiembre le favorecía, pues contribuía a mejorar lo que les interesa a todos los políticos: las estadísticas de aprobados, por lo que aceptó que se repusiera.  

    Pero ¿es realmente así? ¿Va el señor Sánchez a poner en peligro las estadísticas de aprobados complacientes? ¡Ni mucho menos, por favor!, porque lo que implantó Celaa y va a culminar Alegría fue una vuelta de tuerca con respecto a lo que había en los años 90: combinar la desaparición de septiembre con el refuerzo de las barreras contra el suspenso y el derribo de las limitaciones para la promoción de curso, de manera que ya no hará falta ese obsoleto mecanismo de evaluación que era la convocatoria de septiembre, porque los alumnos podrán pasar de curso y  titular en ESO (que es lo que al final importa) sin estudiar, sin saber nada y con un buen puñado de suspensos. Y supongo que no habrá por ahí ningún iluso que se diga: "Bueno, pero tal cosa sucederá en la ESO, pero no en el Bachillerato, que es más exigente y además mantiene la convocatoria de septiembre". Por si acaso lo hubiera, repetiré con mayúsculas lo de ILUSO, por estas razones:

    1.- Un bachillerato en el que se podrá titular con una asignatura suspensa será cualquier cosa menos exigente, por no hablar de un secreto a voces: en España, el Bachillerato dejó hace años de ser una etapa creíble y exigente y ya no es más que un apéndice de la ESO, de facto, un ciclo de enseñanza obligatoria más, por la sencilla razón de que puede acceder a él todo aquel que aprueba la ESO, cosa que YA, desde hace mucho, se consigue con sonrojante facilidad.

    2.- En 2º de Bachillerato, curso en el que se obtiene el título, desde hace ya mucho y por las tremendas presiones a que se somete al profesorado (en todas las etapas, mi relato Junta final se inspira en esta  vergonzosa realidad), a septiembre solo van esos alumnos que se han desentendido por completo de los estudios. ¿Cuántos alumnos de los que hoy titulan en Bachillerato con todo aprobado en junio merecerían en realidad quedarse para septiembre con una, dos, tres o quizás más asignaturas suspensas? Si no hubiese tanto miedo en los institutos a padres, directivos e inspectores y los profesores pudiesen hablar con sinceridad, una encuesta con esta pregunta arrojaría unos resultados explosivos, tan escandalosos que nos harían no solo denigrar a nuestro insustancial sistema educativo y a los gobiernos y políticos que lo han sostenido, alimentado o permitido durante décadas, sino también avergonzarnos a todos, unos, por el abandono de nuestras elementales obligaciones como ciudadanos preocupados por los problemas que aquejan a nuestra sociedad, y otros (los peores), por haber participado en ese aquelarre de falsificación educativa para obtener como premio aprobadillos de saldo para sus hijos. Y esta situación es ya muy vieja. 

    3.- Con lo dicho hasta aquí, ¿hace falta que explique lo que podremos esperar de un Bachillerato plantado en ese sustrato y al que podrán acceder "titulados" en ESO con cinco o seis suspensos y con la expectativa de poder sacarse el título que abre las puertas de la universidad con todas las asignaturas aprobadas menos una? 

    Parece claro que la LOMLOE es un instrumento muy conscientemente diseñado para cerrar todas las puertas a lo que debería ser una enseñanza de calidad y con el objetivo de que los alumnos aprendiesen cosas y se perfeccionasen, que es para lo que un día entran en la escuela. Tan conscientemente diseñado, que sus artífices está claro que han estudiado los obstáculos que en su día encontró ese plan emburrecedor  que fue la LOGSE y, una vez identificados, los han ido demoliendo de manera sistemática y despiadada con máquinas como la LOE, juniembre, la LOMLOE... Hoy le ha tocado el turno a la convocatoria extraordinaria que tradicionalmente se hacía en septiembre, ya veremos qué sale mañana. 

    Y ya veremos lo que sale con la LOMLOE. De momento, hay una cosa que sí estamos viendo: desmintiendo esa perversa estupidez de la generación mejor formada de la historia, tenemos ya muchas promociones que han sido o están siendo "educadas" en el marco logsiano y, por lo que comprobamos en cultura general o civismo, son demasiados los españoles que no parecen haber recibido todo lo que sería esperable después de haber pasado años atendidos por un sistema educativo. En los círculos logsianos, se parlotea mucho acerca de la autoevaluación, pero, curiosamente, la del engendro que ellos crearon no solo no la han hecho nunca, sino que parece que sus artífices están tan autosatisfechos que incluso se atreven a profundizarlo con superengendros como la LOMLOE. Lo pagarán las promociones venideras, como ya hay algunas que están pagando la LOGSE y la LOE. 

lunes, 6 de septiembre de 2021

Cuatro escritores centroeuropeos de principios del siglo XX

     Entre los libros que he leído este verano, había dos de Stefan Zweig, lo que en algún momento me hizo pensar en otros autores contemporáneos suyos, de su entorno cultural y de los que había leído algo, concretamente, en estos tres: Sándor Márai, Thomas Mann y Arthur Schnitzler. Os dejo aquí algunos apuntes acerca de ellos. 

    Stefan Zweig (1881 - 1942). Nació en Viena. Suele decirse al hablar de él que es un autor cuya fama actual está muy por debajo del enorme éxito que tuvo en vida, pero aclaro que con esto no quiero sugerir que me haya parecido un escritor malo o mal envejecido, sino que, muy al contrario, me ha parecido muy bueno. Fue autor de una obra muy extensa y variada, con producciones en el ensayo, el teatro, la biografía y la novela. Lo que yo he leído han sido precisamente dos de sus novelas, cortas ambas, las que más se siguen publicando hoy: Carta de una desconocida y Veinticuatro horas en la vida de una mujer. De Zweig se afirma que es un gran conocedor de la psicología femenina, pero sospecho que una mujer de hoy (incluso sin ser una feminista militante) que lea estas dos narraciones estará muy en desacuerdo con eso, o tal vez las leerá con profundo disgusto, porque sus protagonistas llegan a tales extremos de abnegación por los hombres a los que se entregan (una por amor no correspondido y la otra por un excesivo concepto de la caridad) que caen en lo humillante, sobre todo, la de Carta de una desconocida. Cabe entonces preguntarse si Zweig fantaseó por completo al concebirlas o en su época las necedades de un romanticismo libresco pudieron realmente insuflar en las mentes femeninas la inclinación al disparate por amor en las diversas modalidades de este. Aun así, ambas historias son interesantes y amenas y dejan certeros apuntes acerca del comportamiento humano, tanto de hombres como de mujeres. Seguiré leyendo a Zweig; de hecho, hoy, que he estado en la biblioteca, he tenido en la mano una de sus obras más celebradas, su biografía de María Antonieta, pero no me la he traído a casa porque era más larga de lo que me esperaba, y ahora ando un poco ocupado, ya habrá otra ocasión. 

    Arthur Schnitzler (1862 - 1931). Nacido también en Viena. Fue médico y tiene también una obra extensa y variada. Se interesó por cuestiones como el erotismo, la sexualidad y los comportamientos irracionales y oscuros de las personas, y de ahí viene el conocimiento que tengo de él, que se concreta en Relato soñado, la obra en que se basó Eyes wide shut, la impresionante última película de Kubrick. Por esta razón, escribí algo más acerca de Schnitzler y de sus relatos cuando la analicé aquí y aquí

    Thomas Mann (1875 - 1955). Nació en la ciudad alemana de Lübeck. Recuerdo que, cuando leí la que sin duda es su obra más colosal y una de las mas señaladas de la literatura universal, La montaña mágica, unas semanas después, leí un artículo de mi admirado Fernando Savater en el que desvelaba haberla leído también ese verano y la calificaba de "ocho mil" literarario, algo así como un Everest o un K-2 arduo de escalar para el lector, cosa que también me había parecido a mí, ¡qué bueno es coincidir con los grandes maestros, aunque sea en cosas tan triviales! La montaña mágica es una novela muy compleja que Mann empezó en 1913 y terminó en 1924, ya acabada esa escalofriante carnicería que pasó a la historia como Primera Guerra Mundial, lo que me hace sospechar que sus puntos de vista cambiaron radicalmente a la vista de esta, ya que antes de ella había sido un inequívoco belicista, lo que le llevó a romper con su hermano Heinrich, que era todo lo contrario, pero, cuando se lee la novela, se ve muy bien que en ella Thomas condena la guerra, tanto por las connotaciones de la escena final como por su presentación de dos personajes capitales, Naphta y Settembrini: al primero, defensor de la guerra, lo vemos colérico, intransigente y fanático, por lo que nos inspira antipatía, todo lo contrario que el segundo, que es alegre, razonador, moderado en sus planteamientos y enemigo de la violencia. ¿Expió Mann sus pecados prebélicos simbolizándose a sí mismo en el "malo" Naphta y a su hermano en el "bueno" Settembrini? Pudiera ser. Cambiando de tema, he dicho ya que la novela es compleja, por lo que en ella no solo está la reflexión sobre la guerra -volcada en el denso debate entre Naphta y Settembrini-, sino que hay además otras muchas cosas: el ambiente de ese sanatorio entre montañas donde se desarrolla la trama, los vaivenes del alma de Hans Castorp (el teórico protagonista), su difuminado amor hacia Clawdia Chauchat, la enfermedad y la muerte... Libro fundamental, repleto de simbolismos y recomendable, pero no dejo de recordar lo del ocho mil. Termino con un apunte acerca de La muerte en Venecia, novela de la que Mann es autor y que gira en torno hacia una atracción homosexual malamente asumida, y la menciono porque, haciendo este artículo, me he enterado de que en su juventud tuvo una amistad de matices homoeróticos con un artista llamado Paul Ehrenberg. Una vez más, nos encontramos con los laberintos oscuros del ser humano. 

    Sándor Márai (1900- 1989). Es uno de los más importantes escritores húngaros. Que recuerde, de Sándor Màrai he leído cuatro novelas: La extraña, La herencia de Eszter, La mujer justa y El último encuentro. La primera creo recordar que se sitúa en un balneario o algo parecido y es el relato un tanto desordenado de la relación entre un hombre y una mujer a la que él seduce y termina asesinando, aunque quizás no deberíais hacerme mucho caso, porque este libro apenas me gustó y lo recuerdo mal. Algo mejor recuerdo el segundo, que no es un mal libro, pero me produjo una mezcla de estupor e irritación, porque cuenta cómo un vividor convence a una mujer (quizás su exesposa) para que ella le permita despojarla de sus bienes, sin que ella ni sus familiares presentes opongan la menor resistencia. Es un libro que me dejó tan confuso (comparadas con esta, las protagonistas de Zweig son unas amazonas feroces) que pienso que tal vez haya que examinarlo en clave de símbolos, quizás políticos o históricos. Hasta aquí ya habréis visto que Márai es un autor tremendamente pesimista y este es el sentimiento que domina La mujer justa, una historia contada desde tres puntos de vista y que viene a mostrarnos cómo ni existe la mujer justa, ideal o como la queráis llamar ni seguramente exista tampoco el amor, porque todo está sometido a la erosión del tiempo, nuestros errores y el desengaño. Dejo para el final El último encuentro, el primer libro que leí de Márai, gracias a la recomendación de un compañero y amigo que sabe mucho de lengua, de literatura y de libros. Es una obra maestra de 180 páginas. La historia está contada desde el punto de vista de un anciano, genial hallazgo que le permite a Márai atenuar su pesimismo habitual con la serenidad de la vejez y el no esperar de la vida ya más bienes ni más males que la muerte. Ese anciano, aristocrático, de fuerte carácter y sabio, va a recibir la visita de un amigo, su gran amigo de toda la vida, del que espera una explicación acerca de un antiguo y delicado asunto. No esperaréis que os diga más, ¿verdad? 

    Cuatro escritores que coinciden en ser grandes, centroeuropeos y testigos de ese crucial periodo histórico que se extiende entre las dos guerras mundiales. Coinciden también en algunas otras cosas: escenarios, gran formación cultural, temas... Entre estos, destacaría el interés por las pasiones del alma humana, sus espacios oscuros, sus contradicciones y lo difícil que a menudo nos resulta controlarlas.