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martes, 17 de abril de 2012

Demoler la educación

   Llevábamos una semana con informaciones y conjeturas diversas acerca de cómo iba a afectar a la educación el último recorte anunciado por el Gobierno, el de los 10.000 últimos millones, pero hoy el ministro Wert nos ha resuelto bastantes dudas. Lo que está haciendo el PP, aprovechando que la crisis pasa por España, es un ataque salvaje a derechos y prestaciones inexcusables en un país que se llame democrático y avanzado, no estará de más que se repita las veces que haga falta, como tampoco recordar que lo que ha ocurrido este año en la enseñanza madrileña era el peligrosísimo e inicuo experimento previo, como señalé en mi artículo titulado Por supuesto que es una huelga política, que en la página Deseducativos se tituló Arde Madrid. Al paso que vamos, y con la candela que nos están metiendo estos señoritos cortijeros del PP, va a acabar ardiendo toda España, pero vayamos con las políticas concretas del señor Wert, de las cuales me centraré, por no extenderme demasiado, en las cuatro que considero que van a resultar más catastróficas en los institutos.
   1.- Aumentar el límite legal de alumnos por aula. Esta medida, por sí sola, indica que el responsable (?) político que la respalda con su firma debería estar haciendo cualquier cosa que no tuviera nada que ver con la educación, por su pernicioso desconocimiento del tema. Representa que en secundaria se podrá llegar a los 36 alumnos por clase, mientras que en Bachillerato se podrán poner en los 42. Dice que se podrá, sí, pero, tal y como están funcionando hoy las consejerías de (ejem) educación, me viene a la cabeza aque famosísimo verso de Garcilaso: pudiendo, ¿qué hará sino hacello? Esta propuesta, a la que aplicando la sinceridad y el realismo -enfoques arrumbados en educación y que convendría restaurar- deberíamos llamar cosas como majadería, canallada, agresión o locura, supone retrotraernos treinta años y, dadas ciertas condiciones de falta de disciplina que hay hoy y no había entonces, sencillamente hundir la posibilidad de dar clase en muchísimas aulas, por no hablar de los inconvenientes meramente didácticos que la masificación lleva implícitos. Termino señalando que, para mayor aberración, últimamente, en los medios se está sembrando esta mentira: que, según los expertos, el número de alumnos no influye en la calidad de la enseñanza. Me gustaría saber quiénes son esos "expertos" y verlos a ellos y a ciertos esbirros de la política bandearse no ya con 40, sino con 20 alumnos de ESO, y de los no conflictivos. Ya si fueran conflictivos... El problema de España es que hay demasiado embustero, demasiado inepto y demasiado canalla manejando hilos.  
   2.- No cubrir las bajas del profesorado de menos de dos semanas. ¿Qué consecuencias prácticas tendrá esto? Os lo va a decir alguien que lleva muchos años en centros educativos de todo tipo: que podrá darse el caso, por ejemplo, de que un profesor esté enfermo diez días y entonces, sencillamente, sus alumnos se perderán esa asignatura durante ese tiempo, así de sencillo. No obstante, no nos preocupemos, porque lo que está en marcha es el plan de no pagar al profesor las bajas por ese perido, con el fin de que se asista al centro aunque sea echando los higados. El sentido de la justicia de estos señores no tiene nada que envidiarle al del negrero más pertinaz.
   3.- Imponer un aumento de las horas lectivas. Las horas lectivas son un núcleo de trabajo muy particular. Primero, porque producen un gran desgaste, más aún -insisto- en las peculiares condiciones que tiene en la actualidad el dar clase, tarea en general mucho más exigente que jugar al golf o pontificar en las tertulias radiofónicas. Segundo, porque cada hora lectiva añade un plus de trabajo asociado en las no lectivas, con lo que poner demasiadas puede llevarnos a, una de dos, o pasarnos en horas de trabajo totales (obligarnos a ello sería simplemente un abuso), o preparar menos actividades y/o de menos calidad que las que prepararíamos con un número de horas equilibrado, lo cual repercutiría en una peor prestación del servicio. Este curso nos estamos resistiendo a hacerlo quienes ya hemos recibido nuestra ración de horas de más, pero acabaremos haciéndolo más tarde o más temprano -como, por cierto, hacen en la privada-, tampoco somos mártires.
  4.- Congelar o reducir los complementos salariales. Esta medida no es que vaya a traer catástrofe ninguna a los institutos, pero es tan inadmisible, por lo injusta y por lo reiterada, que creo que el colectivo docente debería recibirla con una contundente negativa. Hay que recordar que los funcionarios llevamos años (gran parte de ellos, coincidentes con épocas de desbocada bonanza) con los sueldos congelados o semicongelados; que en sitios como Madrid se nos han hecho perrerías como subirnos las horas necesarias para cobrar los sexenios; que hemos sufrido la rebaja general de sueldos de Zapatero y algunos recortes posteriores en las pagas extraordinarias...: en pocas palabras: que a los profesores ya se nos ha machacado mucho en nuestras percepciones, mientras otros se forraban con ganancias abusivas, defraudaban al fisco o, simplemente, robaban. Esto es inadmisible.
   Creo, en conclusión, que no se puede machacar más a la enseñanza y a los enseñantes. Estos señores del PP llevan años en su tarea de demolición de la enseñanza pública caiga quien caiga (acabo de leer una nota de prensa de CCOO que afirma que esto va a representar la pérdida de ¡100.000 puestos de trabajo!), con el indigno propósito de favorecer al negocio particular de la privada a costa de lo que es de todos. Indigno e ilegítimo. ¿No sería ya hora de que los sindicatos les preparasen una huelga que se llevase por delante a unos gobernantes que, en pocos meses, han demostrado que solo saben gobernar contra la ciudadanía? ¿No sería ya hora de que el colectivo perdiese el miedo pánico que les tiene a los descuentos? Pensemos una cosa: los funcionarios en general y los profesores en particular hace mucho ya que nos hubiéramos debido plantar muy en serio; si lo hubiésemos hecho en su momento, tal vez los descuentos que nos habrían asestado habrían sido a la postre de menor cuantía que lo que hemos ido perdiendo en esta sangría constante. Luego hay otra cuestión: esto ya va pasando de ser un asunto de dinero a ser un asunto de dignidad: nos estamos dejando arrear como peleles y ya se sabe que el que se traga las bofetadas una y otra y otra y otra y otra más sin rechistar se acaba convirtiendo en el payaso de las bofetadas. 
  

10 comentarios:

  1. Y vais a perdonar que empiece por autocomentarme, pero hay que leer esto:
    http://profesorgeohistoria.wordpress.com/2011/09/05/asi-privatiza-aguirre-la-educacion-publica-de-madrid/

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  2. Yo, desde que comenzó este aciago curso, voy advirtiendo a mis alumnos, sobre todo a los pequeños de 2º de ESO (y tengo una clase de 32 a la que asisten todos), para que lo vayan diciendo en casa: que si aumenta el número de alumnos por clase y además el horario lectivo, no quedará más remedio que hacer un solo examen por evaluación y dejar de lado todo lo que sean correcciones de otro tipo de tareas y preparación de materiales de clase. Que aún así estaremos desbordados de trabajo.
    La tarea de los profesores lleva, desde que comenzó la LOGSE y sus sucesoras, un componente de esclavitud en tiempo y salud mental que sólo los que estamos dentro del sistema lo sabemos. Y además, la cosa va a empeorar y mucho. El acoso y derribo del funcionario, y no digamos del profesor, viene desde largo tiempo, desde antes que yo fuera profesora y pensaba serlo y estaba todavía en la universidad se veía, con el inefable Maravall como ministro. Además con la complicidad de los sindicatos que casi siempre nos han abandonado, solo ahora se preocupan porque su poltrona está en peligro, no porque nuestro trabajo llegara a extremos de locura (y le mío ha llegado muchas veces estos años).
    Además negras nubes se ciernen sobre otros aspectos también relacionados. No te puedo poner el enlace porque tuve el domingo un troyano que me dejó durante horas inútil toda coenxión. Pero leí con miedo como la directora del FMI hablaba de subir la edad de jubilación para “contrarrestar la esperanza de vida”. Miedo me da lo que viene, pero déjense de hipocresías: instauren de una vez los campos de exterminio y comiencen la tarea. ¡Qué hermoso mundo nos espera con solo unos cuantos y jóvenes ricos, estúpidos, ignorantes y consumidores de toda la basura que se produce en esta cochina sociedad!

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  3. Maravall es el ejemplo, Hesperetusa. Aunque luego fue muy criticada -pienso que a toro pasado y de forma un tanto quisquillosa-, pienso que la huelga del 88 fue un éxito, porque terminó con algunas reivindicaciones conseguidas y con el enemigo desarbolado: el terrible Arango dimitió y Maravall salió del gobierno a la primera de cambio. Pocos conflictos ha habido con semejante desarrollo. ahora, para dar miedo, que se nos hiciera caso y no se nos tratase como a felpudos, deberíamos hacer lo de entonces: huelga indefinida de casi todo el colectivo, y a ver qué politiquillo de ahora aguantaba el tirón. Lo que nos mata es nuestro miedo, y así nos están tratando como nos está tratando, pero no creas que el resto de la sociedad es muy distinto, porque los sapos que llevamos tragando en esta España domesticada desde hace muchos años son muy gordos. Tal y como están las cosas hoy, llamar democracia a lo que tenemos no sería absolutamente cierto, no es este el lugar para desarrollar por qué lo digo.

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  4. Le oí comentar a mi padre varias veces una anécdota que le tocó vivir en una puta trinchera en la "Guerra Incivil", del lado que le tocó, claro y decía así: "En la toma de Madrid estaban en algunas partes tan juntas las trincheras que se oìan los de un lado y los del otro, e incluso se enviaban saludos o se soltaban algún mitin que otro. El siempre hacía referencia a aquél desconocido "enemigo" que desde el otro lado dijo: "¡Anda que vosotros con creer en dios y nosotros con no creer, hemos armado una de mucho cojones!.
    Pues lo que está pasando ahora, tratando de estropear lo que durante tantos años se ha ido construyendo, mejor o peor, pero hacia adelante y no hacia atrás, hace que me vengan a la memoria anécdotas como estas y perdonarme por no entrar en el meollo de la cuestión, porque si además de no entender como quisiera el tema, me sale la "vena mala" pues afearia un blog tan estupendo como este y si además me dejo guiar por lo que acabo de leer en otro Blog contra Carrillo............. vamos que no es mi día ni estaría nada acertado.
    Un saludo

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  5. Paco, lo que sucede ahora es lo que decía un cachondo que hacía un programa humorístico hace ya unos años en Radio Nacional: hay un tremendo ambiente de camorra. Y así, todo se acaba enrareciendo. Esperemos que no dure; ahora bien, la culpa no es de todos, sino de unos cuantos muy señalados.

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  6. Estimado Pablo, soy Fª Javier. Antes de nada, darte la enhorabuena por tu estupendo blog. Totalmente de acuerdo con todo lo que dices en el artículo. Yo sigo a pesar de todo haciendo actividades en mi Instituto, pues al fin y al cabo, los chavales no tienen por qué pagar el desastre que tenemos. No obstante, si seguimos así, lo que vamos a tener es profesores que se limiten a dar su clase mal que bien y punto. Además, va a aumentar el número de bajas por enfermedad mental y física. Es lo que hay.

    Respecto al primer punto, sólo observar que los grupos muy reducidos con frecuencia no sirven para nada (me refiero cuando se trata de objetores, que los hay y bastantes.) Por otra parte, en mi centro al menos, en muchas clases no entran ni tan siquiera treinta. Así que tendrían que modificar la arquitectura (y ponernos megafonía.)

    Que salga algo de luz de este pozo sin fin es muy dudoso. Más bien parece que vagamos entre tinieblas: de una a otra, como en las obras de Kafka.

    Bueno, un saludo y a ver si nos vemos un día de estos.

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  7. Hola, Javier, me alegro mucho de tener de nuevo noticias tuyas, y eso: a ver si nos vemos. Sabes que el debate sobre las cuestiones educativas es largo y complejo, como muy bien pudimos comprbar en aquellas laaaaargas series de comentarios que suscitaban los artículos de Deseducativos, así pues, por no echar a la concurrencia, me limitaré a un par de matizaciones a lo que apuntas. ¿Cuánto va a durar lo de seguir haciendo cosas que nos llevan a trabajar por encima de nuestras horas de trabajo estipuladas? Yo este año lo estoy haciendo, pero, en vista de que aquí parece que alguien se ha propuesto exprimirno y pisotearnos, a partir del próximo, me lo repalntearé seriamente, porque no hacerlo así pasaría de ser bueno a ser estúpido, me explico. Cualquier trabajador tiene escrupulosamente delimitadas sus horas de trabajo, y si las sobrepasa, se le paga, como es de ley, pero, a nosotros, aprovechando inicuamente la diferencia entre horas lectivas y horas de trabajo y que muchas de estas las hacemos en casa sin que se vean, nos están flagelando y sería de memos no reaccionar: me pagan 37 y media semanales, que ya es bastante, 37 y media trabajaré. Además, no dejaré de insistir que no se valora la condición cualitiativa de estas horas, que, como tú sabes, en lo referido a las lectivas, es muy dura. Si nos endurecen las condiciones de trabajo sensiblemente y lo que hacemos es quemarnos más para que el producto salga igual, podremos presumir de ser los esclavos más imbéciles de la historia, con todas nuestras licenciaturas y doctorados. En cuanto a lo del número de alumnos por clase, puede ser verdad en ciertos casos que lso grupos muy reducidos no sirven de nada, pero lo que nos tienen preparado ahora no es eso, lo que nos tienen preparado ahora es pasar de ratios razonables como 15, 20, 25 o 30 alumnos (razonables según para qué casos, tú entiendes muy bien lo que te digo, pero para explicárselo a un profano, necesitaría muchísimo más espacio del propio de un comentario) a ratios superpobladas en las que el límite legal serán los 36 alumnos en ESO, un disparate, y con esa referencia, se crearán ya veremos qué grupos. Insisto: me gustaría ver a Wert, Aguirre, Figar o cualquiera de sus "expertos" lidiando con algunos grupos de 12 alumnos que yo he tenido. Y al 100% de los inspectores, por cierto. Un abrazo.

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  8. Muy sensato y certero, como siempre. Te llamo un día de estos para charlar. Un abrazo.

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  9. Estimado Pablo: te dejo este enlace, que considero bastante interesante:

    http://www.elcultural.es/version_papel/LETRAS/30930/Aurelio_Arteta


    Un abrazo.

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  10. Genial, Javier, una invitación a comprar el libro que no pienso despreciar, muchas gracias. Pienso, por otra parte, en nuestros amigos deseducativos, a todos los cuales les encantaría lo que dice Arteta. Raus, por ejemplo, lo suscribiría al cien por cien. Un abrazo.

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