Libros que he publicado

-LA ESCUELA INSUSTANCIAL. Sobre la urgente necesidad de derogar la LOMLOE. -EL CAZADOR EMBOSCADO. Novela. ¿Es posible reinsertar a un violador asesino? -EL VIENTO DEL OLVIDO. Una historia real sobre dos asesinados en la retaguardia republicana. -JUNTA FINAL. Un relato breve que disecciona el mercadeo de las juntas de evaluación (ACCESO GRATUITO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA). -CRÓNICAS DE LAS TINIEBLAS. Tres novelas breves de terror. -LO QUE ESTAMOS CONSTRUYENDO. Conflictividad, vaciado de contenidos y otros males de la enseñanza actual. -EL MOLINO DE LA BARBOLLA. Novela juvenil. Una historia de terror en un marco rural. -LA REPÚBLICA MEJOR. Para que no olvidemos a los cientos de jóvenes a los que destrozó la mili. -EL ÁNGULO OSCURO. Novela juvenil. Dos chicos investigan la muerte de una compañera de instituto. PULSANDO LAS CUBIERTAS (en la columna de la derecha), se accede a información más amplia. Si os interesan, mandadme un correo a esta dirección:
repmejor@gmail.com

Tenéis información de los precios aquí:

sábado, 30 de julio de 2016

Dos fanáticas y un cómplice

   Después de que Carmen Forcadell permitiera que se tramitase una resolución para abrir la puerta a que Cataluña se independice (o, mejor dicho, para que se abriera la puerta a que Cataluña se independizase, porque todos estos proyectos hay que situarlos en el terreno de la hipótesis muy hipotética) y de que el Gobierno nacional pusiera en marcha las lógicas medidas contra los desafueros de la presidenta del Parlamento catalán, empecinada en no entender que su poder no es ilimitado y está sujeta al cumplimiento de las leyes de su país, sale a escena Neus Munté, la vicepresidenta de la Generalitat, con "argumentos" como estos:
   El Gobierno español nuevamente amenaza, pero desde el Gobierno de Cataluña no nos moveremos de nuestro camino, profundamente democrático, avalado por los votos de los ciudadanos que se pronunciaron a favor de la hoja de ruta, que continúa intacta.
   Afirma también Munté que sería inaudito proceder contra una presidenta de Parlamento como es Forcadell por haber permitido un debate "plenamente normal" en la cámara catalana. Debería entender esta señora que es verdad que es plenamente normal que los parlamentos debatan, pero no es legítimo en absoluto que se debata en el catalán un plan de secesión, pero ya sé que es difícil que entienda nada una persona que, al igual que Forcadell, se ha blindado en su discurso y parece estar persuadida de que no hay más legitimidad que la que este marca. ¿Qué dice mientras tanto la máxima autoridad autonómica catalana, o sea, el presidente Puigdemont? Pues, al parecer, su silencio de desaparecido se ha quebrado solo por una vía tan sólida como su cuenta de Twitter, en la que ha dicho esto:
   Todo mi apoyo y complicidad a la presidenta del Parlament. La democracia no está en funciones.
   ¿Tendremos que entender que Puigdemont no es el jefe, sino el cómplice? ¿Y se comunica a través de Twitter ante una situación tan delicada? Este es el personaje que preside Cataluña.
   Está claro que quienes ahora gobiernan allí han adoptado, una vez más, la lógica revolucionaria (¿será por influjo de las CUP?), o sea, la de no entender más imperio ni legitimidad que el de sus propios sacrosantos objetivos, nada de leyes, fidelidades, coherencias ni corduras. Puro fanatismo autista que cada vez da más miedo. Sugería una vez Arcadi Espada que Cataluña podría acabar siendo el 23-F de Felipe VI y hay quienes parecen estar empeñados en que así sea. 

miércoles, 27 de julio de 2016

Alfaguara se columpia

   Me entero casualmente mientras veo la televisión del jaleo que se ha montado en torno a un libro que se titula 75 consejos para sobrevivir en el colegio, cuya autora es María Frisa y que ha sido publicado por Alfaguara. El libro está dirigido a niñas de doce años y, como se desprende de su título, consiste en una serie de consejos para afrontar la vida escolar, formulados en clave humorística. La polémica ha surgido porque algunos sectores de opinión, a la vista del sentido concreto de ciertos consejos, acusan al libro de fomentar el machismo y el acoso (¿por qué todos los medios dicen "bullying"?) y están pidiendo la retirada del libro. Yo diría que la cosa va bastante más lejos, pero, si queréis ver información más extensa, pulsad aquí para consultar el "El País" o aquí para ver lo que dice diarioya.es, que profundiza bastante más; por mi parte, voy a dejaros una pequeña muestra de lo que la señora Frisa con su particular humor recomienda a las escolares de 12 años:
   -Cosas básicas para mantener entretenida a tu madre: deja los calcetines y bragas sucias tiradas por el suelo. No ayudes en nada; tú tan ricamente en el sofá.
   -Escucha lo que hablan tus padres cuando creen que no escuchas.
   -No te engañes: nunca, jamás, un profesor da algo bueno a cambio de nada.
   -Esfuérzate en caerle bien al más popular.
   -Que tu mejor amigo sea mucho, mucho más tonto que tú.
   -Mucho cuidado con los buenos sentimientos. AHÓGALOS si hace falta.
   -MIENTE, MIENTE, MIENTE.
   Esto último, visto medio de refilón en la pantalla, es lo que sencillamente me ha escandalizado y me ha animado a escribir este artículo: ¿cómo se puede recomendar algo así (y con insistencia y en mayúsculas) a personas en edad escolar? Echadle también un vistacillo a una hojita con el encabezamiento LO QUE HACEMOS EN EL RECREO del artículo de "El País", aunque yo os recomendaría la lectura de los dos.
   La editorial Alfaguara ha anunciado que no retirará el libro, ya que debe entenderse como una ficción, excusa burda que sorprende procediendo de una editorial de la solera de Alfaguara, ya que está claro que esto no es una historia y por lo tanto no puede situarse en el terreno de lo ficticio o lo real; esto lo que es es una especie de libro de autoayuda formulado en una clave de humor bastante desafortunada y que arroja como resultado una especie de manual de cinismo precoz, muy penoso, por cierto. 
   Alguien en el reportaje televisivo que he visto sostenía que el libro debía entenderse en una clave irónica, pero yo creo que es una ironía muy mal enfocada y, desde luego, completamente fuera de lugar si se dirige a un público infantil. Lo esencial, como en todo mensaje, está en el resultado, en lo que aporta, y, llegados a este punto, cabe preguntarse: ¿educa esto? Me temo que no. ¿Divierte tal vez? No mucho, la verdad. ¿Da pistas desaconsejables? Yo diría que unas cuantas. No ha estado muy fina la editorial Alfaguara con la publicación de este libro.    

jueves, 21 de julio de 2016

Contra los Sanfermines

   Con todos mis respetos para los pamploneses, habré de decir que lo de los Sanfermines ya es de un color castaño oscuro casi negro, y no precisamente desde la última edición, sino que ya llevamos unos cuantos años asistiendo a una situación un tanto kafkiana. 
   Está, en primer lugar, lo de los encierros. Los festejos con participación inexcusable de chotuno, tales como corridas, encierros, suelta de vaquillas, embolados, toros de fuego..., entrañan una inevitable dosis de peligro y están y han estado siempre en el centro de una polémica entre defensores y detractores, cada bando con su batería de razones. En el actual estado de esta cuestión, si ha recibido duras críticas un espectáculo como el Toro de la Vega, o si son tan denostadas las corridas que hasta hemos visto, por ejemplo, que las prohibían en tan importante región de España como es Cataluña, no me explico de ningún modo cómo los encierros de San Fermín no solo  escapan de estas críticas, sino que incluso parecen gozar de alborozadas simpatías en amplios sectores, hasta entre los "progres", que son por lo general inclinados al antitaurinismo. ¿Es más atávico el espectáculo de la multitud que corre por los campos de Tordesillas detrás de un toro que el de la multitud que corre por las calles de Pamplona delante de una docena? ¿Sí? ¿Por qué? No creo que la muerte del toro de Tordesillas resulte más dramática o incivilizada que las de los muchos corredores que la han encontrado en Pamplona,  o que las decenas de heridas o lesiones de diversa gravedad que cada año arrojan los Sanfermines. Si brutal resulta el acoso vallisoletano, no lo es menos la desbandada pamplonesa o las frecuentes y peligrosas montonadas que a menudo se forman, por no hablar del colosal monumento a la estupidez humana que constituye el tener como diversión el jugarse la vida corriendo un par de minutos delante de una manada de astados y en unas circunstancias que añaden peligro y azares a la carrera. Es insensato "per se", y ya resulta el delirio cuando algunos de los suicidas son "mozos" de cincuenta, cincuenta y cinco y hasta setenta años. Y todo esto es un festejo permitido y celebrado, en el que, si acaso, se han implantado limitaciones como el prohibir que participen menores o borrachos, o unas normas de comportamiento que se imponen a base de contundencia policial o varazos de los pastores, habría que hablar también de esto. 
   Está, en segundo lugar, la bacanal. Los Sanfermines se han convertido en unos festejos sin límites para la diversión y así se perciben ya mundialmente, y aún más, diré, aunque no guste, que esta es la imagen que se ha querido vender, la de escenas con camisetas empapadas en vino, alegre multitud apiñada y -así habrá de reconocerse- alguna otra cosa que al final ha hecho mucho daño, me refiero muy en especial a esas fotos de bellos pechos femeninos asediados por bosques de manos arracimadas a su alrededor. Pero todo este exceso festivo está ya fuera de control, como sabe cualquiera que haya estado en los Sanfermines y haya visto la masificación, el hacinamiento, la suciedad, gente durmiendo en coches... Y luego está esa obligación que muchos se autoimponen de ir borracho las 24 horas del día, cosa muy problemática que trae consecuencias como los comportamientos no siempre adecuados de la gente beoda, los accidentes por andar o meterse en estado de ebriedad en sitios poco aconsejables (esos caídos desde la muralla) o las agresiones sexuales. Vamos con ellas.
   Están, en tercer lugar, las mencionadas agresiones sexuales. Se han convertido ya en el pan nuestro de cada año (podéis buscar en internet, se informa de muchísimos casos) y es cierto que la sociedad, una serie de organizaciones y las autoridades las rechazan y las combaten, pero no es menos cierto que, con respecto a estas últimas, hay bastante cinismo e incongruencia en fomentar que aquello se convierta en una ciudad sin ley y luego establecer planes contra determinados delitos que se disparan precisamente por esa anarquía. Este es un problema realmente grave, porque las agresiones sexuales no son ninguna broma. Personalmente, además, pienso que, entre determinados sectores de la opinión de todo el mundo, los Sanfermines, Pamplona y un poquito también el conjunto de España estamos viendo nuestra imagen deteriorada por este asunto. Echadle un vistazo, por ejemplo, a esta noticia que acabo de leer en "El Confidencial": un beodo intenta propasarse con una turista norteamericana, el novio de la chica le da un puñetazo al beodo y este cae produciéndose graves lesiones: resultado para el novio: cárcel y 150.000 euros de multa. Es verdad que el agresor sufrió graves lesiones, pero también lo es que quien le dio el puñetazo no se lo dio para producírselas, sino para que dejase en paz a su novia, cosa que él había demostrado que no estaba dispuesto a hacer por las buenas. En la mentalidad yanki (y confieso que también en la mía), esta sentencia no es ni razonable ni justa, pues nos deja como un país en el que, si, en una ciudad enloquecida y ebria, ves a un borracho molestando a tu novia, lo mejor que puedes hacer es aguantarte. 
   Están, por último, los medios de comunicación españoles. Le dan una cobertura excesiva a esta fiesta. Particularmente lo de los encierros, no lo entiendo. Los mismos medios que han hecho cosas tan razonables como posicionarse contra el Toro de la Vega o los cavernícolas que celebraron la muerte de Víctor Barrio, se vuelcan todos los días con los encierros, los relatan con pelos y señales, con focalizaciones, con repeticiones, con entrevistas hasta al último mono y con un lenguaje épico y floreado. Son un espectáculo que está muy lejos de merecerse todos esos privilegios, por las razones que he expuesto más arriba. Naturalmente, eso se hace por razones comerciales, porque se sabe que en todo el mundo esas imágenes serán un señuelo que atraiga a más turistas. A mí esta conducta, personalmente, me parece un fraude.
   Todos sabemos que las fiestas nos alegran la vida y que normalmente en ellas se produce algún que otro exceso; todos sabemos que el dinerito que nos aporta el turismo nos viene muy bien aquí en España, pero todos deberíamos saber también que es conveniente tener claros unos límites, y tal vez en los Sanfermines se estén rebasando peligrosamente. Deberían tener cuidado los pamploneses, porque la muerte de éxito también existe; deberían tener presentes los ejemplos de Lloret o de Magaluf. 

lunes, 18 de julio de 2016

Concentración silenciada

   Si hoy puedo escribir este artículo, es porque recibo periódicamente información de Sociedad Civil Catalana y por eso hace unos días me llegó la noticia de que habían convocado para anteayer sábado 16 una concentración en Sitges para protestar por el hecho de que, gracias a una decisión de su Ayuntamiento, el rey de todos los españoles sea persona non grata en aquella localidad catalana. En cuanto me llegó la información, me hice el propósito de mirar hoy en los medios para ver qué decían acerca del acto y, tal y como yo había supuesto, prácticamente lo han silenciado, pues solo he encontrado esta curiosa noticia de La Gaceta, y digo curiosa porque informa el día 15 de un hecho sucedido el día 16. En conclusión, los que queráis saber algo de la concentración podéis pulsar aquí y ver cómo la cuenta la propia SCC en su página.  Me resulta francamente incomprensible este cerco de silencio que rodea a SCC: ¿será que es pecado su propósito de conseguir que en Cataluña quepan todos y se pueda decir en voz alta y clara que uno se siente español y catalán? La concentración de Sitges se enmarca dentro de una campaña que SCC ha emprendido en defensa de los símbolos institucionales, campaña que, además de defender al rey, está haciendo cosas como reclamar que se ponga la bandera española en el no pequeño número de lugares oficiales donde está escamoteada en Cataluña, o exigir que se quiten las esperpénticas esteladas de los muchos lugares de privilegio donde bastantes ayuntamientos las han colocado. ¿Qué hay de malo en estas pretensiones? ¿Molesta a los medios de comunicación españoles que unos ciudadanos defiendan la legalidad y por eso los marginan, en lugar de hacer lo que deberían hacer, es decir, apoyarles, y más, sabiéndose como se sabe que, gracias a la totalitaria y a menudo violenta presión de los separatistas, proclamarse español en Cataluña es también ingrato y hasta peligroso? 
   ¿Va a resultar que los medios españoles aún no se han liberado de aquel sarampión de los años 70 y 80, el de considerar fachas y sospechosos a quienes manifiestan su españolidad en Cataluña o en el País Vasco?  Va a ser esto, va a ser lo de los fachas, lo cual explicaría que solo La Gaceta se haya atrevido a hablar de la concentración. ¡Qué fachas son estos de SCC y qué demócatas, en cambio, son los que se pasan por el _ _ _ _ la legalidad, queman las banderas ajenas o la emprenden a golpes con quienes no son de su cuerda! Os apuesto una cosa: con estos de SCC, va a pasar como en su día pasó en el País Vasco con los de ¡Basta Ya!, que al principio eran literalmente cuatro locos que daban apoyo a las víctimas del terror y del pringoso nacionalismo vasco, los cuales eran ignorados por todos (porque también eran fachas, por supuesto), empezando por la superficial e hipócrita prensa española, pero, cuando con el paso del tiempo fue quedando claro que en realidad habían sido los únicos que demostraron coraje y dieron la cara cuando la mayoritaria cobardía se escondía y callaba, todos, empezando por esa misma prensa y sus amos, se pusieron a dedicarles panegíricos y adulaciones. Puesto que, salvando algunas evidentes diferencias, los de SCC están haciendo en Cataluña lo que en el País Vasco hizo ¡Basta Ya!, o sea, negarse a doblegarse ante un nacionalismo totalitario y engallado, es de esperar que algún día también en Cataluña despierte la vergüenza y empiecen a ser no solo reconocidos, sino además imitados.`
   Por lo demás, yo quisiera que alguien me aclarase una cosa: ¿es normal ese disparate de que unas "autoridades" locales de un país se pongan el mundo por montera y declaren persona non grata nada menos que al jefe del Estado? ¿Sucede en más sitios o es solo aquí en ÑapaEs? Bueno, aunque hay que dejar claro que es solo en una parte de ÑapaEs: Cataluña, que a estas alturas nadie podrá negar que es una región valleinclanesca, una asombrosa muestra de demencia política. Si hemos de hacer caso al artículo de La Gaceta, Felipe VI es non grato en Sitges, Esparraguera, Cervera, Breda, Arenys de Munt y Premiá de Mar. ¿Es esto tolerable? Lo que sorprende es que solo haya alzado la voz SCC, porque yo pienso que, si semejante desatino se hubiera cometido en países como Francia, EEUU o Alemania, no habrían permitido ese desprecio al jefe del Estado y sus artífices, como mínimo, habrían sido fulminantemente destituidos, no se puede ir contra las esencias de una nación, no se puede permitir que unos separatistas menoscaben las esencias de esa nación que quieren destruir abusando de las libertades que las leyes de esa misma nación amparan. Ni para los expolios de los corruptos que arruinan litorales ni para los delirios de las CUP que pretenden romper naciones el haber sido elegidos por el pueblo puede representar que un puñado de concejales chorizos en un caso y desnortados en el otro se autoconceda la potestad de saltarse cualquier límite. Otra cosa que preocupa es que en Sitges esa medida haya sido votada por los concejales del PSC, y en Esparraguera sea este el partido que gobierna. ¿Y aquí nadie dice nada, ni Pedro Sánchez, ni la justicia, ni el Gobierno? ¿Esto solo ha molestado a SCC? En lo que se refiere al PSOE, es patente que no termina de darse cuenta de que su trayectoria 110 - 90 - 85 tiene mucho que ver con su inconsistencia en la cuestión territorial; de seguir así, en las próximas elecciones no pasará de 50 escaños.
   Parece mentira que, a estas alturas, todavía no nos hayamos dado cuenta de que estos jueguecitos que a menudo practican los separatistas no son para nada meras anécdotas sin importancia, sino que son un elemento esencial en su guerra contra el país al que odian y quieren destruir; parece mentira que, salvo SCC, no parezca nadie dispuesto a detener estos planes de desprestigio que únicamente buscan trivializar y debilitar a nuestras instituciones.
   El separatismo es una mala hierba que, si no se frena en seco, se hace invasiva y muy perjudicial, sirvan para demostrarlo, aparte de lo que está ocurriendo en Cataluña, las pretensiones de implantar también en Valencia y en Baleares una hegemonía catalanista. Quienes están para resolver los problemas del país, deberían poner buen cuidado en frenar esta extensión de una ideología tan inequívocamente totalitaria.

miércoles, 6 de julio de 2016

Praxis educativa. 19: julio y septiembre en el punto de mira

   Para muchos legisladores y pedagogos -y para buena parte de la sociedad-, los alumnos no van a los institutos a aprender, sino a estar, es decir, conciben los centros como guarderías, unas guarderías un tanto particulares en las que se pretende mantener la función educativa, cierto, pero esta se halla cada vez más amenazada por agentes como el vaciado de los programas, la pérdida de autoridad del profesor o la presión sobre el aprobado. De esta última, que considero uno de los mayores males de nuestra enseñanza en la actualidad, he hablado mucho aquí y lamento decir que es un cáncer que se encuentra fuerte y creciente. Cuando en 1983 entré en la enseñanza, lo hice como profesor de EGB y ya entonces en ese nivel eran muchos los profesores que, bien porque comulgaran con las bolas del pedagogismo o bien porque habían sucumbido a la presión de padres y alumnos, aprobaban a todos: a los que lo merecían y a los que no. Entonces ese mal aún no existía en los institutos, pero, con la implantación de la LOGSE allá por 1992, entró en ellos y se ha ido extendiendo poco a poco. Creo que ya he mencionado alguna vez aquí la anécdota de un compañero al que en una reunión le oí decir que estaba harto de convertir los unos, unos, unos en cincos, cincos, cincos; más de una vez os he hablado de cómo nosotros mismos nos traicionamos y traicionamos a nuestras sagradas obligaciones aprobando a quien no debe; creo, sin embargo, que nunca os he hablado de la mezcla de perplejidad y desaliento que sufro en muchas juntas finales cuando veo que en junio soy yo el único que suspende a alumnos que no saben ni escribir y de los que el resto de los profesores se han pasado el curso quejándose. ¿Por qué se hacen estas cosas? Diría que al menos el noventa por ciento de los que las hacen las hacen pura y simplemente por miedo, por quitarse de encima hipotéticos líos. Y esta conducta cada vez se manifiesta en procedimientos más penosos. Os doy dos ejemplos. Uno: este año, han sido bastantes las veces en las que he visto como algún profesor convertía un cuatro que estaba en el acta en un cinco  así porque sí, sin más explicación. Dos: en una junta a la que asistí, una compañera dijo que iba a aprobar a un alumno porque era ella la única que lo suspendía, pero, entonces, alguien le hizo notar que también lo había suspendido yo y ya no lo aprobó. 
   Algo así solo se puede hacer por miedo, por temor a que ese alumno y sus padres, al ver que solo lo suspendía ella, fueran a presionarla. Este temor no es infundado, porque la costumbre de reclamar por reclamar está cada vez más extendida y se ejerce con más desvergüenza, ya que son cada vez más las familias que acuden a los centros directamente a presionar fundamentándose en tergiversaciones o embustes puros y duros, elaborados unas veces por los padres y otras veces por los hijos, voy a dar datos personales: de los trece padres con los que he hablado en este curso, ocho se ajustaban a este patrón. Los profesores, cada vez más, estamos siendo los paganos de los problemas familiares, ya que la mecánica de estas protestas suele ser la siguiente: un alumno ve que va a suspender y, como último recurso, suelta en su casa el cuento de que la culpa es del profesor, cosa que en muchos casos deben de hacer cargando a fondo las tintas, a juzgar por cómo me han venido algunos padres. Entonces esos padres, bien por ingenuidad, bien por ser rehenes de unos hijos caprichosos a los que no han sabido encauzar, o bien incluso por tener la conciencia de no atender a sus hijos todo lo que debieran y ver en esto la oportunidad de limpiar su imagen, acuden a protestar. El niño elabora un embuste y el padre se embarca en él, a veces, haciéndose cómplice. El guión podrá ser el que sea, pero un profesor que se precie solo puede hacer una cosa: negarse a ceder ante las reclamaciones infundadas. Cada vez que un profesor cede, se debilita él y debilita al colectivo; cada vez que un profesor cede, defrauda a esos buenos alumnos que se han ganado con esfuerzo lo que el jeta ha conseguido mediante coacciones; cada vez que un profesor cede, erosiona su credibilidad personal y la del sistema educativo: es mucho lo que nos jugamos aquí y siento decir que debemos de estar perdiéndolo, a juzgar por como se extienden las reclamaciones viciosas. 
   Supongo que algunos os estaréis preguntando: ¿y esto que tiene que ver con julio y con septiembre? Pues mucho. Vuelvo a lo del principio, lo de la escuela guardería: si cada vez es más fácil aprobar, si el alumno lo va a conseguir haga lo que haga, la función educativa de los institutos tendrá cada vez menos importancia y cada vez derivaremos más hacia meras guarderías de adolescentes. Aunque sé que va a disgustar a un montón de almas puras, voy a decir una cosa: la existencia del suspenso es lo que da sentido a la institución educativa; a la inmensa mayoría de los alumnos -y a un elevado porcentaje de los padres- lo que les interesa es el aprobado, no el aprendizaje, de manera que, si lo van a conseguir tanto si se esfuerzan como si no, el resultado será el que ya estamos viendo: que cada vez serán más los alumnos que se apunten al no estudio y al zanganeo. Y en estas coordenadas, nuestras escuelas y nuestras enseñanzas irán perdiendo cada vez más valor y los alumnos irán recibiendo un producto educativo  cada vez más execrable. De hecho, el incremento de las presiones sobre el profesor se manifiesta cada vez más en junio, ya que esos alumnos que no aceptan sus responsabilidades por nada del mundo piensan que tienen una oportunidad en septiembre, eso de septiembre hay que cargárselo, queda muy feo en el programa: tienen que aprobarles en junio por lo civil o por lo criminal. A ti, lector responsable, y a mí, esto nos preocupa, pero, al demagogo que en los centros solo ve unas edificaciones donde tener estabulados a los alumnos, le trae absolutamente sin cuidado. A ese demagogo solo le importan cosas que disfraza de "demandas familiares", una de ellas, el aprobado general, aunque sea un aprobado basura. Y aquí es donde conviene recordar una cosa: que, cuando se implantó la LOGSE, sus artífices, que pertenecían todos a este colectivo de demagogos, se cargaron la convocatoria de septiembre, porque eso era, claro, un vestigio de ese pasado educativo obsesionado con los contenidos, o sea, con enseñar. Ya nos vamos aclarando: al que no le importan demasiado las enseñanzas, eso de la convocatoria de septiembre tampoco le es especialmente simpático, justo igual que a los alumnos tramposos. 
   Entra aquí otra "demanda familiar", expresión que últimamente está teniendo mucha fortuna entre los demagogos del ámbito educativo: la necesidad de tener a los niños metidos en los centros el mayor tiempo posible, necesidad que enlaza con una de las más antiguas quejas de la cola de la pescadería, a las cuales los demagogos son muy sensibles: la excesiva duración de las vacaciones de los maestros. Así pues, llegamos a esta conclusión: hay que recortar las vacaciones de verano, por lo que hay que alargar el curso durante el mes de julio o parte de él, como ya se está haciendo en Valencia y se quiere hacer en Cantabria. ¿Y cuál ha sido uno de los pretextos esgrimidos en ambas comunidades para entrar a saco en el mes de julio? Justamente: adelantar a ese mes los exámenes de septiembre, cosa que no me cansaré de decir que es un error, porque hacer esa convocatoria a muy pocos días del final del curso es someter al alumno a una saturación de estudio, mientras que realizarla en septiembre tiene muchas ventajas: se evita esa saturación, se da al alumno más tiempo para estudiar, planificarse e incluso descansar, se permite que organice de forma individual su trabajo y se responsabilice de arreglar lo que ha estropeado... 
   Por lo que acabo de decir, está claro que la convocatoria de septiembre está muy bien donde está; cambiar las cosas por cambiarlas, como hacen los demagogos y los sedicentes innovadores, no tiene ningún sentido y a menudo perjudica. Otra ventaja de septiembre, relacionada con su distancia temporal con el fin del curso, os la voy a ilustrar con un ejemplo real. En uno de los años en que los logseros tenían suprimida esa convocatoria, estuve en un instituto donde un alumno muy brillante cayó enfermo en abril. La enfermedad era grave, así que se perdió el último trimestre y suspendió el curso. Hubiera podido aprobarlo en septiembre, cuando ya estaba curado, pero como habían suprimido esa convocatoria, tuvo que repetir. Por cosas como esta, a la chita callando y aprovechando que la efímera LOCE había repuesto la convocatoria de septiembre, los socialistas la recuperaron en la LOE. Así actúan los políticos y los pedagogos (algunos de ellos, políticos también) que les asesoran: por conveniencia y oportunismo. Ahora, aprovechando que el Pisuerga de su demagogia pasa por Valladolides tales como el tener a los niños más tiempo en la guardería-instituto y el dar gusto a esos cuatro que, sin conocimiento de causa, la tienen tomada con las vacaciones de los profesores, se han lanzado como lobos sobre las vacaciones de verano y se quieren llevar a rastras a la inocente y muy útil convocatoria de septiembre. 
   Digamos NO, y digámoslo no solo porque es, una vez más, un plan hecho a la medida de los intereses de sus impulsores, o porque más les valdría a estos impedir que los ataques que recibe la escuela perjudicasen al nivel de sus enseñanzas, sino, sobre todo, por una razón en la que creo de verdad y voy a exponer, aunque me llamen manipulador quienes no me conozcan. Dicha razón es esta: los veranos en España, tan calurosos, son absolutamente inapropiados para tener a los chicos en los institutos; para los chicos, los veranos tienen que ser la época del disfrute y la diversión: que no se la birle ningún avispado en provecho propio. Del 15 de junio al 15 de septiembre, quienes hayan aprobado, que gocen del merecido premio de unas vacaciones de verano, esa maravilla que es en las edades tempranas el ocio veraniego; a quienes hayan suspendido, dejémosles que con la ayuda de sus familias se organicen el estudio, que asuman que son ellos mismos quienes tienen que resolverse sus problemas, pero que al mismo tiempo disfruten, porque van a poder hacerlo, ya que tres meses, en efecto, dan para mucho. Y, en cuanto a los profesores, que tenemos unas vacaciones no de tres meses, sino de dos, pues qué le vamos a hacer, todos los oficios tienen sus formas y sus ventajas e inconvenientes. Que nadie sufra por eso: nuestro trabajo es el que es y se hace cuando se hace, y nosotros, como todo el mundo, lo hacemos lo mejor que podemos, es una estupidez empeñarse en torcer la naturaleza de las cosas. ¿En la Valencia hundida por el déficit y la corrupción era el principal problema la duración de las vacaciones escolares? ¿Se ha resuelto algo con cargarse el mes de julio? ¿Convencen a alguien las vaguedades que ha dicho el consejero cántabro para sostener lo insostenible, las cuales creo haber desmontado en el artículo que he enlazado más arriba? Más les valdría a algunos gestionar bien sus responsabilidades, en lugar de dedicarse a elevar demagógicas cortinas de humo.      

George Steiner, la educación y la memoria

   Leyendo "El País" sin ira, me encontré el pasado sábado una entrevista que le hacían a George Steiner, la cual me parece muy recomendable. Steiner dice cosas de mucho calado acerca de un buen puñado de asuntos esenciales, pero me voy a detener solo en algo relacionado con la educación y la memoria:
Pregunta: ¿Aún lee a Parménides cada día?  
Claro... bueno, u otro filósofo. O un poeta. La poesía me ayuda a concentrarme, porque ayuda a aprender de memoria, y yo siempre, como profesor, he reivindicado el aprendizaje de memoria. Lo adoro. Llevo dentro de mí mucha poesía; es, cómo decirlo, las otras vidas de mi vida.
Pregunta: La poesía vive... o, mejor dicho, en este mundo de hoy sobrevive. Algunos la consideran casi sospechosa.
Estoy asqueado por la educación escolar de hoy. Es una fábrica de incultos que no respeta la memoria y que no hace nada para que los niños aprendan las cosas de memoria. El poema que vive en nosotros vive con nosotros, cambia como nosotros y tiene que ver con una función mucho más profunda que la del cerebro. Representa la sensibilidad, la personalidad.
   ¡Menudo pedazo facha debe de ser el Steiner este! ¡Se ha pasado la vida reivindicando el aprendizaje de memoria, y lo dice tan fresco! No quiero ni imaginar la clase de profesor que sería: me juego lo que queráis a que obligaba a los niños a aprenderse la lista de los reyes godos... ¡de memoria! Suerte que aquí en España, entre los políticos, los pedagogos y los medios de comunicación, han conseguido que nuestro sistema educativo erradicase estas aberraciones.