Leyendo "El País" sin ira, me encontré el pasado sábado una entrevista que le hacían a George Steiner, la cual me parece muy recomendable. Steiner dice cosas de mucho calado acerca de un buen puñado de asuntos esenciales, pero me voy a detener solo en algo relacionado con la educación y la memoria:
Pregunta: ¿Aún lee a Parménides cada día?
Claro... bueno, u otro filósofo. O un poeta. La poesía me ayuda a concentrarme, porque ayuda a aprender de memoria, y yo siempre, como profesor, he reivindicado el aprendizaje de memoria. Lo adoro. Llevo dentro de mí mucha poesía; es, cómo decirlo, las otras vidas de mi vida.
Pregunta: La poesía vive... o, mejor dicho, en este mundo de hoy sobrevive. Algunos la consideran casi sospechosa.
Estoy asqueado por la educación escolar de hoy. Es una fábrica de incultos que no respeta la memoria y que no hace nada para que los niños aprendan las cosas de memoria. El poema que vive en nosotros vive con nosotros, cambia como nosotros y tiene que ver con una función mucho más profunda que la del cerebro. Representa la sensibilidad, la personalidad.
¡Menudo pedazo facha debe de ser el Steiner este! ¡Se ha pasado la vida reivindicando el aprendizaje de memoria, y lo dice tan fresco! No quiero ni imaginar la clase de profesor que sería: me juego lo que queráis a que obligaba a los niños a aprenderse la lista de los reyes godos... ¡de memoria! Suerte que aquí en España, entre los políticos, los pedagogos y los medios de comunicación, han conseguido que nuestro sistema educativo erradicase estas aberraciones.
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