Me siento rejuvenecer. Ayer viernes, enfilé desde Neptuno la carrera de San Jerónimo y me llegó a las narices un fuerte aroma a camorra, el viejo aroma a camorra de aquellas "manis" de los años 70, cuando vuestro amigo el guachimán tenía más pelo y todos éramos más idealistas porque estábamos bastante menos escarmentados. ¿Y de dónde procedían aquellos efluvios? Pues del montón de vehículos policiales que custodiaban fuertemente el Congreso de los Diputados. Eran entonces las 8:35 ¿Qué pasará, que misterio habrá? Desde allí hacia Sol ya no circulaban coches y era porque, como no tardé en ver, otro nutrido cordón policial había cortado San Jerónimo por donde confluye con Cedaceros.
Por fin, al llegar a la Puerta del Sol, averigüé lo que sucedía: delante de la DGS, perdón, de la Presidencia del Gobierno de la Comunidad de Madrid, había una concentración que El País cifra en unas ochocientas personas y yo, por lo que vi, puedo aseguraros que de ningún modo pasaban de dos mil. No me quise poner a dar vueltas contando porque tenía algo de prisa, pero en Sol había no menos de quince vehículos policiales. Si sumamos estos con los de San Jerónimo, nos da un total de no menos de treinta. ¿Había más? No lo sé, me temo que sí, aunque tampoco quiero ser exagerado, así que dejémoslo en los treinta, de los que no me apeo, a los que hay que añadir un helicóptero que sobrevolaba la zona y que, cuando yo ya me retiraba a eso de la una, todavía andaba por los cielos con su potente foco.
Cuando pasé por Sol a las 8:45, el grito que más coreaba esa concentración era: "No es una crisis, es una estafa" y sus iras parecían especialmente dirigidas contra la recién aprobada reforma laboral. Luego vino el zafarrancho que se cuenta en los medios (tenéis otra versión, no muy distinta, aquí), con palos, cargas, heridos y detenidos. Hubo violencia muy reprobable por parte de los manifestantes, que produjo el saldo de ocho policías heridos, pero me hago algunas preguntas: ¿era a esto a lo que se refería Luis de Guindos con lo de la reforma extremadamente agresiva? ¿Se merecían los cuatro gatos que había anoche en Sol para manifestar un malestar más que legítimo todo ese despliegue y esa respuesta policial? ¿Va a resultar que la primera medida gubernamental será liarse a palos con los que se quejen? Si va a ser así, menudo Mediterráneo político acaba de descubrir el PP. La clase política española -y muy en particular, la derecha- está cediendo cada vez más a la tentación de aprovechar la crisis para ir cargándose derechos no solo económicos, sino también, civiles. Quizás deberían tener más inteligencia y más consideración hacia los ciudadanos; quizás deberían pensar que a la gente se le está exigiendo cada vez más y que no es sensato ni legítimo empezar a matratarla. Ya pueden tener cuidado: gobernar significa servir al ciudadano, no zarandearlo; ya puede pedir el PP a la santísima Virgen que esta reforma suya y otras medidas suyas y de los otros contra funcionarios y pensionistas acaben dando el deseado fruto de sacarnos de la crisis, porque, de lo contrario, al precio de sacrificios y excesos que nos lo están poniendo todo, no les vamos a perdonar fácilmente sus andanzas.
Termino con una nota marginal: si veis el vídeo del ministro de Economía y Competitividad, os daréis cuenta de que él dice claramente "aggressive", pero en el subtítulo pone "profunda", cosa que sucede también en otros que he visto. Aggressive puedes treaducirlo como agresivo o como enérgico, pero nunca como el edulcorado profundo: ¿qué narices está pasando aquí? ¿Es que hasta los medios nos toman ya por idiotas?
Pues claro; hace tiempo ya que, tanto unos como otros, nos toman por idiotas, y lo que es peor: pretenden idiotizar a la sociedad.
ResponderEliminarQué horror.
Totalmente de acuerdo contigo, Lola. Sin embargo, me da en la nariz que una gran proporción de la sociedad está idiotizada ya y no perciben que, entre otros, los medios nos engañan.
EliminarMiedo me da el camino que ha tomado el Gobierno.
De todos modos ¿alguien se había enterado de esta manifestación?. Me he perdido bastantes por la falta de información que hay.
El asunto, Lola, es que desde ayer me da la impresión de que, al intento de idiotización, se ha agregado el estacazo. No os toméis a broma las alusiones a tiempos pasados que salpico en el artículo, porque, de verdad, la escena que vi me los recordó: pocos manifestantes, consignas "non gratas", helicóptero que no parecía venir demasiado a cuento, algún que otro policía ya con el casco calado y el material antidisturbios a punto cuando solo había un muy delimitado corro de personas gritando consignas, que en modo alguno daban impresión de peligrosidad...: se respiraba una desproporción muy sospechosa en la respuesta preventiva, parecía que "había ganas". Y aquí se hace interesante la pregunta de Patricia: no se había enterado casi nadie porque la convocatoria no había solicitado autorización, pero está claro que la policía estaba al tanto: ¿por qué ese exceso de celo y de medios? ¿No estamos en un país que no se puede permitir despilfarros?
ResponderEliminarYo creo que todas las traducciones son buenas: la reforma laboral va a ser profundamente agresiva. Ya lo estamos viendo.
ResponderEliminarEs decir, Mariano: deeply aggressive. Un saludo.
ResponderEliminar