Hoy ha habido una jornada de huelga general en España, huelga que no he secundado porque creo que los sindicatos están volviendo a un camino muy estéril por el que, por desgracia, han transitado de manera habitual durante los últimos quince o veinte años: el de la estrategia equivocada. A principios de septiembre de 2011, con el conflicto de la enseñanza en Madrid, a pesar de que estaba muy desencantado con los sindicatos y era muy crítico con ellos, los defendí en las asambleas y en este blog y secundé todas sus convocatorias, porque creí que eran las únicas organizaciones con la potencia y la capacidad de convocatoria para conducir el conflicto, incluso aunque estuvieran tan desprestigiados como estaban (en las últimas elecciones sindicales de la enseñanza, el porcentaje de participación en Madrid fue de un pobre 38%). Con un año de perspectiva y a la vista de los resultados, ya podemos decir que la estrategia fue equivocada y perdedora, porque, con su timorato calendario de huelguecitas con cuentagotas, lo único que conseguimos fue llevarnos de todos modos los tan temidos descuentos, no intimidar a nuestro adversario y estar ahora peor que antes. Pues bien, aun con estas experiencias, los sindicatos siguen igual: con la estrategia timorata de movilizaciones esporádicas o de huelgas generales de un día, cuyo resultado, todos lo sabemos, ha sido siempre este: patalear el día de la huelga y seguir al siguiente igual que estábamos en su víspera. En la situación actual, por cierto, nuestros sindicatos mayoritarios han dado además bandazos como aquella ocurrencia del referéndum de tan solo hace unos meses, que hoy parecen haber relegado a un segundo plano y que fue un claro síntoma de que estas organizaciones no tienen las ideas muy claras. Ayer mismo pintaba Toxo un panorama muy negro en España, así que, si la cosa está tan mal, las respuestas deberían ser más contundentes, estas actuaciones efímeras no valen para nada, y lo que no vale para nada beneficia al adversario, como sabemos muy bien los profesores, que el año pasado teníamos recortes de sueldos, despidos y aumento de horarios y este, después de una huelga mal hecha, tenemos eso mismo y además una paga extra birlada.
Termino con una puntualización acerca de gente como el secretario general del PP de Almería, el presidente de la CEOE o el presidente de la Comunidad de Valencia, los cuales hoy han mostrado su dolorido sentir sobre la mala imagen de España que la huelga puede dar en el exterior: que no se preocupen, porque la huelga es un derecho reconocido y ejercido en todas las democracias, así que los huelguistas de hoy no están dando mala imagen. Para mala imagen, los casos de corrupción y de despilfarro que hemos padecido durante años, de los que se sabe mucho en Valencia, o hechos como el que la policía aporree a niños de la manera tan injustificada y brutal con que lo hizo en Tarragona: estas cosas si que nos hacen quedar como chorizos o como energúmenos de los que no hay que fiarse.
Pues manifestar mi acuerdo contigo y lo de la mala imagen en el exterior, ya me está resultando un poco preocupante a tenor de lo que se dice en las llamadas "Redes Sociales".
ResponderEliminarSaludos
No me meto en las Redes Sociales, Paco, ¿qué es, más o menos, lo que se comenta por ahí?
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