Suelen dejarme indiferente las visitas de los papas a nuestro país y los festivales que se montan alrededor, pero esta vez me chocan algunas cosas:
-Que los telediarios lleven días diciendo que esta visita será vista por 150 millones de televidentes, ante cuyos ojos se pondrán las ciudades de Barcelona y Santiago, con sus muchas virtudes. Ya se sabe, el turismo, la imagen y todo eso: ¿es que los medios -en especial los estatales- se ven obligados a dorarnos la pildorita con el oro del famoso becerro bíblico? ¿Por qué? ¿Quién anda con mala conciencia?
-Jamás se ha visto un despliegue mayor de seguridad y con tantas molestias a los ciudadanos que viven en sus casas de siempre. A algunos los están tratando como a sospechosos, una pasada.
-Un jefe de estado viene metiendo las narices en la libertad de pensamiento de la gente del país que visita. Y esto es lo habitual cada vez que viene un papa. ¿Quiénes se han creído que son? Deberían ser más cautos y respetuosos: algunos aún recordamos la imposición ideológico-religiosa que la iglesia practicó durante el nacional-catolicismo.
-Otra falta de cautela: ¿cómo se le ocurre al papa mencionar la España de los años 30? ¿Acaso cree que por el lado de los que se proclamaban creyentes aquella época fue todo dulzura? ¿Es que no sabe que el comportamiento de la iglesia y de algunos cristianos de entonces le daría razones para estar calladito? ¿Es que no sabe que un antecesor suyo se dedicó a bendecir cañones? ¿Qué pasa con los asesores de su santidad, que desconocen la historia, que nos toman por idiotas o que se ejercitan en la soberbia, que es el mayor pecado? ¿A qué viene esta provocación gratuita en un tema tan sensible?
-¿Es cierto eso que dice El País de que hoy, que, a la llegada del avión del papa a Santiago, los guardias civiles y los policías agitaban banderitas? ¿Hemos perdido la sensatez? ¿Hemos retrocedido 50 años en la historia? ¿Hemos olvidado que este es un país aconfesional?
-Y el gobierno (que, por cierto, parece ser que por estos días ha aparcado el proyecto de ley de libertad de culto, que disgustaba a los obispos), ¿qué hace? ¿Que piensa? ¿Qué dice? ¿Va a mantener un decoro mínimo y nada cosotoso o todavía vamos a acabar viendo a Zapatero y a Rubalcaba con mantilla?
Tienes razón en tus observaciones, Pablo, pero "con la iglesia hemos topado". Me temo que sigue habiendo mucho miedo a reaccionar de otra manera, por razones incluso electoralistas. No termino de entender del todo bien el gesto de Zapatero, que va sólo al final, manda a Rubalcaba y a Pepiño a Santiago. Y Montilla en Barcelona. Todos ellos aguantando el sermón (nunca mejor dicho) que podría dirigir sólo a sus fieles. Pero se ve que el Santo Padre piensa que España -tras las oleadas de laicismo y secularización- es una tierra que hay que reconquistar. Su mensaje es claramente anacrónico. Pero hacerse la foto con Su Santidad sigue siendo rentable. Contradicciones de la política, con sus finas incongruencias.
ResponderEliminarYo creo que hay mucha demagogia por parte del PSOE y más miedo a la iglesia de lo que es admisible en un partido que se dice de izquierdas. Aquí no vamos a aprender nunca; ¿se cree el PSOE que bajándose los pantalones va a placra a la fiera? Tenemos mil ejemplos en nuestra historia (con la igleswia, con Marruecos, con los batasunos, con los nacionalistas...) de que es todo lo contrario: a más bajada de pantalones, más fiereza, con las fieras es así, solo hay que ver el discurso que traía este hombre. Termino con un chiste malo y fácil: a saludar al papa, Montilla tenía que haber ido con mantilla, para que se vieran su devoción y lo español que está últimamente.
ResponderEliminarEl miedo a las presiones ilícitas es rentable a corto plazo para mantenerse en el gobierno con menos desgaste. A la larga siempre es nefasto, porque. Pero ya sabemos que la agenda política se mueve siempre en el cortoplacismo y con el actual timonel Zapatero no hay más visión de la jugada que la táctica inmediata. Por supuesto que es un error. Pero los que viven de ello están satisfechos con su "modus operandi": les ha permitido llegar, mantenerse y sobrevivir. Las deudas e hipotecas que dejarán no las van a pagar ellos.
ResponderEliminarDespués de porque falta "como tú das a entender, haces más fuerte a tu enemigo, que siempre pedirá más y se crecerá sin límite"
ResponderEliminarLa política española se ha hecho lamentable y tremendamente oportunista. Hoy no hay políticos con talla. Aún no me he leído la entrevista de Felipe, pero creo que, con las cosas que ha dicho, ha demostrado que él sí tuvo esa talla. Lógicamente, los políticos han estado en su papel, los unos con la X y los otros echando balones fuera o saliendo en su defensa, pero todos sabemos que, una vez más, se ha permitido decir lo que todos pensamos. Con estas cosas, de ja a los de hoy en evidencia. ¿Has visto la foto de la portada de El País de hoy? Encima, es que viene el papa, dice lo que le da la gana y pone a esta gente en ridículo. A un Felipe González con seis años de gobierno no se lo habría hecho.
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