Bien, queridos, nos acabamos de enterar por fin de la subida que nos corresponderá para el próximo ejercicio: el 0'3%. Era esperable que no fuese alta, porque, en tiempos de vacas flacas, los presupuestos de un estado siempre tienen que ser restrictivos en unos capítulos para poder poner parches en los sectores más necesitados, y un capítulo que siempre se resiente es el de gasto en salarios. Además, si a nosotros nos han congelado el sueldo hasta cuando las cosas no iban mal, ¿qué podía esperarse? Debemos aceptar los recortes, dados los tiempos que corren, pero eso no representa que tengamos que callarnos como muertos y no decir las verdades, algunas de las cuales yo ya he proclamado en mi blog y hasta en una cartita que se avino a publicarme la Biblia del periodismo patrio. Recordemos dos de las gordas:
-Verdad número 1. A los funcionarios no puede considerársenos en modo alguno responsables de la crisis, sino que, más bien al contrario, hasta sufrimos el agravio de quedarnos igual mientras a nuestro alrededor todos se beneficiaban de los tiempos prósperos.
-Verdad número 2. Aun así, es probable que seamos los más paganos de esa crisis -y hablo de paganos, no de perjudicados-, ya que estamos en todos los colectivos de los que se van a sacar cuartos: los ciudadanos que sufrirán la subida del IVA, las clases medias que soprtarán las subidas de impuestos y los funcionarios a los que medio congelan el sueldo.
¿Se puede pedir más? Está claro que no recibimos un trato muy justo. Terminaré haciendo algunas preguntas:
¿Os habéis dado cuenta de cómo al final los sindicatos no estaban dispuestos a defender ni ese 1%? Yo ya preví algo así en un artículo de mi otro blog, Enemigos públicos lo titulé. Y es que, para los sindicatos que cortan aquí el bacalao, somos el último mono: ¿por qué este mal acuerdo -uno más- nos lo quieren presentar como bueno? Al menos, que se callen y no mareen; no pueden presentar como logro lo del mantenimiento del poder adquisitivo, porque eso es algo que nos correspondía por justicia, ya que lo tiene todo el mundo, como no podía ser de otra manera.
¿Por qué esos mismos sindicatos han proclamado que en las empresas no admitirán subidas de menos del 2% y ya las han negociado hasta del 2'7%?
¿Qué dirán ahora los demagogos como Esperanza Aguirre, que llegó a decir la gran mentira de que nuestros sueldos iban a subir un 5%? ¿Cuánto han subido los ingresos y los patrimonios de gente de su partido que estos días se está haciendo muy famosa en los medios?
¿Y qué dirá toda esa gavilla de imbéciles conocidos y anónimos que han pululado en los últimos meses por foros y medios de comunicación cebándose en los funcionarios y arreglando el crecimiento del paro con geniales propuestas que iban desde la congelación salarial (de los funcionarios, por supuesto, no la suya) hasta el despido masivo de empleados públicos, es decir, creando más paro? ¡Qué lástima que no se nos fuguen estos cerebros, con la falta que hacen los genios como ellos en otras partes del mundo!
En fin, un desahogo. No os preocupéis: volverán los buenos tiempos y... podremos ver lo que las distintas administraciones y gobiernos entienden entonces por "mantenimiento del poder adquisitivo". Harán trampa, ¿qué os apostáis? ¿Hacemos una porra?
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Hace 18 horas
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