Para quien no conozca Societat Civil Catalana (SCC), diré directamente que es una de las organizaciones que más están haciendo hoy en día por impedir que España deje de ser una democracia, a través de su lucha valiente y decidida contra el totalitarismo nacionalista que hoy la está desmantelando en Cataluña, lo que la somete a los permanentes ataques de los caciques que se tienen por amos y señores de aquella región.
El ideal de SCC es la concordia entre todos los catalanes -pisoteada hoy por el separatismo- y su lucha se concreta en actos festivos, de hermanamiento o culturales, denuncias ante la Justicia de los abusos nacionalistas y campañas que reivindican las cosas buenas que nos unen a todos, que son muchas. Por estos días ha puesto en marcha una iniciativa en conmemoración de la olimpiada de Barcelona 92, con el elocuente lema de "Recuperemos la convivencia". Pues bien, según acabo de ver en ABC, la empresa pública que gestiona el metro de Barcelona, presidida por Ada Colau, ha prohibido a SCC colocar en sus instalaciones la publicidad de esta campaña, alegando motivos que ni se molestan en disimular que nos hallamos ante una alcaldada más de la regidora podemita. Hagamos un somero repaso de algunas de estas.
Que hoy se haya permitido censurar una campaña tan civil, decente e irreprochable como la de SCC es una más de las abominables cancelaciones que retratan a Ada Colau como lo que es: una impenitente totalitaria que se conduce por este principio: yo tengo la vara (que ella maneja a título de garrote) y lo que no me gusta lo persigo o lo suprimo. Citaré alguno ejemplos anteriores, como su retirada del busto de Juan Carlos I (uno de los primeros actos de su mandato), la barriobajera retirada de una bandera española del balcón del ayuntamiento con su esbirro Gerardo Pisarello como mamporrero, la persecución encarnizada contra Barcelona con la Selección o su miserable empeño en ridiculizar la Navidad (Nav18, Nav19). Creo que este pequeño muestrario es harto elocuente.
Por el contrario, es una persona que no se ha recatado en apoyar y regar con dinero público a organizaciones, grupos, movimientos o actividades ligados a ella por razones ideológicas o de amistad, o de los que le parece que molan por supermodernos y avanzados. En esta colección se hallan la enseñanza del twerking, sus amiguetes de la PAH, otros amiguetes conocidos como APE o IFS (favorecer a tanto amiguete la ha llevado a tener que explicarse ante la Justicia), okupas diversos -oku1, oku2, oku3, oku4-, que parecen ser una de sus pasiones, o esa ridícula extravagancia de las nuevas masculinidades.
Con esta objetiva equidad distribuye doña Ada Colau el dinero de todos los barceloneses. Añadamos a esto un preocupante dato: desde que ella es la alcaldesa de Barcelona, a pesar de que no era precisamente una balsa de armonía, esta bellísima e importante ciudad ha visto como crecían en ella los problemas de desorden, suciedad o, muy significativamente, inseguridad, cosa que ni siquiera están ya dispuestos a negar algunos de esos que alguna vez la vieron con simpatía o la apoyaron, como los aprendices de brujo del separatismo.
¿Qué nos sale de aquí? Algo que yo tengo por muy cierto: visto que persigue a sus enemigos con animosidad franquista mientras favorece a sus amiguetes con el descaro con que lo hacía ese mismo régimen y visto que algunas de las organizaciones y actividades que promociona están muy alejadas de la urbanidad y de la seguridad ciudadana, si Ada Colau gobernase España, en lo político esto acabaría pareciéndose demasiado a la Cuba castrista y me temo que nuestras ciudades irían evolucionando hacia simpáticas y divertidas réplicas de Caracas. Esperemos no comprobarlo nunca.
Inma Cul Ada Colau Ballano no es anécdota, sino categoría, como Carmena, Asirón, Puig y tantos otros. Al poco de resultar elegida, después de una campaña mediática como pocas he visto, se estrenó en los mas exquisitos cines de la Izquierda Jipija, también conocida como izquierda caviar, el "Verdi" en Barcelona, el "Alphaville" en Madrid y análogos en otras ciudades , una película hagiográfica de los mas sonronjantes peloteo y autocomplaencia titulada "Alcaldessa". Venía acompañada de otra, del inefable Fernando León de Aranoa titulada "Política. Manual de instrucciones". Al paso de todo ésto, Ana Patricia Botín empezó a dar la paliza con el feminismo, al paso de la miríada de admoniciones ecologistas en A3media y Mediaset. De Televisión Española y PRISA no hablamos. No lo olvidemos, han venido a salvarnos de nosotros mismos, y no cabe mas que expresar gratitud y sumisión, no sea que por la funesta manía de pensar resultemos insolentes; gravísima falta y cosa muy fea. El corolario de todo esto, este otoño va a ser: " Españolito que vienes al mundo, la vRestringe tus inmerecidas comodidades, que la meritocracia produce ansiedad"...
ResponderEliminarLas comodidades van a ser sometidas sin duda a una severa cura de adelgazamiento, Paco, pero a la Colau, el Puig y la izquierda extenuada de hoy se le va a romper el sueño en dos días, como se le acabó ya a Carmena. De hecho, si Colau se mantiene y es alcaldesa es porque la política catalana es un rompecabezas endiablado, porque está ahí como mal menor (cosa muy discutible). Yo apostaría a que, después del aquelarre en que ha convertido a Barcelona, decenas de miles de sus votantes hoy la aborrecen. Caso distinto es el de la Sra. Botín, porque la banca siempre gana.
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