¿Estará sufriendo la alcaldesa de Barcelona una indeseable metamorfosis?
Queridos amigos:
El empecinamiento rara vez es bueno y cuando se ejerce por parte de una institución pública contra los ciudadanos por razones espurias es, sencillamente, una de las formas más indignas del abuso de poder. Supongo que ya no quedará en el mundo ningún ingenuo que desconozca las abiertas preferencias independentistas de Ada Colau. Esta señora puede pensar como quiera, pero, en lo tocante a las actuaciones que afecten a los demás, es otro cantar, y más, en un cargo público. Existe una organización que se llama Barcelona con la Selección, que persigue fines tan subversivos como instalar en las calles de Barcelona pantallas gigantes donde se puedan ver los partidos de la selección española de fútbol. En el año 2016, cumpliendo todos los trámites legales pertinentes, instaló una en la plaza de Cataluña de Barcelona. Después de una rocambolesca actuación plagada de trampas y mentiras que se explica aquí, el Ayuntamiento de Barcelona les negó el permiso y les impuso sanciones que sumaban los 10.000 euros, aduciendo irregularidades y conflictos inventados para esconder la repugnante realidad: que se les prohibió y se les multó porque ni a la señora Colau ni a sus correligionarios les gusta la selección española. Y como no les gusta, acosan ferozmente a sus aficionados, haciendo sin ningún reparo un uso abusivo de su poder. Así de sencillo y de demoledor: se prohíbe el fútbol en Barcelona (España), porque a los nacionalistas catalanes y a la señora Colau les irrita la selección española. Esto tiene un nombre: totalitarismo. Pues bien, hoy nos hemos enterado de que el encarnizado Ayuntamiento presidido por la señora Colau ha impuesto a esta organización una cuarta multa, esta, de 1.802 euros, ¿entendéis ahora lo del empecinamiento?
Cuando fue sancionada en 2016, Barcelona con la Selección pidió ayuda a la ciudadanía (tuve la satisfacción de colaborar) y recaudó más dinero del que necesitaba. Aquí os dejo un vídeo en que vuelve a hacerlo y replica al último abuso de la señora Colau:
Barcelona con la Selección responde a la última multa y pide ayuda
Volveré a echarles una mano, naturalmente. Ensañamientos indecentes como este no son admisibles en democracia, por no hablar de los temblores que produce una dirigente que es capaz de prohibir hasta el fútbol: ¿os imagináis a los responsables de esta persecución gobernando un país con mayoría absoluta? Miedo da.
Miedo da. Y tantas cosas que se dejan entrever en estos días, que una se pregunta realmente donde nos llevarán, porque si con poco poder montan tanto lío, no quiero saber manejando más hilos el desastre que nos van a organizar.
ResponderEliminarRecemos, Pilar.
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