La hasta hoy última huida hacia adelante de Pedro Sánchez, con efectos pirotécnicos tan vistosos como las "dimisiones" de Adriana Lastra y Dolores Delgado, nos ha dejado entre otros cambios de cromos el de quitar al previsible y gris Felipe Sicilia del cargo de portavoz del PSOE y poner en su lugar a Pilar Alegría, la actual ministra de Educación y Formación Profesional. Esto ha motivado que en los medios se aireasen una vez más sus ejecutorias formativa, política y profesional, lo que me ha dado ocasión de conocer algunos datos de su trayectoria que desconocía y que creo que son dignos de una pequeña reflexión.
Si empezamos por su bagaje formativo, podremos ver tanto en la página ministerial como en Wikipedia que básicamente consiste en una diplomatura en Magisterio en la especialidad de Educación Primaria (Universidad de Zaragoza) y en un máster en Educación Social (Universidad Complutense).
En lo referido a su trayectoria política, esas mismas fuentes nos darán cuenta con mayor o menor prolijidad de lo más sustancial: vocal de la Ejecutiva Federal del PSOE (2008 - 2012), diputada del Congreso (2008 - 2015), diputada autonómica y consejera del Gobierno de Aragón (2015 - 2019) o ministra de Educación desde 2021. Esto, entre otras cosas, algunas de las cuales son cargos internos del PSOE de cuyos periodos no dispongo, pero presumo que son anteriores a 2008.
Llegamos finalmente al terreno profesional, en el que, con lo visto en el párrafo anterior, queda muy claro que el verdadero oficio de Pilar Alegría es la política. Mientras estaba elaborando este artículo, me he encontrado con un detalle de esos que provocan la sonrisa irónica, referido a su titulación como profesora: en Wikipedia se deja constancia del conocido hecho de que nuestra ministra de Educación nunca ha ejercido como docente, a pesar de tener la titulación idónea, pero en la página ministerial y en la de Transparecia se omite este dato.
Es en este capítulo donde aparecen los motivos de reflexión. Pilar Alegría nació en 1977, con lo que podemos aventurar que hasta más o menos el año 2000 estuvo dedicada a su formación. En 2008 o muy presumiblemente uno, dos o quizás incluso tres años antes, estaba ya dedicándose a su profesión política. ¿Qué hizo en el lapso que nos queda sin rellenar? Lo normal sería que se hubiera dedicado a alguna ocupación profesional, como en efecto ocurrió, pero, sabido que no fue a aquella para la que se había preparado académicamente, ¿a cuál fue? ¿Cuál fue la trayectoria laboral de Pilar Alegría antes de llegar a su definitiva profesión política, en la que hoy ejerce el cargo de ministra de Educación? En un perfil que publica "El Mundo" hoy se nos dan algunos datos:
Pertenece a una generación que se estrenó en el mercado laboral con trabajos precarios, tras la crisis de los 90, y eso le ha generado resistencia. Diplomada en Magisterio y máster en Educación Social, recogió fruta en su pueblo, fue camarera en los fines de semana, estuvo dos meses sexando pollos y se empleó como técnica en una empresa de informática antes de dedicarse plenamente a la política de la mano de Carmen Chacón y Eva Almunia y ejercer de diputada autonómica.
Diré de antemano que no tengo nada contra estos empleos, y aún más: yo mismo, en mi juventud, sembré melones, hice la vendimia, fui camarero o hice encuestas, lo cual no me convierte en un resistente (¡vale ya de elevar a virtudes cosas que no lo son!), sino en un hijo de vecino normal y corriente, o sea, uno más que se ha buscado la vida en lo que ha podido, pero hay algo que me deja un mal regusto en esta trayectoria de Pilar Alegría. Están muy bien los caminos de perfección, eso de empezar en lo más humilde e ir subiendo a lo más alto, pero hay algo que no debe despreciarse: los pasos intermedios. Aunque me llaméis elitista, tendré que decirlo, y bien alto: algo falla si has saltado de los trabajos que no exigen gran cualificación a los despachos o las cámaras que rigen las sociedades. Algo falla si quienes mandan no han ejercido nunca profesiones que enfrentaran a retos de envergadura y obligaran a demostrar la capacidad para vencerlos. No tengo además que arrancarme la piel para demostrarlo, porque la política actual nos da ejemplos muy clamorosos, uno de los cuales aparece en la segunda línea de este artículo.
El caso de Pilar Alegría viene además con recargo: del manojo de trabajos que tuvo antes de aterrizar en la política, ninguno estuvo relacionado con los estudios que había hecho. No sé, pero a mí desde luego me da que pensar, y más, si posteriormente acabó de ministra de Educación: resulta que nuestra ministra de Educación tiene el título de Magisterio, pero nunca ha ejercido como maestra, aunque sí ese variopinto muestrario de profesiones enumerado arriba: algo cojea, ¿no? Y ya, si te pones a mirar las cosas que defiende, cosas como la LOMLOE, los criterios estos de evaluación que nos ha vendido, su inhibición en la guerra contra el español en Cataluña... Ya, si te pones a mirar todo eso, te asalta la absoluta perplejidad: ¿cómo es posible que una diplomada en Magisterio adopte esas posiciones? ¿Tendrá que ver con el hecho de que, al no haber ejercido esa enseñanza para la que se preparó y de la que ahora es tan alta responsable, no la conoce como debiera?
Resulta desolador que esta maula, ignorante y política profesional sin cultura ni experiencia en la profesión ni apenas cualificación académica se sitúe al frente de la cartera de Educación. No se podrán pedir peras al olmo tras ver los rebuznos y demás calamidades de esta indocumentada.
ResponderEliminarY cuando piensas en su "gestión", ya es que te sientes insultado.
EliminarEs que manda cojones. Con su "cualificación" y "experiencia", si se pusiera a trabajar (risas) en la docencia pública lo tendría crudo para salir del fondo de la lista de interinos... Y con semejante bagaje, se atreve a ser ministra de Educación. Es de risa... si no fuera para llorar.
ResponderEliminarLa señora Alegría responde al perfil de muchos políticos de hoy, que parecen haber descubierto que no tienen muchas cualidades y han decidido meterse en política, que es una actividad que permite a los mediocres obtener grandes beneficios.
EliminarPero claro, los trepas es lo que tienen: mucho rostro, pocos méritos y ansias desmedidas de medrar a toda costa. Y así nos va: otro caso sonrojante como Iceta aún tenía menos cualificación que esta señora (que ya es decir). Alguien con el bachillerato pelao aprobao, de menistro de Educación. Jódete y baila, oye.
ResponderEliminarA Iceta bailar se le daba muy bien, pero es otro que ha llegado mucho más lejos de lo que sus capacidades merecían. El gran problema con lo que pasa hoy, aparte de que tenemos una nómina de incompetentes estratosférica (los nombrados más Pachi López, las Monteras, Pam, Garzón, Puente...), es que además están haciendo un daño descomunal. Por ejemplo, Pilar Alegría, que a veces parece un muñeco de ventrílocuo, está siendo la guardiana de un desastre tan brutal como la LOMLOE.
EliminarGracias por divulgar esta basura de currículum, otra prueba más de la clase de parásitos oportunistas que nos han hecho metástasis en las instituciones.
ResponderEliminarDe nada. Y además, como cualquiera podrá ver, son datos innegables y de fuentes muy fiables. Para más inri, a Pilar Alegría yo la veo muy bien posicionada para ser la sucesora de Pedro Sánchez en su partido.
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