Libros que he publicado

-LA ESCUELA INSUSTANCIAL. Sobre la urgente necesidad de derogar la LOMLOE. -EL CAZADOR EMBOSCADO. Novela. ¿Es posible reinsertar a un violador asesino? -EL VIENTO DEL OLVIDO. Una historia real sobre dos asesinados en la retaguardia republicana. -JUNTA FINAL. Un relato breve que disecciona el mercadeo de las juntas de evaluación (ACCESO GRATUITO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA). -CRÓNICAS DE LAS TINIEBLAS. Tres novelas breves de terror. -LO QUE ESTAMOS CONSTRUYENDO. Conflictividad, vaciado de contenidos y otros males de la enseñanza actual. -EL MOLINO DE LA BARBOLLA. Novela juvenil. Una historia de terror en un marco rural. -LA REPÚBLICA MEJOR. Para que no olvidemos a los cientos de jóvenes a los que destrozó la mili. -EL ÁNGULO OSCURO. Novela juvenil. Dos chicos investigan la muerte de una compañera de instituto. PULSANDO LAS CUBIERTAS (en la columna de la derecha), se accede a información más amplia. Si os interesan, mandadme un correo a esta dirección:
repmejor@gmail.com

Tenéis información de los precios aquí:

miércoles, 24 de enero de 2024

Los problemas en lectura y matemáticas no se arreglan con afecto, mentiras y montajes

     Como es de sobra conocido, cuando Pedro Sánchez se enfrenta a problemas que no puede o no quiere solucionar, lo que hace es liarse a prometer. El problema se tapa y él queda como un gran gobernante (porque, naturalmente, las promesas son siempre fabulosas), pero nunca soluciona nada, sino que se limita a dejar que el tiempo pase, el olvido llegue y los problemas se enquisten o empeoren.

    Urgido -a decir de muchos- por la necesidad de no hablar de la amnistía, en la convención del PSOE celebrada el domingo pasado en La Coruña, decidió usar la enseñanza como cortina de humo y, colocándose la careta de preocupación patriótica que al efecto llevaba preparada, se puso dramático hablando de los malos resultados obtenidos recientemente en las pruebas PISA en lectura y matemáticas y anunció un plan que contemplaba tres medidas: desdobles para la asignatura de Matemáticas, apoyo en horario no lectivo para los alumnos con dificultades en las áreas que le infunden esa gran consternación y formación del profesorado. Dedicará a ello 500 millones de euros, cantidad que, aunque los sindicatos aduladores la han recibido con satisfacción, sería más bien mediocre para un plan serio, pero tampoco podía esperarse mucho, porque el Señor Presidente necesita reservar fondos para cumplir las exigencias de Junts, ERC, PNV, Bildu..., y, en cualquier caso, tampoco deberíamos preocuparnos, porque se parte de la base de que el plan -ya solo con ser de Sánchez resulta evidente- no va a ser serio, y aún está por ver que se cumpla. En cuanto a las medidas en sí, he de decir por experiencia propia que el desdoble de grupos es muy eficaz (aunque cuesta dinero, porque exige contratar más profesores, y esto está en manos de las autonomías: aquí es donde me temo que va a empezar a ponerse en evidencia la dotación económica); el apoyo externo para los alumnos con problemas también es bueno, siempre que se haga en serio y con personal adecuado, y buena es también, por último, la formación del profesorado, pero surge aquí una gran objeción: que este capítulo es uno de los pretextos tradicionales que usan los responsables educativos para esconder sus fracasos, pues las deficiencias en los rendimientos en los alumnos no se deben, en general, a la inadecuada formación del profesorado, sino a otras causas.

    Para más inri, resulta además que los propósitos gubernamentales en cuanto a ese aspecto en su plan no van encaminados hacia la formación, sino más bien a la deformación, con lo cual lo que conseguirán será empeorar el problema. Pocos días después de su gran anuncio, el Gobierno ha concretado algo más sus planes y nos encontramos con algo que sin duda va a tener que ver con la formación: que el Gobierno va a dar incentivos económicos a los docentes que enseñen las matemáticas con el enfoque socioafectivo y demás milongas metodológicas de la LOMLOE, ya sabéis, los proyectos, lo competencial, la aplicación práctica mal entendida y todo eso, es decir, cosas que están probadamente fracasadas y que hoy en día el profesorado está rechazando masivamente por ser inútiles o perjudiciales. Alegría pretende "dar más formación pedagógica y didáctica a los especialistas de Secundaria". Se refiere esta cita a los de Matemáticas y la entresaco por lo que os voy a decir: me he pasado décadas oyendo a colegas de esa asignatura criticar ferozmente la inutilidad de esa formación y la osadía de los pedagogos que, sin saber matemáticas, se meten a impartirla. Así está la señora Alegría: sin enterarse aún de que esas fantasías de los pedagogos que inspiran las leyes y las políticas de su ministerio son una tomadura de pelo muy perniciosa, como, gracias a la LOGSE, tenemos ya archicomprobado desde hace al menos treinta años.

    Resulta un sarcasmo sangrante que el presidente que implantó la LOMLOE, una ley nefasta, un disparatado modelo de antieducación, y la ministra que la sostiene se nos quieran presentar ahora como salvadores de la enseñanza. Recuerda aquello del zorro cuidando el gallinero, porque el verdadero problema de la enseñanza española de hoy es la LOMLOE: sus disparatados objetivos generales, su modelo competencial, sus proyectos, su fusión de asignaturas, esa memez del enfoque afectivo, su feroz sesgo adoctrinador y, por encima de todo, sus absurdos criterios de evaluación.

    Según se ha hecho público, para hacer frente a las carencias en lectura, el plan perseguirá dos objetivos: que los niños y adolescentes lean más y mejorar su comunicación lingüística. ¿Y eso cómo se logra, Señor Presidente, Señora Ministra? Hay muchos procedimientos, pero yo les voy a decir uno que seguramente es el principal, porque, en educación, si se prescinde de él, todo se viene abajo: la exigencia. Lo he comprobado durante años: cuando los alumnos saben que de esas lecturas que les pones vas a hacer luego un examen que no va a ser un regalo o una farsa, las leen; cuando los alumnos saben que en sus trabajos, exámenes o intervenciones su expresión tiene que ser la adecuada, y que tendrán que estudiar para comprender eso de lo que luego tendrán que examinarse, porque, en caso cotrario, la nota se resiente, entienden bien sus lecciones y hablan y escriben como corresponde. 

    ¿Y qué pasa con la exigencia en la LOMLOE? ¿Cómo se incentiva a los alumnos para que lean y estudien en un marco legal en el que no hacerlo no tiene esas consecuencias que a ellos les disgustan, porque da lo mismo lo que se aprenda o lo que se demuestre, ya que los objetivos y criterios evaluativos están pensados para que apruebes hagas lo que hagas? ¿De verdad piensan Sánchez y Alegría que con el enfoque socioafectivo y de género, la resolución de conflictos y la madurez sexual (cosas de señalado peso en la valoración de los rendimientos en la LOMLOE) se incentiva el aprendizaje de las matemáticas y el amor a los libros? 

    Siquiera que no nos tomaran por idiotas creo que no sería mucho pedir.

sábado, 20 de enero de 2024

Unas palabras sobre "Altsasu""

    El pasado jueves, se estenó en Madrid la obra teatral Altsasu, una representación en torno al brutal ataque multitudinario (llegaron a participar alrededor de 25 agresores) que padecieron en aquella localidad navarra en 2016 un teniente de la Guardia Civil, un sargento y las que entonces eran sus novias. El móvil de la feroz jauría -aunque en el juicio lo negaron con una cobardía tenaz- fue la profesión de los dos agentes. Tras una elevada petición de pena que incluía la agravante de terrorismo, las condenas quedaron al final suavizadas y oscilaron entre los dieciocho meses y los nueva años y seis meses, según el grado de implicación de cada uno de los ocho acusados. 

    Aunque María Goiricelaya, autora de la obra, ha intentado colar la intragable rueda de molino de que Altsasu trata con equidad a víctimas y agresores, no ha tenido ningún éxito, porque el tufo sectario saltaba ya desde la publicidad institucional (fijaos en esta elocuente y enternecedora frase: "la historia de unos jóvenes, arraigados a su tierra, condenados a vivir en prisión"), así que el estreno ha causado un fuerte rechazo, que se concretó en una concentración ante el lugar en que iba a producirse, el Teatro de la Abadía, no contra la libertad de expresión, como ha aventado la prensa del Movimiento, sino por el intolerable hecho de que un panfleto favorable a una negra jauría de violentos se representase sobre las tablas de un teatro sostenido con fondos públicos de la Comunidad de Madrid. 

    Para que quede claro este sesgo favorable a esas personas, que no olvidemos que actuaron movidas por sus afinidad con el violento credo del aberchalismo, os entresaco algunas de las frases que aparecen en la crónica que enlazo de OKdiario (1):

    -Durante los 90 minutos de representación, prima la visión de los agresores, a los que se muestra la mayor parte del tiempo como víctimas y como damnificados por una justicia represiva y vengativa. Hasta tal punto esta es la imagen de la Justicia española que ofrece la obra, dirigida por María Goiricelaya -presente en la sala-, que en un momento dado la actriz que hace de juez apalea a los agresores mientras chilla la condenas.

    -Para terminar, después de un extraño baile tribal, dos protagonistas de Altsasu claman: "Enseñando los dientes, reclamo con toda fiereza, que la fuerza sin ley siempre fue tirana, que soy capaz, desde mis entrañas, de que despierte la tierra, que puedo hacer que se siembre con fortuna y que vuelva la luz tras el tormento, que la nieve arda y la cría continúa porque mi lado humano un día comprendió que solo siendo animal, lluvia o tierra sobreviviríamos, porque la supervivencia de un pueblo está en mirarse y poder decir quién es

    ¿Qué diablos significa exactamente esto último? Aparte de un naturalismo ancestral y mentecato que nos situaría casi en el Neolítico, estas palabras -de pésima redacción, por cierto- irradian una violencia turbia y vindicativa que pone los pelos de punta si se considera que son el final de una obra que ensalza a unos "héroes" de ese aberchalismo que carga con un abultado equipaje de muerte, daño y destrucción. ¡Y todavía nos quieren vender esta obra como un mensaje de conciliación y no sé qué!, lo digo por el campanudo discurso que pronunció Juan Mayorga (director artístico de La Abadía), del que se reproduce bastante en "El Mundo" (1). He aquí algunos fragmentos:

    -Un teatro es un lugar para la paz porque en él se reúnen personas diferentes que acuerdan unir sus ojos y sus oídos en un escenario donde actrices y actores representan posibilidades de eso que llamamos la Humandad.

    -Antes que con discursos, la libertad se defiende ejerciéndola. Antes que con discursos, la paz se defiende practicándola. Hoy, en este teatro, vamos a realizar un acto de paz y libertad

    Sublimes conceptos, la libertad, la paz, la libertad de expresión (que ha sido traída y llevada a lo largo de las polémicas que el asunto ha generado), la Humanidad..., pero quizás el señor Mayorga debería no ser tan ingenuo (o no tomarnos por ingenuos a los demás), ampliar el foco de su visión desde las tablas a la realidad y cotejar lo que unas y otra ofrecen. En el año 2018, escribí aquí un artículo (2) en el que me ocupé de un acto en defensa de los agredidos de 2016 que convocó en la misma Alsasua la organización España Ciudadana, con apoyo de Ciudadanos, PP y Vox. ¿Qué sucedió? Pues, sencillamente, que no pudo celebrarse, porque los pacíficos y humanísimos amiguetes de los "chavales" que habían perpetrado el ataque a los guardias y sus novias, sin duda acendrados amantes de la libertad, y muy en especial, de la de expresión, lo impidieron con hostigamientos, insultos, pedradas, ruidos... ¿Dónde estaban ese día Juan Mayorga y María Goiricelaya? ¿Defendiendo la libertad de expresión? No lo sé, pero lo que sí sé es esto: que el PSOE, que hoy está llamando -cómo no- FASCISTAS a quienes el jueves mostraron su desacuerdo con el estreno -pero no hicieron ni el menor intento de impedirlo-, aquel día arremetió con saña contra... los apedreados, por boca del inmarcesible, Ánder Gil, podéis verlo en mi artículo.

    Una cosa más para terminar, solo una, pero quizás la más tremenda de esta entrada. Es un consejo para todas esas humanitarias, delicadas y fraternales almas que se torturan por los padecimientos a que fueron sometidos esos infortunados "chavales" que Altsasu nos presenta maltratados por la perversa Justicia española. ¿Se han parado un solo segundo a pensar en las verdaderas víctimas del ataque de 2016 y de todo este apestoso asunto, es decir, en esos cuatro jóvenes que solo pretendían pasar una tarde feliz? Pues, si no lo han hecho, se están retratando como unos repugnantes hipócritas, así que voy a facilitarles la enmienda con los testimonios que aporto en la nota 3. Allí verán el amargo trago de miedo y violencia (emocional y física) al que los inocentes "chavales" los sometieron el 15 de octubre de 2016; el calvario posterior de amenazas, acoso, atentados contra sus bienes, hostigamiento a sus familias y exclusión; el destrozo de las personas y de las vidas. ¡Cosas de los "chavales", pobrecitos míos, cómo los zarandeó ese sistema judicial tan facha del opresor Estado español! A lo mejor lo que Alsasua necesita de verdad es menos enseñar los dientes con toda fiereza y más mirarse (sin autoengañarse, claro) para poder decir quién es.

    Mucho me temo que la gangrena que sembró ETA sigue sin desaparecer del todo y, desde luego, ejercicios de engaño y autocompasión como Altsasu no la van a curar.

    

 

1.- 1.a: Crónica de "El Mundo". 1.b: Crónica de "OK Diario".

2.- Enseñanzas de Alsasua

3.- Testimonios. 3.a: María José, la novia del teniente. 3.b: El sargento agredido y su mujer.

domingo, 14 de enero de 2024

Siglo y medio intentando dinamitar España

     El espectáculo lamentable en que se ha convertido la política española desde el acceso de Pedro Sánchez al poder constituye una orgía de abusos, despropósitos, corrupción, traiciones, mentiras y esperpento que ha ido creciendo en un constante más difícil todavía que resultaría increíble si no lo estuviéramos viendo. La novedad de esta legislatura es la amnistía nada menos que al golpista Puigdemont y una gavilla de delincuentes de su calaña, más la sumisión total a ese canalla por parte de Sánchez, que no es menos canalla que él. Constituye todo esto una humillación a España por parte de sus propios gobernantes que, si mis conocimientos de historia no fallan, solo puede compararse a la que en los inicios del siglo XIX perpetraron Carlos IV y su hijo Fernando VII. La función de circo pulgoso en que convirtió al Parlamento en las sesiones del pasado día 10 y siguientes sería una muestra palmaria de lo que digo, aparte de una repugnante humillación, un insulto a la nación por parte de Sánchez, su gobierno y las bandas mafiosas a las que se ha aliado.

    Pedro Sánchez es un cáncer mortal para España. La está destrozando, y ya se permite incluso exhibir al mismo tiempo unas carcajadas impúdicas en esas Cortes que desprecia. Urge que este chiflado incompetente salga del gobierno cuanto antes, porque nos está llevando al abismo. 

    No debe pasarse por alto que sus aliados más decisivos de hoy son los separatistas, que históricamente han constituido un feroz enemigo interno de nuestra nación, hacia la que profesan un odio demencial. Como sé que algunos de los que me leéis no conocéis muy a fondo la historia de España, os dejaré aquí una sucinta guía de los hitos más señalados del daño que estos sañudos conjurados en romperla le han hecho en los últimos tres siglos.

    -Siglo XIX. En esta laberíntica centuria, erizada de enfrentamientos, asonadas, revoluciones y rebeliones y con tantos gobiernos que es difícil llevar la cuenta, uno de los males más mortíferos, violentos y disolventes fue el carlismo. Aunque es en esencia un pleito dinástico, lo cierto es que arraigó poderosamente en las regiones que hoy son de ínfulas separatistas, como Cataluña y las Vascongadas, y al final, sobre todo en esta última, se fundió en perfecta simbiosis con los delirios foralistas y aislacionistas, como parodia con gracia Larra en uno de sus artículos más famosos (1). Más afín a los objetivos del separatismo fue el federalismo, uno de los movimientos que impulsaron la Primera República, que se extendió entre el 11 de febrero de 1873 y el 29 de diciembre de 1874. La principal razón de que fuera tan efímera fue que nació como fruto nada sólido de la confluencia de tendencias muy diversas y de difícil o imposible cohesión, lo que redundó en una permanente inestabilidad. Quizás la revuelta más poderosa a la que hizo frente fue el cantonalismo, una derivación hacia el absurdo del federalismo, pues llevaba hacia una atomización anárquica los diecisiete (¡vaya por Dios!) estados federales en que la nonnata constitución de 1873 dividía España, entre los que se contaban Cuba y Puerto Rico. La amenaza cantonalista fue sofocada por El general Pavía a principios de 1874. Poco después y con el impulso de esa campaña, disolvió las Cortes (en las que no metió ningún caballo) y la República fue ya un fantasma nominal hasta la proclamación de Alfonso XII en diciembre de ese mismo año. Puede verse que los enemigos de la unidad de España lo son también de la democracia, aunque hay que reconocer que esta, en la primera república, fue más pretendida que real.

    -Siglo XX. Ya en 1917, hubo en España una crisis a gran escala que incluyó un movimiento con foco en Barcelona que demandaba una nueva organización del Estado con autonomía para las regiones. Posteriormente vino ya una puñalada más seria, esta vez dirigida contra la Segunda República, pues ya en su propia proclamación en 1931, Francesc Maciá aprovechó para declarar también una república catalana, que duró solo tres días. Después, en 1934, el 6 de octubre, Luis Companys proclamaría el estado catalán, aunque, como el anterior, eufemísticamente integrado dentro de la República española. En este caso la independencia le duró a Cataluña diez horas, aunque hubo enfrentamientos armados y muertos. Finalmente, en 1936, es la nada sospechosa voz de Azaña la que acusa al mismo Companys -al que el Frente Popular había indultado de la condena por su aventurilla de 1934- de traicionar a la República e intentar rebelarse contra ella aprovechando el río revuelto del golpe franquista. Este fue sin duda el que acabó con el régimen democrático republicano, pero en el separatismo catalán tuvo un pérfido enemigo que siempre le fue desleal, conspiró contra él y lo debilitó.

    Entrados ya en el segundo periodo democrático del siglo XX, es decir, el régimen de la Constitución de 1978, el periodo de mayor prosperidad y libertad de la historia de España, encontramos una nueva gran amenaza nacionalista (vasca esta vez) contra la nación y la democracia: la organización terrorista ETA, responsable de más de ochocientos asesinatos, daños ocasionados a miles de personas, innumerables estragos materiales y una siembra de dolor y miedo que llega hasta hoy. Todo esto, al servicio del demencial objetivo de la independencia de la comunidad vasca. Hay que señalar además que, si bien muy alejadas de la gravedad de la violencia etarra, las políticas de las formaciones nacionalistas han estado sistemáticamente dirigidas al resquebrajamiento y daño de la nación española, de forma hipócritamente enmascarada al principio en partidos como ERC, PNV o CiU, pero, con la perspectiva de hoy, se ve con claridad que su juego fue siempre parasitar a la nación y romperla.

    -Siglo XXI. La afirmación con que concluyo el apartado anterior se ve confirmada con lo que llevamos vivido y comprobado en las dos décadas iniciales del presente siglo. La voracidad y los chantajes del PNV son cada vez más apremiantes y el nacionalismo violento vasco ya no mata, pero pega, intimida y acosa a quienes odia, al tiempo que venera y mima a sus héroes sanguinarios y proyecta unos planes separatistas que incluyen la pretensión de arrastrar en ellos a la comunidad navarra, una veleidad de insólito nanoimperialismo. Todo esto se produce además con una tremenda agresividad y prepotencia, equiparable a la del nacionalismo catalán, que es hoy todo él de un radicalismo tan abyecto como rabioso: un nacionalismo que ostenta la asombrosa particularidad de haber dado un golpe de Estado en la Europa del siglo XXI, pues no otra cosa fue la proclamación de independencia de octubre de 2017, esa que duró ocho segundos, récord absoluto y grotesco, pero no nos fiemos, porque, a la vez, este ataque a la nación y la democracia española, es muy persistente, ya que empezó allá por 2012 con Artur Mas, alcanzó su pico con la proclamación de 2017 y, después, gracias al infame traidor llamado Pedro Sánchez, que espero que un día acabe pagando los daños que nos está haciendo, ha resucitado, y con mucha fuerza. 

    Esta es la ejecutoria de ataques y traiciones a España de los nacionalistas, esos amigos de Pedro Sánchez, y continúa.

    Ayer mismo, sin ir más lejos, todos estos conspiradores separatistas dieron otra grosera muestra de que van como un torpedo contra España y contra el sistema democrático, y muy unidos, y aglutinados nada menos que en defensa de los terroristas presos por sus crímenes, todo un síntoma de lo que estos supremacistas respetan al resto de los ciudadanos. Pero no nos engañemos; aunque reclaman la independencia, no es esto lo que quieren, sino algo mucho más ventajoso para ellos, pero desastroso para el resto de los españoles: un nuevo tiempo en que ellos sigan formando parte de España, pero con un régimen político que les permita hacer lo que les dé la gana en sus regiones acompañado de un estatus económico que disponga que seamos los demás quienes con nuestros impuestos engordemos su prosperidad y su riqueza. De hecho, los vascos este sueño dorado ya casi lo han alcanzado, a falta de algunos flecos, y los catalanes se han puesto a ello, y sin complejos. Y Pedro Sánchez es su caballo burro de Troya. 

    Hay que desmantelar el Estado de las Autonomías, porque solo genera corrupción y desigualdad. Y, en cuanto a Sánchez y su banda, la única salida digna es que acaben en los tribunales. 


1.- Nadie pase sin hablar al portero. La rapiña bandolerista de los facciosos de Larra encajaría muy bien con la de los actuales partidos defensores de los conciertos vascos. De todos modos, el carlismo no es para tomárselo a risa, porque fue de una crueldad inhumana. Un buen retrato literario de los estragos que produjeron las guerras carlistas lo encontramos en La nave de los locos, de Pío Baroja.