Libros que he publicado

-LA ESCUELA INSUSTANCIAL. Sobre la urgente necesidad de derogar la LOMLOE. -EL CAZADOR EMBOSCADO. Novela. ¿Es posible reinsertar a un violador asesino? -EL VIENTO DEL OLVIDO. Una historia real sobre dos asesinados en la retaguardia republicana. -JUNTA FINAL. Un relato breve que disecciona el mercadeo de las juntas de evaluación (ACCESO GRATUITO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA). -CRÓNICAS DE LAS TINIEBLAS. Tres novelas breves de terror. -LO QUE ESTAMOS CONSTRUYENDO. Conflictividad, vaciado de contenidos y otros males de la enseñanza actual. -EL MOLINO DE LA BARBOLLA. Novela juvenil. Una historia de terror en un marco rural. -LA REPÚBLICA MEJOR. Para que no olvidemos a los cientos de jóvenes a los que destrozó la mili. -EL ÁNGULO OSCURO. Novela juvenil. Dos chicos investigan la muerte de una compañera de instituto. PULSANDO LAS CUBIERTAS (en la columna de la derecha), se accede a información más amplia. Si os interesan, mandadme un correo a esta dirección:
repmejor@gmail.com

Tenéis información de los precios aquí:

sábado, 20 de enero de 2024

Unas palabras sobre "Altsasu""

    El pasado jueves, se estenó en Madrid la obra teatral Altsasu, una representación en torno al brutal ataque multitudinario (llegaron a participar alrededor de 25 agresores) que padecieron en aquella localidad navarra en 2016 un teniente de la Guardia Civil, un sargento y las que entonces eran sus novias. El móvil de la feroz jauría -aunque en el juicio lo negaron con una cobardía tenaz- fue la profesión de los dos agentes. Tras una elevada petición de pena que incluía la agravante de terrorismo, las condenas quedaron al final suavizadas y oscilaron entre los dieciocho meses y los nueva años y seis meses, según el grado de implicación de cada uno de los ocho acusados. 

    Aunque María Goiricelaya, autora de la obra, ha intentado colar la intragable rueda de molino de que Altsasu trata con equidad a víctimas y agresores, no ha tenido ningún éxito, porque el tufo sectario saltaba ya desde la publicidad institucional (fijaos en esta elocuente y enternecedora frase: "la historia de unos jóvenes, arraigados a su tierra, condenados a vivir en prisión"), así que el estreno ha causado un fuerte rechazo, que se concretó en una concentración ante el lugar en que iba a producirse, el Teatro de la Abadía, no contra la libertad de expresión, como ha aventado la prensa del Movimiento, sino por el intolerable hecho de que un panfleto favorable a una negra jauría de violentos se representase sobre las tablas de un teatro sostenido con fondos públicos de la Comunidad de Madrid. 

    Para que quede claro este sesgo favorable a esas personas, que no olvidemos que actuaron movidas por sus afinidad con el violento credo del aberchalismo, os entresaco algunas de las frases que aparecen en la crónica que enlazo de OKdiario (1):

    -Durante los 90 minutos de representación, prima la visión de los agresores, a los que se muestra la mayor parte del tiempo como víctimas y como damnificados por una justicia represiva y vengativa. Hasta tal punto esta es la imagen de la Justicia española que ofrece la obra, dirigida por María Goiricelaya -presente en la sala-, que en un momento dado la actriz que hace de juez apalea a los agresores mientras chilla la condenas.

    -Para terminar, después de un extraño baile tribal, dos protagonistas de Altsasu claman: "Enseñando los dientes, reclamo con toda fiereza, que la fuerza sin ley siempre fue tirana, que soy capaz, desde mis entrañas, de que despierte la tierra, que puedo hacer que se siembre con fortuna y que vuelva la luz tras el tormento, que la nieve arda y la cría continúa porque mi lado humano un día comprendió que solo siendo animal, lluvia o tierra sobreviviríamos, porque la supervivencia de un pueblo está en mirarse y poder decir quién es

    ¿Qué diablos significa exactamente esto último? Aparte de un naturalismo ancestral y mentecato que nos situaría casi en el Neolítico, estas palabras -de pésima redacción, por cierto- irradian una violencia turbia y vindicativa que pone los pelos de punta si se considera que son el final de una obra que ensalza a unos "héroes" de ese aberchalismo que carga con un abultado equipaje de muerte, daño y destrucción. ¡Y todavía nos quieren vender esta obra como un mensaje de conciliación y no sé qué!, lo digo por el campanudo discurso que pronunció Juan Mayorga (director artístico de La Abadía), del que se reproduce bastante en "El Mundo" (1). He aquí algunos fragmentos:

    -Un teatro es un lugar para la paz porque en él se reúnen personas diferentes que acuerdan unir sus ojos y sus oídos en un escenario donde actrices y actores representan posibilidades de eso que llamamos la Humandad.

    -Antes que con discursos, la libertad se defiende ejerciéndola. Antes que con discursos, la paz se defiende practicándola. Hoy, en este teatro, vamos a realizar un acto de paz y libertad

    Sublimes conceptos, la libertad, la paz, la libertad de expresión (que ha sido traída y llevada a lo largo de las polémicas que el asunto ha generado), la Humanidad..., pero quizás el señor Mayorga debería no ser tan ingenuo (o no tomarnos por ingenuos a los demás), ampliar el foco de su visión desde las tablas a la realidad y cotejar lo que unas y otra ofrecen. En el año 2018, escribí aquí un artículo (2) en el que me ocupé de un acto en defensa de los agredidos de 2016 que convocó en la misma Alsasua la organización España Ciudadana, con apoyo de Ciudadanos, PP y Vox. ¿Qué sucedió? Pues, sencillamente, que no pudo celebrarse, porque los pacíficos y humanísimos amiguetes de los "chavales" que habían perpetrado el ataque a los guardias y sus novias, sin duda acendrados amantes de la libertad, y muy en especial, de la de expresión, lo impidieron con hostigamientos, insultos, pedradas, ruidos... ¿Dónde estaban ese día Juan Mayorga y María Goiricelaya? ¿Defendiendo la libertad de expresión? No lo sé, pero lo que sí sé es esto: que el PSOE, que hoy está llamando -cómo no- FASCISTAS a quienes el jueves mostraron su desacuerdo con el estreno -pero no hicieron ni el menor intento de impedirlo-, aquel día arremetió con saña contra... los apedreados, por boca del inmarcesible, Ánder Gil, podéis verlo en mi artículo.

    Una cosa más para terminar, solo una, pero quizás la más tremenda de esta entrada. Es un consejo para todas esas humanitarias, delicadas y fraternales almas que se torturan por los padecimientos a que fueron sometidos esos infortunados "chavales" que Altsasu nos presenta maltratados por la perversa Justicia española. ¿Se han parado un solo segundo a pensar en las verdaderas víctimas del ataque de 2016 y de todo este apestoso asunto, es decir, en esos cuatro jóvenes que solo pretendían pasar una tarde feliz? Pues, si no lo han hecho, se están retratando como unos repugnantes hipócritas, así que voy a facilitarles la enmienda con los testimonios que aporto en la nota 3. Allí verán el amargo trago de miedo y violencia (emocional y física) al que los inocentes "chavales" los sometieron el 15 de octubre de 2016; el calvario posterior de amenazas, acoso, atentados contra sus bienes, hostigamiento a sus familias y exclusión; el destrozo de las personas y de las vidas. ¡Cosas de los "chavales", pobrecitos míos, cómo los zarandeó ese sistema judicial tan facha del opresor Estado español! A lo mejor lo que Alsasua necesita de verdad es menos enseñar los dientes con toda fiereza y más mirarse (sin autoengañarse, claro) para poder decir quién es.

    Mucho me temo que la gangrena que sembró ETA sigue sin desaparecer del todo y, desde luego, ejercicios de engaño y autocompasión como Altsasu no la van a curar.

    

 

1.- 1.a: Crónica de "El Mundo". 1.b: Crónica de "OK Diario".

2.- Enseñanzas de Alsasua

3.- Testimonios. 3.a: María José, la novia del teniente. 3.b: El sargento agredido y su mujer.

4 comentarios:

  1. «Yo soy libre solamente en la medida en que reconozco la humanidad y respeto la libertad de todos los hombres que me rodean». M. Bakunin

    La libertad tiene unos límites, que algunos se empeñan en rebasar en nombre de la sinrazón.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bakunin... Al 95% de los podemitas superácratas que defienden y aplauden a rabiar este panfleto en favor de la violencia política, si les mencionas a Bakunin, seguro que se imaginan que estás hablándoles del señor que pone las vacunas en los hospitales. Y ya, de los cavernícolas del entorno batasuno, mejor no hablar, porque esos lo más que han leído es el cartel de las fiestas de su pueblo. Uno de los grandes problemas del engendro Frankenstein, es que, si exceptuamos al PSOE, donde hay gente leída, culta y preparada (la inmensa mayoría de los cuales no son sanchistas, claro), es un páramo intelectual y cultural espantoso. Mira qué líderes: Rufián, la Yoli, Colau, Puigdemont... Y así. Hasta Junqueras, que tiene títulos universitarios, no es precisamente el más listo de la clase.

      Eliminar
  2. Claro como el agua. De cualquier modo nada que pueda sorprendernos. En el inicio del actual Régimen, aunque de modo mas suave y disfrazándolo siempre con la mejor excusa de todos los tiempos; Franco, ya se producían cosas como "La fuga de Segovia", una hagiografía en toda regla del ceporrismo de campanario antiespañol mas cerril, de cualquier clase y condición. La escena de Ovidi Montllor cantando "Rossinyol" era bien elocuente; y manipuladora... También resultó significativo; y premonitorio, que ediciones "Cátedra", empezase a publicar como troncales de las letras hispánicas las obras de autores de tercera en lenguas regionales, todos cortados por el mismo molde. Recuerdo con especial repugnancia en mi bachillerato la obligación de leer a cierto poetastro valenciano pancatalanista; Vicent Andres Estellés y otros de ese jaez, siempre quejándose de que no se hablase su idiomita morronguero y otras bajezas así. De Castelao y Vicente Risco, hablamos otros día. Y, lo peor de todo, los inagotables sentimentalismo y cursilería de plañidera mientras se vive de dinero público. Lo mismo que lo del cine -"¿español?"- y sus visajes porque a una enchufada le retiren los contratos publicitarios. En fin, lo que nos queda por ver...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De acuerdo contigo al cien por cien, Paco: la semilla de la gilipollez la empezamos a sembrar nosotros mismos bien prontito, creyendo que estábamos reconciliándonos, recuperando el pasado y bla bla bla, cuando en realidad estábamos empezando a entregarnos a la peor gentuza. Es curiosísimo: de la fuga de Segovia -que en su momento vi integrado dentro de esta ola pero ya me chirrió-, precisamente a mí también me impresionó esa escena de la que hablas y el personaje de Montllor, paroxismo de lo que, como tú bien señalas, era aquella película: la santificación de un puñado de criminales, algunos de ellos, asesinos.
      Y, en lo referido al panorama artístico de la actualidad, te dan arcadas: en el cine, la televisión, el teatro o la novela, las historias tienen que ser progres, los argumentos tienen que ser progres, los valores tienen que ser progres, los enfoques tienen que ser progres y los personajes guay tienen que ser progres. Esto arrasa; el cauce del pensamiento del régimen es más agobiante que en la dictadura, al menos, entre inicios de los 60 y 1975. Así sale lo que sale: un cine comercial pobre, sectario, malo y adoctrinador.

      Eliminar