Libros que he publicado

-LA ESCUELA INSUSTANCIAL. Sobre la urgente necesidad de derogar la LOMLOE. -EL CAZADOR EMBOSCADO. Novela. ¿Es posible reinsertar a un violador asesino? -EL VIENTO DEL OLVIDO. Una historia real sobre dos asesinados en la retaguardia republicana. -JUNTA FINAL. Un relato breve que disecciona el mercadeo de las juntas de evaluación (ACCESO GRATUITO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA). -CRÓNICAS DE LAS TINIEBLAS. Tres novelas breves de terror. -LO QUE ESTAMOS CONSTRUYENDO. Conflictividad, vaciado de contenidos y otros males de la enseñanza actual. -EL MOLINO DE LA BARBOLLA. Novela juvenil. Una historia de terror en un marco rural. -LA REPÚBLICA MEJOR. Para que no olvidemos a los cientos de jóvenes a los que destrozó la mili. -EL ÁNGULO OSCURO. Novela juvenil. Dos chicos investigan la muerte de una compañera de instituto. PULSANDO LAS CUBIERTAS (en la columna de la derecha), se accede a información más amplia. Si os interesan, mandadme un correo a esta dirección:
repmejor@gmail.com

Tenéis información de los precios aquí:

martes, 30 de mayo de 2023

Análisis del 28-M en clave lingüística

     Los periódicos que me compré ayer lunes a las once de la mañana, a las doce, ya eran viejos, gracias a la prisa que se dio Pedro Sánchez en convocar elecciones generales anticipadas para el próximo 23 de julio. La celeridad ha sido tanta que, como señalan algunos medios, se saltó el precepto constitucional de reunir previamente al consejo de ministros para tomar tan importante decisión, con lo que todo el mundo se pregunta a qué viene tanta urgencia. Hay una serie de razones que hacen muy lógica la convocatoria de elecciones anticipadas, entre las que sobresale una evidente: el descalabro del PSOE y Podemos (es decir, las fuerzas del gobierno de coalición) en las recién celebradas municipales y autonómicas, que ha barrido del mapa a Podemos y ha hecho que el PSOE pierda o esté en condiciones de perder un gran número de gobiernos regionales y alcaldías de grandes ciudades, los datos son muy conocidos, pero dejaré este enlace y este otro para quien quiera revisarlos, aunque os recordaré algunos particularmente significativos: el tremendo correctivo de Madrid, la conquista por parte del PP de numerosas capitales importantes (Sevilla o Valencia entre ellas) y la despedida de responsables socialistas tan señalados como Lambán, Chimo Puig, Vara, Armengol, Óscar Puente...

    Aunque no voy a entrar en este asunto, en mi opinión, las prisas de Pedro Sánchez se deben a que el pánico del que viene dando indicios desde hace tiempo ya le tiene completamente dominado, y así, se encuentra en la fase de buscar su salvación a la desesperada, lo que le ha inducido a protegerse cuanto antes de quienes más daño pueden hacerle: sus propios aliados. Ha entendido que, cuanto más tiempo deje pasar, más los van a machacar a él y a su partido la guerra sin cuartel que sin duda les van a declarar los podemitas (que están tan desesperados como ellos) y los más que previsibles chantajes y desafíos del separatismo.

    Es a estos a los que voy a dedicar este artículo. Como todo el mundo sabe, el mayor desafío al que se enfrenta hoy España es el de los que quieren romperla, ya que amenaza no solo a la democracia, sino también a la mera existencia del país. Y como todo el mundo sabe igualmente, aunque demasiados se empeñan en no enterarse o fingir tal cosa, el instrumento que están usando en esta guerra contra España es la lengua, que han convertido en una especie de arma de destrucción y discordia, lo cual es bastante penoso. Pues bien, si contemplamos los resultados de las elecciones del 28 de mayo bajo esta óptica, encontraremos datos inquietantes, que señalaré tomándolos de las fuentes arriba enlazadas. 

    1. El Principado de Asturias. Ya sé que muchos pensaréis que incluir esta comunidad en un artículo que habla sobre la amenaza separatista resulta un tanto temerario, pero tampoco podréis negar, porque es un hecho patente, que desde hace algunos años se ha apuntado con sana alegría al motín de los dialectos que se está extendiendo por la España un tanto insensata de hoy, que está sirviendo de tontuna útil a los separatistas en su feroz campaña de acoso, arrinconamiento y anulación del español. Desde esta perspectiva, no es una buena noticia la más que probable conservación de su presidencia por parte de don Adrián Barbón.

    2. El vasco, esa lengua universal. El País Vasco tiene 2.178.000 habitantes, de los cuales, 750.000 tienen el euskera como lengua nativa, pero solo 395.000 gozan de competencia plena, datos que a mí, como hablante del español, me hacen avergonzarme y sentirme un enano un tanto ridiculín. Es de dominio público que los nacionalistas que mandan allí están expulsando al español de la enseñanza (así está España hoy en día), lo cual resulta una aberración y un abuso totalitario incomprensible e intolerable, que raya en obscenidad demencial si se tiene en cuenta la desproporción entre ambas lenguas en el mundo, en España y en la propia comunidad vasca. A la vista de esto, es muy alarmante este dato: en Vitoria gana Bildu y en San Sebastián y Bilbao, el PNV, seguido en ambos casos por Bildu (allí solo se celebraban elecciones municipales), es decir, que el poder se lo están repartiendo dos fuerzas separatistas cuyo sectarismo xenófobo de buena gana expulsaría al español y a quienes inexplicablemente lo prefieren al euskera de su diminuto mapa. 

    Esto no se queda aquí, porque ya sabemos que el separatismo vasco tiene unas ínfulas expansionistas que no se molesta en disimular y que le han llevado a extenderse por Navarra, comunidad en la que, de cincuenta diputados, ellos tienen dieciséis, y a la cual intentan exportar su imposición del vasco.

    A nada de lo dicho aquí se oponen el PSE ni el PSN.

    3.- Cataluña. Teniendo en cuenta cómo gobierna aquella región la Generalidad y los abusos que está cometiendo contra la lengua española, a la que persigue hasta el punto de no permitir ni que se use en el 25% de las clases, guerra en la que llega hasta el punto de incumplir una sentencia del TSJC, podría pensarse que poco más hay que añadir en este artículo, y en gran parte así es, pero siquiera debemos hacer mención de que, de los 41 concejales del Ayuntamiento de Barcelona (aquí también se han celebrado solo elecciones municipales), solo seis, los del PP y Vox, serían contrarios a esta aberrante política, mientras que en las otras tres provincias el ganador ha sido el PSC, que a la vista de lo dicho hay que entender que tampoco se opone. ¿Por qué? Se podrá comprender si se lee el libro titulado PSC: historia de una traición, del periodista Miquel Giménez.

    4.- Valencia. En esta región la izquierda ha sido desalojada del gobierno autonómico, pero no debemos perder de vista que Compromís, que ha perdido la alcaldía de Valencia, es un partido de corte nacionalista al que han votado 349.096 electores y que allí también se han practicado políticas de exclusión del español avaladas por el PSPV.

    5.- Baleares. Debe llenarnos de satisfacción que la socialista Franciana Armengol vaya a ser desalojada del gobierno comunitario, no solo por sus agresivas políticas de persecución del español, sino también porque su nombre aparece envuelto en algunas investigaciones por corrupción. No obstante, hay que dejar claro que tanto su partido como otros de la izquierda isleña de tendencias pancatalanistas y por tanto excluyentes de lo español siguen teniendo una importante representación parlamentaria. 

    En conclusión, si atendemos a la ofensiva separatista y a la persecución de la lengua española, veremos que la amenaza sigue fuerte, viva y extendida. El hacerle frente y derrotarla, por tanto, sigue estando en la agenda de los partidos defensores de la democracia y la unidad de España, cosas que son inseparables. Quiero recalcar un importante factor: la posición del PSOE, al que hoy en día y en este asunto no se puede considerar un partido constitucionalista, como se demostraría por lo visto en cada uno de los apartados anteriores. Es posible que este hecho tenga que ver con que este partido se llame PSE en la comunidad vasca, PSN en Navarra, PSC en Cataluña, PSPV en Valencia y PSIB en Baleares: con este cacao, resulta una formación muy poco de fiar. Pero, como ya he señalado otras veces, el PP también despierta dudas, en particular, por las posiciones y políticas que conocemos del líder de este partido que aspira a presidir España, Alberto Núñez Feijoo, un candidato de procedencia gallega que se presenta con fórmulas como algo que él llama el bilingüismo cordial, de cuyas concreciones tenemos información aquí. No enamora nada e inquieta mucho.

domingo, 14 de mayo de 2023

Pagarnos el cine a los viejos

     Hace muchos años, allá por los setenta, conocí a un tío de un amigo mío que era un ferviente republicano. Mi amigo y yo solíamos hablar con él, porque era un hombre muy simpático y nos contaba muchas cosas de la época de la República, un periodo histórico que en aquellos años del franquismo agonizante y de la transición estaba muy de moda, por razones muy lógicas y comprensibles. Nos parecían muy interesantes las anécdotas que nos contaba, tanto por la intensidad y gracia que ponía (que les daban mucho colorido) como por el impagable mérito de que eran experiencias vividas: no es lo mismo que te hable de la Guardia de Asalto un libro, un periódico o un reportaje televisivo que un señor que había pertenecido a ese histórico cuerpo policial, del que llegó a ser capitán durante los últimos compases de la guera civil. 

    Había un personaje hacia el que manifestaba una especial antipatía: José María Gil-Robles y Quiñones, aquel importatísimo político cofundador de la CEDA, al que el viejo guardia, con toda la razón del mundo, consideraba un personaje nefasto y un pájaro de cuenta. A menudo solía relacionarlo con la campaña de su formación para las elecciones de 1933 ("¡A por los trescientos!, decían", todavía me parece verlo cuando nos lo contaba) y, para ilustrar lo canalla que era, añadía casi siempre el dato de que se dedicaron a comprar votos a cambio de colchones, sobre todo, por los pueblos. 

    A mi amigo y a mí, que, como casi todo el mundo en aquella época, teníamos idealizada la democracia, este detalle nos escandalizaba: ¡cómo podían ser tan miserables de aprovecharse de la pobreza ajena para pervertir de ese modo la sacrosanta libertad de elección!

    Por lo que estamos viendo en estos días, parece que ese feo vicio de don José María, noventa años después, ha revivido, y que quien cae en él con más furor es don Pedro Sánchez, actual presidente del Gobierno, aunque tampoco hay que echar en saco roto esos 20.000 euros que pretende dar Yolanda Díaz a todo aquel que cumpla dieciocho años, un dislate. Ya no soy aquel jovencito de los años setenta,  pero estos señuelos de hoy me parecen igual de vergonzosos que el de la CEDA, o incluso más, porque, a última hora, sus colchones (aunque hay quienes dicen que esta historia no es cierta) los pagaban ellos, mientras que los caramelitos con que Sánchez, Díaz o quien sea pretenden hoy pringarnos en su propio beneficio tendrían que costearse en su momento con el dinero de todos.

    Pero, si esto me indigna, lo que ya me parece repugnante es la última ocurrencia de Sánchez, esa genialidad con la que se ha descolgado hoy anunciando que los mayores de 65 años podremos ir al cine por dos euros, gracias, una vez más, a una subvención que pagaremos entre todos para que se beneficie él. Sin dejar de recalcar que es aberrante la forma impúdica en que este señor se ha lanzado a sobornar a la ciudadanía con promesas que pagaremos entre todos para hacerle presidente a él y señalando también que es profundamente inmoral que, solo con ese propósito, se gaste o pretenda gastarse el dinero público en cosas que pertenecen a la esfera de los caprichos que cada uno debería pagarse de su bolsillo, quiero subrayar que esta ocurrencia es, sencillamente, uno más de esos insultos con los que el presidente acostumbra a ofendernos. ¡Por favor, señor Sánchez!, ¿por quién nos ha tomado usted a los viejos de este país? ¿Qué clase de estúpidos miserables cree que somos? Incluso a quienes vayan más al cine, esta "medida" suya le va a representar unos cuantos euros al año: ¿es que se ha creído usted que por cuatro perras de cine le vamos a dar nuestro voto? No nos llame idiotas de esa manera. Eran mucho menos humillantes las perversiones de la CEDA, porque, al fin y al cabo, en la miserable España de 1933, un colchón era un colchón. No digamos ya si comparamos sus entraditas con los 20.000 euracos que la señora Díaz se propone regalarles a los pimpollos de dieciocho años: por fortuna, ni ellos ni nosotros vamos a picar, ellos, porque son lo suficientemente listos como para olerse la mentira; nosotros, porque no nos gusta que nos traten como a imbéciles y, en ambos casos, porque los destinatarios de esos sonrojantes engaños tenemos más decencia que quienes los han urdido.  

    Y allá va la despedida: ¿qué creéis que ha respondido el PP a este disparate del cine a dos euros para los vejetes? Por un lado, parece que no ha visto los problemas de fondo, porque alega que habría que tener en cuenta la renta del agraciado; por otro, nos recuerda que esta brillante idea, digna de las colas de sopa boba más barojianas, ya la puso en práctica Esperanza Aguirre, gran política social. ¿Este es el relevo que nos espera? 

viernes, 5 de mayo de 2023

Breves consideraciones en torno al acoso escolar

     Hemos tenido con escaso margen de tiempo algunas noticias de trágicos asuntos realcionados con el acoso escolar, asuntos de esos que han acabado en el final más doloroso: el suicidio de la persona acosada. Es terrible que un ser humano -siempre un niño, un adolescente o un joven muy joven en estos casos- llegue a quitarse la vida y se hace aún más demoledor que la causa sea la persecución o el hostigamiento, generalmente tan estúpido como malvado, que han ejercido sobre él otros que también son niños o adolescentes, sus propios compañeros, esos que en buena lógica habrían debido ser sus amigos. Sé muy bien que el acoso escolar es un problema muy complejo, ya que cada caso es una historia distinta en la que intervienen particulares factores de muy diversa índole, por lo que resulta difícil o quizás imposible hallar fórmulas de valor generalizable, pero, como creo que nada se va a perder con que me pronuncie -tampoco es la primera vez que lo hago-, voy a dejar aquí una serie de observaciones, bastantes de las cuales proceden de lo que aprendí durante mi desempeño profesional en la enseñanza. 

    1.- A ti te parece gracioso, pero a lo mejor no lo es. El primer destinatario de mis reflexiones va a ser ese "compañero" que ejerce el acoso. Cuando era profesor, al presentarme en las clases a principio de curso -en todas, fuera o no el tutor-, siempre dedicaba un apartado a hablar sobre el acoso, en el cual hacía alguna advertencia contra la tentación de tomarla un buen día contra un compañero o de hacerse compinche de alguno que lo hiciera y convertirse así en estúpido pelele de un juego aberrante, porque conviene no olvidar que los acosadores salen de ese mismo alumnado que sus víctimas. Les prevenía para que fueran reflexivos, para que no la tomasen con nadie solo por divertirse, para que, si un día estaban fastidiando a alguien, se parasen a pensar si lo que estaban haciendo era una broma o algo que no tenía gracia, o si a ellos les gustaría que se lo hicieran. Para que entendiesen que divertirse haciendo sufrir a otros es imperdonable. Por supuesto, también dejaba caer una tajante alusión a que extorsionar o ejercer sobre otros cualquier tipo de violencia era algo más que una inocente broma y sería severamente castigado.

    2.- Ayuda siempre a quien de verdad lo necesita y nunca participes en bromas que no lo son. Muy a menudo el acoso es conocido por quienes no son ni el que lo sufre ni el que lo ejerce, así que a mis alumnos les aconsejaba que, si alguna vez eran testigos, jamás cayesen en la tentación de unirse ni por un segundo a la diversión del acoso, porque es un juego sin gracia que envilece al que lo practica. Al mismo tiempo, les pedía que hicieran lo posible por ayudar al que estaba pasándolo mal, cosa que los compañeros pueden hacer de muchas maneras. A veces, basta con decirles al acosador o acosadores que paren ya, porque, aunque parezca una tontería, los niños a menudo no se dan cuenta de que están haciendo daño. Y, para el caso de que resulte arriesgado intervenir, siempre queda la posibilidad de ayudar sin que los acosadores lo sepan, por ejemplo, informando al tutor o en dirección, o aconsejando al perjudicado que lo haga. 

    3.- Puedes acabar sintiéndote muy mal contigo mismo. Esto sucederá muy fácilmente si las consecuencias de tu "divertido" acoso son graves. Siempre me he preguntado cómo se sentirán aquellos que un buen día se enteran de que el compañero o compañera a quien han estado acosando se ha quitado la vida por su culpa. Estoy convencido de que habrá de todo: quien se quede indiferente, quien se monte autoexcusas, quien tenga remordimientos y quizás, aunque horrorice pensarlo, quien se alegre, pero también parece claro que cada reacción dará un retrato moral de la persona. Existe otro castigo que podrán sufrir aquellas que tengan conciencia: el de que, con el paso de los años, llegue un día que no sepan qué decir, dónde mirar o dónde esconderse cuando se crucen con aquel compañero al que estuvieron martirizando por simple diversión o para sacarle unos euros.

    4.- Reacciona, tampoco se lo pongas fácil. No pocas de las historias que acaban constituyéndose en lamentables casos de acoso habría podido evitarlas la propia víctima si hubiera reaccionado a tiempo. Muchos matones se han ido con el rabo entre las piernas cuando le han dado un guantazo a uno en el patio y el otro se lo ha devuelto. En esos casos, ahí se ha quedado todo, pero a menudo ha sucedido que ese mismo matón, dos días después, lo ha intentado con otro y ese otro no ha reaccionado o ha ido a pedir ayuda a quien no se la ha dado y, a partir de entonces, se ha desencadenado el calvario del acoso. Nunca debemos ser víctimas pasivas, es mejor que te eche una bronca o te castigue el jefe de estudios por replicar a una agresión o llevarte tres puñetazos por uno que permitir que un matón crea que eres una presa indefensa.

    5.- La solución (casi siempre) definitiva: pide ayuda. Es el consejo que dan todos los expertos, el que damos todos los profesores y el que por tanto siempre he dado yo, porque he comprobado en más de una ocasión su enorme eficacia. A más de un fiero león que tenía aterrorizado a un compañero y que le amenazaba con matar a medio mundo si se lo contaba a alguien, en cuanto se le delataba y tenía que rendir cuentas, lo he visto hecho un apocado corderito. Los malvados y los matones explotan con maestría el miedo ajeno. Ahora bien, a veces sucede que la persona a la que te diriges, por la razón que sea, falla y no te brinda el apoyo que necesitas, así que, cuando veas que esto ocurre, llama a otra puerta. Y, naturalmente, la puerta que más caso te va a hacer es la de tus padres, aunque estés o te creas peleadísimo con ellos, así que debería ser siempre la primera a la que llamases, porque, además, ten en cuenta que, como adultos que son, van a estar más preparados que tú para hacer frente  los problemas graves, y el acoso escolar lo es. 

    6.- Y, en todo caso, hasta los romanos hicieron uso de la retirada. Por desgracia, el mundo no es perfecto. En más de una ocasión sucede que, por las razones que sea, una persona ve que no hay forma de detener una situación de acoso en la que se encuentra atrapada, e incluso a veces con el agravante de que la situación empeora día a día. En tales circunstancias, lo que deben hacer las familias es cambiar a su hijo o hija de centro, porque prolongar tales torturas cuando no pueden vencerse pero pueden eludirse no tiene sentido. 

    7.- Los profesores deben constituirse en referentes de seguridad y confianza para sus alumnos. El oficio de profesor implica una serie de responsabilidades muy serias y una de ellas es la de garantizar que los alumnos estén seguros, es decir, que estén a salvo de cualquier peligro o amenaza. En lo referido al acoso, todo profesor debe asumir el firme propósito de no permitirlo y de combatirlo, y debe además transmitir a sus alumnos la imagen de que está dispuesto a ejercerlo sin titubear, porque eso tendrá el beneficioso efecto de que los alumnos confiarán en él y le verán como alguien a quien recurrir en caso necesario. El profesor debe ser siempre una persona sólida y templada, a la que el alumno al que maltratan vea como la que le va a proteger sin la menor duda y, ante los casos de acoso, no debe permitirse nunca la menor trivialización.

    8.- Los centros deben actuar de forma seria, firme y profesional. Cuando se detecta un caso de acoso, los responsables del centro (tutor, profesores, equipo directivo...), deben proceder con objetividad, celeridad y diligencia. Deben recabar información, entrevistarse con el o los alumnos que aparezcan como dañados y los que aparezcan como autores, desentrañar la naturaleza real del asunto (si las acusaciones son ciertas o inciertas, si es o no un caso de acoso...), tomar las medidas de carácter inmediato para atajar el problema... Si el asunto resulta en efecto un episodio de acoso, tendrán que llevar a cabo las acciones oportunas para solucionarlo de forma definitiva y adoptar las medidas de sanción, informe o denuncia que sean pertinentes. De todo esto deben obtenerse ineludiblemente estas consecuencias: que el episodio de acoso queda resuelto, que quedan garantizadas la seguridad y tranquilidad de las víctimas o cualesquiera otras personas que las hubieran visto amenazadas y que, si ha lugar a ello, se imponen las sanciones adecuadas. Quiero recalcar lo de la seriedad y la profesionalidad, porque en la mayoría o la totalidad de los asuntos de acoso mal resueltos que conozco el fiasco se ha debido a la carencia de una de estas virtudes o de ambas, y el acoso escolar es una cuestión lo suficientemente delicada como para que hagamos lo posible por evitar los fiascos. He visto demasiadas veces en la prensa a padres o familiares de chicos acosados que acabaron muy mal, incluso suicidándose, quejarse de que el centro conocía la situación y no hizo nada, de que fueron a pedir la ayuda de la dirección y se inhibió, incluso con reiteración, de que minimizaron las señales mandadas por la víctima o incluso las censuraron o las tomaron a guasa, de que encontraron graciosísimas las "bromitas" de los acosadores, de que, cuando informaron en los despachos de que iban a denunciar a los agresores ante instancias no escolares, los disuadieron...: cuando al final de todo este paquete de "medidas" lo que hay es un quinceañero suicidado, te has caído con todo el equipo. Por inverosímil que te parezca una llamada de socorro o por importante que sea lo que estás haciendo cuando entra una mocosa a decirte que no la dejan en paz, debes inexcusablemente ser serio y profesional e interesarte por el asunto, porque el acoso siempre debe ponernos en guardia, luego ya se verá si es real o si es una falsa alarma. También resulta útil no perder de vista que los centros escolares son eso, centros escolares, no la parroquia del padre Ángel ni el ministerio de Asuntos Sociales, así que, cuando aparezcan casos graves de esta u otra índole, deben centrarse en resolver los hechos al alcance de su competencia y no meterse a redentores sociales, lo digo por esa estúpida manía que me consta que existe en ciertos centros -por lo general, públicos- de emborronar el tratamiento y resolución de feos casos de acoso con piadosas atenuaciones de carácter sociológico, psicológico, emocional o melodramático que  para nada vienen a cuento, favorecen a los agresores y concluyen en soluciones desastrosas que perjudican al acosado, quien resulta así doblemente victimizado. 

    9.- Si el centro no actúa como debe, busque otras ayudas. Después de lo dicho en el apartado anterior, poco más hay que añadir en este. Una vez comunicado el problema al centro, deben percibirse mejoras efectivas, no se conforme con respuestas poco diligentes y poco o nada resolutivas. Si la cuestión adquiere unas proporciones que a usted le parece que necesitaría un abogado, búsquelo; si están ocurriendo cosas que deberían ponerse en conocimiento de la policía o de un juzgado, vaya y cuéntelas. Y no tenga ningún remordimiento, porque lo primero que deben hacer los padres es velar por el interés y el bienestar de sus hijos. 

    10.- ¿Qué es eso de los protocolos? Este de los protocolos es otro de los elementos de atrezzo que suelen aparecer cuando un centro actúa indebidamente en un caso de acoso, sobre todo, si el final ha sido indeseable. Unas veces se excusan en que la ausencia de protocolos los paralizó. ¡Es que no había protocolos!, claman. ¿Y qué protocolos hacen falta para pararles los pies a uno o varios gamberros que le están amargando la vida a un compañero? Ninguno, puedo asegurarlo, porque he resuelto y he visto resolver muchos asuntos así sin manual de instrucciones alguno, y con resultados óptimos. Otras veces, se acude a protocolos reales o supuestos que resultan ser kafkianos laberintos burocráticos que lo único que hacen es prolongar hasta la eternidad la solución del problema (o impedirla), mientras los afectados siguen padeciéndolo. Si se obra con determinación y eficacia, un asunto de acoso debe ser cortado en el mismo momento en que se destapa y resuelto y sancionado sin demasiada tardanza. Desconfiemos de todo "protocolo" que entorpezca esto o ignorémoslo directamente.  

    11.- La mayor presencia de psicólogos u orientadores no garantiza nada. En más de una ocasión he oído decir que los problemas de conflictividad o violencia se resolverían si en los centros hubiera más psicólogos y orientadores, pero mi experiencia propia y creo que la general muestran que esto no es cierto. Yo he estado en la enseñanza antes y después del desembarco de los orientadores en los centros y está muy claro que la conflictividad era menor antes de su llegada, con lo cual no quiero hacerlos culpables de ese aumento, porque no lo son, pero tampoco me parece correcto que se les presente como el remedio. Para ser honestos, tengo además que señalar que muy a menudo su aportación en la resolución de conflictos graves (y los casos de acoso siempre lo son) suele ser negativa, por su acusada tendencia a adoptar posturas que he criticado anteriormente, como la introducción de consideraciones de tipo socioemocional que empañan el enfoque del asunto y privilegian a los culpables, lo que además redunda en que se ralentice la toma de decisiones, otra circunstancia que perjudica a las víctimas.  

    12. Un 70% de alumnos han sufrido acoso escolar: ¿de verdad el problema es de tales dimensiones? Hace poco, oí una noticia sobre acoso escolar en la que se hablaba de una encuesta según la cual el 70% de los escolares españoles han sido alguna vez víctimas de acoso. Me parece un disparate que, de ser cierto, representaría que las calles del Chicago de 1920 eran más seguras que nuestros colegios e institutos, pero, como me consta que nuestros centros distan muchísimo de ser así, tengo que manifestar mi convicción de que el acoso en España no solo no es tan alto, sino que muy probablemente debe de ser bastante bajo, lo que no minimiza en absoluto su importancia, porque un problema que a veces acaba en el suicidio de un menor debe ser tomado muy en serio. Me inclino a suponer que el resultado de esa encuesta está viciado por una cierta hipersensibilidad motivada por el impacto de este tema en los medios, por la facilidad para sentirse ofendidos que tienen nuestros chicos de hoy y por el desconocimiento de lo que de verdad es el acoso escolar y lo mal que lo pasan quienes lo sufren, lo cual, indirectamente, sería un indicio de que no hay tantísimo acoso en nuestra enseñanza. El desconocimiento de lo que es de verdad acoso es un problema, porque entorpece la detección de los casos que en efecto lo son, por eso sería muy importante enseñar a nuestros niños y adolescentes a saber identificarlo. Precisamente, en esa noticia se hablaba de un proyecto que se aplica en Finlandia y que parece ser que está dando buenos resultados en la reducción del acoso. Para que entendamos lo esencial que es diferenciar lo que es acoso de lo que no lo es, hay que decir que una de las primeras etapas de ese programa consiste en hacer actividades con los niños para que sean capaces de captar esta distinción.