Cuando la gente inicua la toma con alguien es implacable y los funcionarios tenemos la desgracia de que "El Mundo" la haya tomado con nosotros. Si sigue habiendo en España funcionarios que compran ese ¿periódico? es algo que no entiendo, ya que no es la primera vez que publica porquería calumniosa como la segregada hará cosa de un mes por la pluma de un intoxicador (me niego a llamarle periodista) llamado Salvador Sostres. Solo de panfletos como "El Mundo", capaces de sostener sin pudor montajes como toda su sucia y desestabilizadora "información" sobre los atentados del 11-M, se pueden esperar estos ejemplos de manipulación, mentira y ataque canalla a un enorme colectivo de trabajadores honestos. El linchamiento moral -y a algunos parece que les gustaría que no fuera solo moral- de los funcionarios continuará hasta Dios sabe cuándo, azuzado por personajilos como ese intoxicador que se expresa como un párvulo y gacetillas carentes de ética como "El Mundo". Les doy mi enhorabuena: si España se encuentra hoy en un laberinto, más que a dos millones de trabajadores funcionarios cuyo único pecado es ir todos los días a cumplir con su obligación, se debe a envenenadores de la vida pública como "El Mundo", sus sicarios y su ejemplar director, cuyas andanzas no es necesario recordar. Y la última: ni ese director ni el plumífero que firma esta basura pseudoperiodística durarían ni media hora como funcionarios: me los imagino atendiendo al público, gestionando intereses generales, concediendo becas, persiguiendo a delincuentes, dando clases, atendiendo a enfermos o apagando fuegos (cosas todas que son hechas por funcionarios) y me dan más miedo que risa, porque ellos solo valen para enevenenar y vomitar basura.
Obsolescencia programada y medio ambiente
Hace 1 día
No hay comentarios:
Publicar un comentario