Libros que he publicado

-2028. ¿Cómo será la Tercera República? -LA ESCUELA INSUSTANCIAL. Sobre la urgente necesidad de derogar la LOMLOE. -EL CAZADOR EMBOSCADO. Novela. ¿Es posible reinsertar a un violador asesino? -EL VIENTO DEL OLVIDO. Una historia real sobre dos asesinados en la retaguardia republicana. -JUNTA FINAL. Un relato breve que disecciona el mercadeo de las juntas de evaluación (ACCESO GRATUITO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA). -CRÓNICAS DE LAS TINIEBLAS. Tres novelas breves de terror. -LO QUE ESTAMOS CONSTRUYENDO. Conflictividad, vaciado de contenidos y otros males de la enseñanza actual. -EL MOLINO DE LA BARBOLLA. Novela juvenil. Una historia de terror en un marco rural. -LA REPÚBLICA MEJOR. Para que no olvidemos a los cientos de jóvenes a los que destrozó la mili. -EL ÁNGULO OSCURO. Novela juvenil. Dos chicos investigan la muerte de una compañera de instituto. PULSANDO LAS CUBIERTAS (en la columna de la derecha), se accede a información más amplia. Si os interesan, mandadme un correo a esta dirección:
repmejor@gmail.com

Tenéis información de los precios aquí:

domingo, 19 de enero de 2025

Solo uno de cada cinco mil españoles es asesinado

     Así que podéis estar tranquilos, porque, a un asesinado por cada cinco mil, ¡ya sería mala suerte que os tocase a vosotros! Este artículo trata sobre la okupación de viviendas y la barbaridad que tiene por título está destinada a desenmascarar los retorcidos embustes con que los sectores izquierdistas intentan restar importancia a este problema, gravísimo y muy a menudo dramático, y, de paso y como es habitual en ellos, reducirlo a un interesado alarmismo de la fachosfera, el complot judeomasónico y demás descontentos con el Paraíso que nos han traído Sánchez y sus aliados, muy especialmente en este caso, los podemitas, los sumaritanos y restantes tribus antisistema. El punto de partida es un artículo de 2020 publicado en una página que se llama El Faradio. Diréis, con razón, que el artículo es un poco viejo, pero, como lo que me importa es el modo de razonar, que sigue siendo el mismo entre los sectores de los que hablo, podemos considerar que su vigencia es absoluta, porque, por otra parte, los datos de aquellos años eran muy parecidos a los de hoy. Lo que ese artículo pretendía era demostrar, como ya he adelantado, que el número de viviendas okupadas era en realidad muy pequeño y que no había razones para la inquietud social, sino que esta era fruto del alarmismo sembrado por los protervos también mencionados ya. Voy a extraer un par de citas del texto. En la primera, se habla de las viviendas okupadas en España en 2019, que, de acuerdo con las estimaciones de la PAH, eran unas 80.000, lo cual, según el experto consultado en el artículo, el sociólogo Emmanuel Rodríguez:

    Si se compara con el número de hogares en España, que son 19 millones, o las más de 25 millones de viviendas, se convierte en un dato irrelevante.

    La verdad es que no entiendo muy bien cómo se puede tener tanta desvergüenza. El dato de 80.000 viviendas okupadas es monstruoso, porque significa que en aquella época había decenas de miles de viviendas que habían sido usurpadas a sus legítimos dueños, miles de los cuales se habrían quedado en la calle y/o estarían siendo exprimidos por unos canallas, y al mismo tiempo desamparados por las instituciones. Pretender convencernos de que eso era una minucia y no un gravísimo problema solo porque representaba nada más que el 0'42% del total de hogares de la nación es retorcer los porcentajes de una manera aberrante. Vayamos con la otra cita:

    Sobre las casi 4.000 viviendas okupadas que [los cuerpos de seguridad] detectaban en la Comunidad de Madrid, solo algo más de 600 eran de particulares. Es decir, solo una de cada 5.000 viviendas en manos de pequeños propietarios de la región estaba okupada

    La frase es del mismo experto, que utiliza el adverbio "solo" como una guillotina, y, como a cualquiera, se me ocurre pensar si habría hablado con tan frío y "científico" distanciamiento si uno de esos particulares hubiera sido él. Casi aseguraría que no, porque ya se han dado algunos casos de listillos que desdramatizaban el grave problema de la okupación hasta que tuvieron la mala suerte de que les okuparon sus casas, lo que les llevó a dar un giro radical en sus posturas. Vuelvo a lo de antes: esas 4.000 o esas 600 viviendas okupadas representaban un grave problema y una desmesura, y lo mismo ocurría con la proporción a que aludía el señor Rodríguez. 

    Este es el punto que enlazo con el disparatado titular del artículo: restar importancia a un problema en función de su baja incidencia estadística siempre tiene algo de falaz, pero, si el problema es de gran envergadura (y la okupación lo es, muy ciego tiene que ser quien no lo vea), resulta una auténtica indecencia. Voy a daros algunos datos más recientes: el parque de viviendas de España en 2023 era de 26.902.443, mientras que las okupaciones fueron 15.289, un exiguo 0'056%, pero que levante la mano quien quiera que le toque esa lotería, incluidos don Emmanuel Rodríguez, don Pedro Sánchez, don Pablo Iglesias o doña Ada Colau. Además, en términos absolutos, la cifra también es desmesurada. 

    Yéndonos a otras lacras, si hiciésemos la excesiva proporción del título (la misma que hace el señor Rodríguez para la okupación, no lo olvidemos), teniendo en cuenta que hoy hay en España 48.946.035 habitantes, nos saldrían 9.789 asesinatos en un año, un dato escalofriante. Imaginemos ahora que una de cada cinco mil de las 24.950.928 mujeres que hay en nuestro país hubieran sido violadas: este horror lo habrían padecido 4.990, una catátrofe. ¿Sabéis cuáles han sido las últimas cifras reales? En 2023 hubo unos 300 homicidios, 336, si queremos pecisar, así que en este capítulo nos alejamos mucho de la tremenda proporción 1/5000, pero ¿y las violaciones? Fueron ¡4875!, o sea muy cercanas a ella, lo cual resulta desolador. No hay ningún motivo para felicitarse: ni en los 336 homicidios ni en las 4.875 violaciones, pero tampoco en las 15.289 okupaciones.

    Las proporciones y las estadísticas no son para jugar. Cuando un problema es grave, no se puede minimizar ni debe ser objeto de frivolizaciones. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario