Hoy ha efectuado Pedro Sánchez una amplia remodelación gubernamental que ha supuesto el abandono del cargo de algunos de los ministros más importantes de su equipo, entre ellos, Isabel Celaa, que ocupaba la cartera de Educación y Formación Profesional.
Como sabéis, yo he sido muy crítico con la señora Celaa, porque creo que su gestión ha sido nefasta para nuestra educación. Para que os hagáis una idea de la cantidad y magnitud de sus disparates, os he dejado en la nota uno los enlaces a todos los artículos en los que los he diseccionado, veinte en total, y puede que me haya olvidado de alguno. El zarpazo más visible es la LOMLOE, una ley desastrosa, sectaria y empobrecedora que, cuanto más tarde en derogarse, más daño nos hará, pero no ha sido solo eso, ni mucho menos, por eso os adjunto toda esa información. Es una buena noticia que Isabel Celaa ya no sea ministra de Educación.
Sin embargo y paradójicamente, he de deciros que me parece un tanto incomprensible que Pedro Sánchez la haya cesado, por una razón muy clara: la LOMLOE es una ley muy vinculada a esta ministra, que ha sido su artífice, parece estar muy conformada con su espíritu y se ha aplicado con notable empeño en sacarla adelante. Todo esto es tan indiscutible que hace que suene muy natural llamar Ley Celaa a esta norma. Considerando esto, ¿qué sentido tiene cesarla cuando, una vez alcanzada la cima de su aprobación, se abre la perspectiva de su puesta en práctica? Celaa es la gran responsable de la LOMLOE, así que merece tanto el premio de sacarla adelante como el castigo de lidiar con los previsibles problemas que su aplicación va a generar.
Además, se me ocurre una reflexión: cuando esos problemas empiecen a dar la cara, ¿con qué entusiasmo y conocimiento de causa los va a afrontar su sucesora, que no tiene ninguna vinculación ni de gestión ni personal con esa ley? No creáis que esto es cosa sin importancia. Y, hablando de la sucesora de Celaa, Pilar Alegría, lo que más destacan hoy de su perfil los medios son dos cosas: que es diplomada en Magisterio (aunque no parece claro que haya pisado las aulas como docente) y que lleva a su hijo a un centro concertado, religioso y segregado: ahí tenemos ya unos buenos puntos de fricción no solo con la LOMLOE, sino con lo que el PSOE lleva décadas cacareando acerca de su compromiso con la enseñanza pública. Mal comienzo; ciertamente, no da para pedir la dimisión de la señora Alegría, pero tampoco para tirar cohetes.
1.- Aquí tenéis los artículos en los que he hablado de Isabel Celaa:
-1 de julio de 2018. Sobre la entrevista a la ministra de Educación.
-10 de septiembre de 2018. Móviles en las aulas.
-10 enero de 2019. La importancia de las notas.
-15 de febrero de 2019. La gestión de Isabel Celaa.
-18 de enero de 2020. Sobre el pin parental.
-21 de enero de 2020. La supresión de la Educación Especial.
-24 de febrero de 2020. Sobre la formación del profesorado.
-5 de marzo de 2020. Presentación de la LOMLOE.
-5 de abril de 2020. Tuit sobre deberes y aprobados.
-7 de abril de 2020. Tirón de orejas del Consejo Escolar de Estado.
-19 de abril de 2020. Educación y coronavirus.
-16 de mayo de 2020. La conversión de Celaa.
-19 de octubre de 2020. Demolición de la enseñanza.
-5 de noviembre de 2020. Echar al español como lengua vehicular.
-15 de noviembre de 2020. La apaleada lengua española.
-24 de noviembre de 2020. Un acierto a medias.
-20 de diciembre de 2020. 25% en español.
-22 de marzo de 2021. La mezcla de asignaturas.
-5 de junio de 2021. Balance de gestión.
-28 de junio de 2021. Criterios de evaluación y titulación.
Sobre la nueva ministra Pilar Alegría me sumo a la ironía de Xabier Massó. Como lleva a su hijo a un liceo francés y no a un centro que siga las enseñanzas del sistema educativo español, cabe pensar que conoce que ese sistema no es muy bueno y que algo hará para mejorarlo. Ja, ja, ja....
ResponderEliminarLo suscribo al cien por cien. Otra que suspende en ese test que les haces tú a los defensores de la LOGSE y derivados, aquello de preguntarles: ¿Usted lleva a sus hijos a un centro público? Muy ilustrativo.
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