Curso 2021 - 2022: programa de conflictos

    Aunque todavía no ha terminado el mes de julio, anda estos días tan movidito el patio de la educación que se ventea un panorama muy conflictivo para el curso 2021 - 2022. De manera sucinta, enunciaré aquí algunos de los asuntos que me temo que van a ser fuente de polémica o de problemas de mayor o menor gravedad.

    1.- La implantación de la LOMLOE. Podría decirse que este va a ser el gran conflicto y marco general de casi todos los demás. Abarca muchos planos: empobrecimiento de las enseñanzas, intolerables criterios de evaluación, conflicto con la concertada, puerta abierta a adoctrinamientos y taifas... El sectarismo y la ceguera con que se ha gestado esta ley no podían dar buenos frutos.

    2.- El desastre de la evaluación. Los criterios de evaluación que se van a implantar en nuestra enseñanza -sobre los que ya hablé aquí- son tan demenciales que apuntan sin duda hacia tres terribles consecuencias: el advenimiento del caos, la patente de corso para crear disputas por las notas y el descenso hasta la caricatura de los niveles de exigencia. Ya hemos tenido noticia de un episodio muy preocupante en Sevilla -pero no caigamos en la ingenuidad de creer que es el único-, tras el que adivino el temor de los profesores a represalias, reclamaciones y batallas tan desagradables como estériles, temor que lleva muchísimo tiempo instalado en los claustros y que las nuevas normas, que en realidad son la ausencia de normas (lo que equivale a la indefensión), acrecentarán considerablemente. Todo esto va a suponer un cúmulo de perjuicios que hará sin duda que muchos se rebelen. 

    3.- La invasión de las esferas personales del alumnado. Tengo la sospecha de que este asunto acabará convirtiéndose en la fuente de conflictos muy agrios y graves, los cuales, de hecho, ya están en marcha, como no podía ser de otro modo, pues el empeño que, respaldados por la insensatez demagógica de demasiados gobernantes, están poniendo ciertos sectores ideológicos en convertir la escuela en el campo en el que sembrar (o mejor: imponer) su particular visión de la vida merece ser rechazado de forma tajante. Hoy mismo, vemos como en la Comunidad Valenciana, pionera en estos desmanes, anuncian su propósito de hacer obligatoria la educación afectivo-sexual, algo inaudito, un intento de invadir la intimidad de las personas que da miedo por sí mismo y por la convicción de sus perpetradores de que tienen todo el derecho del mundo a hacerlo. 

    Insisto en la gravedad de esta cuestión, porque encierra una amenaza a irrenunciables derechos individuales y porque esos que pretenden imponer sus doctrinas están haciendo una apuesta muy fuerte, respaldada por un poderoso aparato propagandístico e incluso leyes de dudoso encaje democrático (1). Como veréis si consultáis los artículos que he enlazado, en algunos se da noticia de exhaustivos manuales de inquisición escolar a cuenta del género y en otros se hace referencia a conflictos reales que han estallado en el marco de esta campaña. Este último es un asunto que me preocupa, porque cada vez me llegan más noticias de iniciativas que intentan embutir en las cabezas de los alumnos a las bravas o por lo suave alguna barbaridad, con el consiguiente rechazo y revuelo, o de personas -tanto profesores como alumnos- que han padecido acoso o linchamientos puros y duros por hacer frente a estas prácticas. Hemos llegado a un inaudito estado de caza de brujas en la escuela, ¡y con respaldo legal!, de leyes que algún día tendrán que ser derogadas, claro, algo que jamás había visto y que supone una tremenda amenaza para la libertad de pensamiento, de expresión y de educación, ahí es nada. 

    4.- Bilingüismo: el tiempo le da la razón al guachimán. Hace algo más de un mes, saltó a los medios la noticia de que se estaba extendiendo por toda España -aunque en unas comunidades más que en otras- una rebelión contra los programas bilingües, que se ha concretado en su abandono por parte de un número no pequeño de centros. He encontrado una noticia en la que se expone con bastante detalle el estado de la cuestión y también un vídeo de un programa televisivo que es más sucinto, pero que deja una idea bastante clara de que este es un asunto serio, a la vista de las razones que se aducen:

 

    Parece claro, ¿no? Si hace nueve años (doce en realidad) el mundo hubiera leído El disparate del bilingüismo, aquel artículo revelador en que el guachimán señaló con su dedo justiciero el desastre que se estaba perpetrando, nos habríamos ahorrado los males que en ese y en algún otro escrito he denunciado, sírvale al mundo de escarmiento. El engaño al que los políticos sometieron a los padres ha terminado por desvelarse. El fiasco es tan vacío y perjudicial que me temo que la rebelión se agrandará.

    5.- El arrinconamiento de la lengua española. Este gravísimo problema está incardinado en otro mayor: la pretensión de los independentistas de diverso pelaje de expulsarla de los territorios que ellos consideran sus fincas privadas. Este abuso se comete pateando con olímpico desprecio las leyes y los derechos en Cataluña, Valencia, Baleares, la comunidad vasca y Navarra como mínimo, pero no perdamos de vista lo que ocurre en Galicia, donde gobierna el PP con mayoría absoluta. El resultado es que España es el único país del mundo donde hay niños a los se les impide estudiar en la lengua oficial del Estado. Y no hace falta que explique que los que llevan años cometiendo este desafuero no piensan ceder, sino más bien todo lo contrario, así que el conflicto estará asegurado mientras no se recentralicen las competencias en educación y se declare el castellano lengua vehicular en toda España, con la particularidad de que en Cataluña, Baleares, Valencia, Galicia y la comunidad vasca habrá también una red en la lengua cooficial de esas comunidades. Los padres tendrán derecho a elegir con plena libertad y se penalizará fuertemente cualquier intento de presión, acoso lingüístico o adulteración del proceso. Esto sería lo democrático y constitucional; llamar progresismo a aberraciones como las inmersiones lingüísticas o los atropellos cometidos en nombre del catalán o el vasco en las comunidades que he nombrado es una más de las distorsiones a las que los españoles llevamos muchos años sometidos.

1.- Esta es una amenaza de la que ya he hablado más veces. Aquí os dejo unos artículos que hacen patentes sus múltiples facetas:

-Transexualidad en la escuela y enlaces a artículos sobre otros asuntos (pin parental, escuela feminista y desheterosexualizada, educación sexual delirante...).

-El asunto de Getafe y las guías Rebeldes de género.