Libros que he publicado

-2028. ¿Cómo será la Tercera República? -LA ESCUELA INSUSTANCIAL. Sobre la urgente necesidad de derogar la LOMLOE. -EL CAZADOR EMBOSCADO. Novela. ¿Es posible reinsertar a un violador asesino? -EL VIENTO DEL OLVIDO. Una historia real sobre dos asesinados en la retaguardia republicana. -JUNTA FINAL. Un relato breve que disecciona el mercadeo de las juntas de evaluación (ACCESO GRATUITO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA). -CRÓNICAS DE LAS TINIEBLAS. Tres novelas breves de terror. -LO QUE ESTAMOS CONSTRUYENDO. Conflictividad, vaciado de contenidos y otros males de la enseñanza actual. -EL MOLINO DE LA BARBOLLA. Novela juvenil. Una historia de terror en un marco rural. -LA REPÚBLICA MEJOR. Para que no olvidemos a los cientos de jóvenes a los que destrozó la mili. -EL ÁNGULO OSCURO. Novela juvenil. Dos chicos investigan la muerte de una compañera de instituto. PULSANDO LAS CUBIERTAS (en la columna de la derecha), se accede a información más amplia. Si os interesan, mandadme un correo a esta dirección:
repmejor@gmail.com

Tenéis información de los precios aquí:

domingo, 27 de octubre de 2024

Las fotos de Aldama, las incontinencias de Errejón y el telediario de las tres

     Quizás no eran las cero horas del día de hoy cuando encendí el ordenador y ya en medios como "El Mundo" u "OKdiario" se publicaban unas fotos en las que se demostraba que Pedro Sánchez, al contrario de lo que ha venido sosteniendo, sí conocía a Víctor de Aldama, el hombre clave de la extensa constelación de chanchullos en que están enfangados Jose Luis Ábalos, Koldo García Izaguirre y un buen surtido de nombres importantes del Gobieno y el PSOE. El diario "El Mundo", poseedor de la exclusiva, ha hecho pública esta galería, breve, pero incontestable:

PEDRO SÁNCHEZ SÍ CONOCÍA A VÍCTOR ALDAMA

    Estas fotos tienen unas implicaciones gravísimas. El acto en el que aparece Aldama se realizó el 3 de febrero de 2019 en el teatro de La Latina y fue la presentación de la candidatura de Pepu Hernández a la alcaldía de Madrid. Aldama está en una de esas filas en las que se sienta el público selecto -muy cerca de él e incluso por detrás creo reconocer a Simancas, a Franco y a Uribes- y la foto en que posa junto a Sánchez no procede de un encuentro casual de un admirador, sino que se la hicieron en una zona de acceso restringido donde muy probablemente tuvieron alguna charleta. Este Aldama está hoy en la cárcel por sus negocios sucios, algunos de ellos vinculados con el vertedero de corrupción que gira en torno a Koldo y Ábalos, así que estamos ante una más de las razones por las que Sánchez debería dejar de ser presidente del Gobierno y quizás también una de las que un día le lleven a la cárcel.

    Hoy, en el telediario de La Uno de las 15:00, o sea, muchas horas después de que esas fotos ya se conocieran, al hablar de este asunto, que debería estar produciendo un cataclismo político, no se ha dicho una sola palabra de ellas, pero sí se ha expuesto, con abundancia de imágenes, la que supongo que debe de ser la "explicación" gubernamental: que el señor Sánchez se fotografía con mucha gente.

    Después de la noticia de las fotos, que se ha despachado con una prontitud y una superficialidad muy inadecuadas, el informativo (?) ha abordado el asunto de la incontrolada y tal vez un poco babosa conducta sexual de Íñigo Errejón. Como aún no son bien conocidas, no voy a profundizar en las andanzas de este patético esperpento, pero sí debo subrayar esto: que algunas de las políticas y leyes impuestas por los partidos en los que ha militado estaban destinadas a criminalizar a los hombres por el hecho de ser hombres, mediante el procedimiento de penalizar de manera desmesurada sus actos más triviales en materia sexual, así que estaría muy bien que a este inquisidor de conveniencia le administraran una buena dosis de su putrefacta medicina. Pero lo que quería deciros es otra cosa: después de contar brevemente lo último acerca de este apestoso asunto, el telediario de la La Uno ha tenido a bien extenderse durante un tiempo similar sobre el famoso caso Nevenka Fernández / Ismael Álvarez, que se cerró judicialmente en 2003, es decir, hace más de veinte años: ¿a qué venía esta incursión en tan rabiosa actualidad? 

    Los informativos de las cadenas estatales dan verdadero asco, porque han abandonado su obligación de contar objetivamente la realidad y se han convertido en un fétido sumidero de mentiras impuestas por las conveniencias del Gobierno y sus compinches o de propaganda de los que mandan, propaganda asquerosa segregada con un igualmente asqueroso desprecio a la inteligencia de los usuarios y a su derecho a recibir una información imparcial y veraz. Otra de las funciones aberrantes que están cumpliendo es la de servir de arma para atacar (si se considera oportuno, con mentiras y calumnias) a los enemigos de esa banda infame que se ha adueñado de la nación. 

    No me extraña que sus audiencias hayan caído en picado; yo mismo, por ejemplo, solo los veo o los escucho para estar al tanto de lo que dicen quienes no piensan como yo y, cuanto más los veo, más me refuerzo en mis convicciones. 

lunes, 21 de octubre de 2024

"El anhelo intelectual", de Alberto Royo

     Termino de leer El anhelo intelectual, último libro de Alberto Royo, y descubro que no salta la sorpresa en Las Gaunas: el tipo sigue estando convencido de que el conocimieno es algo maravilloso y de que la enseñanza es esencial e inexcusablemente la transmisión de concimiento desde alguien que lo posee, o sea, el profesor, hacia alguien que carece de él y debe (y a veces incluso quiere) recibirlo, es decir, el alumno. Cuando verdades tan grandes y provechosas pueden expresarse en tres líneas, nos hallamos ante la áurea sencillez de los clásicos. Y la verdad es que Alberto no intenta engañar a nadie (no le sugiero, por tanto, apuntarse al equipo de cierto importantísimo personaje), porque alguien que le pone ese título a un libro no nos deja dudas de que piensa que el conocimiento es un bien supremo.

    Puesto que comparto esas convicciones, celebro que Alberto haya escrito un libro donde las defiende y las razona, un libro que, como todos los suyos, además de atesorar unos contenidos sólidos e interesantes, es agradable de leer, tanto por la claridad expresiva como por esos golpes de humor con que el autor suele alegrar sus escritos.

    Comienza el libro con un breve prólogo de Albert Boadella que gira en torno a una puntualización muy relevante: que el desastre educativo que padecemos hoy es un fruto indigesto de aquella siembra de mayo del 68 que, buscando destruir los caducos pilares de la opresiva sociedad burguesa, se llevó por delante cosas muy valiosas, al menos, una: la autoridad que en toda cadena educativa (familiar, docente o de cualquie otro ámbito) le corresponde a quien posee el conocimiento sobre quien carece de él (1).

    De esa fuente nacen esos niños que son uno de los grandes problemas de la enseñanza de hoy, esos alumnos montaraces que no reconocen ninguna regla. Curiosamente, la primera de las dieciséis partes del libro de Alberto se ocupa de los alumnos, pero de los otros, los buenos, los que quieren aprender, los que, como él dice, tienen afán de conocimiento, pues debemos hacer todo lo posible por protegerlos, por no desmoralizarlos. Ya que son los grandes damnificados de un sistema penosamente paternalista y con un concepto perverso de la inclusión que explota las carencias reales, supuestas o inventadas del alumno, esforcémonos al menos los profesores en cuidar a los verdaderamente interesados en aprender, con el fin de que mantengan su ilusión y su motivación. A Alberto, profesor de raza, le importan mucho los alumnos, por eso se preocupa de minucias como esta, o de otra que parece obsesionarle: la del ascensor social, es decir, la de que la escuela sirva, mediante la mejora del conocimiento de los alumnos, para que los menos favorecidos económicamente adquieran herramientas para prosperar en la vida, dignísima aspiración (la de prosperar en la vida y la de que la escuela facilite a sus alumnos instrumentos para ello). Alberto cree que nuestro actual sistema educativo, enemigo del conocimiento y del esfuerzo, perjudica enormemente a los alumnos más pobres, pues les arrebata el que quizás vaya a ser en sus vidas el único ámbito que pueda prepararle para la lucha por la vida. ¿Va a ser que este hombre es uno de esos monstruos que no aprecian el gran valor de la educación emocional y con perspectiva de género? Capaz.

    Pero bueno, no es cuestión de que les cuente el libro completo, cómprenlo, ¡no sean ratas!, que además está muy bien. O, al menos, vayan a la biblioteca, que allí se culturiza uno mucho. 

    Pasemos a los docentes. Según Alberto, ¿qué tiene que hacer un profesor que se ve atrapado en un sistema que prefiere las caricias en el lomo a la excelencia, un profesor como ese que hemos visto en el primer párrafo del artículo? Lo han adivinado: esconderse en el váter para llorar sin que le vean. O quizás no proponga eso, díganme cómo interpretan ustedes estas palabras de la página 117:

    No tenemos la mejor enseñanza ni la mejor ley ni los mejores políticos. Pero nosotros, precisamente nosotros no podemos permitirnos que la situación nos supere. Tenemos la obligación de enseñar.

    Una frase pa enmarcar. Vean esta otra, que está en la página 40: 

    Necesitamos que se prestigie el saber. Que se defienda el conocimiento. Que se ampare el derecho de los alumnos a ser instruidos y no solo a permanecer escolarizados. Que se entienda que la enseñanza no puede estar a expensas ni de los políticos ni de las modas. Que se deje de escuchar a quienes desconocen lo que ocurre dentro de un aula. Que se nos deje enseñar. Que se nos deje educar. Necesitamos un Día del Orgullo Intelectual

    Toda una declaración de principios, casi un programa, que, se lo digo en serio, a pesar de constar solo de cinco líneas, sería mucho más provechoso que la LOMLOE en su totalidad. Aunque eso del Día del Orgullo Intelectual... Yo sé que Alberto lo dice con retranca, pero, amigo mío, tal y como están hoy las cosas, hay que tener cuidado hasta con la retranca. ¿Me aceptas proponer que convirtamos todos los días del año en días del orgullo intelectual? 

    Aparecen en la frase algunos de los demonios de siempre: los políticos, los expertos y pedagogos, el vaciado de contenidos... Sobre ellos se habla bastante en el libro, y también sobre otros, como, Isabel Celaa (no estoy de acuerdo en que sea peor que Pilar Alegría; vamos a dejarlo en iguales, ni pa ti ni pa mí), lo emocional, la enseñanza como terapia, la burocracia inútil... Veo aquí a Alberto más pesimista que hace unos años y supongo que puede haber muchas razones, pero estoy seguro de que la principal se llama LOMLOE. Hablaré  en concreto de la burocracia, a la que le sobraría el adjetivo de inútil, porque lo que podríamos llamar burocracia útil no es burocracia, sino unas inevitables gestiones de carácter administrativo, provechosas, necesarias y que se han hecho toda la vida, cosas como una memoria de fin de curso. ¡Cómo será lo de la burocracia con la infecta, vomitiva, adoctrinadora, sectaria, emburrecedora y manipuladora LOMLOE! No me lo quiero ni imaginar, porque el hecho es que no hay un solo profesor en activo con el que hable que no se queje amargamente de ella. No solo es mala porque aburre al docente, sino también porque perjudica a la calidad de la enseñanza: a fin de cuentas, los profesores también tienen derecho a la vida y que nadie sea tan ingenuo o tan retorcido de pensar que, si les meten una sobrecarga horaria para rellenar papeles, no habrá ocasiones en que parte de ese tiempo sea detraído del destinado a preparar clases: esa leyenda de que el docente tiene que ser un apóstol dispuesto a echar más horas que un reloj es una aberración que, para más inri, la mayoría de las veces se la oyes a gente que defiende con uñas y dientes los derechos de los trabajadores. En fin, no entremos en esto. 

    Termina el propio autor su libro retomando un deseo expresado por Boadella en el prólogo: el de que exista una exigua minoría que se rebele contra la inmundicia, un puñado de gladiadores que traten con la correspondiente ferocidad a los males que aquejan a nuestra enseñanza con el fin de atajarlos. Sé que esos gladiadores existen, sé que estáis ahí. Uno de ellos es Alberto, a quien felicito por este libro. Os animo a todos a no permitir jamás que la situación os supere, a ser fieles hasta el fin a vuestra obligación de enseñar.


1.- Boadella atribuye esta "culpa" a su generación, es decir, la que se rebeló a finales de los sesenta. Los nacidos como él en los años 40 serían los mayorzotes (¡fumaban todos! Y nos daban algún cigarrito) de aquella armada iconoclasta, a la que los que nacimos de 1955 en adelante nos agregaríamos en calidad de chavalillos del grupo. Lo digo porque yo también soy testigo -y partícipe-, aunque más tardío, de aquella militancia en contra del principio de autoridad, de aquella moda de ponerlo en duda más a menudo de lo razonable. Boadella sostiene con toda la razón que el producto más lamentable de este experimento fue "el rey de la casa", es decir, esas hornadas y hornadas de niños endiosados porque sus padres, enemigos de la autoridad, no la ejercían con ellos, niños que, de adultos, si no lograban corregirse, devenían en energúmenos soberbios. No todos los hijos de esos padres "progres" fueron así, porque a la mayoría la realidad nos recondujo, pero quienes ejercemos la docencia sabemos que fueron los suficientes para que el problema resultase grave. Hay además otra cuestión -que recibe cumplida atención en este libro-: el odio a la autoridad anidó en legisladores y docentes -esos artífices de la LOGSE y sus hijuelas, esos profes amiguetes- que han agigantado el problema hasta traernos al desastre actual. Pidiendo perdón a Alberto, voy a permitirme enlazar aquí un artículo mío sobre El libro rojo del cole, porque nos permitirá ver cómo desde hace en torno a cincuenta años el pedagogismo y la izquierda política han construido una alianza letal para la escuela, la enseñanza, la cultura y la transmisión del conocimiento. 



miércoles, 16 de octubre de 2024

Lo que Pedro Sánchez es en 2024 ya lo era en 2017

    A principios del verano, la escena política española era un volcán dando esos primeros avisos que suelen preceder a las erupciones brutales y, como era previsible, dado que el tiempo vuela y esos avisos eran serios, llegó el uno de septiembre, venció la ilusoria tregua canicular y a quienes tenían deudas tremendamente onerosas les ha llegado la hora de ver la avinagrada cara del cobrador. Si alguien tiene en España deudas onerosas es Pedro Sánchez, un personaje que ha hecho cosas muy graves y, a pesar de todo lo que tiene encima y lo que le puede venir, las sigue haciendo. De unos meses a esta parte, hay una cosa que me asombra: ver como personajes destacados del mundo de la cultura, de la política o de la información hablan de Sánchez como si acabasen de descubrir la clase de personaje abyecto e irresponsable (y me quedo corto) que es, cuando ya en 2016 dio un aviso muy serio con su intento de pucherazo en el PSOE (la nave carcomida y apestosa que comanda) y después no ha parado de hacer cosas peores. Como muestra, voy a dejar algunas que en su momento abordé yo en este blog, la primera de las cuales es de 2017:
-2020: Primera vez que dije que había que destituirle. Han pasado cuatro años.
-2020: Su mujercita. Lo de esta señora ya era escandaloso entonces, no entiendo cómo algunos han tardado cuatro años en entenderlo.
-2023 y 2024: ¿Hubo pucherazo en julio de 2023? Pucherazo 1. Pucherazo 2. Pucherazo 3. Pucherazo 4
-Hace tres días: La España del esperpento.
    Esto es solo una selección de los artículos míos en los que he hablado muy explícitamente de graves atropellos cometidos por Sánchez, la mayoría de los cuales, a mi modo de ver, son delitos y deberían llevarle ante los tribunales. Ni es todo lo que he escrito sobre él ni, por supuesto, es la décima parte de lo que se sabe (¿que hay del robo aquel de los datos de su móvil?). De 2017 a 2024: esta es la razón por la que me asombra que, si un ciudadano de a pie como yo lleva siete años viéndolo y escandalizándose, gente muchísmo más informada y situada en esferas del poder o próximas parezca que empiezan a verlo ahora: ¿qué habría pasado si las élites se hubieran escandalizado hace ya siete años? Se hubieran escandalizado y hubieran reaccionado, como era su obligación, quiero decir. Ha habido una pasividad, una comprensión y un miedo inexplicabes y hay que decir bien alto que, de las organizaciones políticas, solo Vox ha mostrado desde el principio clara, explícita y contundentemente una oposición frontal y una condena absoluta de Sánchez, a quien tienen emplazado ante los tribunales por diversos asuntos. ¿Habrá que pensar que vivimos en un país donde las élites y millones de ciudadanos han aguantado en silencio a un canalla por miedo a que les llamasen fachas? Sería penoso. Lo que rodea hoy a Sánchez y al PSOE apesta a delito, pero no creo que los chachullos de Begoña o de David Azagra, y ni siquiera los negocios sucios que van saliendo en el caso Koldo, sean peores que indultar a Junqueras, amnistiar a Puigdemont, medio despenalizar la malversación o hacer leyes que han favorecido a violadores. ¿Por qué a tantos ha tardado tanto en caérseles la venda de delante de los ojos?  

domingo, 13 de octubre de 2024

La España del esperpento

  El 24 de julio de 2023, escribí un artículo titulado Pues el caso es que Frankenstein ha decaído, y mucho, en el que analizaba los resultados de las elecciones generales del día anterior y, entre otras cosas, decía esto: 

    Paradójicamente, en el plano cualitativo, aunque cuantitativamente haya decrecido, la bestia cantonalista será mucho más feroz, despiadada e insaciable, como durante toda la campaña han venido anunciando ERC, el PNV o Bildu, con unas peticiones que eran más bien aterradoras amenazas. Pensemos, además, que en ese  minimonstruo articulado que es Sumar hay también componentes cantonalistas y unamos a ello la gran novedad: que ya se está señalando que Sánchez podría depender de la panda de Puigdemont, y pudiendo, ¿que hará sino hacello?, que diría Garcilaso de la Vega. ¡Qué guerras de bandas van a montar, qué débil va a ser Frankenstein II de España!

    Y, como todos sabemos, las bestias y los monstruos, cuando están debilitados, son mucho más peligrosos, pues se ven urgidos por el miedo y la ansiedad, así pues, siendo en la legislatura que vamos a estrenar nuestro viejo Frankenstein un monstruo debilitado, asusta pensar en los terrores a los que no va a vacilar en someternos, teniendo en cuenta los que ya ha perpetrado, de cuya descomunal envergadura no hace falta hablar. Que Dios nos pille confesados, es para echarse a temblar, y estoy hablando completamente en serio.

    Ha pasado algo más de un año y aquel pronóstico se ha cumplido con creces y se le ha añadido además, y con virulencia, un factor que en aquel artículo no contemplaba: el florecimiento de los asuntos feos, malolientes o de juzgado de guardia que el PSOE ha venido sembrando durante los seis años de despótico dominio de Akenapedrón I. El resultado es que hoy nos encontramos en un sainete delirante que bien podríamos definir como la España del esperpento, dejaré aquí algunas de las pinceladas que componen el cuadro: un presidente del Gobierno IM-PRE-SEN-TA-BLE, cercado por sus propios abusos y disparates, su sumisión al separatismo y a los albaceas del terrorismo, los chanchullos de su familia y la corrupción de su partido; un buen puñado de asuntos de corrupción, en cuyas investigaciones suenan demasiados nombres de altísimas personalidades: Ábalos, Torres, Armengol, Marlasca, Illa...; amistades muy peligrosas (¡ese Aldama!); Delcy con sus lingotes y su príncipe, un tal Zapatero; un ministro de Asuntos Exteriores autorrebajado a la condición de conseguidor del separatismo; la esposa del presidente del Gobierno ascendiendo de categoria académica por su linda cara y metida en extraños negocios; un músico mediocre que resulta ser el hermano del faraón recibiendo privilegios inexplicables e inexplicados y llevando a la AEAT a ponerse en evidencia; un fiscal general del Estado al que nadie le compraría un coche viejo; un Tribunal Constitucional exonerando a tipos que han dispuesto de cientos de millones públicos como si fueran suyos y dando por buena una ley de amnistía redactada por un abogado patibulario y defensor de narcotraficantes y golpistas; un golpista reclamado por la justicia haciendo y deshaciendo en la gobernabilidad del país y paseándose tan tranquilo ante las narices de los cuerpos de seguridad; ministros y portavoces que a diario mienten obscenamente para tapar la basura de su partido; vicepresidentas y ministras que no saben ni hablar; unas leyes educativas detinadas a adoctrinar y que favorecen la ignorancia... Y lo último, una guinda berlusconiana que reúne todos los méritos para coronar este pastel (💩): un ministro sexagenario perdiendo el culo por una jovenzuela me temo que más de treinta años más joven que él, llevándosela a viajes oficiales, pagándole unas extrañas minutas, facilitándole un pisáncano al lado de la plaza de España y presentándose en un acto académico de la señorita con un ramo de flores y haciéndose pasar por su tío: ¿se puede ser más esperpéntico? 

    Y me dejo mucho, como sabéis bien. He hablado de esperpento y eso siempre nos hace  pensar en las obras de Valle-Inclán y, con muy buena lógica, en las que él explícitamente relacionó con este concepto literario de su creación, es decir, Luces de bohemia y Martes de Carnaval, pero pienso que el esperpento español de hoy recuerda más bien a otra gran creación valleinclanesca en ese mismo registro, aunque esta, en el género novelístico: el Ruedo Ibérico, el ambicioso retablo en que el autor gallego quiso pintar la España decadente de los últimos treinta años del siglo XIX, es decir, el desmoronamiento del periodo isabelino. Mal que le pese al señor Urtasun, ministro de Cultura con todos los pronunciamientos favorables, eso del ruedo le ajusta a la perfección a la España a la que la cuadrilla (¡venga términos taurinos!) a la que él pertenece nos ha traído, pero dan ganas de pensar que, en los casi cien años que han pasado desde que Valle empezó a publicar esta magna obra, una de dos: o muy poco han cambiado las cosas o estamos experimentado una regresión, lo digo porque el título de la primera de las novelas que la componen, La corte de los milagros, le vendría que ni pintado a lo que expongo en el párrafo anterior. ¿Y qué me dicen del título de la segunda y última del ciclo que llegó a componer completa, o sea, Viva mi dueño? Francamente, cuando oigo hablar o veo actuar a los ministros o los altos cargos del PSOE, sea o no refiriéndose al Puto Amo, siempre tengo la sensación de que en cualquier momento se van a arrancar gritando eso mismo: ¡Viva mi dueño!

    Lo dicho la España progresista del sanchismo y sus aliados de Frankenstein 2 progresa hacia atrás.