Libros que he publicado

-LA ESCUELA INSUSTANCIAL. Sobre la urgente necesidad de derogar la LOMLOE. -EL CAZADOR EMBOSCADO. Novela. ¿Es posible reinsertar a un violador asesino? -EL VIENTO DEL OLVIDO. Una historia real sobre dos asesinados en la retaguardia republicana. -JUNTA FINAL. Un relato breve que disecciona el mercadeo de las juntas de evaluación (ACCESO GRATUITO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA). -CRÓNICAS DE LAS TINIEBLAS. Tres novelas breves de terror. -LO QUE ESTAMOS CONSTRUYENDO. Conflictividad, vaciado de contenidos y otros males de la enseñanza actual. -EL MOLINO DE LA BARBOLLA. Novela juvenil. Una historia de terror en un marco rural. -LA REPÚBLICA MEJOR. Para que no olvidemos a los cientos de jóvenes a los que destrozó la mili. -EL ÁNGULO OSCURO. Novela juvenil. Dos chicos investigan la muerte de una compañera de instituto. PULSANDO LAS CUBIERTAS (en la columna de la derecha), se accede a información más amplia. Si os interesan, mandadme un correo a esta dirección:
repmejor@gmail.com

Tenéis información de los precios aquí:

martes, 26 de junio de 2018

"Lo que estamos construyendo" en Medymel

   Hace unos días, el blog Medicina y Melodía, una extraordinaria página en la que podemos leer interesantes artículos sobre los temas que sugiere su título, pero que, como tantas otras, realiza de vez en cuando incursiones a otros campos, publicó una reseña sobre Lo que estamos construyendo con el título de Verdaderos problemas y falsas soluciones de la enseñanza, reseña que podréis leer si pulsáis sobre el enlace. Desde aquí agradezco a mi amigo José Brea que haya tenido la gentileza de ocuparse de mi libro en su blog.

sábado, 23 de junio de 2018

Torra se caga

   Estimados amigos:
  Sabéis que por principio siempre rehúyo las palabras malsonantes en los artículos de mi blog, pero que por otra parte no tengo inconveniente en usarlas cuando el término idóneo e insustituible para lo que quiero decir es uno un tanto soez. Es por esto por lo que os pido disculpas, ya que irremediablemente el verbo "cagar" va a tener que aparecer unas cuantas veces en este artículo, porque lo que ha hecho con ocasión de la inauguración de los Juegos Mediterráneos el último sietemachos incendiario que el separatismo ha aupado a la presidencia de la Generalidad ha sido exactamente eso: cagarse.
   Se veía venir y ya lo advertí desde el principio, cuando, ante el tono chulesco hacia la corona que utilizó en su discurso de investidura, expresé mis dudas de que fuera capaz de mantenerlo si algún día se veía cara a cara ante el rey. ¿Qué ha pasado cuando esto en realidad se ha producido? Veamos el guión, tan aberrante como la costumbre nos haría imaginar. Fiel a su condición de espantajo fanfarrón, el enano de la venta que hoy preside Cataluña no ha dejado pasar una sola ocasión de provocar a la institución real y de situarse a su misma altura, pretensión que lo retrata como un personaje tan estúpido y petulante como la rana de la fábula, y raro será que no acabe como ella. La última de estas injurias ha sido un parto colectivo, la carta esa que, junto con sus dos inmediatos predecesores, ha tenido la insensatez de dirigir al rey, adornada con las mentiras y la soberbia a que los golpistas del separatismo nos tienen ya acostumbrados. Y esta es otra de las infamias en las que se ha revolcado Torra con la pasión de un cerdo lubricándose en el cieno: el envolver sus ataques al rey arropándose en una intensa ofensiva contra él de sus aliados, materializada en actos como esa penosa cartita, los sabotajes mil de los CDR o esa fiebre de rechazos municipales a Felipe VI que inunda Cataluña, asombrosa muestra del cachondeo con las jerarquías institucionales que padecemos en España, que espero que algún día se decida a cortar de raíz algún gobierno sensato, en el caso de que alguna vez lleguemos aquí a disfrutar de uno. En suma, Torra ha obrado una vez más con la cobardía que viene caracterizando al independentismo y sus líderes: ha instrumentalizado la pasividad con que nuestro sistema permite los abusos de derecho para pisotear los derechos y las dignidades ajenas. Típico de los totalitarios: dinamitar los sistemas de libertades por la vía de la perversión de esas mismas libertades.
   La última que se ha permitido Torra ha sido estar a las 18:30 en una manifestación contra el rey y a las 21:00 poniendo cara de gilipollas ante ese mismo monarca, como podéis ver en la imagen:
Resultado de imagen de torra y el rey
   Mirad que sonrisilla: ¿tengo o no tengo razón cuando digo que este Torra que va de montonero, hoy,  lisa y llanamente, se ha cagado cuando se ha visto ante el rey? La indecencia de la revolución separatista es difícil de superar, vive de la mentira, la hipocresía, el abuso y la manipulación de los principios democráticos a su conveniencia. El Torra este, ante el mundo, ha puesto esa carita que lo dice todo, pero, de cara a sus seguidores, ha querido vender su conducta como un acto de rebeldía,  solo porque ha tenido el atrevimiento de... ¡regalarle al rey un libro y un informe! Sí, señor, con un par, como ese personaje bélico al que tanto admira, el Capitá Collons.  Veamos. El libro de fotos es un parto de Jordi Borrás, un militante del separatismo que pretende hacernos creer esa fábula que tan bien han vendido y tan poco fundamento tiene de que el 1-O fue una orgía de represión; en cuanto al informe, es obra del Sindic de Greuges, es decir, Rafael Ribó, un personaje de fiabilidad cero que ha dado muchas muestras de parcialidad procatalanista, ya que sabe muy bien quién le ha aupado a ese cargo de lujo y disfrute que ostenta. En definitiva: dos panfletos escritos por dos paniaguados, alegatos de valor nulo cuyo simbolismo y provocación también son, en consecuencia, nulos. ¿A quién toma por idiota Torra con esos regalitos, al rey o a la Hermandad de la Estelada? En la respuesta a este "enigma", más que obvia, yace una de las claves de lo que hoy está ocurriendo en Cataluña.
   Vuelvo a la carta que Torra mandó hace nada al rey y que firmaban también Mas y Puigdemont. Echemos un vistazo a esos personajes, esos tres ejemplos de virtud, capacidad y prudencia. Artur Mas es el insensato que puso en marcha el prusés que ha traído la ruina, el odio y el conflicto social a Cataluña, pero luego, ante el juez, abjuró de todas sus provocaciones y supongo que aún andará buscando que los demás le paguen esa multa que le pusieron hace ya algún tiempo: un personaje que no tiene ni la dignidad de pagar sus propias multas, ruin, enredador y cobarde, al que sus adversarios le han perdonado la cárcel. Qué decir de Puigdemont, que declaró la independencia y luego huyo escondido en el maletero de un coche para no responder de sus actos, ¡qué grandeza la suya! En cuanto a Torra, creo que ya he dicho bastante por hoy. Estos tres sujetos son los tres últimos "Honorables" que han presidido Cataluña, a la que, lo quieran o no los catalanes, le están transmitiendo su inmenso "honor" y prestigio; sabandijas como estas llevan ya más de cinco años liderando un golpe de Estado, una operación de acoso a una democracia que ha causado ya muchos sinsabores a nuestro país y amenaza seriamente con desmenuzarlo, porque supongo que no quedará ya ningún ingenuo que piense que los independentistas no romperían España si pudieran hacerlo. Causa estupor lo que está pasando en nuestro país, uno no acaba de creerse que tengamos un sistema de defensas tan débiles, que en al menos seis años haya sido incapaz de frenar un ataque a su propia existencia tan explícito, persistente y grave. ¿Cuánto tiempo más va a durar esto? Algunos estamos cada vez más preocupados y desencantados. ¿De verdad es tan difícil poner en su sitio a tipos como Torra? ¿Pretenden que creamos en un régimen en el que un alcalde puede negar la realización de un acto al jefe del Estado? ¿Qué broma es esta, qué chifladura?  Ya lo único que nos falta es que nos vendan la moto de que la solución es negociar con un señor que se pasa la vida insultando y provocando, pero, a la hora de la verdad, se caga: primero, porque dudo mucho que lo valga; segundo, porque ya están a la expectativa un puñado de cagones para venirnos con lo suyo si a este le sale bien la jugada. Tiene que haber caminos más sensatos y que no conduzcan directamente al desastre.

lunes, 18 de junio de 2018

¿Y qué dicen los animalistas?

   Esta imagen que veis arriba es la esencia de la penúltima batalla en que se ha empeñado el ¿Honorable? Carles Puigdemont, a quien al parecer no ha gustado que una industria cárnica malagueña lanzase al mercado una línea de productos con el etiquetado que aparece a la derecha. Por razones que solo él sabrá, ha movilizado a su legión de defensores legales y ha conseguido que la empresa se haya visto obligada a paralizar la venta de los fiambres cuyo emblema era el simpático cerdito ye-ye, una lástima, pues estoy seguro de que su sabor debía de tener una notable personalidad diferencial. Como sé muy bien cómo sois mi media docena de lectores, estoy convencido de que ahora os estaréis haciendo una serie de reflexiones acerca de quemas de banderas, pitadas a himnos, chistes o esculturas con personajes reales en situaciones lujuriosas, raps injuriosos o incitando a la violencia o vitoreando a asesinos terroristas, consideraciones filosófico-humorísticas hechas por "honorables" presidentes o televisiones autonómicas acerca de las miserias inherentes a la condición de español..., y todo ello lo estaréis asociando a cómo estas cosas se nos han estado vendiendo como el inalienable derecho a la libertad de expresión. Pues bien, con este asunto, el ¿Honorable? Puigdemont y quienes han paralizado la venta de los embutidos Pig Demont han convertido todo eso en un alambicado ejercicio de hipocresía, papanatismo e incongruencia. 
   Una última reflexión: ¿van a hacer algo las asociaciones animalistas? Porque el cerdito también tiene su derecho a sentirse ofendido, ¿eh?, ¡faltaría más! 

lunes, 4 de junio de 2018

Parecidos cavernícolas razonables

   Lo que está sucediendo hoy en España en lo referido al respeto a las leyes es un despropósito difícil de superar, de tales dimensiones que ya empieza a ser dudoso que nos encontremos en un estado de derecho. En estos, es indiscutible que las leyes las hacen los Parlamentos y la justicia la administran los tribunales, pero en la España de hoy da la impresión de que la justicia anda un poco arrastrada por las calles, y cualquiera que tenga el poder de convocatoria o la desvergüenza suficiente puede echarle m_ _ _ _ _ a manotadas bajo dos modalidades que están teniendo mucho éxito: la algarada o la pancarta. Dejo aquí dos ejemplos de estas de parecido muy grande en una cosa: la defensa de indeseables que han atentado gravemente contra la convivencia:
Resultado de imagen de pancarta en favor los presos en el palau de la generalitat de catalunya
¡Vivan los golpistas!
Resultado de imagen de pancarta en favor de la manada
¡Vivan las manadas!

   ¿Alguien puede hacer algo?

Praxis educativa. 25: el desastre confirmado de la supresión de septiembre

   Desde hace más de un mes, han sido muchos los compañeros que me han contado la inmensa serie de dificultades e incongruencias que está representando el haber trasladado a junio los tradicionales exámenes de septiembre: prisas, nervios, exceso de materia (que será imposible dar o habrá que dar en la modalidad atracón), acumulación de exámenes... Ahora, con la llegada de junio, se ven venir otras que, como las anteriores, estaban cantadas: exceso de días con el curso acabado para los aprobados, descontento y queja de estos (que no entienden para qué se les hace seguir acudiendo a los institutos), faltas de asistencia, caos, acusaciones absurdas de los padres, nervios de los equipos directivos... Y todavía queda la guinda, la que no me cansaré de repetir que es la motivación que de verdad está detrás de la decisión de algunas autonomías de suprimir septiembre: el chantaje que va a suponer la amenaza de un aluvión de reclamaciones a las puertas de julio, que, si se resuelven siguiendo las normativas vigentes, van a hacer que muchos profesores tengan que permanecer algunos días de ese mes en los centros para resolverlas. Las consecuencias serán dos: la rebaja de la exigencia en los exámenes para evitar reclamaciones (o sea, hacer más grande el ya considerable coladero en que se han convertido los cauces de calificación en España) y, a pesar de eso, la efectiva presentación de muchas reclamaciones cuya resolución se extenderá hasta julio y que van a traer mucho caos, mucho conflicto y mucho descontento. 
   Algunos, entre los que se honra de encontrarse vuestro amigo el guachimán, ya previmos esto y nos manifestamos de forma reiterada y rotunda contra la aberración de suprimir los exámenes de septiembre, pero otros "inocentes" parecen haberse caído del caballo ahora, como se cuenta en un artículo de "El Mundo" con este elocuente título: Un calendario caótico por el adelanto a junio de los exámenes de septiembre (no puedo enlazarlo por algún problema del sistema). No voy a tomarme la molestia de comprobar lo que decía ese medio hace un año, pero la verdad es que, leyendo el artículo y pensando en las hemerotecas, se me caen los dientes de la risa, mirad las razones:
    1.- Una representante de la CEAPA y otra de la CONCAPA se quejan amargamente de lo perniciosa que ha sido la medida: ¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja! Ay, que se me van a caer los dientes. Id a las hemerotecas.
      2.- Representantes de CCOO y ANPE hacen indignadas críticas de la medida. ¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja! Ay, que se me van a caer los dientes. ¡Pero si lo menos que se puede decir es que la aceptaron con un sumiso silencio! En el caso concreto de ANPE, aquí en Madrid, yo mismo les mandé una carta advirtiendo de los problemas que iba a acarrear esta medida y no me hicieron ni caso.
      3.- Mirad lo que dice don Juan José Nieto para defender que los exámenes estén en junio: "Se potencia la evaluación continua y los contenidos están más frescos". ¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja! Ay, que se me van a caer los dientes. Teniendo en cuenta lo que sostiene y que este señor es el director general de Educación Infantil, Primaria y Secundaria de la Comunidad de Madrid, habremos de concluir que esta región ha puesto en ese cargo a alguien que no tiene ni idea o quiere engañarnos con demagógicos embustes.
       El artículo se redondea contándonos que, según fuentes gubernamentales de Valencia y el País Vasco, donde llevan años con septiembre suprimido, la medida ya está adaptada sin problemas en esas comunidades; no son esas las noticias que tengo yo por diversos conductos, por no hablar de que me figuro que seréis muy pocos los que os creáis nada de lo que diga un gobierno regido por el PNV.         El adelanto a junio de los exámenes de septiembre ha resultado en efecto ser lo que no podía por menos: una catástrofe.  Si los gobiernos de esas comunidades que lo han perpetrado fueran decentes, deberían derogar la medida de forma inmediata; en caso contrario, si los sindicatos fueran de verdad organizaciones en defensa del profesorado, deberían luchar contra ella con la decisión que les ha faltado, llegando incluso a la movilización que a veces usan para fines absurdos como ir contra de las reválidas. Repito que me honro de haber puesto el dedo en esta llaga desde el principio y con insistencia, tanto me honro que, por si los queréis ver y ampliar información, os dejo aquí enlaces a los artículos donde lo hice: 
     Nada menos que ocho artículos, queridos amigos, desde aquel primero de 2012 con lo de Valencia hasta los últimos, de 2017. Dos cosas quedan probadas: que los políticos no hacen nada de esto al azar, sino mediante pasos muy meditados, y que la prensa (podéis ver los enlaces a las fuentes que vienen en mis artículos) presentó en su momento esta medida con tintes positivos: le hizo propaganda, vamos. A saber las razones del giro de hoy.   

sábado, 2 de junio de 2018

Política y leyes de Murphy

   Cuando Mariano Rajoy consiguió sacar adelante sus presupuestos con el apoyo del PNV, apostó por una vía que tenía demasiadas grietas, como el hacer concesiones que hicieron sentirse agraviados a muchos, el ponerse en manos de una formación que se arrogaba excesivas exigencias en el delicado asunto del 155 o la enorme contradicción de hacer suculentas cesiones ante unos nacionalistas al mismo tiempo que estaba manteniendo un duro pulso con otros. 
   Paradójicamente, ese partido del que Rajoy pensó que le venía la salvación, lo que ha hecho ha sido hundirle dándole la espalda en un momento crítico una semana después. Y es que en política hay que tener muy presentes dos cosas: que lo que puede salir mal siempre saldrá mal y que hay que elegir muy bien los compañeros de viaje. Dado que tengo esto por muy cierto, no le veo un futuro muy prometedor a la presidencia de Pedro Sánchez. En cualquier caso, el tiempo dirá.
   Lo que habéis leído hasta aquí  y con ese título es el texto de la carta que ayer le mandé a "El País" acerca de la Pedrada que acabamos de recibir todos los españoles. Hoy ha salido publicada (podéis verlo pulsando aquí), aunque con algunos recortes motivados por razones de espacio que la empobrecen un poco. 
   Así a botepronto, este asunto de la moción de censura me suscita estas tres reflexiones:
   Primera: ¡que Dios nos pille "confesaos"!
   Segunda: ¿habrá en el mundo un partido más rastrero, traidor e indigno de confianza que el PNV? ¿Qué pensará el señor Maíllo cuando rememore aquello que dijo de que Ciudadanos era Judas? ¡Vaya lince!
   Tercera: lo de Rajoy ha sido de tragedia griega: traicionado por un aliado al que tuvo que venderse aun sabiendo que para el PNV traicionar es como respirar; abatido por la resurrección de los errores pasados no purgados; derrotado en una moción en la que, con encomiable brillantez, aplastó dialécticamente a su decepcionante adversario y desenmascaró hasta el ridículo las mentiras, carencias y flaquezas de su proyecto: el que tenía toda la razón perdió, desoído por una cínica confabulación de intereses, pocas veces veremos una muestra más clara de la hipócrita crueldad de la política.
                       La victoria de un personaje con la nula credibilidad de Pedro Sánchez no es una buena noticia para España. Que la haya obtenido con los votos de grupos en los que, por mucho que a los implicados les moleste que se diga, es totalmente cierto que hay chavistas, racistas, xenófobos, aliados de terroristas y totalitarios de los más diversos pelajes, debería hacernos estar muy atentos a lo que ocurra a partir de hoy en la política española. 

Un palurdo sin modales

   La escena es ya superconocida, así que no espero que nadie se lleve una sorpresa viendo estas imágenes de la despedida que le endosó Juan Carlos Monedro a Soraya Sáenz de Santamaría, ese desafortunado "Me alegro de que os vayáis" lanzado delante de todas las cámaras:

    Se comenta solo. En la vida en general hay que saber ganar y no sé el grado de confianza que existirá entre ambos personajes, pero no son las palabras adecuadas para dirigirlas a alguien que acaba de sufrir un grave revés, y menos, con esa "amistosa" imposición de manos. Hay un viejo dicho que sentencia: "Afligir al afligido es de corazón podrido". Y ya, si se hace con una sonrisa de oreja a oreja... Merecen comentario también las palabras de Sáenz de Santamaría: "A mí no me alegra que lleguéis". Señora Santamaría: se supone que quien ha llegado es el PSOE. Claro que, después de ver a los diputados de Podemos gritando: "¡Sí se puede!" al acabar la votación de la moción de censura, su ¿lapsus? se comprende perfectamente.
 
P.S.: hoy, 2 de junio, acabo de ver que Juan Carlos Monedero se ha disculpado públicamente con Soraya Sáenz de Santamaría. Queda claro a mi juicio, pues, que, al estar metido en la escena, no era consciente del desagradable o como mínimo ambiguo efecto visual que producía. Parece claro también que no tuvo intención de ofender.