Libros que he publicado

-2028. ¿Cómo será la Tercera República? -LA ESCUELA INSUSTANCIAL. Sobre la urgente necesidad de derogar la LOMLOE. -EL CAZADOR EMBOSCADO. Novela. ¿Es posible reinsertar a un violador asesino? -EL VIENTO DEL OLVIDO. Una historia real sobre dos asesinados en la retaguardia republicana. -JUNTA FINAL. Un relato breve que disecciona el mercadeo de las juntas de evaluación (ACCESO GRATUITO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA). -CRÓNICAS DE LAS TINIEBLAS. Tres novelas breves de terror. -LO QUE ESTAMOS CONSTRUYENDO. Conflictividad, vaciado de contenidos y otros males de la enseñanza actual. -EL MOLINO DE LA BARBOLLA. Novela juvenil. Una historia de terror en un marco rural. -LA REPÚBLICA MEJOR. Para que no olvidemos a los cientos de jóvenes a los que destrozó la mili. -EL ÁNGULO OSCURO. Novela juvenil. Dos chicos investigan la muerte de una compañera de instituto. PULSANDO LAS CUBIERTAS (en la columna de la derecha), se accede a información más amplia. Si os interesan, mandadme un correo a esta dirección:
repmejor@gmail.com

Tenéis información de los precios aquí:

domingo, 3 de agosto de 2025

El Nacional.cat y la Generalidad

     El Nacional.cat es un periódico digital que nació en 2016 y que sigue una línea independentista. Su fundador es José Antich, un profesional de extensa trayectoria que ha colaborado en medios como EFE, "El Periódico" o "El País" y que fue durante catorce años director de "La Vanguardia". Entre sus secciones se encuentra una titulada En azul, que se dedica a la crónica social. Las cuatro cosas tan aseaditas que llevo dichas son las que ellos declaran de sí mismos, pero callan una crucial: que reciben sustanciales ayudas de la Generalidad. Según El Economista, estas vendrían a representar un tercio de su facturación. En 2021 el gobierno catalán lo regó con 662.242 euros en publicidad y en 2022 lo favoreció con 330.000 en subvenciones puras y duras. 

    Conozco ya desde hace tiempo El Nacional.cat, a través de titulares suyos que he visto en más de una ocasión, la mayoría de los cuales, por no decir todos, se refieren a la familia real. Esos titulares son tan vomitivos en la magnitud de sus mentiras y calumnias, tan espantosos en el odio que rezuman y tan indignantes en la grosería y suciedad de su torpe lenguaje que jamás se me había ocurrido pulsar ni uno solo de ellos, pero hoy, al haber descubierto por casualidad la noticia de que este medio tan patético recibía un decisivo caudal del dinero de todos los españoles a través de las ayudas de la Generalidad, me ha parecido que merecía la pena prestarle alguna atención y entrar en sus páginas. A la luz de lo que he encontrado en ellas, creo necesario hacer una nueva redacción de las primeras líneas de este artículo, más ajustada a la realidad: El Nacional.cat es un panfleto que nació en 2016 y que defiende un separatismo demencial. Su fundador es José Antich, un fanático iluminado, como demuestra él mismo con sus actos y en la semblanza que he enlazado más arriba, que se corona con esta guinda: "Seguiremos dando la batalla, acompañando a todos aquellos que creen que Catalunya no ha llegado a la meta". Otro cruzado de la triste causa de la independencia catalana, un amargado rencoroso más, pero, eso sí, bien subvencionado.

    Por lo que se refiere a En azul, esa supuesta sección de crónica social, está claro que es en realidad el vertedero en el que se amontonan esos viles y repugnantes ataques a la familia real que, sinceramente, yo creo que son la verdadera razón de la existencia de El Nacional.cat: servir de instrumento para la guerra sucia, una guerra en la que se revuelca con fruición el separatismo catalán, que deja en manos de este viscoso enano editorial lo que otros medios en apariencia más serios (si es que hoy en día puede haber algo serio y limpio en la política y la cultura catalanas) desearían vivamente hacer, pero no se atreven. Para que os deis cuenta de lo premeditadamente urdida que está la maquinación, os diré que para cada miembro de la Casa Real hay un índice, os dejo aquí los enlaces a los del rey Felipe VI, la reina Leticia y la princesa Leonor. Quiero advertiros una cosa: esos enlaces os conducirán a los índices mencionados, donde lo primero que os vais a encontrar son los títulos de los artículos; la sola visión de estos os dará idea de las cumbres de indecencia, grosería, ruindad y falta de ética que pisa El Nacional.cat. No hará falta que os diga que no me produce el menor placer la presentación de unos enlaces que conducen a tal zahúrda de abyección periodística, pero he creído necesario hacerlo, porque pienso que debe darse a conocer su existencia. Por si queréis haceros una idea de lo que hay pero a la vez ahorraros el entrar ahí, con el mismo disgusto ya mencionado, os voy a reproducir los titulares de tres de esas "noticias": Leonor ha estado cuatro días sin salir de la mansión con su nuevo ligue 12 años mayor; Leticia recae de sus problemas con la bebida en Mallorca, conducía ebria, iba de lado a lado de la autopista; Felipe VI, refugio en Mallorca lejos de Marivent para ligues y aventuras de cama, el mismo que usaba su padre. Este es el jaez de la mercancía, que transmite una idea muy nítida de la calaña de los mercaderes que trafican con ella; esta es la envilecedora porquería con que los medios del separatismo alimentan a sus huestes, una dieta rica en odio.

    Durante todo el tiempo que he estado tropezando ocasionalmente con esta basura mediática, he supuesto que la Casa Real, sin duda conocedora de ella, habrá llegado a la conclusión de que enredarse en guerras y emprender acciones legales sería más perjudicial que hacer caso omiso del asunto y que por eso lo deja correr, pero, ahora que he entrado en las páginas hediondas de este medio, me hago algunas preguntas: ¿no deberían otras instancias resolver este atropello continuado? ¿no deberían el Gobierno o la Fiscalía hacerse cargo de defender al jefe del Estado y su familia? ¿Tenemos que aguantar tales injurias a las altas instituciones ellos y todos los españoles? ¿Sucede esto en otros países? Por otra parte, yo estaba al tanto del odio irracional que los separatistas profesan a la Corona (como a España en general, esa España de la que ellos forman parte), pero preocupa descubrir que alcanza extremos tan fangosos, pues da la impresión de que esta gente tiene el alma enferma, lo cual es muy poco tranquilizador. No me sorprende en absoluto, sin embargo, que la cínica mano de la Generalidad haya estado detrás de esto, financiando la máquina de sembrar calumnias y conflicto que es El Nacional.cat, pero, en el momento actual, en el que el presidente del Gobierno regional catalán es el socialista Salvador Illa, sería muy pertinente formular esta pregunta: ¿sigue la Generalidad dando dinero a un medio que injuria y calumnia al jefe del Estado y a su familia? Me alegraría saber que no es así, pero, en caso contrario, ¿pretenderá el señor Illa que nos traguemos ese embuste de que él es constitucionalista, y no un separatista más? ¿No se avergonzará de la farsa que representa cuando va a recibir al rey con sus gafitas y su carita de bueno? Y esperando, además, que creamos que por eso es mejor que los cavernícolas que le precedieron. ¡Pero no, qué estoy diciendo! El bueno de Illa es un tío leal y claro, sería incapaz de dar un solo céntimo a un medio como el Nacional.cat.

viernes, 1 de agosto de 2025

Guía urgente de currículos con un ligero olor a podrido

         Desde que el gran estratega político e insuperable ministro Óscar Puente decidiera hará cosa de una semana extender su dedo acusador hacia Noelia Núñez -una joven que empezaba a despuntar en el PP pero que hasta hace dos días era una completa desconocida- desvelando que había presentado un currículum falso, se ha desencadenado una epidemia de falsificadores desenmascarados en la que es necesario poner orden cuanto antes si queremos aclararnos, cosa a la que el guachimán, guiado por su proverbial sentido cívico, procede en este mismo instante. 

       -Begoña Gómez: Vinculada al PSOE por razones familiares (no sé si estará afiliada), de sus pasos en la tierra se ha hablado mucho últimamente. Lo referido a sus irregularidades curriculares se sabe al menos desde 2020, año en que ya traté el asunto aquí

    -Bernat Soria. Este señor, que fue ministro con el PSOE y tiene un nada despreciable currículum académico, científico y político ¡también se permitió falsificaciones en su perfil! Solo la vanidad puede explicar este caso. 

     -Carles Puigdemont. Cuando este canalla cometió la falsificación de su currículum era de CiU. Presumió de una licenciatura en Periodismo que no tenía, y acabo de encontrar el dato aquí, cuando buscaba otras cosas. Al Honorable (😂😂😂😂) le ha cabreado muchísimo que el periodista  Antonio Naranjo desenterrase la golfada y le ha mandado un burofax, pero le ha salido el tiro por la culata. Leedlo, tiene gracia. 

    -Carmen Montón (PSOE). Fue ministra de Sanidad y se vio obligada a dimitir por un máster plagado de Irregularidades. Más información, aquí.

    -Carmen Ninet (PSOE). El caso de esta señora, esposa de José María Ángel Batalla, es asombroso y puede ser muy grave, como el de su marido. Lleva 14 años ejerciendo como subdirectora de un museo de no-sé-qué y para ese cargo sería obligatorio estar en posesión de una licenciatura que ella no tiene. Los ingresos que durante ese tiempo le ha reportado ascienden a unos nada despreciables 720.000 euros, como puede verse aquí, así que tendremos que estar muy atentos a cómo se califica y se resuelve su aventura. ¿Cómo consiguió colarse hasta un puesto tan fuera de su alcance? ¿Tuvo ayuda de otros? 

    -Cristina Cifuentes (PP). Esto fue una auténtica orgía de despropósitos. Cifuentes decía tener un máster en Derecho Autonómico y Local, que ciertas investigaciones periodísticas demostraron que era un mero papel. La expresidenta madrileña fue liando las cosas y estuvo a punto de ser condenada por falsedad documental, de lo que no se libraron una profesora y una asesora de su confianza. Un asunto muy turbio en el que participaron personajes muy siniestros y que no deja muy bien a la Universidad Rey Juan Carlos. El resumen que os he enlazado es muy preciso; a mi modo de ver, las dos condenadas fueron unos pobres chivos expiatorios.

    -Cristina Narbona (PSOE). Se hacía pasar por doctora en Económicas, pero era solo licenciada. Más información, aquí.

 -Ignacio Higuero. Fue miembro de Vox, pero abandonó esta formación para continuar ejerciendo como consejero de Gestión Rural en el gobierno extremeño que dirige María Guardiola (PP). Según unos ha dimitido y según otros ha sido cesado, en cualquier caso, por este motivo: destaparse que no podía tener la licenciatura en Marketing que aparecía en su currículum y que él afirma que la obtuvo en 1993, pues ese título se creó en 2013. Más información: aquí. 

    -José Blanco (PSOE). Solo aprobó primero de Derecho, pero en su currículum ponía que era licenciado. El pobre hombre, en su proverbial inocencia, se confundió. Más información: aquí. 

    -José Franco (PSOE). Un error de cálculo le llevó a atribuirse una licenciatura en Matemáticas que no poseía. Más información: aquí.

       -José María Ángel Batalla (PSOE). Al igual que su cónyuge, el ya dimitido Alto (😂😂) Comisionado para la Reconstrucción tras la Dana -una tarea retribuida con 120.000 euracos anuales- y Presidente del PSPV, ha jugado muy fuerte y lo lógico sería que lo pagase muy caro, pero ya sabemos lo barata que sale la corrupción en este país. Como parece fuera de toda duda, este señor va por el mundo con un título de licenciado falso, como puede verse aquí, aunque os recomiendo que busquéis más, porque el asunto es complejo, pues, además del mero hecho de la falsificación -que ya por sí sola constituye un delito- hay ahora que resolver otros extremos importantes, sobre todo, estos dos: para qué finalidades administrativas y laborales se usó ese título y si hay alguien más implicado en estos fraudes.

    -Juan Manuel Moreno Bonilla (PP). De licenciado a graduado, una trayectoria bastante esperpéntica que podéis ver aquí en versión breve y aquí en versión detallada.

    -Luis Roldán (PSOE). Uno de los mayores y más afamados corruptos de la política española aseguraba ser ingeniero y economista cuando solo tenía el título de bachillerato. Más información, aquí.

    -Manuel Borrego (PSOE). Al secretario de organización del PSOE de Extremadura parece ser que le faltan doce créditos para completar el título en Ingeniería Química que asegura poseer, pero él ha alegado que sí lo tiene, porque la Universidad de Extremadura se lo concedió por medio de un procedimiento que existe (y así es) en aquella docta institución, la compensación curricular (1). ¿Una universidad compensatoria? Juzguen ustedes mismos. Más información, aquí

  -Noelia Núñez (PP). Aseguraba estar en posesión de un grado de Derecho y Ciencias Jurídicas que no tiene. Ha dimitido de sus cargos en el partido y ha renunciado a su acta de diputada. Más información, aquí. 

    -Óscar Puente (PSOE). El hombre que desenmascaró a Noelia llama máster a un curso que da el PSOE a sus afiliados. Más información, aquí.

    -Pablo Casado (PP). Uno de los historiales más disparatados de la política española, ahí es nada. Aseguraba tener más títulos que la cartelera, pero ni uno solo estaba completamente sano, como mínimo. En las últimas líneas de este artículo se resume muy bien su ensalada de despropósitos curriculares. Llamada a la reflexión: este personaje hubiera podido ser presidente del Gobierno de haberle fallado los cálculos a Sánchez: ¿qué hemos hecho los españoles?

    -Pachi López (PSOE). ¿Cuánto tiempo "estudió Ingeniería Industrial" este personaje? ¿Tres cursos? ¿Un curso? ¿Tres meses? ¿Cinco minutos? A responder a esta pregunta se dedica este artículo, del que puede concluirse que el señor López ha jugado muy turbiamente con la ambigüedad (lo cual no es ni de lejos el mayor de sus pecados) para aparentar que posee una ingeniería que no tiene. 

    -Pedro Sánchez (PSOE). Aquí se habla de un falso máster en Liderazgo Público de este nefasto personaje y aquí de su tesis doctoral plagiada, y también aquí y aquí. Esto era muy conocido, sorprende que Óscar Puente se haya lanzado a abrir el melón de los méritos falsos.

    -Pilar Bernabé (PSOE). La actual delegada del Gobierno en Valencia tiene una licenciatura en Filología Hispánica y otra en Comunicación Audiovisual, pero, aunque ella lo niega, parece ser que no ha completado ninguna de las dos carreras. Más información, aquí

    -Xavier García Albiol (PP). Recién sacadito del horno. Según esta noticia, acaba de haberse visto obligdo a rebajar el nivel de los estudios de Derecho que figuraban en su currículum.

    -Yolanda Díaz (Sumar). Los másteres de esta señora son de tan mala calidad que encogen al primer lavado, como puede verse aquí: pasan de másteres a cursos. También presume de una galería de cursos que asusta, pero yo no daría medio euro por uno solo de ellos, por todo lo que se cuenta aquí.

    Como habréis visto con lo que pongo sobre García Albiol, la tormenta desatada por Óscar Puente lleva camino de convertirse en un temporal apocalíptico: ¿cuántos de nuestros políticos habrán mentido ya en el simple escalón del currículum con que se autorretratan? ¿Cuántos embusteros más van a ir saliendo a cada minuto que pase? La cosa tiene un fondo muy sombrío, porque la mentira no es buena para ninguna actividad humana, así que la gestión de lo público tampoco podía escapar a esta ley general. ¿Y qué podemos esperar de unos gobernantes que mienten ya desde antes de empezar a ejercer? La respuesta es pesimista: quienes así actúan no pueden traer buenas intenciones. A la política española le hace falta una limpieza en profundidad. Hacen falta leyes que nos protejan de esto, normas que adviertan a los arribistas de que estas conductas, en caso de detectarse, los expulsarán del tablero. ¿Haremos una cosa así? No lo sé, porque tengo muy claro que este deplorable jolgorio lo podrían haber evitado fácilmente los propios partidos desde sus estatutos, pero lo que han hecho ha sido fomentarlo. No puedo cerrar este artículo si dedicar un caluroso elogio a Óscar Puente: abrió la cacería para cargarse a una insignificante criatura del PP, y es verdad que abatió a la pieza, y que ha puesto en evidencia a algunos otros rivales, pero, si miramos esta relación, el mayor afectado ha sido su propio partido, con él mismo incluido entre los transgresores. ¡Genio! También ha conseguido focalizar un problema serio de la moralidad general de nuestros políticos, pero, obviamente, esto lo ha hecho sin querer. 


1. A las 01:24 horas de hoy, 2 de agosto de 2025, encuentro esta información, que haría muy dudoso que el señor Borrego, nacido en 1980, hubiese podido servirse de la compensación curricular, un recurso que se puso en marcha en su universidad en 2020, con lo que caerían por tierra sus explicaciones. Además, se cuestionan también otros méritos que figuran en su currículum.


    

miércoles, 23 de julio de 2025

Manifiesto a favor de Pedro Sánchez en el que se echa de menos la firma de Pedro Sánchez

     ¿Sabían ustedes que el narcotráfico es una actividad muy honorable y benéfica que crea riqueza, da de comer a muchas familias y saca del paro a miles de personas? ¿Sabían que es una industria que vela por los más desfavorecidos, pues cualquier tuercebotas puede levantarse dos mil euros o más en solo una noche por vigilar si se acerca la Guardia Civil? ¿Sabían que, por todo lo anterior, los capos de la droga son unos virtuosos filántropos que merecen el respeto y la veneración, tal que la Virgen india de Cafrune y Marito? No estoy bromeando: estas opiniones las sostienen con firmeza quienes sacan beneficio de esa actividad criminal, se lo he visto y oído decir a unos cuantos, incluso ante las cámaras televisivas y a cara descubierta. Cuesta poco imaginar, en consecuencia, las alabanzas a esta vil actividad que iluminarían un manifiesto firmado por gente de este tipo, ahora bien, como diría cierto personaje un tanto cínico de El puente de los espías, ¿serviría de algo? NO. ¿Rasparía un microgramo de roña a la merecida montaña de desprestigio que sepulta al narcotráfico y a los narcos? NO. Como cualquiera sabe muy bien, los elogios de tu papá y tu mamá, o de tus amiguetes, o de los que reciben tus favores, no tienen el menor efecto a la hora de acreditar tu valía, pues, mal que les pese a ciertos canallas, somos hijos de nuestras obras, y no de la siembra de mentiras, espejismos o interesadas lisonjas, así que estos procedimientos son inútiles y de vuelo gallnáceo.

    Sorprende que una verdad tan elemental y corroborada por la experiencia la hayan ignorado los firmantes del manifiesto a favor de Pedro Sánchez que salió anteayer a la luz pública, pues todos son personas de talento y que han alcanzado altos logros en su actividades profesionales o políticas, por lo cual uno no se explica como, al mirarse a las caras o leer el listado que ellos mismos componían, no se dieron cuenta de que ese truño dedicado a la ultradefensa del impresentable y ya indefendible Pedro Sánchez no iba a colar, por la sencilla razón de que son todos -salvo algún que otro despistado: todo el mundo se pregunta qué hace ahí Juan Manuel Serrat (2)- amigos, admiradores incondicionales, camaradas, compañeros de trinchera o favorecidos del reivindicado: ¿qué otra cosa iban a hacer que echarle alabanzas, flores y un angustiado capote? Viniendo de ellos, eso no vale para nada. Si hubieran publicado un alegato, aún habría tenido algún sentido, pero de ningún modo tratándose de un manifiesto, un documento que por definición está destinado a buscar adhesiones.

    Pero aún hay otro rasgo más demoledor: la identidad de los firmantes, en la inmensa mayoría de los cuales resulta un tanto vergonzoso que se descuelguen rubricando papelitos en favor de Sánchez. ¿Cómo no van a adorarle Magdalena Álvarez y Manuel Chavez, a los que ha salvado -por ahora y por Pumpido- de pagar por el brutal latrocinio de los ERE? ¿Qué otra cosa que apoyo al infame Pedro Sánchez puede esperarse de los socialistas Joan Clos, Almudena Asenjo, Manuel Escudero o Sebastián Pacheco, los tres últimos, directivos de fundaciones del PSOE de esas que le suministran munición ideológica? ¿O de los ministros zapateristas Mercedes Cabrera, Elena Espinosa, Jesús Caldera, López Aguilar, José Montilla -ese charnego ideal-, Miguel Sebastián, Leire Pajín o Fernández Bermejo (el de las cacerías), siendo como es el sanchismo la prolongación natural del infecto zapaterismo? ¿O de Julián Campo, Manuel Castells, Carmen Montón (miembro, como el propio Sánchez, del Club de los Doctores Fraudulentos), Joan Subirats o Alberto Garzón, todos ellos ministros del sanchismo? ¿O de los veteranos cruzados Pedro y Agustín Almodóvar, Carlos Bardem, Ana Belén, Víctor Manuel, el lírico García Montero (verdadero Fideo de Mileto del sanchismo), Loles León, Jesús Maraña, Miguel Ríos, Marta Sanz, Rosa Villacastín o Manuel Rivas? Y no citaré más, ya con estos hay bastante. Insisto: ¿para qué sirve un manifiesto a favor de Pedro Sánchez con estos firmantes? Para que la gente se muera de risa, ya no convencen a nadie. Muy mal se las debe de estar viendo hoy el sanchismo para tener que echar mano de estas mojigangas.

    Resulta inexcusable hacer alguna referencia al contenido del manifiesto, que es tan pobre estilística y conceptualmente como aquel de los 26 infernales años del que me ocupé en su momento, pero esta vez no pienso entrar tan a fondo. Consiste en un mísero y miserable ataque a quienes osan criticar al podrido Gobierno actual, investigar su voluminosa corrupción o pedir cuentas por ella. A la vez, lo defiende -como era esperable en el sanchismo- con mentiras, particularmente esa de que atravesamos gracias a él un dorado esplendor económico (1), cuando es justamente todo lo contrario, mírense por ejemplo el paro (del que se empieza por manipular las cifras), el embolado de la vivienda o el pésimo estado de las infraestructuras de comunicación. Pero lo verdaderamente grave de este documento es que exhibe sin pudor una feroz inclinación antidemocrática, que se sustancia en la condena del menor movimiento o pensamiento contrario a la acción del Gobierno; los abajofirmantes parecen estar muy convencidos de que el único papel posible para quienes no sean de su cuerda es permanecer quietecitos y calladitos con absoluta sumisión contemplando como Pedro gobierna, hace y deshace, y dejándole machacarnos. Toda otra postura representaría atacar a la democracia e intentar destruirla. Si esto no es totalitaristmo, que venga Dios y lo vea: ante el divino Pedro Sánchez, nada de oposición, nada de crítica, nada de alternancia. Para quienes queráis un análisis más pormenorizado del manifiesto, Carlos Rodríguez Estacio ha publicado una réplica (pulse aquí) en "The Objective", con la que estoy de acuerdo en todo, incluida la indignación que transpira, muy comprensible, dado que la ocurrencia de esos cien firmantes es una verdadera coz, un ataque zafio a todo aquel que pestañee, y lleva ímplicito además un prepotente desprecio a los principios democráticos.  


1. De todas formas, aunque fuera verdad ese invento de la prosperidad económica que tanto les gusta manejar a los sanchistas, tampoco serviría en absoluto para justificar ni perdonar los incontables abusos de Sánchez. Como algunos no lo ven así, suelo plantearles un símil con la película de 2011 No tengas miedo, que cuenta la historia de una joven veinteañera a la que su padre ha estado violando desde que tenía más o menos diez años. Durante todo ese tiempo, el padre le ha dado una vida muy desahogada e incluso vemos como de mayor le ha facilitado un empleo en su clínica dental, que hay que suponer bien remunerado. ¿Justificaría eso las horrendas cosillas que le hace? De ningún modo, como tampoco la buena marcha económica haría admisibles los atropellos de los gobiernos corruptos.

2. ¡Qué despiste el mío! Después de publicar esta entrada, recuerdo que Sánchez se lo había "ganao" en diciembre de 2022, cuando acudió a su concierto de despedida, por supuesto, con Begoña y en el Falcon.

domingo, 13 de julio de 2025

Comparsas de la corrupción

      El pasado nueve de julio, seguí en directo las dos o tres primeras horas del pleno del Congreso que se suponía dedicado a que Pedro Sánchez explicara la corrupción de su Gobierno y su partido. La incógnita (😂😂😂) era si sus socios en la llamada coalición Frankenstein iban o no a retirarle su apoyo por el apestoso asunto que se resume en un nombre propio: Santos Cerdán, con sus mordidas, trapicheos, concesiones amañadas, amistades patibularias y demás abusos y latrocinios. No me siento en condiciones de valorar hasta qué punto esas formaciones se escandalizan por otros asuntillos, tales como Koldo/Ábalos, Armengol, Torres, Berni, García Ortiz, Begoña, David Sánchez, Gallardo, Leire, Delcy, Marco Sanjuán, Rafael Pérez, Pardo de Vera, Herreros, Anabel Mateos, Plus Ultra, ERE andaluces, amnistía y un etcétera más bien largo, aunque doy por supuesto que todos, incluido el de Cerdán, se la bufarán les parecerán inocuos, dados los veredictos absolutorios para el inmaculado Pedro Sánchez que expresaron en ese pleno o posteriormente, de los que paso a presentar un breve compendio.

    1.- PNV. Su portavoz, Maribel Vaquero, cuya comparecencia satiriza Jon Juaristi aquí, concluyó que a Pedro Sánchez solo le salva de la desnudez completa que supondría la condena fulminante del PNV una hoja de parra que le tapa los genitales, pero, como algún vientecillo la haga caer, ¡se va a enterar de quién es el PNV condenando inmoralidades y abyecciones! De momento, que siga. ¿Qué otra postura se podría esperar del nucífago PNV, un partido que lleva décadas momificado en la gestión de chantajes? Y, para colmo, ahora están muy nerviosos por esa relación que parece existir entre sus chanchullos y los del mismísimo Santos Cerdán. Esa leyenda de que eran limpios y serios pasó a la historia hace tiempo, pero ellos siguen empeñados en imaginar que la gente aún se la cree.

    2.- Junts. Mirian Nogueras aprovechó su tiempo para apalear a su aborrecida España, cosa que hizo en catalán, sirviéndose de esa aberración de meter en el Parlamento de todos los españoles ciertas lenguas que solo hablan unos cuantos, implantada por Pedro Sánchez. Esta también le perdonó la vida, pero que nadie vaya a creer que se olvida de todos los agravios que le ha hecho al separatismo catalán: esto mismo de las lenguas en el Congreso, los indultos, la amnistía, mandar a Cerdán (¿y a Zapatero?) a arrodillarse ante Puigdemont, los pactos con Illa, permitir los abusos con el catalán, las cesiones fiscales... ¡Heridas así tardan en cicatrizar!

    3.- Sumar. O, para ser más exactos, Yolanda Díaz. Esta señora, con su absoluta carencia de sentido del ridículo, se ha propuesto matarnos de risa. Después del juguete cómico que nos regaló recientemente en el programa de Alsina, subió a la tribuna en el pleno dedicado a la corrupción del PSOE... ¡para lanzarse a la yugular del PP! Y también, para decirle a Sánchez que ella cree que es honesto (😂😂😂😂). Fue inenarrable, tienen que verlo completo, ¡qué despropósito, qué desmelene para absolver al canalla que tiene en su órbita esas cosillas del primer párrafo de este artículo! Lo defenderá hasta el fin, porque tiene pavor a ser desalojada de la vidorra que se está pegando gracias a él.

    4.- Bildu y Podemos. Dejo por descontado que TAMBIÉN encontraron poderosas razones para seguir manteniendo a Sánchez, pero los traigo aquí y juntitos por otra razón. El pasado día 11, publicaba "El Mundo" una noticia que daba cuenta de que la Audiencia Nacional va a procesar al asesino conocido como Josu Ternera. En dicha noticia, se incluía un recuadro referido a una reunión que iban a mantener Jone Belarra y Arnaldo Otegui, "para analizar la posibilidad de impulsar un proyecto democrático popular y plurinacional frente al bloque de la derecha y de la extrema derecha que combata de manera estructural la corrupción". Una radical incendiaria como Ione Belarra, representante de Podemos, una formación que tiene mucha porquería interna y que nos ha dejado discordia, apología de la violencia, escraches, okupas y leyes aberrantes como la de sí es sí o la trans, y un exterrorista con una biografía siniestra y cargada de odio y suciedad, pretenden hacernos creer que ellos son purísimos y están en condiciones de asociarse para combatir la corrupción, cuando para lo único que están capacitados es para destruir, véanse sus hazañas y sus entornos políticos. Este encuentro se produce en el marco de unos contactos que Otegui está celebrando con las formaciones que "han apoyado de una u otra manera el bloque de investidura". Estos son los amigos de Sánchez, a estos ha hecho sus colaboradores para gobernar España. Esta atrocidad es tan grave como las turbiedades de Cerdán, o tal vez más.

    5.- ERC. Dejo para el final este partido porque sus posturas han salido de la boca hedionda de uno de los personajes más dañinos de la deplorable etapa histórica que atravesamos: Gabriel Rufián.  Hace cinco años, ya le dediqué aquí un artículo en el que mostraba mi desaliento por el hecho de que un personaje como este ocupara un escaño en nuestra cámara baja: por fuerza, algo tenía que ir mal en nuestro país si esto era posible. Después de verlo el pasado día 9, me ratifico en ello y voy más lejos, porque ahora, con más conocimiento de cómo es él, del sanchismo, de Frankenstein y del abismo al que nos están arrastrando, creo que es catastrófico que un ejemplo de cinismo, irresponsabilidad, fanatismo, iniquidad e inmoralidad como este sujeto no solo esté en nuestro parlamento, sino que además sea un referente para los planes que vaya a poner en práctica la delincuencial alianza en cuyas manos se agita hoy España. Con esta gente y con estos planes, con ideólogos sin escrúpulos como Gabriel Rufián, vamos derechos al desastre en el que, por otra parte y mejor que dejemos de engañarnos, tenemos ya metido un pie y medio. Rufián sigue siendo el mismo patán provocador y narcisista de 2020; su trato al adversario es tan grosero como entonces, o quizás más, por eso, al igual que en aquella ocasión, voy a enlazar su intervención completa, porque para entender bien lo que este energúmeno representa no basta con saber lo que dice, sino que es necesario también contemplar sus modales:

LAS LECCIONES DE MORAL DE UN VIVIDOR EMPEDERNIDO

    Y, a última hora, ¿qué es lo que dice? Es muy sencillo: aparte de cocear e insultar a sus enemigos, le da a Sánchez este consejo: que abandone ya el "y tú más", lo que es tanto como decirle que se deje de complejos y garambainas, que eso de la corrupción son minucias que en nada empañan la alta misión que está liderando, o sea, los excelentes logros sociales que está alcanzando el Gobierno ayudado por Frankenstein (😂😂😂😂), así que lo que tiene que hacer es tirar p'alante haciendo oídos sordos y sin dejarse confundir. En resumen: que la corrupción ni importa ni exige explicaciones, porque, si lo hace Frankenstein, todo está permitido.

    Este es, en suma, el mensaje de mayor alcance que nos dejó el pleno del día 9 y no hará falta decir que conduce al pesimismo, o quizás incluso a la consternación. Para la alianza de bandas deletéreas que nos tiraniza, los límites de la moralidad, la decencia, las leyes o el marco democrático carecen de valor y lo único que realmente importa es la consecución de sus planes políticos, por injustos o disparatados que sean, o de sus intereses grupales o personales. Pongo el foco sobre estos últimos y vuelvo al inefable Gabriel Rufián: ni él mismo se traga toda esa retórica pringosa que se gasta sobre los avances sociales, y no digamos ya su putrefacta épica separatista, pues ambas son desmentidas de forma radical por los diez añitos que lleva en Madrid pegándose la gran vida con sus suculentos ingresos de diputado del odioso parlamento español, obtenidos por la extenuante tarea de acudir a los plenos a provocar, insultar a quien le pete y ultrajar a España. Y ya hemos hablado de la no menos inefable Yoli. ¿Y alguien cree que los demás revolucionarios que están despedazando el país y desmantelando la democracia se guían por otras pautas? ¿Sí? Díganme uno que no sea un cínico, un frívolo vividor. ¿Sánchez y su Falcon? ¿Ábalos y sus sobrinas? ¿Cerdán y sus chanchullos? ¿Otegui y sus proyectos democráticos (= 💣)? ¿Miriam Nogueras? ¿Urtasun? ¿Pilar Alegría? ¿La Belarra? ¿El por fortuna emigrado Aitor Esteban y su soberbia? No se salva ni uno. Haríamos bien en ir entendiendo que Sánchez es malo, pero el sanchismo, esa vasta comunidad parasitaria que ha segregado en torno a él, es mucho peor, porque le sobrevivirá, es muy fuerte y no va a soltar por las buenas todo lo que ha rapiñado.

viernes, 4 de julio de 2025

Zapatero asoma el plumero

     Desde que arreciaron las novedades sobre la caudalosa corrupción del PSOE, con abundantes descubrimientos que afectan tanto al partido como al Gobierno, se especula con el debilitamiento de Pedro Sánchez y con la eventualidad de que un buen día este falso gigante se pueda caer a trozos o su propia banda decida apartarlo para que no los arrastre a todos y poder así mantener la nave a flote, que es tanto como decir cotinuar el productivo bandidaje del apestoso sanchismo, pero con otro cabecilla. Naturalmente, estas especulaciones llevan implícitas las correspondientes acerca del posible sucesor y dentro de estas ha sonado mucho el nombre de José Luis Rodríguez Zapatero. Hasta hace poco, yo estaba convencido de que el PSOE tenía planeado que a Sánchez le sucediera una mujer, porque ello se ajusta muy bien a la demagogia que están practicando en estos tiempos, pero las cosas se les han puesto tan crudas al partido, a Frankenstein y a su proyecto que no me cabe la menor duda de que ya solo pueden encomendarse a alguien con zarpa de hierro, y en este colectivo, Zapatero, que, hasta la llegada de Sánchez, fue el peor presidente de nuestra democracia, resplandece con derecho propio. Después de las traiciones de 2006 y de 2010 y de sus hechos posteriores, ya no engaña a nadie.

    De las andanzas de Zapatero por Hispanoamérica en general y Venezuela en particular, nos llegan noticias nada tranquilizadoras: figura entre los fundadores del Grupo de Puebla, junto con algunas compañías que ponen los pelos de punta; es amigo de Maduro, Delcy Rodríguez y toda la cúpula de la dictadura venezolana; ha defendido a estos y otros ejemplares personajes, como Gustavo Petro o Cristina Kirchner, amiga también, por cierto, de la hilarante Yolanda Díaz. Parece ser que estos círculos han sido muy lucrativos para el expresidente español. ¿Qué decir de sus andanzas por su solar patrio? Aparte de lo resumido en el anterior enlace, no ha cejado en lo que ahora hemos descubierto que era una de las obsesiones que explican algunas de las calamidades de su gestión presidencial: un republicanismo apolillado, que sospecho que le hace suspirar por la implantación de una tercera república, una república plurinacional, ahí está la burrada aquella del estatuto de 2006 y aquí tenemos hoy, bien calentita, en el marco de sus vomitivos cabildeos con Puigdemont -¡nada menos, un tío que fue presidente del gobierno español!-, la ofrenda para aplacarlo de un CGPJ particular para Cataluña

    En los tiempos alicaídos que atraviesa el PSOE, Zapatero se ha mostrado muy activo en la reanimación de los ideales del sanchismo, esos que llevan incluidos la amnistía a los golpistas, la liberación de los presos de ETA, la exculpación de los golfos corruptos si son del PSOE o amigos suyos y la cesión a todos los caprichos separatistas. Nunca ha dejado de cabalgar, pero ¿intentará ahora cabalgar de nuevo sobre el corcel de la presidencia del gobierno? No me gustaría, porque soy de los que piensan que sus planes para España no pueden ser más nefastos ni su persona más siniestra, por eso estoy preocupado, porque de lo que no cabe duda es de que está volviendo a asomar el plumero. ¿Se imaginan la jugada? Zapatero fue en su momento el peor presidente del gobierno español en democracia, pero ese dudoso honor vino a arrebatárselo Sánchez; si ahora le sucediera, no me cabe la menor duda de que superaría los horrores cometidos por ambos, recuperaría el trono de la ineptitud y la catástrofe e intentaría llevar a efecto el proyecto sanchista -que es una continuación del suyo- hasta sus últimos y devastadores extremos. ¡Qué pesadilla! Pero no es improbable, así que mejor no dormirse.

    

jueves, 19 de junio de 2025

La temible escalada de Pedro Sánchez

  Desde la famosa "confusión" del 12 de octubre de 2018 en el besamanos junto a los reyes, tengo muy claro que el anhelo de Pedro Sánchez ha sido siempre ocupar él la jefatura del Estado, para lo cual le sobraban el monarca y la monarquía constitucional, de ahí que no me hayan extrañado nunca ni uno solo de sus actos y sus pactos en contra de ambos, porque, si en algo es coherente este señor es en el seguimiento y aplicación de su guion. Recuerdo que, por aquellos años, cuando decía esto, la gente me llamaba chiflado y conspiranoico y se arriscaban todos en la beatífica interpretación de que aquello había sido un error de novato (😂😂😂), a lo que yo respondía esto: repasa el vídeo, fíjate en el careto que pone el tío cuando le echan y luego me lo cuentas. Esa respuesta sigue siendo válida, pero, al lado de todas las evidencias que el héroe de Paiporta ha dejado desde entonces para confirmar lo que yo decía, ya se ha quedado en una anécdota inocente.

    El otro gran sueño de Pedro Sánchez era y es adueñarse del poder de forma vitalicia, pero hoy en día está seriamente amenazado por sus excesos, sus traiciones y la espantosa corrupción que afecta a su partido, su gobierno y sus círculos más cercanos, corrupción de la que todos sabemos -y algunos muy señalados lo reconocen ya, aunque entre embustes- que irán apareciendo más testimonios demoledores, por lo que el presidente ya ha activado el protocolo de defensa a ultranza de ese poder que considera suyo. El protocolo se inicia reforzando los pactos con las bandas de dementes y saqueadores que le apoyan, a los que dará todo lo que le pidan para que lo sigan haciendo, con lo que multiplicará el ya gravísimo perjucio que han infligido a España y al Estado de derecho en los últimos siete años. El segundo paso es ir construyendo el cinturón defensivo para encastillarse cuando llegue -y quizás no tarde en llegar- ese momento de crisis ya insostenible o ese mandato judicial que le imponga el abandono inexcusable del poder. Este proceso ya está en marcha también. Su primer escalón fue la comaparecencia del pasado 13 de junio, en la que vino a decir que la corrupción se ceñía a Santos Cerdán y que él no tenía ni idea; el segundo fue la comparecencia del lunes 16, en la que, entre falsas disculpas, cargó contra todos los que considera sus enemigos, en especial, contra el PP y Vox, a los que, ejecutando un asombroso ejercicio de proyección, acusó de corruptos, cuando los corruptos son él, su entorno, su gobierno y su partido; el tercero ha sido la carta que dirigió a la militancia del PSOE el mismo día 16, un documento que resulta muy inquietante por dos cosas: las tremendas y calumniosas acusaciones que lanza contra el PP y Vox y el tono beligerante que se oculta en su llamamiento a resistir los torcidos planes que indignamente les atribuye. Como era de esperar, son además abundantes en ese mensaje las mentiras, de las que me limitaré a espigar algunas de las más notables.

    En la línea 10, al hablar de la corrupción y de la disposción del PSOE a atajarla, dice: "Hemos actuado con contundencia", y en la 20 añade: "Nosotros denunciamos las prácticas corruptas", colosales embustes que se desmienten solo con recordar las renuencias y secretismo de Sánchez y su partido con todos los avisos que ya desde 2020 aparecían acerca de las mascarillas, de Ábalos, de Cerdán, de Armengol, de Torres, de Begoña y de tantos otros. En la 25 sostiene que "el poder ejecutivo no interfiere en investigaciones que dependen del poder judicial", afirmación que sin duda leerán con asombro e indignación los jueces encargados de los asuntos de Begoña Gómez, David Sánchez y el fiscal García Ortiz. En la 32, proclama que España tiene "un Partido Socialista Obrero Español limpio", pero le bastaría con mirarse a sí mismo para entender que eso es para carcajearse, una trola sonrojante salvo para quien, como él, es inmune al sonrojo. Por último, os dejaré una cita un poco más larga que está entre las líneas 59 y 62:

    Hemos aumentado los niveles de transparecia y endurecido leyes. Hemos elevado los niveles de rendición de cuentas y mejorado la posición de España en los rankings internacionales de percepción y de lucha contra la corrupción.

    Hace falta, lo diré por enésima vez, desvergüenza para decir esto, cuando Sánchez ha llegado a cerrar el Portal de Transparencia y tanto él como sus ministros son unos obsesos de la opacidad; cuando ha dado indultos y amnistías a golpistas, ha maniobrado para exonerar a los expoliadores de los ERE, ha  suavizado las penas por malversación y sedición y promulgado una ley que ha reducido condenas a los violadores; cuando, en lo relativo a la corrupción, hemos hecho justamente lo contrario de lo que afirma: empeorar. Pero todo esto no es mentir por mentir, sino que está puesto al servicio de otra finalidad: presentar un PSOE enormemente limpio para que así parezca mayor la iniquidad que atribuye a sus oponentes. Son mentiras destinadas a indignar y enardecer a la militancia, la tropa con la que cuenta, más adelante veremos para qué.

    Paso a continuación a analizar el tratamiento que dedica a esos que ha convertido en enemigos inicuos que tanto me alarma, popósito al que realmente sirve el mensaje. Después de acusar a la derecha de borrarse del debate sereno y de querer solo destruir, lanza este furibundo ataque entre las líneas 48 y 55:

    Y porque lo único que son capaces de ofrecer pasa por el apoyo de una fuerza de ultraderecha incompatible con el progreso, los derechos y las libertades que tanto costaron levantar en España. Lamentablemente, el Partido Popular y Vox están en una deriva de odio y legitimación de la violencia que se refleja, entre otras cosas, en el acoso a muchos militantes socialistas y en el ataque a numerosas casas del pueblo. Unos y otras tienen toda mi solidaridad y apoyo.

    Puede que el Partido Popular haya renunciado a defender las conquistas y valores fundamentales de nuestra democracia. Nosotros jamás lo haremos.

    Estas palabras constituyen una más de las ya innumerable muestras de la brutal abyección de Pedro Sánchez. Aterrado porque sus desmanes y su corrupción le han llevado a un cerco cada vez más asfixiante, el hombre que desde 2018 se ha convertido en la mayor amenaza contra el Estado de derecho y la propia nación, el hombre que lleva siete años fomentando la división y la discordia de las que se alimenta, ha sido capaz, en un nuevo alarde de proyección, de acusar a sus adversarios de cometer los pecados en los que él se revuelca. Tiene incluso el atrevimiento de presentarse a sí mismo y a su hoy fecalizado partido como modelos de pureza. Que nadie piense que esto es tan solo para exponer una maniquea y falsaria contraposición entre el bien (= el PSOE) y el mal (= el PP y Vox), porque tiene una intención mucho más perversa, que se entiende muy bien leyendo lo que dice entre las líneas 72 y 80:

    Sé que la decepción es enorme. Pero también debemos tener claro que nos enfrentamos a una operación de demolición moral, por procedimientos que llevan más peligro para la democracia que aquello que pretenden combatir.

    La mejor forma de salir de esta prueba es recordar por qué estamos aquí. No hemos venido a ocupar sillones. Hemos venido a mejorar la vida de la gente, a combatir la desigualdad y a defender las libertades. Y no vamos a permitir que nada nos aparte de esos anhelos en los que millones de personas han depositado sus esperanzas

    No me resisto a señalar otra muestra de la ilimitada osadía de Sánchez, porque hace falta poseerla para permitirse decir eso de "No hemos venido aquí a ocupar sillones", que, puesto en su boca, no por ser grotesco deja de ser insultante. Dejando aparte su insistencia en demonizar al enemigo y angelizar a su bando, la gran aportación de estos párrafos es que resultan ser una llamada a la guerra sin cuartel, intensa y reiterativa, como queda patente en la semántica y abundancia de las expresiones que he destacado en negrita. Y el uso de la primera persona del plural en estas líneas de tonos un tanto épicos, refuerza la intención de involucrar a su partido en esa cruzada: como adelanté más arriba, la militancia del PSOE podría ser la tropa con la que ya está contando Pedro Sánchez. 

    ¿Pará qué? Este sería el cuarto de los escalones de que consta el cinturón defensivo con que Sanchez piensa retener el poder, y son, como se ve, de una dureza ascendente. Los tres anteriores ya se han hecho reales, y, en cuanto a este cuarto, una vez enviado a la militancia el mensaje de que son los arcángeles del Bien contra el Mal... ¿está acariciando Pedro Sánchez la idea de lanzarla a la calle si las fuerzas infernales (jueces, UCO, Parlamento...) se atrevieran a cercarle a él, el depositario de las conquistas y valores fundamentales de nuestra democracia? Teniendo en cuenta que, en sus comparecencias, vino a decir que no dimitía por evitar que el poder llegase a manos de la ultraderecha y las repetidas muestras que ha dado de su "desapego" al sillón (😂😂😂😂), deberíamos tomarnos esta posibilidad muy en serio; yo incluso voy más lejos: estoy convencido de que, si se diera el caso, solo la escasez de apoyos le impediría hacerlo, así que me sorprende la tranquildad con que se ha recibido esta carta, en la que encuentro un evidente aviso de las posibles intenciones insurreccionales de Pedro Sánchez. ¿Queda todavía en España alguien que crea que no sería capaz? ¿Sí? ¿Y qué se lo impediría? ¿El respeto a la legalidad? ¿La limpieza? ¿El altruismo? ¿El amor a la patria? ¿El temor a ocasionar un grave daño a su nación? ¿La sensatez? ¿La cordura? ¿Alguien está dispuesto a sostener que Pedro Sánchez respeta la legalidad, es limpio, es altruista, ama a su patria, teme dañar a su nación, es sensato o es cuerdo? He puesto "o", no "y", tómese nota. 

    Yo, desde luego, no lo sostendría, y a quienes sí lo hicieran, en apoyo de mis temores, aún les diría que vienen avalados, aparte de por casi todo lo que he dicho aquí, por otros indicios muy concretos: Pedro Sánchez confió en la manipulación -y la complicidad, todo hay que decirlo- de la militancia de su partido para que le convirtiera en el César -más bien, el Nerón- del PSOE a través de las primarias, así que muy bien pudiera seguir confiando en ella para otros fines; Pedro Sánchez aprende mucho de Zapatero, a quien nadie le regateará sabiduría acerca de los procedimientos bolivarianos; Pedro Sánchez se ha hecho también muy amigo de los golpistas del prusés, que ya intentaron algo muy parecido a lo que aquí aventuro. ¿Hace falta más? Ahí va la última: cuando tengo dudas acerca de las motivaciones de Sánchez o de las posibles cosas que vaya a hacer, las resuelvo siempre decantándome por la peor de las posibilidades. Llevo años haciéndolo así y nunca me ha fallado. 


viernes, 13 de junio de 2025

¿Cómo ha podido un sinvergüenza como Pedro Sánchez llegar a presidente del Gobierno?

     Es la pregunta que llevamos muchos años haciéndonos quienes pensamos (o pensábamos) que para llegar a tan alta responsabilidad había que reunir unos mínimos más bien exigentes de inteligencia, cultura, honradez, sensatez y decencia, así que estaba vedada para los patanes sin principios, porque, con lo que llevamos visto en los últimos siete u ocho años (1), no podemos entender las razones de este misterio. Estoy seguro de que los observadores de países extranjeros también estarán perplejos y supongo que hoy, después de la comparecencia motivada por el demoledor informe de la UCO sobre las aventuras de Santos Cerdán, muchos de esos españoles que de buena fe han creído en Sánchez todo este tiempo -de los que se van desengañando cada vez más- se habrán apuntado a nuestro club.

    La comparecencia del presidente ha durado cuatro minutos y a continuación ha habido una ronda de preguntas de los medios que no ha llegado a los veinte, podéis verlo todo pulsando aquí. Sánchez ha empezado pidiendo perdón, pero no por la grave corrupción de su partido, sino porque ¡hasta esta mañana, él estaba convencido de la integridad de Santos Cerdán! (😂😂). Hace falta ser sinvergüenza, ya digo. Hace falta ser muy sinvergüenza para pretender que los españoles nos traguemos esa bola indecente. Mirad el vídeo, observad las caritas, la consabida escenificación, la fingida tristeza: una vez más, por lo que dice y por como lo dice, este señor nos está llamando a todos gilipollas. Hace falta ser muy sinvergüenza para haberse pasado siete años tomando a los ciudadanos por gilipollas desde el cargo que él ocupa, y en muchas ocasiones -como esta- con asuntos gravísimos de por medio; hace falta ser muy sinvergüenza para salir ante los medios y decir en cuatro minutos que aquí no pasa nada, que solo es cosa de un santo varón llamado Santos, con lo que está cayendo en su partido y en su familia; hace falta ser muy sinvergüenza para presentarse como un inocente que se chupa el dedo, cuando es justamente todo lo contrario; hace falta ser muy sinvergüenza para descolgarse con esa "medida" de ordenar una auditoría en el PSOE. Hace falta tener una carencia absoluta de vergüenza para hacer las cosas que hace Pedro Sánchez

    Y hace falta ser muy sinvergüenza para no dimitir ni convocar elecciones. Pero todo esto era esperable en quien ha amnistiado a golpistas o maniobrado para exonerar a los condenados por los ERE (otros gigantescos sinvergüenzas), porque quien ha hecho cosas tan graves no va a dimitir porque pillen a uno de su banda. Lo malo es que, si Sánchez es coherente con esta lógica, podemos temernos que hará cosas espeluznantes para no soltar el poder, estemos atentos.

    Pero nada de esto responde a la gran pregunta: ¿cómo ha podido un sinvergüenza como Pedro Sánchez llegar a presidente del Gobierno? ¿Cómo ha podido mantenerse siete años? ¿Cómo ha podido conseguirlo, además, cometiendo las atrocidades que ha cometido? Estas preguntas no le conciernen a él, sino a la sociedad española, que es quien le ha dejado alcanzar todas esas metas. Las razones serán múltiples y complejas, y es inexcusable que las descubramos para atajar el daño que nos están haciendo en el presente sanchista y evitar que puedan aparecer en el futuro más personajes como este. Por mencionar algunas que se me ocurren, creo que la culpa ha sido de que nuestro sistema legal carece de los mecanismos para contrarrestar enemigos de la democracia que hagan cosas como las que han hecho Sánchez o los separatistas; de que nuestro sistema de partidos es débil para expulsar parásitos destructivos; de que los propios partidos se han pasado décadas haciendo política y gobernando en beneficio propio aun a costa del perjuicio para la nación; de que no le han hecho muchos ascos a la corrupción; de que la moral pública está pervertida hasta el punto de que millones de ciudadanos están dispuestos a votar y apoyar, solo por conveniencia o sectarismo, a locos o corruptos que les premian con migajas mientras llevan a cabo sus torcidos planes, y esto no ha pasado solo con Sánchez, pensemos en quienes han apoyado a organizaciones asesinas, planes secesionistas o a mafiosos patibularios que, para enriquecerse ellos, aportaban una apariencia de prosperidad a base de pisotear todos los límites y leyes. 

    Pues ya podemos ir tomando conciencia de que, o arreglamos estos males, o nos hundiremos en la corrupción, la miseria, el conflicto y la división. Y no hace falta decir que en el mundo de la política abundan las manadas de hienas o los chacales solitarios que estarán encantados en ayudarnos a hundirnos si con ello logran un pedazo de carroña que llevarse a las fauces. Toca ejerecer de ciudadanos comprometidos y decentes.


1.- Aquí os dejo un breve compendio: cosas de Pedro. Como veis, es de octubre de 2024, así que, como el ritmo de producción de canalladas del sanchismo es inagotable, procede que añada también esto otro: Leire y demás. Observaréis que su audacia es cada vez mayor y que cada vez queda más claro que es una amenaza para la democracia.

domingo, 1 de junio de 2025

¿Cocinando falsas conspiraciones para justificar un golpe al orden constitucional?

     Cuando tuvimos claro que Pedro Sánchez carecía de límites y de escrúpulos y que la estrategia de su desparramada carrera de abusos, atropellos y desafueros consistía en cometer hoy uno que dejase pequeño al de ayer y que fuese a la vez un juego de niños comparado con el que  perpetraría mañana, empezamos a compararlo con el Jean-Paul Belmondo de Al final de la escapada, aquel inmoral descerebrado que no tiene ni la capacidad ni la voluntad de frenar sus crímenes y acaba estrellándose, víctima de la espiral cada vez más acelerada que él mismo ha creado. Parece que para Sánchez ese momento ha llegado ya, dada la abundancia, la pestilencia y la envergadura de las hortalizas que abarrotan el berenjenal en que está metido. Ahora bien, a la vista de cómo ha demostrado ser este personaje, los que no creemos en él  también hemos sospechado siempre que no abandonaría el poder por las buenas y que, cuando se viese ante esa tesitura, sería capaz de recurrir a cualquier vileza para conservarlo. En los últimos días están saliendo a la luz algunas noticias muy alarmantes que, por desgracia, dan la razón a esos temores.

    A principios de esta semana, llegó a conocimiento de la opinión pública el escabroso asunto de la conspiración que una tal Leire Díez, militante del PSOE muy bien relacionada con lo más granado del partido y con un historial que demuestra que tiene no poca importancia dentro de él (1), estaba tramando con un puñado de siniestros colaboradores, conspiración que pretendía sacar información comprometida contra el teniente coronel Antonio Balas, mando de la UCO, y el fiscal anticorrupción José Grinda. Merece la pena, si queréis revisar la información sobre el asunto, que oigáis también los elocuentes audios, que son de escasa duración, pero retratan muy bien lo que se cocía y a los cocineros, en especial, a la señora Díez (2). Lo que se pretendía, en suma, era quitar de en medio por procedimientos sucios a dos personas clave en las investigaciones de los casos que más inquietan al PSOE: Koldo, David Sánchez, Begoña..., con el fin de torpedearlas. Pura metodología mafiosa.

    Que la UCO es la gran jaqueca de Sánchez, el PSOE y Frankenstein 2 lo demuestra el segundo asunto inquietante de estos días (dadas las mañas del sanchismo, mañana podría salir un tercero), que es de hace apenas unas horas (3). Todo parte de una noticia propagada por "El Plural", en la cual este medio divulga una conversación mantenida en 2021 entre Juan Vicente Bonilla, capitán de la Guardia Civil hoy al servicio de la Comunidad de Madrid, y el empresario José Luis Caramés. De ella puede deducirse que están tramando poner una bomba lapa en los bajos del coche de Pedro Sánchez. Esto, naturalmente, es una enormidad, un intento de atentado terrorista, pero sucede que... la conversación está manipulada. Como se demuestra en la explicación del asunto que facilita "The Objective", que también poseía ese documento, los responsables de "El Plural", de manera vergonzosa y ladina, han suprimido en él unas pocas líneas, con el resultado de que lo que en realidad era una broma de Bonilla ironizando con que él mismo podía ser el destinatario de la bomba, queda convertido en una conspiración magnicida. A la hora en que escribo estas líneas, de quienes se subieron al carro de este bochornoso montaje, solo se ha apeado La Sexta, pero ni "El Plural" ni RTVE ni los ministros María Jesús Montero, Pilar Alegría y Óscar López lo han hecho. Lo último que he visto es una noticia de "El Plural" que da cuenta de la exigencia del PSOE de que Ayuso cese a Bonilla. Ayuso: no podía faltar el ataque indecente contra esta persona, a la que el sanchismo está sometiendo a un acoso que los retrata como hienas repugnantes.

    Estas vomitivas campañas del sanchismo y sus sicarios tienen un nombre: GUERRA SUCIA. Esto es gravísimo, no es ninguna broma; el PSOE se ha internado ya en el terreno del ataque a degüello y sin cuartel, con lo que demuestra lo que algunos sospechábamos: que Pedro Sánchez sería capaz de llegar a los peores extremos con tal de apalancarse en el poder.

    Las implicaciones son muy serias y la más grave es esta: que, si se les pone por delante el sistema constitucional, se lo cargarán sin contemplaciones.  Las evidencias que están dejando son irrefutables y, al fin y al cabo, no debería sorprendernos en un PSOE con estos precedentes: el proclamado republicanismo de Zapatero, un personaje que puso en marcha la rebelión del prusés con su insensato estatuto para Cataluña y que hoy manda mucho en el partido; la amnistía a los golpistas del prusés y su complicidad con ellos; las ocho naciones que según el PSC y Miquel Iceta (uno de los amigos de Leire Díez, por cierto) componen España o eso que sostiene Pedro Sánchez de que España es una nación de naciones. El PSOE lleva ya bastantes años aventando unas inclinaciones republicanas y fragmentaristas muy en la línea de ese separatismo con el que tan bien se entiende. Un dato chusco como guinda: Aina Calvo, la recién ascendida nada menos que a secretaria de Estado de Seguridad, promovió en 2014, desde el PSOE de Baleares, un referéndum para proclamar la IIIª República (4).

    No son bromas, insisto. El sanchismo lleva siete años pisoteando límites, leyes y a la propia nación. ¿Qué más tiene que hacer para que le paremos los pies?


1. Fue concejal en Vega de Pas entre 2011 y 2015 y tuvo un alto cargo en Correos entre 2021 y 2023, bajo la protección y las órdenes nada menos que de Juan Manuel Serrano.

2.- Esta es la narración de "The Objective", que incluye los audios. Os dejo también la de "Público".

3.- Nuevamente es el relato de "The Objective" el más afinado.

4.- Republicanistas de izquierdas, separatistas y PSOE son un explosivo batiburrillo contra la nación española y la democracia. En mi novela 2028 trazo una parodia de lo que sería esa Tercera República, y me sale una república plurinacional, bananera y esperpéntica. El punto de partida del que nace es, precisamente, una revolución promovida por un gobernante corrupto que se niega a abandonar el poder. 

lunes, 26 de mayo de 2025

Laberinto educativo y aprendizaje "fake"

     El título de este artículo coincide con el del libro escrito por Ramón Espejo Romero que publicó el pasado mes de marzo la editorial Brief (1). Comienza con un prólogo en el que Javier Orrico se pregunta cómo ha sido posible que, con las mejores condiciones materiales de los últimos cincuenta años, lo único que se haya conseguido sea hundir calamitosamente el nivel de instrucción de nuestros jóvenes y sus virtudes más propicias para el aprendizaje. Achaca este desastre a ocho trampantojos que, a su modo de ver, constituyen los sólidos pilares sobre los que se ha asentado el disparate logsiano. Viene a continuación una introducción del autor en la que nos propone un viaje auténtico y no meramente turístico, es decir, uno de esos viajes interesados sobre todo en la cantidad y profundidad de cosas que podemos llegar a conocer. El destino de ese viaje será el mundo de la educación y la introducción se cierra con estas palabras: "Para aprender (y viajar) tenemos que ir allí donde nos vamos a sentir incómodos, perdidos, y yo no he esquivado estos lugares". 

    Con estos planteamientos, difícilmente se podría rechazar la invitación que se nos presenta, y no seré yo quien recomiende hacerlo, porque ese largo, denso y enriquecedor periplo es el libro que ha escrito Ramón, un colosal trabajo en el que ha acudido a mil puntos de toda España, incluida la insular, para hablar cara a cara con una larga serie de personas que él considera que tienen algo que decir en torno a la enseñanza de hoy en nuestro país. La serie la componen exactamente ochenta y cuatro entrevistados, que podrían haber sido unos cuantos más, pero hubo un puñado de elegidos que se negaron a hablar con Ramón, con la consecuencia de que su silencio ha resultado sin duda más elocuente que lo que hubieran sido sus palabras. Móntense al tren, únanse al viaje, háganme caso, no les va a decepcionar.

    El propósito de Ramón ha sido reunir en la misma ágora las voces procedentes de todos los ángulos posibles, con las coincidencias y discrepancias que pudiese haber entre los distintos enfoques: indiferentes, apocalíticos, integrados, innovadores, tradicionales, políticos, profesores, inspectores, pedagogos... En efecto: están todas las tribus, y no pasemos por alto que a esta diversidad de escuelas se une la abundancia de posturas personales, con lo cual el cuadro resultante es de una extremada riqueza de matices. ¿Y no será también una jaula de grillos?

    No me lo ha parecido en absoluto, porque la polifonía de este libro tiene dos grandes virtudes. La primera es evidente: el escuchar las voces de muchos actores enriquece nuestro conocimiento del mundo educativo y la diversidad de situaciones, problemas y propuestas que envuelve. La segunda y paradójica es que, conforme vamos avanzando en la lectura, la discordancia se va convitiendo en armonía y va surgiendo una melodía clara, ya que van tomando forma las situaciones predominantes, los problemas de más envergadura y las propuestas que tienen mayor aceptación (y también las debilidades y fortalezas de cada una).

    Eso permitirá a cada lector extraer del conjunto sus conclusiones, cosa a la que el autor dedica el último apartado, que encierra una recapitulación, una síntesis y una presentación de propuestas. La conclusión más clara -y evidente- es que tenemos que hablar; tenemos que lograr por fin ese gran diálogo sobre la educación y ese gran pacto que tanto tiempo se está posponiendo, porque urge poner fin al desastre educativo que llevamos padeciendo más de treinta años, que con la LOMLOE ha alcanzado unos extremos inquietantes. Y hablar implica manifestar las opiniones y respetar las críticas, porque es inconcebible la autocomplacencia en que se ha blindado el poder educativo, cuando pilota una nave con excesivas vías de agua, como lo es también la acritud con que se reciben las discrepancias, tan impropia de un país democrático, que ha llevado a muchísimos a refugiarse en un silencio que no por prudente deja de ser lamentable. Este libro podría ser un precedente de ese gran diálogo.


1.- Aquí tenéis la ficha editorial: Laberinto educativo.

sábado, 17 de mayo de 2025

Eduardo Mendoza, galardonado con el Princesa de Asturias 2025

     Aunque pasando como de puntillas, hace dos o tres días los medios de comunicación nos han informado de que el escritor barcelonés Eduardo Mendoza ha sido señalado como el ganador del Premio Princesa de Asturias de las Letras 2025, cosa que me satisface, porque es un autor que personalmente me cae muy bien y sus libros me gustan mucho. Su producción (podéis verla aquí) es muy extensa, pero las cuatro cositas que voy a decir en este artículo, naturalmente, tomarán como base las obras que yo he leído, que son unas cuantas (y tengo por aquí algunas más a las que quizás ahora me anime a hincarles el diente).

    Es una verdad indiscutible que el rasgo más característico de Mendoza es el humor, y pura y esencialmente humorísticos son los libros protagonizados por ese catastrófico personaje que se dio a conocer con El misterio de la cripta embrujada (1978), serie de la que, además de esta novela, he leído también El laberinto de las aceitunas y El enredo de la bolsa y la vida. También leí, en 1991 y sin perderme ni una, las entregas de Sin noticias de Gurb que fue publicando "El País" (años después me compré el libro, claro). Son obras de una comicidad absoluta y que me han proporcionado muy buenos ratos y me han hecho soltar muchas carcajadas, cosas por las que le estaré siempre agradecido al señor Mendoza, cuya maestría en el humor es tan poderosa que no se le escapa ninguno de sus recursos: la ironía, la fina alusión, la caricatura, el esperpento, la parodia, la satira, el humor negro, lo absurdo (creo que Sin noticias de Gurb podría optar al título de campeón mundial de este tipo de humor), el disparate, el juego de palabras o el humor de batacazo. Es, por ejemplo, un maestro en la creación de nombres con retranca, como el de Aurelio Li Gratacós, el dueño de un restaurante chino barcelonés, hijo de un chino y una catalana, o el de Mercedes Negrer, una progre de El misterio de la cripta embrujada que presume de ser una tía muy liberada y de haberse acostado con todos los negros que componen la plantilla de Industrias Lácteas Mamasa (aunque al final resulta ser una pobre reprimida que no se come una rosca).

    Estos dos nombres bastarían para darnos la pista de una de las motivaciones más fuertes de las que parten los libros y el humor de Eduardo Mendoza: la sátira social o de costumbres. El misterio de la cripta embrujada es una sátira de las memeces y las contradicciones de la sociedad española (en especial, la catalana) de la Transición y Sin noticias de Gurb retrata y despelleja el enloquecimiento de esa misma vida, con un acento muy especial sobre lo que afectaba a las expectativas creadas por el año olímpico que se avecinaba. En esos retratos paródicos (en estas y en las demás novelas), el simpático humor de nuestro novelista es bastante despiadado y no se detiene a la hora de pintar la suciedad, la estupidez, la miseria física y moral o los vicios, con el resultado de que el cuadro resulta un tanto solanesco algunas veces y otras, un tanto quevediano. ¿Y Cervantino? Pues también; pensando ahora, por ejemplo, en Mercedes Negrer o en cualquier otro de los personajes más inocentes de los centenares que desfilan por los libros de Mendoza, se me ocurre que a menudo su autor los trata con una ironía piadosa que, sin perder en absoluto la gracia, se acerca a la del genio de Alcalá de Henares.

    Trasladándonos a los libros de Eduardo Mendoza escritos en otros registros que podríamos suponer más serios, es decir, a novelas como La verdad sobre el caso Savolta, La ciudad de los prodigios o Riña de gatos, tengo que decir que también en ellas está presente el humor, aunque, por supuesto, sin ser dominante, como ocurre con las otras. De estas tres, la que más lo utiliza es La verdad sobre el caso Savolta, de 1975, primera obra que publicó el autor y, a mi juicio, lo mejor que ha escrito, y ya tiene mérito que haya conseguido engastarle sin que chirríen retazos humorísticos, porque es una historia bastante terrible, con una parte ambientada en la sombría época del pistolerismo patronal de principios del siglo XX y otra en la Guerra Civil, en la que la vida zarandea a personajes de destinos muy tristes la mayoría de ellos y, sin embargo, Mendoza se las arregla para ponerle a ese infeliz de Pajarito de Soto ese nombre tan burlón (no será el único), o para presentar a los dos brutales forzudos que explotan a María Coral como unos imbéciles esperpénticos. En estas novelas, Mendoza se acredita como un excelente creador de historias y de episodios y no dejaré de recomendar La verdad sobre el caso Savolta, porque ahí construye una muy lograda, en la que encontraremos dramatismo, amor, tragedia, humor, ambición (y ambiciones), justicia (al menos, poética), nobleza...

    En definitiva, que debemos congratularnos porque se le haya concedido el premio Princesa de Asturias, pues lo merece. No quiero cerrar este artículo sin hacer mención de una rareza que se me escapa un poco. Hace algunos años, buceando por la biblioteca, encontré un libro suyo que desconocía, una colección de relatos largos que se titulaba Tres vidas de santos, un libro paradójico en el que se empieza por advertirnos que los protagonistas de esas hagiografías no serían canonizados por ninguna iglesia, pero, no obstante y de forma inexplicable, algo o mucho tienen de santos. Al terminar de leerlo, tuve que convenir en que así era, aunque no sabría decir por qué. Es un libro desconcertante en el que percibí una melancolía que no había notado en ningún otro de este autor, salvo quizás en La verdad sobre el caso Salvolta, aunque ahí está más diluida. Me resultó muy sugestivo. 

    

domingo, 11 de mayo de 2025

Doce libritos que recomiendo

     Repasando los libros que he leído en los últimos dos años, se me ha ocurrido que a lo mejor merecía la pena permitirme un jueguecillo, consistente en hacer una pequeña relación (de extensión arbitraria, he decidido que fuera de doce, pero podrían haber sido diez, o quince) de títulos que recomendaría seleccionados de entre todos ellos. Las razones para estar o no en la lista han sido diversas, desde parecerme ociosa la inclusión de alguno habida cuenta del arrollador éxito del que goza en este momento (tal ha sido el caso del excelente El infinito en un junco, de Irene Vallejo) hasta excluir otros por haber sido ya objeto de análisis particular en algún artículo del blog. Organizaré la lista por orden alfabético de los nombres de los autores. 

    1. Arthur Miller: Las brujas de Salem. Entre 1692 y 1693, en la localidad norteamericana de Salem, con el estúpido detonante de un juego de niñas (cuya actuación en los hechos fue perversa) que pronto fue envenenado por la superstición, los odios larvados y la fatuidad de un puñado de jueces y clérigos ignorantes, se produjo una demencial tragedia que acabó con la muerte de veinte reos que vieron con horror cómo se les condenaba por crímenes imposibles sin que hubiera modo de evitarlo. Si impresionante es esta historia, no menos lo es la magistral obra teatral en que Arthur Miller la llevó a las tablas. Insuperable tensión dramática.

    2. Dubravka Ugresic: Zorro. Esta es una obra difícil de catalogar, pero me arriesgaré a decir que es un relato autoficcional en el que su autora (fallecida en 2023) mezcla tramos que bien podrían ser diarios con apariencia de novela con otros que podrían ser ficción o ficciones con apariencia de diario. Es un libro en el que abunda la reflexión, amarga en general, sobre temas tales como la naturaleza de la creación literaria, el desarraigo del exiliado y sus miserias, el lado gris de la vida del artista, la indecente corrupción de los traficantes de la política y, sobre todo, el trágico dolor de la guerra. Leído por un español de hoy, la inmunda bellaquería de esos desalmados que acabaron provocando la guerra de los Balcanes lleva inevitablemente a pensar en cierta gentuza que padecemos por aquí.

    3. Emmanuel Carrere: V13. Se trata de un libro muy conocido, la recopilación de las crónicas periodísticas que su autor hizo del juicio por los atentados perpetrados en París el 13 de noviembre de 2015, que causaron 90 muertos y centenares de heridos. La fina perspicacia de Carrere pone ante nuestros ojos diversos asuntos de gran interés, tales como el horror de la matanza, el dolor de los familiares, la indefensión de los ciudadanos y sociedades objeto del ataque, las dificultades procesales, las consecuencias penales y la patata caliente de las comunidades islámicas en Europa. Su retrato de la mezcla de brutalidad, perversidad, estupidez, fanatismo, miseria e inconsciencia de los autores del atentado es magistral. 

    4. Enrique Jardiel Poncela: Eloísa está debajo de un almendro. Yo creo que esta obra la vi representada en aquel mítico Estudio 1 de la televisión de los años 60, así que entenderéis que no recordara nada de ella, porque, por H o por B, ni volví a verla ni la leí, hasta el año pasado. Como sabréis los muchos de vosotros que la conozcáis, esta genial comedia da para unas buenas risas, más cuanto más avanza la obra. Humor en estado puro y, en general, bastante absurdo.

    5. Jon Juaristi: El bucle melancólico. Libro que releí el verano pasado y muy recomendable para todo aquel que quiera conocer la verdadera naturaleza del nacionalismo vasco en sus hechos y personalidades, una lamentable parada de monstruos compuesta de fanáticos, palurdos casposos, cínicos refinados o de brocha gorda, ventajistas, peseteros y, lo peor de todo, asesinos. El autor -dejando aparte su magistral estilo y su ácida ironía- los retrata muy bien porque son sus paisanos y los conoce a fondo, e incluso a buena parte de ellos los trató personalmente.

    6. Jorge Ibargüengoitia: Las muertas. Una novela que desconocía (como a su autor) y que pillé un día casualmente brujuleando por la biblioteca, y he de decir que constituyó una agradable sorpresa, agradable no por la historia, que es cruel, violenta, trágica y sórdida (y basada en hechos reales, para acabarlo de redondear), sino por la excelente presentación literaria. Ibargüengoitia tiene un estilo sobrio y de un distaciamiento descarnado, que recuerda mucho al de Rulfo.

    7. José Manuel Caballero Bonald: Examen de ingenios. El gran aliciente de este libro, aparte de estar escrito con el excelente estilo esperable en su autor, es que constituye una galería de personajes notables del mundo de la cultura y la literatura, galería muy amplia (de más de cuatrocientas páginas), pues, dada la extensa biografía del autor (1926 - 2021), aparecen en él desde Juan Ramón Jiménez hasta figuras del siglo XXI. El panorama, por tanto, es rico y extenso. Es de agradecer además que Caballero se deje la hipocresía en el fondo de un baúl y se permita, llegado el caso, contar hechos o emitir juicios poco agradables: 464 páginas de almíbar se le habrían atragantado a cualquiera.

    8. Juan Ruiz de Alarcón: La verdad sospechosa. No me gusta perder de vista a los clásicos, así que a menudo leo o releo a alguno. Si en algo eran maestros los mejores dramaturgos de nuestros Siglos de Oro, era en la elaboración de enredos. Los de esta obra nos proporcionan escenas realmente graciosas, que, unidas a las disparatadas trolas que se va inventando el protagonista a cada paso para huir de los callejones sin salida en que se mete con las anteriores, dan como resultado una comedia muy divertida.

    9. Mario Vargas Llosa: La civilización del espectáculo. En este interesante ensayo, reflexiona Vargas Llosa sobre la cultura y el espectáculo y su relación con la ética ciudadana y la política. Para que entendáis mejor en qué registro se mueve, voy a dejaros una cita un pelín larga, sacada del capítulo quinto (página 144 de la reimpresión de 2020, Alfaguara):

    Comencé a escribir estas líneas en momentos en que, en la dictadura cubana, un disidente, Orlando Zapata, se había dejado morir después de ochenta y cinco días de huelga de hambre protestando por la situación de los presos políticos en la isla, y otro, Guillermo Fariñas, agonizaba después de varias semanas de privación de alimentos. En esos días leí en la prensa española insultos contra ellos de un actor y un cantante, ambos famosos, que, repitiendo las consignas de la dictadura caribeña, los llamaban "delincuentes". Ninguno de ellos veía la diferencia entre Cuba y España en materia de represión política y falta de libertad. ¿Cómo explicar semejantes actitudes? ¿Fanatismo? ¿Ignorancia? ¿Simple estupidez? No. Frivolidad. Los bufones y los cómicos, convertidos en maîtres a penser -directores de conciencia- de la sociedad contemporánea, opinan como lo que son: ¿qué hay de raro en eso? Sus opiniones parecen responder a supuestas ideas progresistas pero, en verdad, repiten un guión esnobista de izquierda: agitar el cotarro, dar que hablar

    10. Roland Topor: El quimérico inquilino. Una espeluznante y originalísima novela de terror que incluye bastantes elementos absurdos o surrealistas y que resulta tanto más terrorífica por el hecho de estar muy presente en ella el humor, un humor, ni que decir tiene, más negro que el carbón, voy más lejos aún: si alguien no tiene claro lo que es el humor negro, que se lea este libro y se le disiparán las dudas. No es muy largo, andará en torno a las ciento cincuenta páginas. 

    11. Sara Stridsberg: La Antártida del amor. La historia que cuenta este libro es la de una joven toxicómana y prostituta que cae en manos de un psicópata que la asesina cruelmente. La voz narradora es la de la propia víctima, que cuenta estos hechos envueltos en su infortunada existencia como si lo viera todo desde el más allá. El resultado es un relato tremedamente triste, melancólico y de tonos apagados. Estos rasgos, unidos al lirismo, la narración morosa y la recurrencia, son muy propios de Stridsberg, una interesante escritora sueca de personalísimo estilo, de la que he leído también La facultad de sueños, una novelación de la vida de Valerie Solanas, la chifladita que en 1968 casi mata a tiros a Andy Warhol.

    12. Taina Tervonen: Las sepultureras. Taina Tervonen es una documentalista de la televisión finlandesa que fue a Bosnia a hacer un reportaje sobre la búsqueda de cadáveres de personas que fueron vícitmas de la terrible limpieza étnica llevada a cabo por los serbios en aquel país durante la guerra de los Balcanes. Sobre el terreno, conoció a una forense y a una investigadora implicadas en esa dramática labor y el reportaje consistió en un seguimiento de su trabajo. Tuvo también una réplica en libro, este que os presento. Es bastante impresionante, muy duro, aunque lo iluminan algo las tres mujeres y la encomiable tarea que, cada una en su oficio, llevan a cabo.

domingo, 20 de abril de 2025

Nos dejó Vargas Llosa

    Hace justamente una semana abandonó este mundo miserable Mario Vargas Llosa, uno de los más grandes escritores de la literatura hispanoamericana y de la lengua española del siglo XX -y con expansión al XXI-, un autor que, por la extensión y excelencia de su obra, presenta méritos muy poderosos para perdurar en el Olimpo de los clásicos. Soy una más de las millones de personas en el mundo que hemos admirado la obra de este coloso y, en mi caso concreto, la impresión se produjo especialmente por sus posturas políticas, por sus artículos y por sus libros, así que basaré este pequeño homenaje en estos tres soportes.

    En lo referido a sus posturas políticas, conozco solo por referencias sus comienzos izquierdistas y de apoyo a la revolución cubana, pero en cambio he tenido noticias  más directas de su posicionamiento favorable a la democracia pluralista, esa que hace que vivir en París sea tan distinto de sobrevivir en La Habana o en Kabul. Recuerdo un episodio realmente singular que ocurrió creo que a finales de los 90, que consistió en un mano a mano entre Felipe González y Vargas Llosa, el cual se celebró en la Casa de Las Américas ante los ojos de 250 o 300 privilegiados, uno de ellos, vuestro amigo el guachimán. Aquellos dos insignes personajes debatieron sobre todo de política y resultó curioso y aleccionador ver cómo el astuto González, en una época en la que él y su partido estaban muy desprestigiados por la mala gestión y la corrupción, se imponía dialécticamente con su demagogia izquierdista a un Vargas Llosa que bastante tuvo con poder colocarle alguna estocada crítica. Y es que, por muy sólido que sea su bagaje teórico, un intelectual nunca superará a un político en su propio terreno, cosa de la que Vargas tuvo una experiencia personal aún más elocuente cuando optó a la presidencia de Perú y perdió ante un pajarraco llamado Alberto Fujimori (y aún hay algunos que dicen que el pueblo nunca se equivoca). Y si honorable fue este lance de la vida del gran escritor en la política peruana, tanto o más lo han sido sus alineamientos de los últimos años en la española, muy especialmente, su frontal oposición al separatismo, de la que siempre se ha destacado su memorable discurso de 2017 en una manifestación contra el prusés. Esto es algo por lo que los españoles deberíamos estarle eternamente agradecidos.

    Muy relacionados con sus convicciones políticas estuvieron sus artículos de prensa, pues en ellos, tomando como chispa de inspiración tanto un hecho trivial como un gran acontecimiento, exponía Vargas Llosa sus reflexiones acerca de los más diversos campos de la vida y la actividad humana, pero muy frecuentemente elegía asuntos relacionados con la convivencia, la ciudadanía, la justicia, la política, el derecho o la ética. Es ocioso señalar que sus artículos siempre seducían por el primoroso estilo literario y que jamás leí uno en que ni la anécdota que relataba ni las reflexiones que a él le inspiraban carecieran de interés: antes bien, he de declarar que esos artículos eran una alta escuela de los temas que he mencionado. Me estoy refiriendo a los que publicó durante años en "El País" en una tribuna dominical que se titulaba Piedra de Toque, una serie que se inició en 1990. Siempre me acuerdo de uno que se titulaba El oscuro vidriero, que contaba la historia de un cristalero inglés -creo- que un día comprobó que todos sus proveedores de materia prima le cobraban un mismo y abusivo precio, por lo que se quejó ante las autoridades de defensa de la competencia de su país, destapó con ello el pacto oculto e ilegítimo que tenían acordado los fabricantes y lo echó por tierra. Quería demostrarnos el escritor que, para que haya democracia real (económica en este caso) deben existir y funcionar leyes que impidan los abusos de los fuertes y que permitan a los débiles recurrir a ellas, y creo que este ejemplo es muy ilustrativo de su modo de pensar.

    Vargas Llosa escribió muchos libros y confieso que yo no los he leído todos, pero sí bastantes. Ha habido alguno que otro que no me ha gustado, pero ha habido muchos que sí, e iré aún más lejos y diré que entre estos hay unos cuantos que encuentro extraordinarios. Uno de ellos es el muy aclamado La verdad de las mentiras, una interesantísima y enriquecedora reflexión sobre la narración, la ficción, la literatura, el hecho de escribir y de leer, "cosillas" así. Su faceta de crítico o estudioso literario la descubrí hace muchos años, cuando, siendo estudiante de Filología, me tocó leer Tirant lo Blanc, y descubrí en la encomiable edición de Alianza un estudio inicial de Vargas Llosa que era -es- un estupendo aunque breve tratado de teoría literaria. Yendo al género en el que sobresalió, es decir, la novela, recuerdo que en el año 2000, cuando llevaba ya bastante tiempo sin leerle, me compré sin demasiada fe (fruto de la excesiva promoción que se le había hecho) La fiesta del chivo, y me encontré con una novela fabulosa. Enmarca ese relato en la República Dominicana del general Rafael Trujillo, lo que le da pie para poner en solfa al dictador y su mundo y manejar sus recursos para la ambientación histórica, que son muy brillantes, pero quiero aclarar que no debemos con esto entender que ni esa ni las otras novelas en las que los utiliza sean novelas históricas, porque en ellas esos recursos son solo un elemento auxiliar. Algo parecido ocurre con Conversación en la Catedral y La guerra del Fin del Mundo: lo que ocurre en ellas está inscrito y presentado en una concreta circunstancia histórica, pero lo que le interesa al autor y de lo que habla es otra cosa. Citaré para terminar La ciudad y los perros, de 1962, que fue su primera novela, y este es un hecho que nunca debe pasarse por alto. Le tengo un especial cariño a este libro, cuya historia me atrapó con mucha fuerza, ya que lo leí cuando hacía poco que había terminado mi servicio militar, así que los padecimientos de los cadetes del Leoncio Prado me recordaban bastante a algunos que yo había sufrido o de los que tenía noticia, por lo que me dije que algún día escribiría un libro como ese. Años después, me tomé en serio esa promesa y me puse manos a la obra: releí La ciudad y los perros, leí algunos otros libros e informes, me zambullí en las hemerotecas para buscar casos reales, consulté a mis amigos de la Organización del Defensor del Soldado... Y de ahí salió La república mejor. Naturalmente, no es La ciudad y los perros, pero a mí me sirve para ver en Vargas Llosa a mi maestro, además del genial escritor del que gustosamente he leído tantísimas páginas de esas magníficas obras que le servirán para estar para siempre entre nosotros.