Hoy, por primera vez en mi vida, he visto completa una intervención de Gabriel Rufián. A los pocos minutos, tenía clara una cosa: es necesario ver a este señor para entender lo que se cuece hoy en España, así que, para quien me crea, dejo aquí un enlace con esa intervención. Dura 16:44 minutos.
Llamo la atención sobre un detalle: HAY QUE VERLO, no basta con escucharle, porque, además de oír lo que dice y el tono amenazante y chulesco con que lo dice, es necesario contemplar su gestualidad facial y corporal para no perderse una parte importante del vomitivo nivel de chulería y autosuficiencia de este parlamentario que, no es la primera vez que lo digo, envilece el Congreso.
Esa es la primera razón por la que hay que verlo: por fuerza ha de haber algún fallo importante en un país que eleva a diputado a un sujeto como este. Yo he vivido y trabajado en unos cuantos barrios pobres e incluso de los llamados bajos, donde os aseguro que mora mucha gente dignísima y alguna que no lo es tanto, por ello me es fácil reconocer en Gabriel Rufián el repulsivo estilo canalla que he visto muchas veces en la peor gentuza que habita esos barrios, esa a la que tenemos que agradecerles la existencia del lamentable término "barriobajero": no se deja ni un matiz, porque incluso, al igual que todos y cada uno de los chulos patéticos con que me he cruzado en la vida, Rufián está encantado de haberse conocido y se cree el colmo de la gracia y el poderío.
La segunda razón es lo que dice y el tono amenazante: este señor se presenta abiertamente como un independentista, es decir, como alguien dispuesto a cargarse el país. Se muestra prepotente, embustero, manipulador y excluyente, al mismo tiempo que hace gala de un irrisorio complejo de superioridad: es un enano convencido de ser un gigante, llega al delirio de decir que su partido ha ganado las elecciones generales. Se autoproclama vacuna contra el fascismo, lo cual, en boca de alguien de ERC, partido implicado en un intento de golpe de Estado, produce estupefacción.
La tercera razón es quizás la más grave: resulta que este señor es aliado del Gobierno. Rufián, cuyo partido está detrás del caos y la violencia, se ha permitido lanzar advertencias acerca de un tiempo de construcción y otro de destrucción, dando a entender, claro, que la destrucción son los demás. Ha insistido en que el precio de su apoyo es la reapertura de la mesa de diálogo y, en este contexto, les ha dicho al PSOE y a Podemos: "Dime con quién pactas y te diré lo que pactas". Hay que reconocerle al menos que no se anda con engaños, pero, como los otros sí que son unos embusteros redomados, no estará de más recordar que, cuando pactas con él en esa mesa...,
...estás pactando la independencia de Cataluña.
Lo dicho: hay que ver a Rufián, por él y por saber con quién pacta nuestro Gobierno. Y lo que pacta. Conviene tener las cosas muy claras.
Un macarra fascistoide. Nada nuevo. Auténtica basura su intervención. Un nazi peligroso. Nada nuevo. Y forma parte de la mayoría de la moción de censura o de la investidura del gobierno de progreso. Llamar izquierdas a este detritus es un insulto.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo, pero este blog es como mi colección personal. Ya sé que de este personaje hay mil retratos en los grandes museos que son los periódicos, pero me ha parecido bien guardar uno aquí. En cuanto a la intervención, lo que tú dices, basura, pero muy explícita, que es lo que me importa: guardar un testimonio de con quién pacta el Gobierno y las cosas que dice. En cuanto a la izquierda, por mucho que nos pese a ti y a mí, mirando con ojos objetivos lo que hoy en España es la izquierda, quizás lo que habría que empezar a plantearse es esto: ¿hay una limitada serie de personajes y organizaciones que manchan el concepto de izquierda o es el concepto de izquierda lo que ha degenerado ya en detritus? Izquierda es Podemos; izquierda son IU, las mareas, Colau y toda esa macedonia; izquierda es ERC; izquierda es la CUP; izquierda es el entorno batasuno; izquierda son CCOO y UGT; de izquierda están trufados los movimientos LGTBIQ y el feminismo ochomarcero; de izquierda es la sutil nebulosa ideológica que se ha cargado la enseñanza (en especial, la pública) en España; de izquierda es lo que domina hoy en el PSOE, o sea: Armengol, Iceta, Mendía, Franco, Pachi López, Sánchez, Calvo y esos tres izquierdistas (dos de ellos ministros y la otra mamporrera del presidente del Gobierno) que se sientan en la foto con Rufián, la superincendiaria Vilalta y Jové, el hombre que tenía en una agenda la estructura del estat catalá del siglo XXI, otros tres señalados izquierdistas. En lo que a mí se refiere, tengo claro ya desde hace bastante tiempo que el que no es de izquierdas soy yo, dado lo que, a la vista de la enumeración anterior, no puede negarse que es la izquierda del siglo XXI, al menos, en España.
EliminarUn poco de historia de ERC, el partido que tiene a ese "embajador" macarra en Madrid. El nacionalismo, si no consigue sus peticiones por las buenas, recurre siempre a la violencia. No lo olvidemos. https://www.elcatalan.es/la-xenofobia-en-esquerra-republicana-desde-sus-origenes-a-la-actualidad?fbclid=IwAR3T4gXlpcs6TFBOUKHQQS_bZPccJpvDyrrZL3qsw2MVdb4AZKYy5-5JWIU
ResponderEliminarhttps://www.elcatalan.es/erc-reivindica-al-racista-heribert-barrera-y-dice-que-estuvo-comprometido-con-las-libertades-de-cataluna
https://www.republica.com/las-pesquisas-de-marcello/2020/05/30/sanchez-regresa-a-la-casa-de-erc/?fbclid=IwAR1TKUayreQSaUaeN_jKK3n4gnqwDF-tjO9jbymZe4sF3BQzbxNor3mdqW8
Es que lo de ERC tiene usía: es un partido con un abultado historial racista, violento, totalitario y golpista. Pero, mira, como estuvo del lado de la República (a su manera, ya sabes: traicionándola, levantándose contra ella, chantajeándola, ninguneándola...), al retornar la democracia, se blanqueó como un partido superprogresista, superdemócrata, superluchador contra el fascismo y tal. Creo que en España sería muy saludable una revisión a fondo de cómo se contó en la Transición lo ocurrido entre 1920 (más o menos) y 1939, para quitarles la careta a un buen puñado de indignos que han acabado traicionándonos. Y tampoco estaría mal echar un vistacillo a lo que ocurrió entre 1939 y 1975, para sacar a la luz otro buen puñado de vinculaciones franquistas.
EliminarRespondiendo a tu comentario anterior. De la izquierda se han terminado apropiando y apoderando los peores en todos los sentidos. Esta izquierda que tenemos en España es absolutamente lamentable. Por desgracia.
ResponderEliminarEn la cultura, en la política, en la economía... En todo hay vaivenes, bandazos y cambios o grandes cambios. En el caso de la izquierda española, en el momento actual, hay lo que hay. De todos modos, a mí no me extrañaría que a no mucho tardar experimentase una refundación y una racionalización. Voy a mojarme: a base de disparates, a las próximas elecciones o a las siguientes, se da tal guantazo que Podemos desaparece y el PSOE se queda en 70 diputados o menos y ya al Pedrito no le valen sus trucos y lo echan, tras lo cual, hay una total remodelación a mejor. No sería imposible.
EliminarOjalá. Pero mira los dos retratos de ilustres padres de la patria. El embajador de los golpistas, un charnego traidor de clase, macarra y faltón. Y el inefable matoncillo marqués de Galapagar. Los dos son los aliados coyunturales que en su día se veían como diabólicos del famoso gobierno Frankenstein que el oportunista sin escrúpulos mayor del reino estuvo negando querer hacer por activa y por pasiva. Hasta que fue consiguiendo hacerse con el poder y entonces siguió mintiendo, mintiendo y mintiendo. Por eso y por otras muchas razones algunos estuvimos en contra desde el primer momento de este monstruo del cesarismo caudillista, sus siniestras alianzas y sus nefastas consecuencias. Todo ello aderezado con demagogia populista y agitación de todos los mitos y dogmas del izquierdismo más cutre, macerado desde los últimos años de la dictadura. Un izquierdismo o pseudoizquierdismo al que le quedaba su revolución pendiente, tras el desencanto de tantas concesiones como se hicieron desde la transición, que ponían en cuestión los sueños absurdos del delirio tontiprogre. Frankenstein era esto, la izquierducha era esto. Ahora ya el que no lo quiera ver puede seguir creyendo en la mitomanía gauchista o en la propaganda que tiene en el odio a la derecha, en la vuelta al guerracivilismo o en las oníricas referencias de la lucha final, la larga marcha y la tierra prometida de tantos mítines, cancioncillas o retahílas de los tigres de papel que han envenenado los sueños y abducido las mentes de esos que con tanto acierto tú denominas como los del "rebaño de progres".
ResponderEliminarA ese rebaño cada vez se le van escapando más reses. Yo mismo me salí hace tiempo, con la inestimable ayuda del progresismo educativo, que me ayudó mucho a dar la espantada. De todos modos, yo creo que, aunque ahora esté arrinconada, existe una izquierda razonable que ni aprueba a Pedro, a Pablo o al separatismo ni tiene nada que ver con ellos. Más tarde o más temprano los desalojará de la sala de mandos, espero por bien de todos.
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