Desde que el gran estratega político e insuperable ministro Óscar Puente decidiera hará cosa de una semana extender su dedo acusador hacia Noelia Núñez -una joven que empezaba a despuntar en el PP pero que hasta hace dos días era una completa desconocida- desvelando que había presentado un currículum falso, se ha desencadenado una epidemia de falsificadores desenmascarados en la que es necesario poner orden cuanto antes si queremos aclararnos, cosa a la que el guachimán, guiado por su proverbial sentido cívico, procede en este mismo instante.
-Begoña Gómez: Vinculada al PSOE por razones familiares (no sé si estará afiliada), de sus pasos en la tierra se ha hablado mucho últimamente. Lo referido a sus irregularidades curriculares se sabe al menos desde 2020, año en que ya traté el asunto aquí.
-Bernat Soria. Este señor, que fue ministro con el PSOE y tiene un nada despreciable currículum académico, científico y político ¡también se permitió falsificaciones en su perfil! Solo la vanidad puede explicar este caso.
-Carles Puigdemont. Cuando este canalla cometió la falsificación de su currículum era de CiU. Presumió de una licenciatura en Periodismo que no tenía, y acabo de encontrar el dato aquí, cuando buscaba otras cosas. Al Honorable (😂😂😂😂) le ha cabreado muchísimo que el periodista Antonio Naranjo desenterrase la golfada y le ha mandado un burofax, pero le ha salido el tiro por la culata. Leedlo, tiene gracia.
-Carmen Montón (PSOE). Fue ministra de Sanidad y se vio obligada a dimitir por un máster plagado de Irregularidades. Más información, aquí.
-Carmen Ninet (PSOE). El caso de esta señora, esposa de José María Ángel Batalla, es asombroso y puede ser muy grave, como el de su marido. Lleva 14 años ejerciendo como subdirectora de un museo de no-sé-qué y para ese cargo sería obligatorio estar en posesión de una licenciatura que ella no tiene. Los ingresos que durante ese tiempo le ha reportado ascienden a unos nada despreciables 720.000 euros, como puede verse aquí, así que tendremos que estar muy atentos a cómo se califica y se resuelve su aventura. ¿Cómo consiguió colarse hasta un puesto tan fuera de su alcance? ¿Tuvo ayuda de otros?
-Cristina Cifuentes (PP). Esto fue una auténtica orgía de despropósitos. Cifuentes decía tener un máster en Derecho Autonómico y Local, que ciertas investigaciones periodísticas demostraron que era un mero papel. La expresidenta madrileña fue liando las cosas y estuvo a punto de ser condenada por falsedad documental, de lo que no se libraron una profesora y una asesora de su confianza. Un asunto muy turbio en el que participaron personajes muy siniestros y que no deja muy bien a la Universidad Rey Juan Carlos. El resumen que os he enlazado es muy preciso; a mi modo de ver, las dos condenadas fueron unos pobres chivos expiatorios.
-Cristina Narbona (PSOE). Se hacía pasar por doctora en Económicas, pero era solo licenciada. Más información, aquí.
-Ignacio Higuero. Fue miembro de Vox, pero abandonó esta formación para continuar ejerciendo como consejero de Gestión Rural en el gobierno extremeño que dirige María Guardiola (PP). Según unos ha dimitido y según otros ha sido cesado, en cualquier caso, por este motivo: destaparse que no podía tener la licenciatura en Marketing que aparecía en su currículum y que él afirma que la obtuvo en 1993, pues ese título se creó en 2013. Más información: aquí.
-José Blanco (PSOE). Solo aprobó primero de Derecho, pero en su currículum ponía que era licenciado. El pobre hombre, en su proverbial inocencia, se confundió. Más información: aquí.
-José Franco (PSOE). Un error de cálculo le llevó a atribuirse una licenciatura en Matemáticas que no poseía. Más información: aquí.
-José María Ángel Batalla (PSOE). Al igual que su cónyuge, el ya dimitido Alto (😂😂) Comisionado para la Reconstrucción tras la Dana -una tarea retribuida con 120.000 euracos anuales- y Presidente del PSPV, ha jugado muy fuerte y lo lógico sería que lo pagase muy caro, pero ya sabemos lo barata que sale la corrupción en este país. Como parece fuera de toda duda, este señor va por el mundo con un título de licenciado falso, como puede verse aquí, aunque os recomiendo que busquéis más, porque el asunto es complejo, pues, además del mero hecho de la falsificación -que ya por sí sola constituye un delito- hay ahora que resolver otros extremos importantes, sobre todo, estos dos: para qué finalidades administrativas y laborales se usó ese título y si hay alguien más implicado en estos fraudes.
-Juan Manuel Moreno Bonilla (PP). De licenciado a graduado, una trayectoria bastante esperpéntica que podéis ver aquí en versión breve y aquí en versión detallada.
-Luis Roldán (PSOE). Uno de los mayores y más afamados corruptos de la política española aseguraba ser ingeniero y economista cuando solo tenía el título de bachillerato. Más información, aquí.
-Manuel Borrego (PSOE). Al secretario de organización del PSOE de Extremadura parece ser que le faltan doce créditos para completar el título en Ingeniería Química que asegura poseer, pero él ha alegado que sí lo tiene, porque la Universidad de Extremadura se lo concedió por medio de un procedimiento que existe (y así es) en aquella docta institución, la compensación curricular (1). ¿Una universidad compensatoria? Juzguen ustedes mismos. Más información, aquí.
-Noelia Núñez (PP). Aseguraba estar en posesión de un grado de Derecho y Ciencias Jurídicas que no tiene. Ha dimitido de sus cargos en el partido y ha renunciado a su acta de diputada. Más información, aquí.
-Óscar Puente (PSOE). El hombre que desenmascaró a Noelia llama máster a un curso que da el PSOE a sus afiliados. Más información, aquí.
-Pablo Casado (PP). Uno de los historiales más disparatados de la política española, ahí es nada. Aseguraba tener más títulos que la cartelera, pero ni uno solo estaba completamente sano, como mínimo. En las últimas líneas de este artículo se resume muy bien su ensalada de despropósitos curriculares. Llamada a la reflexión: este personaje hubiera podido ser presidente del Gobierno de haberle fallado los cálculos a Sánchez: ¿qué hemos hecho los españoles?
-Pachi López (PSOE). ¿Cuánto tiempo "estudió Ingeniería Industrial" este personaje? ¿Tres cursos? ¿Un curso? ¿Tres meses? ¿Cinco minutos? A responder a esta pregunta se dedica este artículo, del que puede concluirse que el señor López ha jugado muy turbiamente con la ambigüedad (lo cual no es ni de lejos el mayor de sus pecados) para aparentar que posee una ingeniería que no tiene.
-Pedro Sánchez (PSOE). Aquí se habla de un falso máster en Liderazgo Público de este nefasto personaje y aquí de su tesis doctoral plagiada, y también aquí y aquí. Esto era muy conocido, sorprende que Óscar Puente se haya lanzado a abrir el melón de los méritos falsos.
-Pilar Bernabé (PSOE). La actual delegada del Gobierno en Valencia tiene una licenciatura en Filología Hispánica y otra en Comunicación Audiovisual, pero, aunque ella lo niega, parece ser que no ha completado ninguna de las dos carreras. Más información, aquí.
-Xavier García Albiol (PP). Recién sacadito del horno. Según esta noticia, acaba de haberse visto obligdo a rebajar el nivel de los estudios de Derecho que figuraban en su currículum.
-Yolanda Díaz (Sumar). Los másteres de esta señora son de tan mala calidad que encogen al primer lavado, como puede verse aquí: pasan de másteres a cursos. También presume de una galería de cursos que asusta, pero yo no daría medio euro por uno solo de ellos, por todo lo que se cuenta aquí.
Como habréis visto con lo que pongo sobre García Albiol, la tormenta desatada por Óscar Puente lleva camino de convertirse en un temporal apocalíptico: ¿cuántos de nuestros políticos habrán mentido ya en el simple escalón del currículum con que se autorretratan? ¿Cuántos embusteros más van a ir saliendo a cada minuto que pase? La cosa tiene un fondo muy sombrío, porque la mentira no es buena para ninguna actividad humana, así que la gestión de lo público tampoco podía escapar a esta ley general. ¿Y qué podemos esperar de unos gobernantes que mienten ya desde antes de empezar a ejercer? La respuesta es pesimista: quienes así actúan no pueden traer buenas intenciones. A la política española le hace falta una limpieza en profundidad. Hacen falta leyes que nos protejan de esto, normas que adviertan a los arribistas de que estas conductas, en caso de detectarse, los expulsarán del tablero. ¿Haremos una cosa así? No lo sé, porque tengo muy claro que este deplorable jolgorio lo podrían haber evitado fácilmente los propios partidos desde sus estatutos, pero lo que han hecho ha sido fomentarlo. No puedo cerrar este artículo si dedicar un caluroso elogio a Óscar Puente: abrió la cacería para cargarse a una insignificante criatura del PP, y es verdad que abatió a la pieza, y que ha puesto en evidencia a algunos otros rivales, pero, si miramos esta relación, el mayor afectado ha sido su propio partido, con él mismo incluido entre los transgresores. ¡Genio! También ha conseguido focalizar un problema serio de la moralidad general de nuestros políticos, pero, obviamente, esto lo ha hecho sin querer.
1. A las 01:24 horas de hoy, 2 de agosto de 2025, encuentro esta información, que haría muy dudoso que el señor Borrego, nacido en 1980, hubiese podido servirse de la compensación curricular, un recurso que se puso en marcha en su universidad en 2020, con lo que caerían por tierra sus explicaciones. Además, se cuestionan también otros méritos que figuran en su currículum.
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