Sin salir de este blog, que no es ni de lejos el superarchivo mundial de noticias, se puede encontrar un buen manojo de inquietantes ejemplos de la violencia fascista que ya desde hace mucho tiempo viene ejerciendo, predicando o agitando el separatismo catalán, aquí tenéis unos cuantos enlaces:
3.- Batasunización (es ya de 2015).
A este no pequeño muestrario (y no estará de más recordar que podría añadir cosas procedentes de Baleares, Valencia o el País Vasco), han venido a añadirse últimamente dos hechos más que considero muy significativos. El primero afecta al fanático incendiario que ocupa hoy el cargo de presidente de la Generalidad. Con la chulería bestial que le caracteriza, se permitió hace unos días volver a morder la mano que tan torpemente le tendió Pedro Sánchez, mediante el procedimiento de explicar las insultantes provocaciones que le lanzó cuando estaban a solas. Lo que más ha llamado la atención (con toda lógica) ha sido esa advertencia de que él no tiene nada que perder, con lo que tenemos que entender que está dispuesto a todo con tal de lograr sus fines. ¿Nos quiere decir que es como esos locos que se inmolan por el islam con un cinturón explosivo y a la vez matan a cientos de personas? ¡Qué personaje! Aquí lo tenéis:
Qué mal asunto que en España tengamos políticos así, hace ser muy pesimista. ¿En qué estará pensando el presidente del Gobierno cuando le da audiencia a este chiflado?
El segundo hecho lo considero también gravísimo, sin duda, más: la persecución, terrible acoso o como lo queráis llamar a que está siendo constantemente sometida Inés Arrimadas por parte de las jaurías del fascismo nacionalista, en la calle o en los medios de comunicación, que incluye groseros insultos, cercos, invitaciones a volver a Cádiz y ¡prohibiciones de hablar formuladas por alcaldes! Estos hechos son alarmantes por sí solos, pero su gravedad se multiplica si su destinataria es la persona que ganó las últimas elecciones en Cataluña. Tenéis información por extenso en este artículo, cuya lectura recomiendo:
Un fascismo en toda regla está plenamente instalado en Cataluña, donde libertades como las de expresión, pensamiento, preferencia política, educación o circulación están perseguidas por el nazionalismo; sorprende la tranquilidad con que se están tomando este grave asunto partidos políticos y gobernantes.
Viene de lejos... Sería el año 76 y aún nos llamaban " murcianos"... Podría llenar un libro con situaciones vividas de primera mano. Y las que me quedan! Las peores y mas lamentables, en la Iglesia, catequesis incluida.... Mi padre acabó por no ir mas a misa por no sufrir mas humillaciones
ResponderEliminarCataluña es el único sitio del mundo donde hay una procesión laica; la del 15+1 en Hospitalet. Es la mas concurrida de Cataluña. Lleva celebrándose unos 30 años. No saldrá jamas en TV3, tampoco en el circuito regional de TVE. Las palabras textuales que el cura dijo para rechazar ampararla en la Iglesia del barrio fueron: " Charnegos, volvéos a vuestro pueblo " ....
ResponderEliminarLo de expulsar del Paraíso parece práctica extendida, Paco. Si has mirado el artículo sobre Inés Arrimadas, habrás visto que, en una entrevista, lo que le dijo la presentadora cuando expresó una crítica fue: "Vuélvete a Cádiz". Hoy señalaba un columnista de ABC que en Cataluña los medios están de arriba abajo copados por pesebristas del separatismo, por eso es tan poderosa la propaganda, que raya a un nivel soviético... o franquista. Te quedas perplejo cuando ves la implicación de los presentadores en programas de debate (supuesto) y demás, no tienen pudor. ¿Qué va a pasar? Volviendo a tu mención del 76, yo lo que he observado es que, fuera de Cataluña, por aquella época había de todo, incluida mucha admiración: habría que ver cómo está eso ahora y qué evolución tendrá.
ResponderEliminarHabía y hay una admiración papanatas, candorosa es cierto, de aquel al que jamás le regaló nada hacia el niño mimado que presume de riquezas como resultado de una virtud de la que carece. Recuerda un poco a las lisonjeras fantasías con las que Sancho Panza acude al gobierno. Aún le faltan al pueblo español unos cuantos palos para volver con su humilde y dignísimo borrico. Esperemos que sea con menos tristeza y al menos igual dignidad que él. Y ese papanatismo se extiende al pueril europeísmo, mas bien centro europeísmo, de nuestra nación. Percibo en mis viajes por España y Europa un viraje de todo esto. Esperemos que al acabar de orzar por completo, el barco mantenga su integridad.
ResponderEliminarHay una cosa que me preocupa: el pesimismo de los que estáis viviendo aquello desde dentro es en general bastante amargo, esperemos que esa integridad se mantenga y aparezcan además razones para alegrarnos un poco. Desde luego, incluso un optimista impenitente como yo ha de reconocer que no va a ser fácil. Lo que veo yo más grave de todo este asunto es la fractura en la sociedad catalana, a ver cómo se resuelve eso. Solo por haber lanzado la primera semilla, a Mas tendrían que mandarlo muchos años a la cárcel. Mirado lo bien que se vivía en Cataluña, no había razones para reclamación alguna, cargarse la convivencia de una región próspera solo por el farol del que hablaba Ponsatí ha sido un alarde de irresponsabilidad criminal. Otra cosa importante es la caída en picado de la imagen de Cataluña en España: es probable que nunca haya atraído más animadversión que ahora; hay una cosa que suelo repetir y que digo muy en serio: si los independentistas fueran más listos y menos soberbios, buscarían que el referéndum de secesión lo hiciera quien tiene el derecho a decidir, que es el conjunto de los españoles, porque, tal y como están las cosas hoy, sacaban la independencia seguro. Esto tampoco tendrá fácil arreglo.
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