Ha llegado a mis manos el modelo de examen de selectividad de Lengua Española (1) que los responsables de esta prueba en la Comunidad de Madrid han facilitado a los profesores de instituto en la reunión a la que se les convocó para orientarles sobre el desarrollo de la prueba. Hay en él una pregunta que se enuncia así:
    2.5. (0,8 puntos) Enumere las lenguas de España que tienen la consideración de oficiales.
    Más adelante, en el solucionario, se propone para ella la siguiente respuesta:
    2.5. (0,8 puntos) Por orden alfabético: aranés, castellano o español, catalán (también denominado valenciano en la Comunidad Valenciana), euskera o vasco, gallego.
    Dejaré aparte otras cuestiones menores y me iré directo al error flagrante que figura en esa respuesta: el aranés no debería estar ahí, porque no es una lengua, sino un dialecto que se habla en el Valle de Arán, comarca del Pirineo leridano que, según datos de 2024, cuenta con 10.545 habitantes, de los que... ¿cuántos hablarán solo en aranés? Siendo generosos, no creo que lleguen a los tres mil. Es una minúscula variedad local, extrema y muy aislada del gascón, dialecto o lengua (no acaba de haber acuerdo) en retroceso que es a su vez variedad del occitano, lengua o familia de lenguas (tampoco hay acuerdo en esto) que se extiende o extienden por el sur de Francia y también está o están en retroceso. Podría haberos ahorrado todo este galimatías recurriendo sin más al Diccionario de términos filológicos de Fernando Lázaro Carreter, que, en la página 55 de su tercera edición (1977), se pronuncia así: 
    Aranés: Dialecto hablado en el Valle de Arán, que constituye un enclave gascón en el dominio lingüístico catalán.
    Claro y preciso don Fernando, y esto no hay investigación de filólogos pagados por la Generalidad que lo tuerza, y aún es generoso con eso del "dominio lingüístico catalán", si atendemos a ciertos cuadritos de la propia Generalidad que aparecen en los enlaces sobre el Valle de Arán y el aranés que os he dejado más arriba, que reflejan que la lengua que más se habla en aquel territorio es el español. 
    A la vista de estos datos, nadie serio puede sostener que el aranés sea una lengua. ¿De dónde se sacan, pues, los responsables del modelo de examen de Lengua Española de la selectividad de Madrid esa respuesta incorrecta? Todos lo sabemos, por supuesto: de los delirios del nacionalismo catalán, que, con la varita mágica de su sectarismo, desvergüenza y falta de respeto a la verdad, ha elevado en sus leyes el aranés a lengua, aunque no lo sea, para, posteriormente, hacerlo cooficial en toda Cataluña y tratarlo mejor que al español, al que, como todo el mundo sabe, persigue con saña. Aquí está la explicación del misterio: el insignificante aranés ha sido instrumentalizado por el separatismo en su obsesivo empeño por humillar al español (2), a sus hablantes y a España.
O sea, que el aranés es una lengua, sí, pero en el ámbito político de una región desquiciada y por atrabiliario decreto... vigente solo para esa región, y ni siquiera ahí dejará por ello de ser un dialecto, porque las leyes torcidas pueden mentir lo que quieran, pero no pueden cambiar la realidad: si mañana a la Generalidad de Cataluña, que es tan así con las leyes, le da por sacar un decreto que establezca que Jordi Pujol es un jovenzuelo y Salvador Illa un guaperas, no por eso dejarán de ser el primero un vejestorio y el segundo un adefesio.
Pero en los programas de Lengua Española de la Comunidad de Madrid, en lo referido al aranés, no nos guiamos -o no deberíamos- por los disparates legales que salgan del Parlamento catalán, sino por las enseñanzas de los filólogos, así que, en la respuesta del modelo para la PAU de 2026 para la pregunta 2.5, el aranés está de más, porque filológicamente es un dialecto. Los organizadores de la EvAu deberían corregir este error, porque esa solución incorrecta que ofrecen podría sembrar la confusión entre los profesores y los alumnos, y, sobre todo, porque las instituciones educativas deben emitir enseñanzas correctas y veraces, por solvencia, honestidad y aprecio a su prestigio.
    Si este error ha sido un descuido motivado por la falta de atención, no tiene más recorrido: se subsana y listos, pero sería imperdonable que obedezca a la mala intención de alguien que haya pretendido legitimar las mentiras sectarias de determinadas bandas políticas mediante el ruin procedimiento de colar esas ruedas de molino en un ámbito tan delicado como lo que se debería responder en un examen de la PAU y, obligando a los alumnos a tragarlas respondiendo lo que no es por miedo al suspenso, convertirlas en resplandecientes verdades.
1.- Aquí tenéis acceso al documento: PAU de Madrid 2026. Si queréis más información, pulsad aquí.
2.- Os dejo aquí solo unos cuantos de los artículos en los que he tratado este gravísimo asunto:
-El catalán en el reciente acuerdo ERC - PSOE.
No lo había visto. Es alucinante.
ResponderEliminarMe llegó por conducto de alguien que estuvo en esa reunión y lo puse en conocimiento de Hablamos Español, a ver si hacen algo. Esto es tremendo: que las universidades de Madrid den por buenas las mentiras lingüísticas del separatismo catalán y las incorporen a los programas educativos (a no otra cosa equivale lo que han hecho con la pregunta 2.5) es un patinazo muy poco edificante. Aparte de hacerle el juego a una corriente política muy peligrosa, es decirnos que, con solo figurar en cualquier engendro legal, una mentira se convierte en verdad digna de ser enseñada a los alumnos. Con arreglo a ese modelo de examen, el alumno que incluyera el aranés en su respuesta obtendría los 0'8 puntos, mientras que el que hiciera lo correcto y no lo incluyera se quedaría sin puntuar. El mundo al revés, las instituciones educativas enseñando lo que no es y premiando el error.
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