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-LA ESCUELA INSUSTANCIAL. Sobre la urgente necesidad de derogar la LOMLOE. -EL CAZADOR EMBOSCADO. Novela. ¿Es posible reinsertar a un violador asesino? -EL VIENTO DEL OLVIDO. Una historia real sobre dos asesinados en la retaguardia republicana. -JUNTA FINAL. Un relato breve que disecciona el mercadeo de las juntas de evaluación (ACCESO GRATUITO EN LA COLUMNA DE LA DERECHA). -CRÓNICAS DE LAS TINIEBLAS. Tres novelas breves de terror. -LO QUE ESTAMOS CONSTRUYENDO. Conflictividad, vaciado de contenidos y otros males de la enseñanza actual. -EL MOLINO DE LA BARBOLLA. Novela juvenil. Una historia de terror en un marco rural. -LA REPÚBLICA MEJOR. Para que no olvidemos a los cientos de jóvenes a los que destrozó la mili. -EL ÁNGULO OSCURO. Novela juvenil. Dos chicos investigan la muerte de una compañera de instituto. PULSANDO LAS CUBIERTAS (en la columna de la derecha), se accede a información más amplia. Si os interesan, mandadme un correo a esta dirección:
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lunes, 6 de septiembre de 2021

Cuatro escritores centroeuropeos de principios del siglo XX

     Entre los libros que he leído este verano, había dos de Stefan Zweig, lo que en algún momento me hizo pensar en otros autores contemporáneos suyos, de su entorno cultural y de los que había leído algo, concretamente, en estos tres: Sándor Márai, Thomas Mann y Arthur Schnitzler. Os dejo aquí algunos apuntes acerca de ellos. 

    Stefan Zweig (1881 - 1942). Nació en Viena. Suele decirse al hablar de él que es un autor cuya fama actual está muy por debajo del enorme éxito que tuvo en vida, pero aclaro que con esto no quiero sugerir que me haya parecido un escritor malo o mal envejecido, sino que, muy al contrario, me ha parecido muy bueno. Fue autor de una obra muy extensa y variada, con producciones en el ensayo, el teatro, la biografía y la novela. Lo que yo he leído han sido precisamente dos de sus novelas, cortas ambas, las que más se siguen publicando hoy: Carta de una desconocida y Veinticuatro horas en la vida de una mujer. De Zweig se afirma que es un gran conocedor de la psicología femenina, pero sospecho que una mujer de hoy (incluso sin ser una feminista militante) que lea estas dos narraciones estará muy en desacuerdo con eso, o tal vez las leerá con profundo disgusto, porque sus protagonistas llegan a tales extremos de abnegación por los hombres a los que se entregan (una por amor no correspondido y la otra por un excesivo concepto de la caridad) que caen en lo humillante, sobre todo, la de Carta de una desconocida. Cabe entonces preguntarse si Zweig fantaseó por completo al concebirlas o en su época las necedades de un romanticismo libresco pudieron realmente insuflar en las mentes femeninas la inclinación al disparate por amor en las diversas modalidades de este. Aun así, ambas historias son interesantes y amenas y dejan certeros apuntes acerca del comportamiento humano, tanto de hombres como de mujeres. Seguiré leyendo a Zweig; de hecho, hoy, que he estado en la biblioteca, he tenido en la mano una de sus obras más celebradas, su biografía de María Antonieta, pero no me la he traído a casa porque era más larga de lo que me esperaba, y ahora ando un poco ocupado, ya habrá otra ocasión. 

    Arthur Schnitzler (1862 - 1931). Nacido también en Viena. Fue médico y tiene también una obra extensa y variada. Se interesó por cuestiones como el erotismo, la sexualidad y los comportamientos irracionales y oscuros de las personas, y de ahí viene el conocimiento que tengo de él, que se concreta en Relato soñado, la obra en que se basó Eyes wide shut, la impresionante última película de Kubrick. Por esta razón, escribí algo más acerca de Schnitzler y de sus relatos cuando la analicé aquí y aquí

    Thomas Mann (1875 - 1955). Nació en la ciudad alemana de Lübeck. Recuerdo que, cuando leí la que sin duda es su obra más colosal y una de las mas señaladas de la literatura universal, La montaña mágica, unas semanas después, leí un artículo de mi admirado Fernando Savater en el que desvelaba haberla leído también ese verano y la calificaba de "ocho mil" literarario, algo así como un Everest o un K-2 arduo de escalar para el lector, cosa que también me había parecido a mí, ¡qué bueno es coincidir con los grandes maestros, aunque sea en cosas tan triviales! La montaña mágica es una novela muy compleja que Mann empezó en 1913 y terminó en 1924, ya acabada esa escalofriante carnicería que pasó a la historia como Primera Guerra Mundial, lo que me hace sospechar que sus puntos de vista cambiaron radicalmente a la vista de esta, ya que antes de ella había sido un inequívoco belicista, lo que le llevó a romper con su hermano Heinrich, que era todo lo contrario, pero, cuando se lee la novela, se ve muy bien que en ella Thomas condena la guerra, tanto por las connotaciones de la escena final como por su presentación de dos personajes capitales, Naphta y Settembrini: al primero, defensor de la guerra, lo vemos colérico, intransigente y fanático, por lo que nos inspira antipatía, todo lo contrario que el segundo, que es alegre, razonador, moderado en sus planteamientos y enemigo de la violencia. ¿Expió Mann sus pecados prebélicos simbolizándose a sí mismo en el "malo" Naphta y a su hermano en el "bueno" Settembrini? Pudiera ser. Cambiando de tema, he dicho ya que la novela es compleja, por lo que en ella no solo está la reflexión sobre la guerra -volcada en el denso debate entre Naphta y Settembrini-, sino que hay además otras muchas cosas: el ambiente de ese sanatorio entre montañas donde se desarrolla la trama, los vaivenes del alma de Hans Castorp (el teórico protagonista), su difuminado amor hacia Clawdia Chauchat, la enfermedad y la muerte... Libro fundamental, repleto de simbolismos y recomendable, pero no dejo de recordar lo del ocho mil. Termino con un apunte acerca de La muerte en Venecia, novela de la que Mann es autor y que gira en torno hacia una atracción homosexual malamente asumida, y la menciono porque, haciendo este artículo, me he enterado de que en su juventud tuvo una amistad de matices homoeróticos con un artista llamado Paul Ehrenberg. Una vez más, nos encontramos con los laberintos oscuros del ser humano. 

    Sándor Márai (1900- 1989). Es uno de los más importantes escritores húngaros. Que recuerde, de Sándor Màrai he leído cuatro novelas: La extraña, La herencia de Eszter, La mujer justa y El último encuentro. La primera creo recordar que se sitúa en un balneario o algo parecido y es el relato un tanto desordenado de la relación entre un hombre y una mujer a la que él seduce y termina asesinando, aunque quizás no deberíais hacerme mucho caso, porque este libro apenas me gustó y lo recuerdo mal. Algo mejor recuerdo el segundo, que no es un mal libro, pero me produjo una mezcla de estupor e irritación, porque cuenta cómo un vividor convence a una mujer (quizás su exesposa) para que ella le permita despojarla de sus bienes, sin que ella ni sus familiares presentes opongan la menor resistencia. Es un libro que me dejó tan confuso (comparadas con esta, las protagonistas de Zweig son unas amazonas feroces) que pienso que tal vez haya que examinarlo en clave de símbolos, quizás políticos o históricos. Hasta aquí ya habréis visto que Márai es un autor tremendamente pesimista y este es el sentimiento que domina La mujer justa, una historia contada desde tres puntos de vista y que viene a mostrarnos cómo ni existe la mujer justa, ideal o como la queráis llamar ni seguramente exista tampoco el amor, porque todo está sometido a la erosión del tiempo, nuestros errores y el desengaño. Dejo para el final El último encuentro, el primer libro que leí de Márai, gracias a la recomendación de un compañero y amigo que sabe mucho de lengua, de literatura y de libros. Es una obra maestra de 180 páginas. La historia está contada desde el punto de vista de un anciano, genial hallazgo que le permite a Márai atenuar su pesimismo habitual con la serenidad de la vejez y el no esperar de la vida ya más bienes ni más males que la muerte. Ese anciano, aristocrático, de fuerte carácter y sabio, va a recibir la visita de un amigo, su gran amigo de toda la vida, del que espera una explicación acerca de un antiguo y delicado asunto. No esperaréis que os diga más, ¿verdad? 

    Cuatro escritores que coinciden en ser grandes, centroeuropeos y testigos de ese crucial periodo histórico que se extiende entre las dos guerras mundiales. Coinciden también en algunas otras cosas: escenarios, gran formación cultural, temas... Entre estos, destacaría el interés por las pasiones del alma humana, sus espacios oscuros, sus contradicciones y lo difícil que a menudo nos resulta controlarlas. 

    

    


4 comentarios:

  1. Le recomiendo, encarecidamente, a Joseph Roth,.....

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    1. Recomendación de la que tomo muy buena nota. Muchas gracias.

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  2. Hablando de Literatura y Medicina, he hallado un interesante ensayo en el que se habla de una relación ambivalente entre Sigmund Freud y el médico-literato Arthur Schnitzler:

    TENSIONES ENTRE LITERATURA Y PSICOANÁLISIS ― LOS RECELOS DE FREUD FRENTE A SU «DOBLE», ARTHUR SCHNITZLER
    https://www.researchgate.net/publication/301560963_Tensiones_entre_literatura_y_psicoanalisis_Los_recelos_de_Freud_frente_a_su_doble_Arthur_Schnitzler

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    1. Muy interesante el enlace. Cuando hace unos años busqué información Schnitzler ya vi alguna referencia a este asunto.

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