Y serán capaces de hacerlo, no salgo de mi asombro, a pesar de ser un sistema que funcionó (es un decir) durante los primeros años de la LOGSE, la LOGSE LOGSE, es decir, la LOGSE pura y dura, la desastrosa madre de todos los desastres educativos (LOE, LOMCE, LOMLOE...) que han martirizado a la enseñanza española desde más o menos 1991; a pesar de que, con ese precedente, se tiene constancia inequívoca de que tal sistema fue y será siempre extremadamente perjudicial, primero que nadie, para los alumnos; a pesar de que esa constancia es tan inequívoca que, cuando la LOCE repuso la convocatoria septembrina que de manera en extremo irresponsable se había cargado la LOGSE, el ínclito Zapatero, al derogar después de manera fulminante la LOCE y sustituirla por su deplorable LOE, desfizo con nocturnidad el entuerto original de su partido y los exámenes de septiembre los respetó.
Así pues, creo que hay razones muy rotundas para afirmar que la eliminación por segunda vez de esa convocatoria de último recurso que eran los exámenes de septiembre, cuyos inequívocos beneficiarios eran los alumnos, será un acto canallesco y una muestra de irresponsabilidad e incompetencia de los gobernantes que lo perpetren. En la cima de la pirámide de esos "responsables", hasta hace poco estuvo Isabel Celaa y ahora está Pilar Alegría, pero no perdamos de vista a esa confusa nebulosa de técnicos, asesores y, sobre todo, gobernantes autonómicos que han sido sus soportes y cómplices, porque a ellos también les cabe mucha cuota de culpa.
Hay que reconocer que el pernicioso pedagogismo que parasita nuestro sistema educativo es pertinaz, inflexible y muy poderoso, porque, aunque en un momento vio que se eliminaba este dogma suyo, no ha parado hasta verlo repuesto, para mal de la educación y de los alumnos. Lo hizo poco a poco, como en una guerra de posiciones, primero con la sigilosa imposición del nefasto juniembre y finalmente con este guillotinazo a golpe de BOE que se pretende (y me temo que se conseguirá) implantar.
Cuando digo que cargarse definitivamente la evaluación de gracia es un despropósito, hablo con pleno conocimiento de causa, porque, durante años, como profesor, pude comprobar directamente el daño que su ausencia producía a los alumnos que suspendían alguna asignatura en junio. Los principales perjuicios fueron dos, y gravísimos:
1.- De haber existido la convocatoria de septiembre, muchos de esos alumnos habrían aprobado todas o algunas de las asignaturas suspensas y habrían pasado al siguiente curso más desahogados o sin suspensos.
2.- Durante la época en que se suprimió septiembre, se vieron obligados a repetir curso muchos alumnos que, de no habérseles hurtado esa oportunidad, habrían podido evitarlo.
Precisaré situaciones concretas, de las que hubo en cantidad, para todos los cursos y todas las asignaturas: ese alumno que iba a la suficiencia de junio (que, por supuesto, siguió existiendo) y la suspendía (y quizás hubiera aprobado si hubiera tenido una nueva oportunidad en septiembre); ese alumno que se olvidó de entregar trabajos finales en junio o se lo tomó con negligencia y por eso suspendió (y que quizás, etc., etc.); ese alumno que se incorporaba al centro en febrero o después y que llegaba a junio muy verde y por eso suspendía (y que quizás, etc., etc.). Y la situación más sangrante de todas: esos alumnos que, cerca ya del final de curso, contraían una enfermedad, o sufrían un percance, o les acaecía una desgracia familiar, lo que les impedía cursar el último trimestre, o asistir a clase en las últimas semanas, o presentarse a las últimas y decisivas pruebas y por ello suspendían todas las asignaturas y se veían forzados a repetir curso, aunque fueran alumnos de sobresaliente. Casos de estos se dieron, no bromeo, aunque pocos, es verdad, pero muchos o todos ellos habrían podido evitar tamaño infortunio de haber existido las convocatorias de septiembre que en los años 90 se cargó la LOGSE y en 2021 se va a cargar la LOMLOE.
Por eso, Zapatero, más perspicaz y menos fundamentalista que Sánchez, comprendió que la convocatoria de septiembre le favorecía, pues contribuía a mejorar lo que les interesa a todos los políticos: las estadísticas de aprobados, por lo que aceptó que se repusiera.
Pero ¿es realmente así? ¿Va el señor Sánchez a poner en peligro las estadísticas de aprobados complacientes? ¡Ni mucho menos, por favor!, porque lo que implantó Celaa y va a culminar Alegría fue una vuelta de tuerca con respecto a lo que había en los años 90: combinar la desaparición de septiembre con el refuerzo de las barreras contra el suspenso y el derribo de las limitaciones para la promoción de curso, de manera que ya no hará falta ese obsoleto mecanismo de evaluación que era la convocatoria de septiembre, porque los alumnos podrán pasar de curso y titular en ESO (que es lo que al final importa) sin estudiar, sin saber nada y con un buen puñado de suspensos. Y supongo que no habrá por ahí ningún iluso que se diga: "Bueno, pero tal cosa sucederá en la ESO, pero no en el Bachillerato, que es más exigente y además mantiene la convocatoria de septiembre". Por si acaso lo hubiera, repetiré con mayúsculas lo de ILUSO, por estas razones:
1.- Un bachillerato en el que se podrá titular con una asignatura suspensa será cualquier cosa menos exigente, por no hablar de un secreto a voces: en España, el Bachillerato dejó hace años de ser una etapa creíble y exigente y ya no es más que un apéndice de la ESO, de facto, un ciclo de enseñanza obligatoria más, por la sencilla razón de que puede acceder a él todo aquel que aprueba la ESO, cosa que YA, desde hace mucho, se consigue con sonrojante facilidad.
2.- En 2º de Bachillerato, curso en el que se obtiene el título, desde hace ya mucho y por las tremendas presiones a que se somete al profesorado (en todas las etapas, mi relato Junta final se inspira en esta vergonzosa realidad), a septiembre solo van esos alumnos que se han desentendido por completo de los estudios. ¿Cuántos alumnos de los que hoy titulan en Bachillerato con todo aprobado en junio merecerían en realidad quedarse para septiembre con una, dos, tres o quizás más asignaturas suspensas? Si no hubiese tanto miedo en los institutos a padres, directivos e inspectores y los profesores pudiesen hablar con sinceridad, una encuesta con esta pregunta arrojaría unos resultados explosivos, tan escandalosos que nos harían no solo denigrar a nuestro insustancial sistema educativo y a los gobiernos y políticos que lo han sostenido, alimentado o permitido durante décadas, sino también avergonzarnos a todos, unos, por el abandono de nuestras elementales obligaciones como ciudadanos preocupados por los problemas que aquejan a nuestra sociedad, y otros (los peores), por haber participado en ese aquelarre de falsificación educativa para obtener como premio aprobadillos de saldo para sus hijos. Y esta situación es ya muy vieja.
3.- Con lo dicho hasta aquí, ¿hace falta que explique lo que podremos esperar de un Bachillerato plantado en ese sustrato y al que podrán acceder "titulados" en ESO con cinco o seis suspensos y con la expectativa de poder sacarse el título que abre las puertas de la universidad con todas las asignaturas aprobadas menos una?
Parece claro que la LOMLOE es un instrumento muy conscientemente diseñado para cerrar todas las puertas a lo que debería ser una enseñanza de calidad y con el objetivo de que los alumnos aprendiesen cosas y se perfeccionasen, que es para lo que un día entran en la escuela. Tan conscientemente diseñado, que sus artífices está claro que han estudiado los obstáculos que en su día encontró ese plan emburrecedor que fue la LOGSE y, una vez identificados, los han ido demoliendo de manera sistemática y despiadada con máquinas como la LOE, juniembre, la LOMLOE... Hoy le ha tocado el turno a la convocatoria extraordinaria que tradicionalmente se hacía en septiembre, ya veremos qué sale mañana.
Y ya veremos lo que sale con la LOMLOE. De momento, hay una cosa que sí estamos viendo: desmintiendo esa perversa estupidez de la generación mejor formada de la historia, tenemos ya muchas promociones que han sido o están siendo "educadas" en el marco logsiano y, por lo que comprobamos en cultura general o civismo, son demasiados los españoles que no parecen haber recibido todo lo que sería esperable después de haber pasado años atendidos por un sistema educativo. En los círculos logsianos, se parlotea mucho acerca de la autoevaluación, pero, curiosamente, la del engendro que ellos crearon no solo no la han hecho nunca, sino que parece que sus artífices están tan autosatisfechos que incluso se atreven a profundizarlo con superengendros como la LOMLOE. Lo pagarán las promociones venideras, como ya hay algunas que están pagando la LOGSE y la LOE.
Desengáñese, el objetivo de todo esto, que ya se ha logrado, era envilecer al Pueblo para convertirlo en plebe. Esta medida no es más que el último clavo del ataúd de la enseñanza española.
ResponderEliminarEso sostienen muchos y, a tenor de los hechos, no es muy fácil refutarlo. Si echamos un vistazo además a desastres educativos de otros países que tampoco están muy bien (como EEUU y algunos países europeos de los más avanzados) y al hecho de que el nocivo aprendizaje por competencias está respaldado por PISA, es decir, por la OCDE, habría que prestar oídos también a quienes sostienen que esto es un proyecto de alcance universal, al que unos países se resisten más y otros menos. España, por supuesto, está entre estos últimos.
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