En mi anterior artículo, le daba un repaso al infame linchamiento a que el diario "El País", con la complicidad de otros medio de su flota, había sometido a Antonio Sánchez, profesor de Filosofía en un instituto de Madrid. Ayer, en el diario "El Español", se publicaba otro reportaje en el que algunos alumnos de Antonio salían en su defensa. Os lo enlazo y os recomiendo su lectura, porque es muy esclarecedor y ofrece un retrato un tanto desagradable de quienes han movido este conflicto:
Varios alumnos de Antonio Sánchez se pronuncian a su favor
Como puede verse, el fondo del asunto era algo por desgracia demasiado habitual en la enseñanza de hoy: una mezcla de venganza y acoso movida por alumnos descontentos por haber suspendido, apoyados por sus padres. Mi olfato de perro viejo me hizo sospechar que podía tratarse de algo así, pero, al no haber demasiados indicios, preferí callármelo. Sin embargo, me complace señalar que en efecto había cosas hacia las que sí apunté. Estas son las más importantes:
-Que lo que ha alimentado "El País" era una caza de brujas llena de mentiras.
-Que las frases tremebundas que se ponían en boca de Antonio habían sido pronunciadas con el ánimo de incitar a sus alumnos a involucrarse en el debate. Citadas fuera de contexto, parecían terribles, pero dentro de él tenían una finalidad sana y plenamente educativa. Por si esto fuera poco, alguna frase se reprodujo manipulada de tal modo que decía lo contrario.
-Que la bomba que lanzó "El País" el pasado día 13 contra un profesor de Filosofía ha estallado en su centro causando daños, tal y como advirtieron al medio el propio profesor y la directora para disuadirle, pero les hizo caso omiso.
Saque cada cual sus conclusiones.
De Lo País, sólo sevicia cabe esperar. Y siempre fué así, sólo éramos más ingenuos. Quién se acuerda hoy de Ludolfo Paramio, si ni siquiera lo hacen de Haro?... Ese niño republicano de camisa vieja....
ResponderEliminarPaco, esos nombres solo los recordamos los que tenemos de 60 para arriba. Además, te recuerdo que Haro empezó a caer en desgracia cuando tuvo un sonoro tropezón Con Antonio Gala que en parte se dirimió en las páginas de "El País", donde Haro era entonces el crítico teatral. El germen fue el disgusto de Gala con las críticas de Haro a sus obras, por considerarlas demasiado estáticas, cargadas de pseudofilosofía y un tanto soporíferas, juicios que comparto al cien por cien. Y la guerra estalló el día en que el teatro Marquina impidió al crítico acceder a la representación de "Los bellos durmientes", obra que estrenaba Gala aquellos días. El resultado casi final fue una crítica de Haro titulada "Esto sí es una crítica"
Eliminarhttps://elpais.com/diario/1994/09/27/cultura/780620401_850215.html
Verás que es bastante demoledora. Eso fue lo que encolerizó a Gala: que alguien dijera que su literatura era empalagosa y no le gustaba. Haro hizo después alguna que otra crítica poco piadosa con el mundo homosexual, puede que fuera de los primeros en tropezar en serio con su lobby. Aquí te dejo una con el inequívoco título de "Los maricas":
https://elpais.com/diario/1995/04/29/cultura/799106410_850215.html