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sábado, 4 de mayo de 2024

Las canciones más alegres

     Hace algún tiempo, escribí aquí dos artículos de asunto musical que reunían canciones bonitas, pero quizás no muy felices: Celos y Las canciones más tristes. Se publicaron seguidos y, sobre todo después de escribir el segundo, me dije que tendría que hacer otro de signo opuesto, porque de lo contrario ibais a pensar que soy un tipo tétrico y sombrío, cosa que no se corresponde con la realidad. Hoy me pongo manos a la obra y empezaré señalando que canciones alegres hay muchísimas, pero que tengan la felicidad como asunto principal o casi ya no son tantas, así que me he visto obligado a ser muy selectivo, con este criterio: mi gusto, por lo cual os pido de antemano disculpas a los que no lo compartáis.

    Si hablamos de alegría y música, es inexcusable empezar con el más alto monumento artístico que las reúne a ambas, el Himno a la Alegría de la Novena sinfonía de Beethoven. Sabéis que es su cuarto movimiento y que la letra es un poema de Friedrich Schiller sobre el que el gran músico alemán estuvo durante muchos años queriendo componer alguna partitura (1). Entremos por tanto al artículo a través de este colosal pórtico:



    El resto de la entrada lo van a integrar seis canciones, tres en español y otras tres en inglés. La primera será otra vez el Himno a la Alegría, pero esta vez en la versión de Miguel Ríos, que, como sabéis, fue un exitazo mundial:



    La siguiente será una que seguramente solo os sonará a los que hayáis soplado sesenta tartas de cumpleaños o más: Es muy fácil, de "Los Mitos":



 Cerraré el capítulo patrio con Es una lata el trabajar, irónica canción de Luis Aguilé de la que os dejo esta versión con la participación al asalto de Fernando Esteso que no tiene desperdicio:



 Pasamos ahora a la parte en inglés. Una de las mejores invitaciones a disfrutar de la vida jamás realizadas es la de los crucificados de "Monty Python" en el final de La vida de Brian, ese descacharrante Always look on the bright side of life, o sea: unos tipos a punto de cascarla enunciado el carpe diem, ¿se puede pedir más?



    Os traigo a continuación una canción muy muy, pero muy, bonita: Wonderful life, interpretada por Black:



    Cerrará el bloque y el artículo Don't worry, be happy, canción de Bobby McFerrin que no hace falta presentar:



    La dejo para el final porque le tengo un especial cariño, pues me ayudó a tener la moral por los cielos en un instituto que parecía especialmente pensado para que los que vivimos nuestra vida sin amargársela a los demás la padeciéramos en castigo perpetuo, y hablo de profesores, alumnos e incluso personal auxiliar. Resultó que, durante uno de los periodos de lucha más dura en aquel centro escolar que algunos se empeñaban en convertir en un antro, cierto programa radiofónico matinal emitía casi a diario esta canción y yo tenía la suerte de oírla cuando me dirigía hacia allá, así que, cuando llegaba al instituto, entraba igual que Popeye después de haberse zampado tres latas de espinacas. Un día, hablando con unos chicos de cuarto, ellos defendían que era de Bob Marley, y fue así como me enteré de que el rey del reggae le había hecho una versión. Y ellos, de quién era su verdadero autor, claro.


1.- Os dejo un par de enlaces con información más amplia sobre esta interesante historia, uno extraído de "La Razón" y otro, más extenso, de la página "Cultura Genial". 

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