Estaba hace unos días viendo vídeos musicales y me puse este de La Llorona cantada por Carmen Goett, que es una de las versiones de esta melancólica canción que más me gustan:
Naturalmente, no se puede hablar de esta canción sin acordarse de Raphael; no obstante, ha sido tan versionada que a veces te encuentras extraordinarias curiosidades, como esta fenomenal actuación de Andrew Larrañaga. Viendo la tenebrista ambientación que suelen darle los intérpretes mexicanos a La Llorona, podríamos pensar que es la canción más triste del mundo, pero sería un error, porque existen otras junto a las cuales casi podría decirse que es optimista, me refiero a canciones que hablan de algo mucho más doloroso que las penas de amor: la muerte de la persona amada. La primera que voy a traeros es La hija de Juan Simón, que procede de una obra teatral que luego fue llevada al cine en 1935 y en 1957. De esta última es la versión que os dejo, cantada por el gran Antonio Molina.
Esa tragedia de la muchacha dolorosamente fallecida en plena juventud aparece en otro gran título de la copla: Una mentira piadosa, de Los Gemelos del Sur:
Menos recordada quizás será Vestida de novia, de Palito Ortega, aunque tuvo bastante éxito entonces y fue objeto de versiones por cantantes conocidos de la época, como Luis Gardey.
Para terminar con este apartado dedicado a novias trágicamente arrebatadas por la muerte en la flor de la edad, os dejaré Espérame en el Cielo, de otro grande, Antonio Machín. Supongo que a muchos se os habrá ocurrido esta reflexión: ¡qué sintomáticas de la tristeza de aquellas épocas en que se compusieron resultan estas canciones!
Hay también canciones que se dedican a la pérdida de algún hijo. Voy a dejaros dos que son tan extraordinarias como tristes. Empezaré con Silencio en la noche, del insuperable Carlos Gardel, que cantó tantas historias trágicas y que finalmente perdió la vida en circunstancias también trágicas.
La segunda de este capítulo será Tears in Heaven, de Eric Clapton, quien la compuso con Will Jennings en memoria de Connor, el hijo de cuatro años de este último que falleció en un desafortunadísimo accidente.
Con esta cerraré el artículo de hoy. No hace falta ser un gran sabio para entender que la muerte es inevitable y que produce tristeza entre los seres queridos de las personas que fallecen, pero hay muertes que, por sus particulares circunstancias, resultan más dolorosas y más trágicas. Amor, juventud, niñez o violencia son algunas de esas circunstancias y están presentes en estas canciones que he traído aquí. Transmutarlo en expresión artística es una manera de hacer más soportable el sentimiento de pena.
A esta lista de canciones lacrimógenas, permíteme Pablo añadir otras dos. Una cantada por el gran Nat King Cole y la otra por mi triste y admirada Karen Carpenter. A llorar...
ResponderEliminarSmile – Nat King Cole
https://youtu.be/NO38Y4VFDYc
Rainy Days and Mondays – Karen Carpenter
https://youtu.be/PjFoQxjgbrs
Así que tú también perteneces al club de admiradores de Mr. Cole, lo celebro. De todos modos, como siempre que entras en este tu blog, aceptamos barco gustosamente con estas dos canciones que traes, pero reconocerás que a estas dos que aportas les falta el ingrediente luctuoso y trágico de las que, si exceptuamos "La llorona", tienen las del artículo. Mira, algunas como "Vestida de novia", "Mentira piadosa" o "Silencio en la noche" las conozco desde muy muy pequeño y te juro que cuando las oía casi me hacían llorar.
EliminarPues al hilo de Gardel (con su impresionante y dramático "silencio"), siendo yo gardeliano declarado, no puedo olvidarme de otras canciones de tristeza: "Mi noche triste", "Aquel muchacho triste", "La casita triste"... y, por supuesto, "La cumparsita".
Eliminarhttps://youtu.be/N91S51sNKdo
Y llora a gusto, Pablo, no te reprimas..., que los hombres también lloran (lloramos).
¿Gardeliano declarado? No esperaba otra cosa de ti. En ese club también coincidimos. Mira este disco:
Eliminarhttps://www.todocoleccion.net/discos-vinilo/discos-carlos-gardel~x109639651
Lo tenían mis padres ya a finales de los cincuenta, cuando nací yo (¡qué viejo soy ya!), y estaban "Volver", "La cumparsita", "Silencio", "Caminito"... ¿Quién no se hace gardeliano? Era genial. La voz irrepetible, el alma que ponía... No saldrá otro que ni se le aproxime. El disco aún lo tengo, bastante maltratadito por los años. Por cierto, una noticia: además de viejo, ya soy abuelo. El pasado lunes nació mi nietecillo, el primero (espero que vengan más), que se llama Máximo.
¡Enhorabuena, abuelo! Y bienvenido al club.
EliminarCreo ver cómo se te cae la babita...
Un abrazo de un yayo a otro.
Muchas gracias, Pepe. Otro para ti.
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