Después de abrir brecha en agosto con su número 0, la revista digital "El ballet de las palabras" empieza a consolidarse con la publicación hoy de su número 1. Aquí os dejo el enlace:
Quiero llamaros la atención sobre un par de artículos míos que Patricia ha tenido la gentileza de incluir:
-Condición sine qua non. Sobre la actual ley de costas y la necesidad de respetar el medio ambiente por razones no solo ecológicas, sino también políticas. Aunque os fastidien mis monsergas, deberíais echarle un vistazo solo por la bonita foto que le ha añadido Patricia.
-Tomarse la cosa en serio. Sobre los actuales conflictos de la educación y los males generales que la aquejan. Hago además una extensa exposición de mis propuestas, para que nadie diga que me limito a criticar (cosa que, además, no es cierta). Atención: en el segundo párrafo de la segunda columna, metí la pata y hay un error. Donde dice: "es patente la existencia de una feroz pugna entre los partidarios de la LO(GS)E y de la LOE", debe, lógicamente, decir: "es patente la existencia de una feroz pugna entre los partidarios de la LO(GS)E y de la LOMCE".
Gracias, Guacgimán, por compartir esta información y, especialmente, por tu valiosa colaboración.
ResponderEliminarUn abrazo.
Te digo lo de siempre: gracias a ti por ponerme en tu revista, que, como la anterior, está muy interesante. Otro abrazo para ti.
ResponderEliminarMe alegro de que te publiquen en esa revista, Pablo. Esperemos que sirva para ampliar el auditorio, que falta hace.
ResponderEliminarAntonio Gallego Raus
Gracias, Antonio. Échale un vistazo: está muy bien y tiene muchas cosas interesantes.
ResponderEliminarNo conocía la publicación. He llegado a ella de casualidad, igual que llegué a Deseducativos hace unos años.
ResponderEliminarCoincido en que el ataque a la LOMCE por parte de los partidarios de la LOGSE es, básicamente, político. Sin embargo, creo que hay un trasfondo aún más preocupante: parece que toda reforma que "huela" a disciplina y cultura del esfuerzo molesta en este país. La LOGSE triunfó porque sus valores coincidían con los valores del país: el compadreo en lo profesional y la falta de educación en lo personal...y demagogia, mucha demagogia, para maquillar al monstruo.
Javier Marías lo expresa mejor que yo:
"Si uno ve España, o aun el mundo, a través de lo público, se convence de vivir en una época de decadencia absoluta. No es ya que no se premie la inteligencia ni la discreción ni la educación ni la reflexión, la argumentación ni el saber ni la prudencia, sino que todo eso parece molestar y aburrir y tan sólo se aplaude el histrionismo, la grosería, el dislate, la ignorancia, la maledicencia y la mamarrachada".
Un saludo.
Ana.
El reflexionar sobre los valores que subyacen detrás de engendros como la LOGSE o de la moral pública de muchos no da para ser optimistas, Ana, desde luego. Nos quedan, sin embargo, algunos consuelos, como el pensar que, si desciendes al trazo fino y al trato directo entre la gente normal, esta, en su mayoría, rechaza ese compadreo y esa zafiedad. Yo creo que el comentario de Marías, a quien admiro y con quien estoy de acuerdo en muchas cosas, se pasa un poco de pesimista. Lo que sí me preocupa es ver que muchos que no aprueban esas cosas o las repudian tienen demasiada tendencia a quedarse callados. Un saludo.
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