Eso es lo que debían de querer el imán de la comunidad musulmana de Cunit, el presidente de la asociación islámica del mismo pueblo y la mujer y la hija del imán (podéis consultar la historia en cualquier medio). Y como Fátima, musulmana y mediadora cultural del ayuntamiento de Cunit, estaba más bien atraída por otro tipo de moda, lanzaron sobre ella una campaña de acoso. Ya sabéis cuál fue la postura de la alcaldesa, ¿no?: no defender a su funcionaria, dejarla al pairo, tratar de parchear y de calmar al ofendido imán... en suma: eso que los políticamente correctos llaman mediar en el conflicto y otros llamamos ponerse del lado del infractor. Llegó incluso a pedir a Fátima que no denunciara a sus agresores, para quienes la fiscalía pide ahora penas que llegan a cinco años de prisión para el imán. Me imagino la angustia, el miedo y la perplejidad de Fátima: estar haciendo lo correcto, verse perseguida y... encontrarse con que las autoridades tiemblan y se dedican a intentar aplacar a la fiera aun en perjuicio de sus derechos de ciudadana. ¿Cuántas pruebas necesitarán algunos para darse cuenta de que esa "comprensión" con los déspotas, además de inicua, es contraproducente? Mi aplauso y mi apoyo moral a Fátima. Que se vista como quiera, no como disponga el guía ¿espiritual? de ninguna grey. Y quiero decirle que mi solidaridad viene desde la comprensión absoluta de quien, salvadas las proporciones con su lamentable caso de hostigamiento, también ha probado las mieles de la "mediación" de las autoridades inanes que practican la equidistancia. Ni Fátima ni nadie se merece algo así: el apoyo y la comprensión son para la víctima, lo que le toca al infractor es el castigo: como decían los romanos, a cada cual lo suyo.
Obsolescencia programada y medio ambiente
Hace 2 días
Pablo, amigo, a ver si logras decir algo con lo que pueda discrepar un poco, porras. Tu sentido común goza de una excelente salud. Me limito, por tanto, a asentir. Nada más políticamente incorrecto que este engendro que se llama -para mayor gloria de la ironía- "corrección política".
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