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miércoles, 2 de agosto de 2023

Si lo que contamos son los votos, Frankenstein va a ser muy duro de roer

     Como tengo esa obsesión con el injusto reparto de los votos en nuestro sistema electoral, me he decidido por fin a estudiar los obtenidos por los distintos partidos en las elecciones del pasado día 23, sin meterme en laberintos comparativos con los de 2019. Lo he hecho con el propósito de responder a esta pregunta: ¿cuántos escaños habría logrado cada uno si se les hubiesen asignado en estricta proporcionalidad a los votos conseguidos? Me ha salido el siguiente cuadrito:

Partido

Votos

Porcentaje

Escaños 23 J

Escaños a %

PP

8.091.840

33’05

137

115’67

PSOE

7.760.970

31’70

121

110’95

VOX

3.033.744

12’39

33

43’36

Sumar

3.014.006

12’31

31

43’08

ERC

462.883

1’89

7

6’61

JUNTS

392.634

1’60

7

5’6

Bildu

333.362

1’36

6

4’76

PNV

275.782

1’12

5

3’92

BNG

152.327

0’62

1

2’17

CC

114.718

0’46

1

1’61

UPN

51.764

0’21

1

0’73

    Los datos los he obtenido de la página del Ministerio del Interior, exceptuando, naturalmente, la estrambótica última columna, que es de elaboración mía y dejaré para el final. Con lo que nos ofrece esta tabla, he hecho otra más reducida y que refleja mejor el duelo que se ha dirimido en estas elecciones, el que verdaderamente importa, es decir, el librado entre Frankenstein y las formaciones reacias a que entre Sánchez y el nacionalismo despedacen España. Aquí la tenéis:

Bloque

Votos

Porcentaje

Escaños 23 J

Escaños a %

PP – Vox - UPN

11.177.348

45’65

171

159’76

PSOE - Sumar

10.774.976

44’01

152

154’03

Cantonalistas

1.731.706

7’05

27

24’67

Frankenstein

12.506.682

51’06

179

178’7

    Dado que hablamos sobre todo de números, empezaré por facilitar algunos que no aparecen en las tablas. Los votos emitidos han sido 24.743.612 y los votos válidos, 24.482.534. Si restamos de estos los 199.392 blancos, nos salen los 24.283.142 que el electorado ha repartido entre las diferentes candidaturas. Es sobre estos últimos sobre los que se establecen las cifras de las columnas segunda y tercera de los cuadros. En cuanto al segundo de estos, no hará falta que explique que lo correspondiente a Frankenstein es lo obtenido por los cantonalistas, el PSOE y Sumar. Como estamos viendo estos días en los medios de comunicación, la escasa distancia entre los 179 escaños de Frankenstein y los 176 de la mayoría absoluta está dando lugar a millones de especulaciones sobre una absurda comedia de remilgos, advertencias engoladas y demás pamplinas cuyo final conocemos todos muy bien: Sánchez gobernará como líder de Frankenstein II.

    Ahora bien, la cuestión de fondo de este artículo es esta: que Frankenstein tiene una fortaleza mayor que la que refleja el reparto final de escaños, en el que, debido al beneficio a las mayorías propio de nuestro sistema, el partido ganador, en esta ocasión, el PP, se ha visto digamos que bonificado con más escaños de los que en estricta proporción corresponderían a sus votos. El resultado de esto es que el bloque PP-Vox-UPN, con un 45'65% del sufragio, disfruta de un número de escaños equivalente al 48'86% de los 350 de nuestro Congreso, mientras que, por caprichos de ese mismo sistema, lo de Frankenstein queda bastante justo, aunque se ve ligeramente perjudicado, pues obtiene un 51'06%, cuando le hubiera correspondido un 51'14%. Pero, si nos vamos a la diferencia de votos obtenidos por ambos bloques, ahí tropezaremos ya con el dato más contundente, pues veremos que es de 1.329.334 a favor de Sánchez y sus aliados, cifra que, por seguir jugando con la calculadora, equivale al 11'89% de lo obtenido por el bloque PP-Vox-UPN. Todo esto justifica bastante lo que digo en el título: Frankenstein va a ser muy duro de roer.

    En cuanto a la columnita esa que me saco de la calculadora, fuera de darnos datos de interés como la proporción exacta que debería existir entre los votos y los escaños de los partidos y el castigo que sufren quienes adolecen de un voto disperso (cosa que ya conocíamos), es poco más que un juguete, porque, en realidad, sería inaplicable. Supongo que, si alguno se ha entretenido en sumar el resultado que da en ambos cuadros la última columna, habrá descubierto que entre los partidos contendientes, con ese cómputo, obtendrían solo 338'46 de los 350 escaños de la cámara, lo cual, aparte de obligarles a llevarse un serrucho, les haría perder 11'54 asientos, algo muy difícil de digerir. Me figuro que la explicación de esto se encontrará en los decimales que no he reflejado en los porcentajes y en los votos que obtuvieron las formaciones que no lograron ningún escaño, cantidades ambas que habrían sido necesarias para realizar debidamente esas operaciones. No lo sé, y tampoco importa demasiado, pero sí quiero llamar la atención sobre una cosa: algunas veces se han valorado propuestas que, con el fin de protegernos de la proliferación de grupos, defendían que no pudiese entrar en el congreso ninguna candidatura con menos de un 3% de los votos emitidos, así que podréis ver que, de haber existido una norma así (y no le faltarían fundamentos), el Congreso se lo habrían repartido entre PP, PSOE, Vox y Sumar. Si a alguien se le ocurre la objeción de que esto sería una injusta marginación de opciones como el nacionalismo, que se pare a pensar cómo sus famélicos grupos han estado abusando y chantajeándonos desde 1977; cómo han pisoteado siempre las leyes; cómo han zarandeado a España a lomos de Frankenstein en los últimos cinco años; cómo están aplicando en sus territorios políticas de marginación, corrupción y totalitarismo; cómo se están volcando en romper el país; cómo de convencidos están de que en la legislatura que empieza lo van a conseguir... Entonces, a lo mejor le parece que esa limitación del 3% habría sido muy justa, sensata y beneficiosa para la nación y los que vivimos en ella.

    Con este plan tan amenazador Frankenstein no es ninguna broma y ya hemos visto que su poderío tampoco lo es. Esto no significa que sea invencible, pues, muy al contrario, yo pienso que tiene enormes debilidades, empezando por la iniquidad de sus propósitos y de sus procedimientos, que todo el mundo conoce. Esa sería una de las brechas por las que resultaría políticamente viable y éticamente inexcusable empezar a desmontarlo. Ni la tarea es imposible ni el monstruo es invencible, y nos va mucho en ello, aunque es evidente que sus adversarios tendrán que aplicarse con más acierto que en las elecciones del pasado 23 de julio. 

4 comentarios:

  1. La mitad de los españoles están a día de hoy sostenidos por el Estado. El resto de sigue de aquí... Polifemo ya nos ha estabulado, ahora nos devorará a placer y nadie le hará frente.... No hay inteligencia de lo que nos pasa, y cuando la hay, tiene intereses comprometidos en ello...

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  2. Sostenidos por el Estado no es sostenidos por Sánchez ni por Ortúzar y yo diría que hay al menos 11.177.348 personas que se dan cuenta de lo que nos pasa. A este Polifemo, que se está emborrachando de poder, ya le llegará el momento de encontrarse con una estaca en medio de la frente.

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  3. Si no me equivoco, ennun sistema de recuento proporcional, Sanchez no necesitaría los votos de Junts, lo cual no es moco de pavo, ¿no es así?

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  4. Para ese razonamiento podríamos usar la tabla que he hecho yo, aunque, como ya digo en el artículo, tiene fallos o, por lo menos, deja lagunas, así que tampoco llegaríamos hasta el fondo. El bloque PSOE+Sumar, si se le unen ERC, Bildu, PNV y BNG, sumarían 171'49 escaños, mientras que PP, Vox y UPN sumarían 159'76. Si no contásemos con Junts, habría que cerrar esto sabiendo a qué se decidía por fin la oscilante CC. Podrían darse dos situaciones:
    1.- Si se uniese al bloque de Frankenstein, el resultado sería 173'1 contra 159'76.
    2.- Si se inclinase hacia PP-Vox-UPN, el resultado sería 171'49 contra 161'37.
    En este supuesto, los 5'6 escaños de Junts en segunda votación serían en efecto irrelevantes, pero piense que estas cuentas son un puro divertimento, porque, como ya advertí en el artículo, con el cálculo que he hecho sale solo lo que les correspondería en un cómputo proporcional a las formaciones que han obtenido escaño, que sumarían 338'46, con lo que quedaría una muy significativa incógnita de nada menos que 11'54 escaños que no sabemos quién cubriría. Solo podríamos hacer un pronóstico fiable si pudiéramos hacer que el cálculo llegase a los 350.

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