Se publica hoy en "El País" un artículo titulado Cataluña, la espiral del silencio, que también puede leerse en otras páginas. Su autor es Francesc de Carreras, un jurista catedrático de derecho constitucional en la Universidad Autónoma de Barcelona, centro al que, dado como han puesto en Cataluña los nacionalistas esto de la discrepancia en los últimos años, me temo que este señor tendrá que acudir con casco, coraza y un seguro que cubra todos los riesgos habidos y por haber. El artículo me parece muy acertado, de modo que mi recomendación es que lo leáis. Señalaré por mi parte que la idea sobre la que se construye es la de que, si el separatismo parece hoy mayoritario en Cataluña, es porque sus defensores, en origen una minoría, se han mantenido siempre unidos como una piña, con unidad machacona de discurso y perseverante de objetivo, con lo cual han llegado a constituir su propuesta como la única y dominante. Para ello han contado también con el inestimable concurso de otros factores, tales como estos:
1.- La renuncia de otros a alzar otras propuestas y a desmontar las flagrantes mentiras del nacionalismo, lo que ha hecho que enfrente solo tenga el silencio y ha contribuido a darle una apariencia de mayoría que en principio no tuvo.
2.- El haber utilizado el miedo para conseguir que muchos se callaran o acabaran uniéndoseles.
3.- El que se haya dejado en sus manos un instrumento tan poderoso como el sistema educativo.
4.- Las demenciales políticas del PSC en este terreno, en particular, sus pactos estatutarios con ERC.
Personalmente, creo que el señor Carreras se olvida de otros dos factores que habría que mencionar: que el PP tampoco es inocente en el crecimiento de esta hidra y que esa espiral del silencio que durante años se les ha permitido edificar a los nacionalistas catalanes es puro nazismo.
De todos modos, insisto en que leáis el artículo, porque tiene muchas más cosas.
Aquí tenéis más documentos interesantes sobre este tema:
1.- Cataluña como problema democrático (de José Tudela Aranda):
2.- El tigre que nunca debió salir de su jaula (de Gabriel Tortella):
3.- La demagogia identitaria (de Fernando Savater):
4.- Albert Rivera frente a Pilar Rahola, Rafael Nadal y José Antich (vídeo televisivo del pasado día 18, bochornosa muestra del concepto de diálogo de los nacionalistas. 51:30 minutos):
5.- Albert Rivera y Pilar Rahola (12:52 minutos, guinda del pastel anterior):
Querido Guachimán, te veo pesimista y en estos temas te estás asemejando a mí. Y creo que tenemos pendiente una cena, o comida, a la que te tengo que invitar. Y que dada las circunstancias haría con mucho placer.
ResponderEliminarQuerido amigo, nada de lo que se cuenta en el artículo del El País es nuevo. Es más, diría que es viejo, muy viejo. Lo explica muy bien Erich Fromm en ese libro, no sé si olvidado o marginado, titulado "El miedo a la libertad"..., pero es más antigua aún. Nos podemos remontar a los milenarismos medievales (es un asunto más complejo y que requeríra muchas explicaciones que no vienen al caso ahora).
Yo diría algo que me da mucho miedo, porque el miedo es algo inmediato, que nada tiene que ver con la larga duración histórica: esos personajes que apararcen el vídeo descalificando e insultando, descalifican e insultan ante las cámaras... en una democracia o lo que queda de ella, porque cuando obtengan el poder, y están decididos a obtenerlo, serán capaces de matar..., y matar a gran escala, a una escala épica, a la escala que les requiera su patria "unidad destino en lo universal" o como quieran llamarla. Por eso yo soy tan pesimista y por eso estaría encantada de invitarte a una opípara cena en que esas situaciones no se dieran, ni tuvieran ocasión de darse.
Pero no es sólo esa gente que aparece en las pantallas. Son todos los prebendados que han obtenido beneficios (y conozco unos cuantos que aparcan el BMW en el parking del trabajo) de esa situación podrida a la que todos los partidos han estado dando lugar, entregando desde el principio, allá por los ya lejanos años 70, una de las cosas que más les interesaban: la educación o mejor la enseñanza. Hacerse con las mentes no de los niños, sino de sus aturdidos y en muchos casos ignorantes padres (y de más de un estúpido profesor buenista, o un maestro de primaria trepa, que de esos hay muchos) prebendados, que conocozo a una media docena de ellos que en caso de tomar ellos el poder no daría yo nada por mi libertad ni por vida, a pesar de que los he tratado apenas.
Porque no nos engañemos. No sé el mecanismo por el que esa gente llega esos extremos, pero está llena de odio, y dispuesta a arrasar con todo lo que se oponga a sus planes. No hace tanto que lo hemos visto en Yugoslavia. Tranquilos, que ya daremos el espectáculo al menos en cinco minutos de Telediario británico o alemán, como lo dimos en los noticiarios cinematográficos en 1936-39.
Gracias por el premio, lo acabo de ver. No nombraré a nadie, me sigue gente demasiado heterogénea y no tengo tiempo para ello. Pero de un amigo de verdad no rechazo el premio.
No quiero amargarme más el fin de año. Espero equivocarme e invitarte a cenar.
Feliz año, amigo.
Hesperetusa:
ResponderEliminarUna de las razones por las que he enlazado directamente este artículo es porque dice cosas con las que estoy completamente de acuerdo y/o he pensado muchas veces. No es que yo haya descubierto el Mediterráneo y alguien con más datos y sabiduría que yo me lo constate, es más bien que la cosa está tan clara que cualquiera que la mire con frialdad y algo de conocimiento tiene que llegar a esta conclusión que el propio Carreras menciona: el asunto ha llegado a un punto que la solución solo podrá ser mala o muy mala. Esto se lo he oído decir a muchas personas que me merecen crédito intelectual, conocidas para el público o no. Esto es lo que realmente me indigna del asunto: ¿no veían personas muy inteligentes y bien informadas que nos han estado gobernando lo que veíamos yo, o mis amigos Mariano, Vicente o Maximiliano, pero también Javier Orrico, Fernando Savater, Muñoz Molina, Boadella, Arcadi Espada, Félix de Azúa o Vargas Llosa, por citar algunos de los personajes de proyección pública que lo llevaban señalando desde hace mucho tiempo y con gran eco? Gente lúcida, sensata y que no hablaba por intereses espurios, sino por la preocupación cívica que les producía el boquete de totalitarismo que los nacionalismos empezaron a abrir hace mucho tiempo en esa democracia española que tanto ilusionaba. ¡Claro que lo veían! y lo que indigna es que no lo pararon porque arquearles la ceja (hubiera bastado con eso en algún momento) a un Pujol o un Ibarreche podía perjudicar sus intereses partidistas. La clase política española se ha guiado por intereses y no por principios, así estamos como estamos.
Pero, tranquila, después de esta chapa, concluiré brevemente: aún se puede reconducir, aunque no llegaremos a una solución óptima. Gente como Rivera (ante quien Rahola quedó a su auténtico y patético nivel, por no hablar de los otros dos y el "moderador") y otros están abriendo una brecha importante. Mas ya se está dando cuenta de que ha perdido y por eso está fraguando subterfugios para no dar la cara ante las Cortes o minimizar el palo que se va a llevar. ¿Por qué? Porque, después de eso, le va a pasar lo que a Juanjete Ibarreche, el otro gallo de Morón en que debió fijarse mejor: se va a quedar sin plumas y cacareando, va a ser (te cito otro dicho muy español), como el enano de la venta, que parecía que se comía el mundo, pero no valía una mierda (con perdón). Esto será así si no lo jode el PSOE.¡Qué miedo me da! Bueno, disfrutaremos de esa cena. Feliz año nuevo.