Así que podéis estar tranquilos, porque, a un asesinado por cada cinco mil, ¡ya sería mala suerte que os tocase a vosotros! Este artículo trata sobre la okupación de viviendas y la barbaridad que tiene por título está destinada a desenmascarar los retorcidos embustes con que los sectores izquierdistas intentan restar importancia a este problema, gravísimo y muy a menudo dramático, y, de paso y como es habitual en ellos, reducirlo a un interesado alarmismo de la fachosfera, el complot judeomasónico y demás descontentos con el Paraíso que nos han traído Sánchez y sus aliados, muy especialmente en este caso, los podemitas, los sumaritanos y restantes tribus antisistema. El punto de partida es un artículo de 2020 publicado en una página que se llama El Faradio. Diréis, con razón, que el artículo es un poco viejo, pero, como lo que me importa es el modo de razonar, que sigue siendo el mismo entre los sectores de los que hablo, podemos considerar que su vigencia es absoluta, porque, por otra parte, los datos de aquellos años eran muy parecidos a los de hoy. Lo que ese artículo pretendía era demostrar, como ya he adelantado, que el número de viviendas okupadas era en realidad muy pequeño y que no había razones para la inquietud social, sino que esta era fruto del alarmismo sembrado por los protervos también mencionados ya. Voy a extraer un par de citas del texto. En la primera, se habla de las viviendas okupadas en España en 2019, que, de acuerdo con las estimaciones de la PAH, eran unas 80.000, lo cual, según el experto consultado en el artículo, el sociólogo Emmanuel Rodríguez:
Si se compara con el número de hogares en España, que son 19 millones, o las más de 25 millones de viviendas, se convierte en un dato irrelevante.
La verdad es que no entiendo muy bien cómo se puede tener tanta desvergüenza. El dato de 80.000 viviendas okupadas es monstruoso, porque significa que en aquella época había decenas de miles de viviendas que habían sido usurpadas a sus legítimos dueños, miles de los cuales se habrían quedado en la calle y/o estarían siendo exprimidos por unos canallas, y al mismo tiempo desamparados por las instituciones. Pretender convencernos de que eso era una minucia y no un gravísimo problema solo porque representaba nada más que el 0'42% del total de hogares de la nación es retorcer los porcentajes de una manera aberrante. Vayamos con la otra cita:
Sobre las casi 4.000 viviendas okupadas que [los cuerpos de seguridad] detectaban en la Comunidad de Madrid, solo algo más de 600 eran de particulares. Es decir, solo una de cada 5.000 viviendas en manos de pequeños propietarios de la región estaba okupada.
La frase es del mismo experto, que utiliza el adverbio "solo" como una guillotina, y, como a cualquiera, se me ocurre pensar si habría hablado con tan frío y "científico" distanciamiento si uno de esos particulares hubiera sido él. Casi aseguraría que no, porque ya se han dado algunos casos de listillos que desdramatizaban el grave problema de la okupación hasta que tuvieron la mala suerte de que les okuparon sus casas, lo que les llevó a dar un giro radical en sus posturas. Vuelvo a lo de antes: esas 4.000 o esas 600 viviendas okupadas representaban un grave problema y una desmesura, y lo mismo ocurría con la proporción a que aludía el señor Rodríguez.
Este es el punto que enlazo con el disparatado titular del artículo: restar importancia a un problema en función de su baja incidencia estadística siempre tiene algo de falaz, pero, si el problema es de gran envergadura (y la okupación lo es, muy ciego tiene que ser quien no lo vea), resulta una auténtica indecencia. Voy a daros algunos datos más recientes: el parque de viviendas de España en 2023 era de 26.902.443, mientras que las okupaciones fueron 15.289, un exiguo 0'056%, pero que levante la mano quien quiera que le toque esa lotería, incluidos don Emmanuel Rodríguez, don Pedro Sánchez, don Pablo Iglesias o doña Ada Colau. Además, en términos absolutos, la cifra también es desmesurada.
Yéndonos a otras lacras, si hiciésemos la excesiva proporción del título (la misma que hace el señor Rodríguez para la okupación, no lo olvidemos), teniendo en cuenta que hoy hay en España 48.946.035 habitantes, nos saldrían 9.789 asesinatos en un año, un dato escalofriante. Imaginemos ahora que una de cada cinco mil de las 24.950.928 mujeres que hay en nuestro país hubieran sido violadas: este horror lo habrían padecido 4.990, una catátrofe. ¿Sabéis cuáles han sido las últimas cifras reales? En 2023 hubo unos 300 homicidios, 336, si queremos pecisar, así que en este capítulo nos alejamos mucho de la tremenda proporción 1/5000, pero ¿y las violaciones? Fueron ¡4875!, o sea muy cercanas a ella, lo cual resulta desolador. No hay ningún motivo para felicitarse: ni en los 336 homicidios ni en las 4.875 violaciones, pero tampoco en las 15.289 okupaciones.
Las proporciones y las estadísticas no son para jugar. Cuando un problema es grave, no se puede minimizar ni debe ser objeto de frivolizaciones.
Buenos días.
ResponderEliminarLe voy a explicar algunas experiencias propias.
He crecido en una población del extrarradio barcelonés. Cuando era adolescente, el barrio donde ahora está un centro comercial, un barrio entero de nuevas viviendas construidas por la inmobiliaria Colonial, propiedad de la Caixa, y el campo de futbol de un equipo de primera división, era un barrio de antiguas fábricas, masías, huertas y también viviendas modestas.
Hacia finales de los 80, bajo gobierno municipal "comunista" empezaron a aparecer como setas "locales sociales" , naves y casas ocupadas en ese barrio. Al poco empezaron a ocuparse pisos y venderse droga masivamente. La tranquilidad y la seguridad empezaron a brillar por su ausencia. Era conocido el follón que se montaba el domingo al atardecer y hasta las tantas de la madrugada, pues es cuando los ocupadores redentores de la clase obrera y otros luchadores contra la especulación y el gran capital volvían de pasar el fin de semana en la Costa Brava o el Pirineo; en casa de sus papás y montaban grandes juergas. Un amigo y yo solíamos acudir a estas jaranas, con la expectativa de refocilarnos con alguna de estas chicas de "casa bona". Como Errejón pero sin hipocresías. La cosa acabó aburriéndonos, pero si que continuamos yendo a ver los cochazos que los traían los domingos; para echar unas risas.
La gente pobre del barrio, harta, vendió barato y se fue a otros lugares.
Cuando entró el PSC en el Ayuntamiento, de repente, se hicieron los cambios de Normativa Urbanística necesarios y se construyeron el centro comercial, el campo de futbol y las unidades de actuación de vivienda; cara, entonces y solo entonces apareció la anhelada y tantas veces solicitada policía y, en una mañana, vació de ocupas el barrio. Incluso demolieron con maquinaria pesada los inmuebles ocupados.
Para esta operación se movilizaron, financieramente y legislativamente, la diputación de Barcelona, el ayuntamiento, La Caixa y fondos de cohesión de la Unión Europea. Al poco el anterior alcalde "Comunista" obtuvo un jugoso cargo en la diputación, y se trasladó a vivir al una conocida urbanización de clase, alta por supuesto. El alcalde de la ciudad lo fue de la Generalitat y La Caixa.... Bueno, La Caixa siempre gana....
Otra cosa.
Hacia 2016 colaboré con el grupo municipal de un partido antinacionalista. En las sesiones informativas de barrio y plenos de distrito solía dar siempre la matraca con lo buenos que eran los ocupas y lo malos que eran los especuladores una concejal; muy joven, de la CUP. Después de una pequeña investigación sobre ella, descubrimos sin sorpresa ninguna; siempre es así, que era la hija de un señor riquísimo, segundo tenedor de viviendas y otros inmuebles de la ciudad de Barcelona.
La conclusión está clara y ya lo dice el refrán: "Detrás de la Cruz, está el Diablo"
O: "Piensa mal, y acertarás"
Tremendo testimonio de la hipocresía social y política en que se desenvuelven algunos, en el caso que relatas, de las altas esferas catalanas y de esa Caixabank que, sorprendentemente, escapó de la quema cuando las cajas fueron remodeladas a raíz de sus abusos, robos y despilfarros. Ahí quedó Caixabank, más fuerte que nunca. De todos modos, la okupación, que, en efecto, es un problema viejo y que empezó a cobrar fuerza a finales de los 80, aparte de esa faceta de degradación de los barrios, tiene otra muy extendida hoy y que a mí es la que más me preocupa: el expolio que sufren muchas personas y familias honradas a las que unos delincuentes arrebatan un bien material imprescindible que es además de un valor económico muy alto: la vivienda. Muchas okupaciones representan que unos ladrones mandan a personas honradas literalmente a la miseria. Y ciertos sectores políticos fomentan esto. Y el sistema lo permite y hasta criminaliza a las víctimas. Que haya encima gentuza que resta importancia a este problema con argumentos falaces y repulsivos es denigrante. El fenómeno de las okupaciones, por sí solo, desmiente que España sea una democracia.
EliminarEntiendo su observación, pero he de señalar que los casos individuales, anécdotas, son el correlato de un proceso perverso más amplio, resultado de la colusión de los poderes públicos y privados para especular y arrebatar a las clases media y baja aquellos bienes que se les desea usurpar produciendo el efecto, sin que se note el cuidado...
ResponderEliminarPara ello el miedo y el desamparo son las herramientas, para que vendan barato y se vayan sin protestar. La inmigración chunga también es muy a propósito para esto, y se está buscando con idénticos fines
La inmigración chunga, de hecho es el aspecto que más está poniendo en evidencia la porquería de país en que nos hemos convertido, porque están acudiendo como moscas a España los desaprensivos de otros países (marroquíes y sudamericanos en especial) atraídos por la facilidad con a que aquí pueden hacerse con una vivienda GRATIS Y CON GASTOS PAGADOS. Es una vergüenza más que no haya datos sobre este extremo o no nos los quieran facilitar. De las mafias que se dedican a traficar con viviendas okupadas, muchas son marroquíes y ejemplos de que gran parte de la okupación procede del extranjero hay por centenares, el más notorio de los últimos es la okupación masiva realizada en Carabanchel por una horda de peruanos.
EliminarSi quieres ver otro ejemplo infórmese de como han gestionado las autoridades los conflictos en Plaza Gomila, en Palma de Mallorca
ResponderEliminarAcabo de echar un vstazo en Google. He encontrado muchas noticias sobre incidentes y conflictos, pero nada sobre la respuesta de las autoridades. Suele ocurrir que, si hay pasividad por su parte, tarde en reflejarse en los medios.
EliminarÉso es. No los han gestionado. Han desamparado a los vecinos, dejándolos a los pies de los caballos de la delincuencia. Es zona céntrica de una ciudad saturada y muy deseada. Me juego una paella a qué en un par de años veremos un gran pelotazo inmobiliario ahi
EliminarDe momento, parece que está en marcha un acondicionamiento urbanístico de la zona, lo que bien podría ser el primer paso.
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