Finalmente, el referéndum del famoso brexit lo han ganado los partidarios del abandono de la UE. A las 14:30 horas del día 24, hablaba con unos amigos que se mostraban preocupados, y yo les decía lo que pensaba: que, de aquí a cinco años, el Reino Unido se las habrá arreglado para enmendar este clamoroso patinazo nacional y estará de nuevo en la UE. Ahora, a la 14:26 del día 26, creo que no tardarán ni un año, a la vista de la cascada de callejones sin salida políticos y económicos en que se han metido ellos solitos y de los millones de personas a las que este jueguecito del referéndum va a causar graves perjuicios. Supongo que todos creerían que no iba a salir eso de la desconexión, pero, ahora que ha salido, con tan solo medio abrir la tapa del "regalito" que ellos mismos se han hecho, descubren que lo que había dentro era bastante más crudo que lo que se aventuraba, que una medida apoyada por Donald Trump y solicitada apelando a las motivaciones más miserables, demagógicas, aldeanas y autosuficientes no podía ser más que una catástrofe. Suele suceder, pero no hay que preocuparse: sabrán arreglarlo, estoy convencido de que ya se han puesto en marcha los mecanismos para ello: si hay una característica de las atribuidas a los británicos que es absolutamente real, esa es el pragmatismo, y gente tan pragmática hará lo posible por no pagar los platos que ha roto. Al menos, este esperpento será bueno para que escarmienten ellos y otros aprendices de brujo: hoy, jornada electoral en España, a la vista de lo del Reino Unido, ¿con qué cara podrá defender lo del referéndum catalán cualquier político que pretenda que se le tome en serio?
Obsolescencia programada y medio ambiente
Hace 2 días
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