Sabéis que desde hace algún tiempo soy bastante crítico con con los excesos del estado de las autonomías, por razones muy prolijas que van desde lo económico a lo político, pasando muy especialmente por la desetabilización, los conflictos y hasta la violencia terrorista que tienen su origen en los excesos nacionalistas, con ejemplos que todos conocemos. En los últimos días, tres ilustres presidentes autonómicos me han dado razones para reforzar mi cada vez menor confianza en este sistema.
El primero de ellos es el presidente de Rioja, Pedro Sanz, que cree que abrir este verano colegios con comedor para atender a niños con problemas económicos daría una mala imagen de la comunidad. Repulsiva es la mezcla de estupidez e inhumanidad de la postura, pero lo que ya resulta patético es la cara y las palabras con que la defiende este señor. Hay que verlo, no os lo perdáis.
El segundo es el presidente de Madrid, Ignacio González, también del PP. Como su partido recortó brutalmente las becas de comedor en una época en la que multitud de estudios señalan el alto número de familias con dificultades para dar de comer a sus hijos, se descuelga diciendo que no hay problemas de nutrición infantil en la comunidad de Madrid. Naturalmente, no se trata de eso: se trata de atender o no atender a quienes están pasando apuros, cosa en la que su gobierno no está dando la talla. Ahora González anuncia que van a aumentar el año próximo las becas escolares en un 33'5%. Vean la jugada: primero te quito lo tuyo y luego te lo devuelvo poco a poco, y encima, me tienes que estar agradecido y votarme, que para eso el año que viene será electoral. Repugnante.
El tercero es Artur Mas, presidente de Cataluña, de CiU. Ante el anuncio de la próxima coronación de Felipe de Borbón, nos comunica que ese día él se va a California, donde por lo visto tiene cosas más importantes que hacer. A eso se le llama ejercer con acierto la representación de los catalanes y tener olfato para priorizar las cosas importantes. Ha tenido suerte: el propio Rajoy le ha echado un cable acusándole de hacer política pequeña y es de suponer que, entre bambalinas, también alguien de su entorno le habrá señalado que no es bueno tanto hacer el idiota pretendiendo aparentar que sacamos pecho. Resultado: ya va recogiendo velas.
Viendo a estos tres señores, me pregunto: ¿esto es lo mejor que saben hacer? ¿Para elevar a altas magistraturas que representan jugosos sueldazos a personajes como estos tenemos un estado de las autonomías? Con un presidente del gobierno, ya vamos bien, no me explico que haya que añadir diecisiete autonómicos para que "gestionen" y "gobiernen" de esta manera.
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