Queridos amigos, si hace unos días me mostraba umbrío por la pena, casi bruno, pues la pena tizna cuando estalla, y todo por culpa de Eurovegas, hoy me ha inundado una bocanada de optimismo gracias a estas palabras que ha pronunciado en el parlamento madrileño José Qunitana, portavoz adjunto del PSM: "Adelson no va aponer ni un ladrillo". Lo repito y lo enlazo en letras de molde:
ADELSON NO VA APONER NI UN LADRILLO
Y en la misma línea están IU y UPyD. El repetirlo en letras de molde no es solo por entusiasmo, sino también por advertencias del tipo: "Y si no cumpliereis, que el pueblo os lo demande". En pro del beneficio de la duda, borro mis suspicacias contra estos grupos de anteriores artículos. Sigo, no obstante, muy atento a la evolución de este asunto: no otra cosa me permite mi condición de guachimán (guachimán = watching man = vigilante, ¿o es que os creíais que era una voz precolombina? ¡No, hijos, no: es un anglicismo!).
Que la cosa alcance un final feliz, o sea: que el señor Adelson se busque la república bananera en otros pagos. O mejor: que no la encuentre: las repúblicas bananeras son repugnantes per se.
Es la mejor noticia que podía leer esta tarde. Esperemos que sea cierto.
ResponderEliminarY creo que puedo comentar sin problemas..., gracias a Apple.
O sea, Hesperetusa, que hoy todo son buenas noticias. ¡Habrá que pellizcarse!
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