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jueves, 25 de mayo de 2017

"Acongojado" no es "acojonado"

   Lo oí hace un par de días en un medio de comunicación de mucho alcance, no sé si una televisión o una radio. A propósito del trágico atentado en el Manchester Arena y de la necesidad de no hacerle el juego al terrorismo, decía el locutor que los ciudadanos de Manchester iban a demostrar que no estaban acongojados y no se iban a quedar encerrados en sus casas. Está claro que quería decir que pensaban demostrar que no tenían miedo, pero lo que dijo -me temo que sin saberlo- fue que pensaban demostrar que no tenían pena o aflicción, que es lo que significa estar acongojado, o sea, tener congoja, cuando no puede haber duda, por las muchas imágenes y otras pruebas que hemos visto, de que aflicción en Manchester hay mucha, como no podía ser de otro modo.
   La confusión con el significado de "acongojado" viene, tengo la impresión, de los años setenta, en los que hicieron efímera fortuna expresiones como "tener los congojos de corbata", creo que no hace falta que explique el significado que se da aquí a "congojos". Luego, en los últimos años, los comentaristas deportivos -especialmente, los radiofónicos y más especialmente aún los de cierta cadena- han venido haciendo el resto con la eficacia que los caracteriza: me he hartado de oírles decir cosas como que "el árbitro está acongojado por la presión del público" o que "Ronaldo no se acongoja por las entradas de los rivales". Esto es lo que a menudo hacen con el lenguaje los medios de comunicación, deberían ser más cuidadosos.

2 comentarios:

  1. No es por nada, pero "acongojado" nació como eufemismo humorístico de "acojonado". Otra cosa es que haya gente que lo utilice como sinónimo de "acongojado".

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  2. "Acongojado" existía con el valor de "apenado" antes de ese uso humorístico. En el diccionario etimológico de Corominas aparece "acongojar" documentado ya desde 1600. El problema del que yo hablo es que algunos -bastantes de ellos, periodistas- no saben que "acongojado" tiene como significado principal el de "apenado" y lo usan siempre, en contextos humorísticos o serios, como "asustado", "acojonado" o como se quiera decir. El periodista de esta noticia, al usar la palabra "acongojado" con ese significado vulgar, la estaba usando de una manera muy inadecuada al contexto. No hablo ya de los periodistas deportivos cuando la usan en ejemplos como los que cito, porque esos señores sí que están haciendo muy a conciencia lo que hacen: un uso zafio del lenguaje con el que desde alguno sectores informativos se empobrece hoy el uso del español. Dado el empleo que hacen de la palabra, está claro que ni el periodista que hablaba de Manchester ni los deportivos conocen el significado original de la palabra, sino solo su trivialización vulgar.

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