Las inadmisibles instrucciones del 4 de julio sobre la regulación del próximo curso en Madrid son un despropósito tal que parece pensado para provocar a los profesores. Ya he hablado bastante sobre ellas y hoy me voy a referir a una secuela que han tenido, la orden 3011/2011 de 28 de julio, que apareció en las páginas 14 y 15 del BOCM del día 29. Uno de los disparates más serios de las instrucciones del 4 de julio es el ataque a la función de tutoría, a la que despoja de las horas lectivas precisas para su desempeño. Este disparate se profundiza en la orden 3011/2011. Os dejo copiadas literalmente algunas de sus disposiciones:
Artículo 2
Tutoría
1. La tutoría de los alumnos forma parte de la función docente y se desarrollará a lo largo de las enseñanzas objeto de esta Orden.
2. Cada grupo de alumnos tendrá un tutor, que será designado por el director, a propuesta del jefe de estudios, entre los profesores que impartan docencia al grupo, preferentemente entre aquellos que impartan más horas de docencia en el mismo.
3. Será responsabilidad del profesor tutor coordinar la evaluación de los alumnos de su grupo. Asimismo, llevará a cabo la orientación académica y personal de estos, junto con las demás funciones que le correspondan, de acuerdo con la normativa que las regule, y con el apoyo, en su caso, del departamento de orientación.
4. El jefe de estudios coordinará las tutorías, tanto personales como de grupo, que realicen los profesores tutores.
Artículo 3
Dedicación horaria
3.1. Centros públicos:
1. El profesor tutor deberá destinar una de sus horas semanales complementarias a la atención personalizada de los alumnos del grupo que le haya sido encomendado. El profesor tutor percibirá un complemento retributivo por su tarea.
2. El jefe de estudios organizará los horarios de tal forma que cada alumno pueda, al menos, una vez al trimestre, ser atendido personalmente por su profesor tutor.
3. En cada grupo de alumnos, el período que figura como Tutoría en el horario lectivo de los alumnos de Educación Secundaria Obligatoria deberá ser destinado a actividades relacionadas con la tutoría o a refuerzo de las materias de Lengua Castellana y Literatura, Matemáticas o Inglés, a elección del centro y según las necesidades de los alumnos.
Esto es un despropósito que ofende a la inteligencia. Para que esto fuera viable, a la tutoría habría que adjudicarle al menos dos horas lectivas semanales, pero las autoridades que lo decretan pretenden que se haga con ninguna, lo que da idea de su ignorancia acerca de la vida y organización de los centros educativos. Esto es como decirles a los jefes de estudios: "Ahí tiene usted el caos, organícelo, pero déjeles un cachito a los tutores". Lo afirmo desde mis más de veinte años como tutor, más tres de jefe de estudios. Sé muy bien de lo que hablo cuando se toca el tema de la tutoría. Unas observaciones antes de terminar:
1.- ¿No les parece a los responsables de la consejería de educación que dejar una hora de tutoría en los horarios de los alumnos pero no dar la correspondiente lectiva a los tutores es una contradicción flagrante?
2.- ¿Con qué objeto está ahí puesto eso de que "el profesor tutor percibirá un complemento retributivo por su tarea", con el de que nos pongamos a dar saltos de alegría? ¿De cuánto será, de los insultantes 24 euros por hora que aparecen por algún sitio de las instrucciones del día 4 de julio? A la señora Aguirre, tan defensora de la empresa, le diré que por ahí hay empresas de albañilería, fontanería, electricidad o mecánica del automóvil que están cobrando ya las horas de sus profesionales a 60 euros la unidad, así que...
3.- ¿Se pretende crear tensiones entre los departamentos cuando esa hora fantasmal se dedica a inglés, matemáticas o lengua? ¿Cómo se va a organizar eso?
Una persona que promulga órdenes que demuestran tal desconocimiento del mundo de la enseñanza no puede ser consejera de educación, por lo que desde aquí sugiero que nuestra primera propuesta sea QUE DIMITA DOÑA LUCÍA FIGAR. Lógicamente, en su salida deberían acompañarla sus colaboradores más directos, tales como doña Alicia Delibes, firmante de las ya célebres instrucciones del 4 de julio de 2011.
Como profesora y tutora durante bastantes años, también me parece vergonzoso a la par que disparatado este nuevo parche legislativo. Lo de la Consejería de Educación madrileña es delirante. Demuestran no tener ni idea de cómo funciona un instituto y de cuál es la tarea que desempeñamos los que allí trabajamos. Lo que si tienen en abundancia es animadversión y malas intenciones hacia la educación pública, la de todos. La mezcla de ambas cosas, ignorancia y mala voluntad, ha creado un cóctel explosivo que, espero que entre todos los afectados, hagamos explotará en sus beatíficas narices en septiembre. Envío una página de consulta sobre el currículo y publicaciones de Alicia Delibes. La escuela de Chicago se queda corta en neoliberalismo para ella
ResponderEliminarhttp://edukoteka.blogspot.com/2008/09/la-viceconsjera-alicia-delibes-pensa.html?spref=tw
Querida y anónima amiga:
ResponderEliminarGracias por tu comentario y por el enlace, que he consultado con interés y me parece muy bueno. Me parece que tú y yo navegamos juntos en dos barcos: el de la defensa de la enseñanza pública y el del rechazo radical de la política educativa (?) de la consejería de educación (reitero el ?) de Madrid. Me huele, además, que debemos de parecernos en otra cosa: los dos somos animales instintivos de aula y residimos encantados en ese hábitat que para otros es una insoportable jungla llena de horribles niños. Sin embargo (nada es perfecto), me temo que existe entre tú y yo una radical diferencia: tú apruebas los planteamientos de la LOGSE y de la comprensividad, los cuales yo rechazo de plano. Quiero hacerte una observación acerca de Mercedes Ruiz Paz. Leí hace ya algunos años su libro más famoso y la he visto alguna vez en conferencias y, sinceramente, no creo que esta mujer sea el monstruo clasista-segregacionista y bla, bla, bla en que la ha convertido el progresismo educativo militante; es más, vistos su currículum (es pedagoga) y sus planteamientos, estoy persuadido de que en sus orígenes ella formó parte de ese progresismo, pero se fue alejando de él y haciéndose crítica conforme iba viendo que los resultados prácticos de las recetas teóricas de ese progresismo (léase LOGSE) producían un empeoramiento de la enseñanza del que los primeros perjudicados eran los hijos de las clases menos favorecidas, o sea, los pobres, esos que, como único recurso de ascenso social y económico y de mejora cultural, tienen la enseñanza que se dispensa en... ls centros educativos públicos. Yo soy también un renegado de parecido perfil, y creo que no somos pocos. El descenso de los niveles de exigencia en esos centros ha acarreado un descenso en su calidad educativa, en la formación que suministraban a sus alumnos, en su prestigio y en el valor de sus títulos. Esto puede ser confirmado por los datos, entre otros baremos del famoso informe PISA. Lo que lleva años reventándome de esto es ver cómo la izquierda, aplicando un equivocado concepto de lo que debe ser la enseñanza pública (esa destinada a todos y de la que jamás deberían retirarse los conceptos de calidad y exigencia), al rebajar con ello la calidad de la pública, le ha hecho el juego a la estrategia de la derecha, que no es otra que convertir la enseñanza privada en el tronco fundamental del sistema (garantizando unos ciertos niveles de calidad o un simulacro de ellos allá donde no fuera posible) y dejar a la pública en un complemento meramente asistencial. La política de Aguirre en Madrid ha sido durante años una aplicación sistemática de estos planteamientos y para ello le han sido muy útiles los principios buenistas de la LOGSE, los resultados están a la vista. Concluyo esta filípica petarda que te estoy endilgando: como convencido defensor de la enseñanza pública y democrática, estoy muy en contra de los planteamientos comprensivos de la LOGSE y la LOE, que han sido terriblemente clasistas en sus resultados. Mi padre era camarero y yo tengo dos carreras; me temo que la LOGSE, con su blandura, lejos de hacer posibles estas trayectorias, las dificulta. Por pensar estas cosas -básicamente, que en la educación deben primar la coherencia, la exigencia, el rigor y el respeto- me han llamado facha bastantes veces y creo que de una manera lamentablemente dogmática. Parece claro que hoy entre el profesorado la mayoría vemos que las políticas de la comunidad madrileña en educación son nefastas, pero creo que el debate pedagógico entre los que creemos en una eneseñanza pública social, democrática y de calidad y cómo debe hacerse está pendiente y no lo podemos hurtar. Igual me he soltado todo este rollo para nada, pero te hago una pregunta: ¿tú qué opinas?