Quizás me hayáis oído decir alguna vez que, a mi juicio, la peor plaga que hemos sufrido los españoles desde hace aproximadamente treinta (30) años es el precio disparatado y abusivo que han tenido las viviendas. La absoluta desproporción entre nuestros sueldos medios y los precios medios que ha tenido la vivienda ha motivado que millones de españoles nos hayamos convertido en siervos de la hipoteca, como en la Edad Media los más desdichados eran siervos de la gleba, es decir, de esa porción de tierra atados a la cual malvivían. La tiranía que sobre ellos ejercieron los nobles, sobre nosotros la ejercen los bancos, que se han convertido en los actuales señores de horca y cuchillo, cuya falta de freno nos ha traído a la crisis en que nos hallamos ahora. Como los precios de los pisos subieron disparatadamente (yo he visto pedir hasta cien millones de las desparecidas pesetas por viviendas que se habían comprado diez años antes por trece y medio), la reacción lógica, llegada la crisis, era que bajasen, pero aquí es donde aparece uno de los principlaes escollos de la vuelta a la normalidad: todavía hay resistencias a que bajen en la misma proporción en que subieron. Sí, ya sé que sería absurdo esperar que esas vivendas de las que he hablado más arriba volviesen a los trece millones y medio, pero también lo es ver que la bajada de las viviendas hoy oscila entre el 0% de las de más calidad y, como mucho, el 30% entre esa bolsa de auténticas covachas que se han estado vendiendo a precios de palacios. Una vez más, son los bancos los que se aferran a estas insolidarias posturas, esos mismos bancos que defienden sus privilegios en los casos de impago arguyendo que les cuesta mucho vender los pisos expropiados. ¡Cómo los van a vender, a los precios que ponen! Para que veáis que no miento (¡el guachimán nunca miente!), os adjunto un enlace de una página de pisos puestos en venta por entidades bancarias.
Aquí tenéis, para que me entendáis mejor, algunos casos concretos:
-Por esta Villa Médici cuyo pórtico vemos detrás del coche gris, hay un banco que pide 125.000 euros.
-Por este ¡cuarto sin ascensor en Manoteras! , hay un banco que pide 220.000 euros.
-Por este lujo que se te mete por los ojos situado en el selecto barrio de La Ventilla, hay un banco que pide la humilde cantidad de 182.000 euros.
-Esta réplica del Palacio de La Granja la está regalando un banco por 99.000 euros.
Y todo así, el que quiera ver más, ahí tiene el primer enlace. A esto le llamo yo enfriar el mercado de la vivienda. Y es que es lo que yo digo: estos señores siguen estando locos. ¿Cómo se llama la patología que padecen? Son varias: estupidez, avaricia, voracidad financiera, falta de escrúpulos... Con tantos males, no extraña que el tratamiento se nos haya puesto por las nubes.
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