domingo, 24 de agosto de 2025

"Miserias de país pobre" (sobre un artículo de Ricardo Dudda)

    Empezaré por decir que solo conozco a Ricardo Dudda por haber leído algunos artículos suyos en "The Objective" y que la mayor cantidad de información sobre este autor que he podido hallar estaba en una entrevista que concedió hará un par de años a la revista "Qué leer", de manera que el hecho de que me haya decidido hoy a reflexionar sobre su artículo titulado Miserias de país pobre obedece solo a las impresiones que me ha causado lo que en él sostiene. Quienes deduzcáis que el motivo es que esas impresiones son desagradables habéis acertado, y mi disgusto procede del pesimismo que transmite el artículo, pero también de que pienso que el autor lo fundamenta en razones muy torcidas.

    Comienza censurando el cruce de acusaciones que los partidos políticos -sobre todo, el PP y el PSOE- han emprendido por la pavorosa ola de incendios que sufre hoy España, señalando cada uno al adversario como culpable de la catástrofe. Comparto la condena del señor Dudda, pero no un importante matiz: aunque es verdad que los dos contendientes están participando en esta incomprensible disputa, no es pertinente la universalización que él hace cuando sostiene que la perversión de eludir las propias responsabilidades cargándoselas al adversario es un mal de todos los políticos, porque en la infortunada España de hoy, como muchos otros, lo introdujo Pedro Sánchez y es quien más lo practica y lo azuza. El propio señor Dudda apunta hacia esta clave con estas palabras:

    Ocurrió después de la dana, ocurrió después del apagón, está ocurriendo durante los incendios. El primer resorte que se activa en la silla del político es el de la búsqueda de responsables, no de soluciones.

    Es claro como la luz del día: si ampliamos el foco hacia otras emergencias, se ve con nitidez que la trampa de embarrar la actualidad con falsas acusaciones para tapar su incuria ha sido siempre el Gobierno sanchista quien la ha utilizado, con el inicuo resultado de arrastrar a todos al fango, ¡premio para el más canalla una vez más!, pero ya le llegarán las duras, quizás no estén tan lejanas.

    Así pues, en este asunto, el panorama no es tan negro como lo pinta el señor Dudda, porque, aunque es verdad que la virtud de los políticos en general no justificaría que nos pusiésemos a dar saltos de alegría, tampoco alcanzan todos los escalofriantes registros de suciedad que vemos hoy en España, esos que son de la exclusiva propiedad de Pedro Sánchez y su banda. Del mismo modo, debería atemperarse su pesimismo en lo que defiende a continuación, eso de que la dejación de los responsables políticos convierte a España en un estado fallido con los españoles abandonados a su suerte; no hay tal: aunque con errores, negligencias, disfunciones y mazonadas, en todas las catástrofes -incluyo también la pandemia o la erupción de La Palma- ha habido instancias procedentes de ese Estado supuestamente fallido que han funcionado, que se pare a reflexionar y haga memoria quien no lo vea así, porque, si me pongo a traer ejemplos, lleno cien páginas, aunque, si de lo que hablamos es de dejación, nuevamemente hay que señalar a los mismos: Sánchez y su Gobierno: la reiterada y miserable pasividad de la señora Robles (por la que entiendo que alguna vez tendrá que responder); las prolongadas desapariciones de Sánchez (la India, la Mareta); la opacidad sobre el apagón; la comisión de expertos inexistente (alguna vez Simón, Illa y Sánchez tendrán que explicar esta broma macabra) y un largo etcétera. Hay que decirle que no al señor Dudda: España no es un Estado fallido, aunque algunos lleven años (Sánchez) o siglos (el separatismo) intentando que lo sea. Y ya, eso otro que dice de que España es un país pobre... Creo que, estando el mundo como está en lo tocante a pobreza, es un disparate afirmarlo, lo que valdría también para esa exageración del Estado fallido. Si uno escribe en un periódico, damos por supuesto que está bien informado. No, España no es nada de eso, aunque es cierto que hoy está bastante j _ di _ a, por razones que el señor Dudda seguro que no desconoce.

    Reproduciré para finalizar el último párrafo de su artículo, que quizás sea lo que de verdad me ha disgustado:

    El único ascensor que funciona en España (y es un ascensor muy modesto, te sube solo dos o tres pisos en la mayoría de los casos) es la herencia. La gran brecha que viene es la de los millenials que heredarán y los que no. El otro ascensor social, también modestísimo, son las oposiciones: el joven español urbano, formado y cosmopolita tiene sueños húmedos con trabajos de chupatintas. Y lo entiendo. Pero son miserias de país pobre, improductivo. El pequeñorrentismo y el funcionariado como únicas esperanzas de prosperidad. Y la caridad de los de tu alrededor como único colchón.

    Qué triste. Cuánto cinismo, cuánto derrotismo, cuánta falsaria exageración. No es esto lo que necesitan quienes hoy están amenazados por unos sueldos de vergüenza y una vivienda disparada. O a lo mejor he leído mal, a lo mejor esto es solo pose, y no lo que de verdad piensa el señor Dudda, a quien quizás no se le ocurría nada para el artículo de hoy y por eso ha decidido ponerse estupendo. Esto sería un gran alivio, lo digo en serio, porque, de lo contrario, este párrafo sería una enorme incongruencia y una forma majadera de terminar un artículo majadero, que parece que a lo que invita, una vez constatado que todos los políticos son unas hienas (mentira) y que España es un Estado fallido  (mentira) y un país pobre (mentira), es a quedarnos en casa pasivamente jugando a la play y rumiando nuestro pesimismo, pero confortados, eso sí, por nuestra olímpica superioridad sobre esos pequeñorrentistas, chupatintas y menesterosos que nos rodean, infelices que aspiran a subir, a lo sumo, tres pisos más arriba. Dejando aparte esas bobadas melodramáticas de la caridad y el pequeñorrentismo, y ese desprecio a quienes hacen oposiciones (¿a cuántas de las muchas que se convocan el señor Dudda no podría ni presentarse?), habría que preguntarle qué se imagina él que es el mundo. ¿Se cree que se atan los perros con longaniza? Pues no: de algo hay que vivir.  ¿Cuántos seres humanos habrá a los que jamás les resultará posible pasar de la segunda o la tercera planta y no dejarán por ello de ser dignos y dichosos? ¿Cuántos millones de personas viven de oficios humildísimos y a la vez ilusionadas con el también humildísimo horizonte de ser felices y que no les falten esos trabajillos que les dan casa y sustento? ¿A qué viene pontificar sobre brechas sociales si a todos esos los estás despreciando, como a los chupatintas o a los que tienen la desgracia de heredar un pequeño negocio y pretender vivir de él? No sé a qué altísimo piso habrá llevado el ascensor social al señor Dudda, pero, si mira a los de abajo como si fueran insectos, debería abstenerse de reflexiones comprometidas. Y, por cierto, en España funciona al menos otro ascensor social: el de la educación, y aún me atrevería a decir que el del trabajo duro tampoco es una chatarra inservible. Los dos han estado siempre ahí dando óptimos resultados, y ahí siguen para quien quiera utilizarlos. Que hoy en día España esté en manos de una horda de corruptos miserables no quiere decir que se haya convertido en una escombrera desolada y sin esperanzas.

viernes, 15 de agosto de 2025

Batalla / Ninet

     A finales del pasado mes de julio, destapó "El Mundo" la falsificación -supuesta, ni que decir tiene- del título de diplomado sobre el que José María Ángel Batalla, destacado miembro del PSOE valenciano, ha fundamentado una carrera administrativa, profesional y política de alrededor de cuarenta años. Falsificar títulos es un delito bastante grave, pues es habilitar para el desempeño de ciertos oficios o funciones a quienes en realidad no están capacitados para ello, pero, si lo perpetra alguien como el señor Ángel Batalla, que ha ejercido muy altos cargos públicos y en su momento fue presentado por su partido como el referente ético con la talla suficiente para ocupar el cargo de comisionado especial para la reconstrucción por los daños ocasionados por la dana de 2024 (con una remuneración de más de 120.000 euros al año), se convierte en un escándalo de grandes dimensiones. Por suerte para él, gracias a la cascada de abusos, corrupción e incumplimientos de la ley que Pedro Sánchez ha vertido y vierte sobre España, lo suyo ha quedado como un granito más en una tormenta de arena.  

    Pocos días después, la Diputación de Valencia abrió un expediente contra la esposa de Batalla, Carmen Ninet, quien hasta ese momento había estado ejerciendo como subdirectora del Museo Valenciano de Ilustración y Modernidad, un cargo para el que es preciso un título de licenciado o equivalente, requisito que la señora Ninet no cumple. Superado el plazo que la Diputación le concedió para demostrar que sí lo cumplía, a la vista de su oneroso silencio, ha sido destituida. A lo largo de los nueve años que ha estado ocupando indebidamente ese cargo, según calculan algunos, ha ganado 720.000 euros, una cantidad que es muy probable que sea mayor, pues en la actualidad ganaba 104.634. Habida cuenta de que es posible que no tenga ni el Bachillerato, se ha embolsado irregularmente un dineral que, en el sector público, sería inalcanzable para alguien con sus méritos.

    Los chanchullos de esta ejemplar pareja están ahora en fase de investigación, con el fin de determinar cómo se les penaliza. ¿Cómo se les penaliza he dicho? ¡Qué ingenuidad! Será mejor que quienes vivimos en esa ficción de que quien la hace la paga no nos hagamos ilusiones, porque acerca del señor Batalla, aunque es verdad que ya ha tenido que renunciar al nada despreciable chollo de comisionado y tal, lo que más se oye es que, en el caso de que se demostrase que ha cometido falsedad en documento, no le pasaría nada, porque el delito habría prescrito. En cuanto a la señora Ninet, lo suyo es todavía más kafkiano, porque con lo que se especula es con que la van a recolocar en algún puestecillo que salga por ahí, el cual tendría que ser, dadas sus no-titulaciones, de la escala funcionarial más baja, la E, pero resulta que, como ha estado nueve años ejerciendo (😂😂😂) uno de la más alta, la A-1, ya podría haber consolidado el derecho a percibir ciertos complementos propios de esta ¡y no se le podrían arrebatar! 

    Las preguntas que todos nos hacemos son estas: si, dadas sus titulaciones falsas o inexistentes, jamás deberían haber ocupado los puestos que usurparon, ¿no sería lo lógico que no pudiesen disfrutar de derechos a los que en realidad no tenían derecho? ¿No deberían directamente ser penalizados? ¿No deberían reintegrar el dinero público que se embolsaron sin que les correspondiera? ¿No deberíamos replantearnos eso de las prescripciones? Bien, en todo caso, el asunto está en fase de estudio, así que toca esperar para ver cómo se resuelve al final.

    Aparte de lo dicho hasta ahora, esta la incógnita de la ascensión: ¿cómo les fue posible a estas personas trepar tan alto con esas carencias? ¿A quién le coló el señor Batalla ese título tan burdamente falsificado (burdo 1, burdo 2) para pasar de una categoría que no lo precisaba a otra que sí? ¿Hubo negligencia, incompetencia o complicidad? Habrá que ver. Lo de la señora Ninet tiene otros matices. Entró como laboral, o sea, que no es funcionaria de carrera, y una vez "dentro de la casa" tendría la trayectoria que tuviera, hasta que la colocaron en un sitio para el que no estaba acreditada y todo se vino abajo. Me parece inexplicable que llegara a esa subdirección sin el concurso de otras personas que la encaminaran y la nombraran, así que me temo que en esta película aún faltan personajes, ¿se acabará hablando de prevaricación? Sea lo que sea, todo huele que apesta. Por lo que he leído por ahí, la familia de Carmen Ninet ha estado siempre vinculada al PSOE, algunos hablan incluso de dinastía. Entre sus mayores, están los fundadores del PSOE valenciano y ahora están todos colocaditos y volcaditos en la política, ¡qué casualidad! Y qué casualidad igualmente que ella y su marido (familia también, nótese) hayan coincidido en tener la dicha, cada uno a su manera (tramposa en ambos casos), de ascender en la Administración hasta buenos puestos que les estaban vedados por su carencia de títulos. ¿Estaremos ante un caso de caciquismo político en la Comunidad Valenciana? ¿Será ese caciquismo tan poderoso que tendrá la facultad de colocar en buenos puestos públicos a los hijos de "buenas familias" socialistas por enchufe o por fraude, despreciando los méritos y los requisitos legales? Habrá que verlo. Y otra cosa: ¿será solo en la Comunidad Valenciana?

    Si este asunto se reduce al matrimonio Batalla - Ninet sería un caso deplorable, pero, si es un síntoma de algo más extendido, podría estar avisándonos de la corrosión de la Administración española. Si hemos llegado a esa catástrofe, esta historieta debería preocuparnos mucho más de lo que parece hacerlo.

domingo, 3 de agosto de 2025

El Nacional.cat y la Generalidad

     El Nacional.cat es un periódico digital que nació en 2016 y que sigue una línea independentista. Su fundador es José Antich, un profesional de extensa trayectoria que ha colaborado en medios como EFE, "El Periódico" o "El País" y que fue durante catorce años director de "La Vanguardia". Entre sus secciones se encuentra una titulada En azul, que se dedica a la crónica social. Las cuatro cosas tan aseaditas que llevo dichas son las que ellos declaran de sí mismos, pero callan una crucial: que reciben sustanciales ayudas de la Generalidad. Según El Economista, estas vendrían a representar un tercio de su facturación. En 2021 el gobierno catalán lo regó con 662.242 euros en publicidad y en 2022 lo favoreció con 330.000 en subvenciones puras y duras. 

    Conozco ya desde hace tiempo El Nacional.cat, a través de titulares suyos que he visto en más de una ocasión, la mayoría de los cuales, por no decir todos, se refieren a la familia real. Esos titulares son tan vomitivos en la magnitud de sus mentiras y calumnias, tan espantosos en el odio que rezuman y tan indignantes en la grosería y suciedad de su torpe lenguaje que jamás se me había ocurrido pulsar ni uno solo de ellos, pero hoy, al haber descubierto por casualidad la noticia de que este medio tan patético recibía un decisivo caudal del dinero de todos los españoles a través de las ayudas de la Generalidad, me ha parecido que merecía la pena prestarle alguna atención y entrar en sus páginas. A la luz de lo que he encontrado en ellas, creo necesario hacer una nueva redacción de las primeras líneas de este artículo, más ajustada a la realidad: El Nacional.cat es un panfleto que nació en 2016 y que defiende un separatismo demencial. Su fundador es José Antich, un fanático iluminado, como demuestra él mismo con sus actos y en la semblanza que he enlazado más arriba, que se corona con esta guinda: "Seguiremos dando la batalla, acompañando a todos aquellos que creen que Catalunya no ha llegado a la meta". Otro cruzado de la triste causa de la independencia catalana, un amargado rencoroso más, pero, eso sí, bien subvencionado.

    Por lo que se refiere a En azul, esa supuesta sección de crónica social, está claro que es en realidad el vertedero en el que se amontonan esos viles y repugnantes ataques a la familia real que, sinceramente, yo creo que son la verdadera razón de la existencia de El Nacional.cat: servir de instrumento para la guerra sucia, una guerra en la que se revuelca con fruición el separatismo catalán, que deja en manos de este viscoso enano editorial lo que otros medios en apariencia más serios (si es que hoy en día puede haber algo serio y limpio en la política y la cultura catalanas) desearían vivamente hacer, pero no se atreven. Para que os deis cuenta de lo premeditadamente urdida que está la maquinación, os diré que para cada miembro de la Casa Real hay un índice, os dejo aquí los enlaces a los del rey Felipe VI, la reina Leticia y la princesa Leonor. Quiero advertiros una cosa: esos enlaces os conducirán a los índices mencionados, donde lo primero que os vais a encontrar son los títulos de los artículos; la sola visión de estos os dará idea de las cumbres de indecencia, grosería, ruindad y falta de ética que pisa El Nacional.cat. No hará falta que os diga que no me produce el menor placer la presentación de unos enlaces que conducen a tal zahúrda de abyección periodística, pero he creído necesario hacerlo, porque pienso que debe darse a conocer su existencia. Por si queréis haceros una idea de lo que hay pero a la vez ahorraros el entrar ahí, con el mismo disgusto ya mencionado, os voy a reproducir los titulares de tres de esas "noticias": Leonor ha estado cuatro días sin salir de la mansión con su nuevo ligue 12 años mayor; Leticia recae de sus problemas con la bebida en Mallorca, conducía ebria, iba de lado a lado de la autopista; Felipe VI, refugio en Mallorca lejos de Marivent para ligues y aventuras de cama, el mismo que usaba su padre. Este es el jaez de la mercancía, que transmite una idea muy nítida de la calaña de los mercaderes que trafican con ella; esta es la envilecedora porquería con que los medios del separatismo alimentan a sus huestes, una dieta rica en odio.

    Durante todo el tiempo que he estado tropezando ocasionalmente con esta basura mediática, he supuesto que la Casa Real, sin duda conocedora de ella, habrá llegado a la conclusión de que enredarse en guerras y emprender acciones legales sería más perjudicial que hacer caso omiso del asunto y que por eso lo deja correr, pero, ahora que he entrado en las páginas hediondas de este medio, me hago algunas preguntas: ¿no deberían otras instancias resolver este atropello continuado? ¿no deberían el Gobierno o la Fiscalía hacerse cargo de defender al jefe del Estado y su familia? ¿Tenemos que aguantar tales injurias a las altas instituciones ellos y todos los españoles? ¿Sucede esto en otros países? Por otra parte, yo estaba al tanto del odio irracional que los separatistas profesan a la Corona (como a España en general, esa España de la que ellos forman parte), pero preocupa descubrir que alcanza extremos tan fangosos, pues da la impresión de que esta gente tiene el alma enferma, lo cual es muy poco tranquilizador. No me sorprende en absoluto, sin embargo, que la cínica mano de la Generalidad haya estado detrás de esto, financiando la máquina de sembrar calumnias y conflicto que es El Nacional.cat, pero, en el momento actual, en el que el presidente del Gobierno regional catalán es el socialista Salvador Illa, sería muy pertinente formular esta pregunta: ¿sigue la Generalidad dando dinero a un medio que injuria y calumnia al jefe del Estado y a su familia? Me alegraría saber que no es así, pero, en caso contrario, ¿pretenderá el señor Illa que nos traguemos ese embuste de que él es constitucionalista, y no un separatista más? ¿No se avergonzará de la farsa que representa cuando va a recibir al rey con sus gafitas y su carita de bueno? Y esperando, además, que creamos que por eso es mejor que los cavernícolas que le precedieron. ¡Pero no, qué estoy diciendo! El bueno de Illa es un tío leal y claro, sería incapaz de dar un solo céntimo a un medio como el Nacional.cat.

viernes, 1 de agosto de 2025

Guía urgente de currículos con un ligero olor a podrido

         Desde que el gran estratega político e insuperable ministro Óscar Puente decidiera hará cosa de una semana extender su dedo acusador hacia Noelia Núñez -una joven que empezaba a despuntar en el PP pero que hasta hace dos días era una completa desconocida- desvelando que había presentado un currículum falso, se ha desencadenado una epidemia de falsificadores desenmascarados en la que es necesario poner orden cuanto antes si queremos aclararnos, cosa a la que el guachimán, guiado por su proverbial sentido cívico, procede en este mismo instante. 

       -Begoña Gómez: Vinculada al PSOE por razones familiares (no sé si estará afiliada), de sus pasos en la tierra se ha hablado mucho últimamente. Lo referido a sus irregularidades curriculares se sabe al menos desde 2020, año en que ya traté el asunto aquí

    -Bernat Soria. Este señor, que fue ministro con el PSOE y tiene un nada despreciable currículum académico, científico y político ¡también se permitió falsificaciones en su perfil! Solo la vanidad puede explicar este caso. 

     -Carles Puigdemont. Cuando este canalla cometió la falsificación de su currículum era de CiU. Presumió de una licenciatura en Periodismo que no tenía, y acabo de encontrar el dato aquí, cuando buscaba otras cosas. Al Honorable (😂😂😂😂) le ha cabreado muchísimo que el periodista  Antonio Naranjo desenterrase la golfada y le ha mandado un burofax, pero le ha salido el tiro por la culata. Leedlo, tiene gracia. 

    -Carmen Montón (PSOE). Fue ministra de Sanidad y se vio obligada a dimitir por un máster plagado de Irregularidades. Más información, aquí.

    -Carmen Ninet (PSOE). El caso de esta señora, esposa de José María Ángel Batalla, es asombroso y puede ser muy grave, como el de su marido. Lleva 14 años ejerciendo como subdirectora de un museo de no-sé-qué y para ese cargo sería obligatorio estar en posesión de una licenciatura que ella no tiene. Los ingresos que durante ese tiempo le ha reportado ascienden a unos nada despreciables 720.000 euros, como puede verse aquí, así que tendremos que estar muy atentos a cómo se califica y se resuelve su aventura. ¿Cómo consiguió colarse hasta un puesto tan fuera de su alcance? ¿Tuvo ayuda de otros? 

    -Cristina Cifuentes (PP). Esto fue una auténtica orgía de despropósitos. Cifuentes decía tener un máster en Derecho Autonómico y Local, que ciertas investigaciones periodísticas demostraron que era un mero papel. La expresidenta madrileña fue liando las cosas y estuvo a punto de ser condenada por falsedad documental, de lo que no se libraron una profesora y una asesora de su confianza. Un asunto muy turbio en el que participaron personajes muy siniestros y que no deja muy bien a la Universidad Rey Juan Carlos. El resumen que os he enlazado es muy preciso; a mi modo de ver, las dos condenadas fueron unos pobres chivos expiatorios.

    -Cristina Narbona (PSOE). Se hacía pasar por doctora en Económicas, pero era solo licenciada. Más información, aquí.

 -Ignacio Higuero. Fue miembro de Vox, pero abandonó esta formación para continuar ejerciendo como consejero de Gestión Rural en el gobierno extremeño que dirige María Guardiola (PP). Según unos ha dimitido y según otros ha sido cesado, en cualquier caso, por este motivo: destaparse que no podía tener la licenciatura en Marketing que aparecía en su currículum y que él afirma que la obtuvo en 1993, pues ese título se creó en 2013. Más información: aquí. 

    -José Blanco (PSOE). Solo aprobó primero de Derecho, pero en su currículum ponía que era licenciado. El pobre hombre, en su proverbial inocencia, se confundió. Más información: aquí. 

    -José Franco (PSOE). Un error de cálculo le llevó a atribuirse una licenciatura en Matemáticas que no poseía. Más información: aquí.

       -José María Ángel Batalla (PSOE). Al igual que su cónyuge, el ya dimitido Alto (😂😂) Comisionado para la Reconstrucción tras la Dana -una tarea retribuida con 120.000 euracos anuales- y Presidente del PSPV, ha jugado muy fuerte y lo lógico sería que lo pagase muy caro, pero ya sabemos lo barata que sale la corrupción en este país. Como parece fuera de toda duda, este señor va por el mundo con un título de licenciado falso, como puede verse aquí, aunque os recomiendo que busquéis más, porque el asunto es complejo, pues, además del mero hecho de la falsificación -que ya por sí sola constituye un delito- hay ahora que resolver otros extremos importantes, sobre todo, estos dos: para qué finalidades administrativas y laborales se usó ese título y si hay alguien más implicado en estos fraudes.

    -Juan Manuel Moreno Bonilla (PP). De licenciado a graduado, una trayectoria bastante esperpéntica que podéis ver aquí en versión breve y aquí en versión detallada.

    -Luis Roldán (PSOE). Uno de los mayores y más afamados corruptos de la política española aseguraba ser ingeniero y economista cuando solo tenía el título de bachillerato. Más información, aquí.

    -Manuel Borrego (PSOE). Al secretario de organización del PSOE de Extremadura parece ser que le faltan doce créditos para completar el título en Ingeniería Química que asegura poseer, pero él ha alegado que sí lo tiene, porque la Universidad de Extremadura se lo concedió por medio de un procedimiento que existe (y así es) en aquella docta institución, la compensación curricular (1). ¿Una universidad compensatoria? Juzguen ustedes mismos. Más información, aquí

  -Noelia Núñez (PP). Aseguraba estar en posesión de un grado de Derecho y Ciencias Jurídicas que no tiene. Ha dimitido de sus cargos en el partido y ha renunciado a su acta de diputada. Más información, aquí. 

    -Óscar Puente (PSOE). El hombre que desenmascaró a Noelia llama máster a un curso que da el PSOE a sus afiliados. Más información, aquí.

    -Pablo Casado (PP). Uno de los historiales más disparatados de la política española, ahí es nada. Aseguraba tener más títulos que la cartelera, pero ni uno solo estaba completamente sano, como mínimo. En las últimas líneas de este artículo se resume muy bien su ensalada de despropósitos curriculares. Llamada a la reflexión: este personaje hubiera podido ser presidente del Gobierno de haberle fallado los cálculos a Sánchez: ¿qué hemos hecho los españoles?

    -Pachi López (PSOE). ¿Cuánto tiempo "estudió Ingeniería Industrial" este personaje? ¿Tres cursos? ¿Un curso? ¿Tres meses? ¿Cinco minutos? A responder a esta pregunta se dedica este artículo, del que puede concluirse que el señor López ha jugado muy turbiamente con la ambigüedad (lo cual no es ni de lejos el mayor de sus pecados) para aparentar que posee una ingeniería que no tiene. 

    -Pedro Sánchez (PSOE). Aquí se habla de un falso máster en Liderazgo Público de este nefasto personaje y aquí de su tesis doctoral plagiada, y también aquí y aquí. Esto era muy conocido, sorprende que Óscar Puente se haya lanzado a abrir el melón de los méritos falsos.

    -Pilar Bernabé (PSOE). La actual delegada del Gobierno en Valencia tiene una licenciatura en Filología Hispánica y otra en Comunicación Audiovisual, pero, aunque ella lo niega, parece ser que no ha completado ninguna de las dos carreras. Más información, aquí

    -Xavier García Albiol (PP). Recién sacadito del horno. Según esta noticia, acaba de haberse visto obligdo a rebajar el nivel de los estudios de Derecho que figuraban en su currículum.

    -Yolanda Díaz (Sumar). Los másteres de esta señora son de tan mala calidad que encogen al primer lavado, como puede verse aquí: pasan de másteres a cursos. También presume de una galería de cursos que asusta, pero yo no daría medio euro por uno solo de ellos, por todo lo que se cuenta aquí.

    Como habréis visto con lo que pongo sobre García Albiol, la tormenta desatada por Óscar Puente lleva camino de convertirse en un temporal apocalíptico: ¿cuántos de nuestros políticos habrán mentido ya en el simple escalón del currículum con que se autorretratan? ¿Cuántos embusteros más van a ir saliendo a cada minuto que pase? La cosa tiene un fondo muy sombrío, porque la mentira no es buena para ninguna actividad humana, así que la gestión de lo público tampoco podía escapar a esta ley general. ¿Y qué podemos esperar de unos gobernantes que mienten ya desde antes de empezar a ejercer? La respuesta es pesimista: quienes así actúan no pueden traer buenas intenciones. A la política española le hace falta una limpieza en profundidad. Hacen falta leyes que nos protejan de esto, normas que adviertan a los arribistas de que estas conductas, en caso de detectarse, los expulsarán del tablero. ¿Haremos una cosa así? No lo sé, porque tengo muy claro que este deplorable jolgorio lo podrían haber evitado fácilmente los propios partidos desde sus estatutos, pero lo que han hecho ha sido fomentarlo. No puedo cerrar este artículo si dedicar un caluroso elogio a Óscar Puente: abrió la cacería para cargarse a una insignificante criatura del PP, y es verdad que abatió a la pieza, y que ha puesto en evidencia a algunos otros rivales, pero, si miramos esta relación, el mayor afectado ha sido su propio partido, con él mismo incluido entre los transgresores. ¡Genio! También ha conseguido focalizar un problema serio de la moralidad general de nuestros políticos, pero, obviamente, esto lo ha hecho sin querer. 


1. A las 01:24 horas de hoy, 2 de agosto de 2025, encuentro esta información, que haría muy dudoso que el señor Borrego, nacido en 1980, hubiese podido servirse de la compensación curricular, un recurso que se puso en marcha en su universidad en 2020, con lo que caerían por tierra sus explicaciones. Además, se cuestionan también otros méritos que figuran en su currículum.