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sábado, 25 de octubre de 2014

El síntoma Nicolasín

   Leo en ABC que, allá por 2012 o 2013, ese producto genuinamente celtibérico que en los medios es conocido como el pequeño Nicolás montó uno de sus tinglados ofreciendo contactos para obtener negocios en Eurovegas. Si echamos cálculos, este sujeto debía de tener entonces dieciocho años, ¡vaya carrerón! Mirad por dónde, aquel proyecto apestoso, en el que un buen número de líderes del PP demostraron su patriotismo dejando claro que, por un miserable puñado de euros, habrían concedido a Sheldon Adelson hasta las condiciones más humillantes, vuelve de ultratumba para ilustrarnos una nueva faceta choricil de este pintoresco pollo, cuya historia presenta en él mismo o en nuestra sociedad una serie de síntomas que me producen escalofríos. Ya solo así de fachada: fijaos en esta foto: ¿no se da un aire este tierno alevín pepero con Javier de la Rosa? Para echarse a temblar, ya digo.
 «El pequeño Nicolás» ofrecía contactos y trabajo en Eurovegas
   Paso a relacionaros esos síntomas que me producen escalofríos:
   1.- Cuando este muchacho salió a la escena, lo primero que hizo fue gracia: la gente arrinconó detalles tan insignificantes como que estaba usurpando personalidades, fingiendo cosas que no era o estafando dinero y solo se fijo en lo pillín que era el niño. ¡Ay, qué gracia, tan chiquitín y ya cómo roba y estafa! ¡Igualito que sus mayores! En otras palabras: siguió vigente la tolerancia y hasta admiración por los chorizos tan propia de España. Después de años de crisis brutal. Después de que gente de ese tipo haya arruinado España y se ha llevado por delante un montón de derechos. No tenemos arreglo: somos un país de gilipollas que aplauden a la gentuza que les roba.
   2.- Fijémonos en esa noticia de la que parto: entre 2012 y 2013, en plena crisis, con el país arruinado, con más de cinco millones de parados, con la sociedad escandalizada por la corrupción y los negocios sucios, este muchacho monta una oficina de enganche a una fuente de enriquecimiento tan turbia como Eurovegas y sirviéndose del reclamo de que él podía influir ante gente con capacidad de decisión, es decir, con el reclamo del tráfico de influencias. O sea: este chico seguía con el modus operandi que supuestamente la clase política estaba combatiendo; ítem más: la gente acudió a él, tanto empresarios en busca de negocio como escoltas y policías que trabajaron a su servicio. No tenemos arreglo: estando las cosas como están, con enseñar cuatro billetitos (encima, falsos), todavía puedes engatusar y corromper a un buen puñado de incautos/inmorales. 
   3.- Porque este es otro aspecto que, por desgracia, hay que señalar: las víctimas de Nicolasín fueron engañadas, sí, pero tampoco parecían tener muchos escrúpulos en dejarse corromper. Lo que este muchacho ofrecía, que se parecía mucho a lo de Noós, si no me equivoco, se llama tráfico de influencias: "Estoy muy cercano a Aznar, Botella, Aguirre, Arturo o Cañete", nos quería decir con sus fotos, "puedo darte negocios en los que ellos deciden". Si esto no es tráfico de influencias o alguna de sus víctimas no iba con intenciones inconfesables, que se me demuestre y pediré las disculpas que sean necesarias, pero, en caso contrario, tendré que decir que no tenemos arreglo: mientras todos nos rasgábamos las vestiduras por lo malo que es Urdangarín, un puñado de españolitos seguían haciendo las mismas cosas que él con la esperanza de medrar en la órbita del partido que gobierna.
  4.- Sorprende la facilidad con que un mequetrefe como este ha llegado incluso a darle la mano al rey. Sorprende también su desparpajo: la naturalidad con que se aproximaba a los poderosos o montaba escenificaciones con chalés de lujo y cochazos, el atrevimiento ese de ponerse la luz azul en el coche para usurpar la identidad policial... Ahora, su abogado se despacha dicendo que el pequeño Nicolás no es capaz de entender por qué se ha montado todo esto. No tenemos arreglo: este chorizo (supuesto) campa a sus anchas y ahora pretende eludir sus responsabilidades con lloriqueos y quitándoles importancia a sus andanzas; ahora aspira a la impunidad, cosa lógica, si se observa lo que está pasando con los mil corruptos que parecen haberle servido de modelo. Y lo malo es que quizás la consiga.
   5.- Asusta y deberá explicarse la relación que este chico tenía con el PP, partido que manda mucho aquí. Se le conocía en Nuevas Generaciones, parece ser que rondaba por FAES desde los 14 o 15 años, lo hemos visto escoltando a miembros de peso del PP, en fotos con Aznar, Botella, Aguirre, Arturo Fernández, Cañete... Está el asunto ese de Ribadeo. Todos parecían compadrear con él, hasta Arturo Fernández reconoce haberle seguido la corriente en una broma en la que Francisco Nicolás se hacía pasar por su sobrino, está claro que le hacía gracia por sinvergüenza. ¿Ha sido esta la escuela en que Francisco Nicolás ha aprendido las artes en las que se ha mostrado tan precoz? Desde luego, eso de decir que todo era cosa de la labia (palabra que detesto) del chico ya no se sostiene. Ahí está su inquietante asunto con Miguel Bernard, secretario general de Manos Limpias, con el que Francisco Nicolás habló en diversas ocasiones, al que pidió que retirara sus querellas contra la infanta Cristina y al que llegó a poner protección durante veinte días. ¿Puede un mísero pollo pera con no otra cosa que labia hacer tales cosas? El propio Bernard afirma que este muchacho no tenía trastorno alguno. ¿Quién es este muchacho? ¿A quién tiene detrás? A mí personalmente me parece que era una especie de chico para todo al que, una de dos, o se le pagaban los favores o  no se tuvo lo suficientemente vigilado y pudo funcionar por su cuenta, y de qué manera. ¿O eran las dos cosas? A lo mejor un día nos enteramos. Sea como sea, no tenemos arreglo: sujetos como este siguen teniendo muy fácil la vía hacia el éxito. Y en el entorno de un partido tan poderoso como el PP, el partido de Gürtel y Bárcenas, y que ahora nos gobierna. No tenemos arreglo.

4 comentarios:

  1. Nicolasín es el símbolo del país en el que vivimos. Es tal descaro con el que los truhanes, ursupadores, ladrones y demás compadrean delante de todos y además riéndose descaradamente que no entiendo cómo lo estamos permitiendo. Tengo la sangre en ebullición, la verdad.

    Besos!

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  2. España debe de ser un hervidero de sangres, Ana, porque así estamos todos, y por los mismos motivos. Siempre he dicho que la credibilidad del sistema y el futuro del país dependerán mucho de la solución que se le dé al asunto de la corrupción: cuantos más se vayan de rositas, peor. Y, por ahora, la cosa no está como para tirar cohetes. Te pongo un ejemplo: recientemente, ha salido el caso del expresidente del Barça, José Luis Núñez, que ha recibido ahora la orden definitiva de entrar en prisión... por un soborno a unos inspectores de Hacienda que se cometió hace 20 años y se empezó a investigar hace 15. La justicia en España, con semejante lentitud, no es tal justicia y, en los casos de corrupción, favorece escandalosamente al acusado. Besos para ti.

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  3. Pero está claro que el tal Nicolás no estaba solo. Parece ser que todos esos u otros parecidos le tenían de recadero, lo que pasa es que va a ser dificil que salgan (estaban bien cubiertos) a no ser que el propio Nicolás los denuncie. Y no es probable que lo haga porque no creo que tenga intención de enmendarse. Se dice, incluso, que se pasó en sus atribuciones oficiosas e intentaron darle un escarmiento sin prever la repercusión pública del asunto.
    Supongo que todo esto es verdad, a mí es lo que más me cuadra porque es imposible que una persona -y menos tan joven, por mucho morro que tenga- consiga hacerse con toda esa infraestructura y apoyos varios. Y, si lo pensamos bien, esto de traer y llevar debe ser una función indispensable para los tejemanejes corruptos. No me extraña lo de Nicolás, lo que me extraña es que haya uno solo. Seguro que se han apresurado a poner a los demás a cubierto.
    En fin, tengo mucha imaginación, por algo me gusta escribir...

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    1. Molina, otra posibilidad con este Nicolás es que sea una muestra de un engranaje del funcionamiento de la corrupción que seguro que está muy extendido, porque es imprescindible, aunque los medios no lo hayan focalizado: los escalones medios y bajos, los esbirros que hacen efectivas las directrices de los cerebros, que, lógicamente, no se van a pringar en la brega y el trabajo sucio. Si fuera así, el interés de este individuo como pista es muy grande. Desde luego, yo no me trago que este sea un autónomo y que se haya coladfo engañando a todos.

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